35º SUSURRO POÉTICO

                          
                    A mi hermano Fede.


                    -El último mohicano-


Azota el aire en la decadente manera de andar de la gente.
Brillan las miradas de la gente que conspira.
Revierten las palabras como un mecánico juego de poleas.
Desaparecen los detalles, arrastrando los colores.

¡Maldita la hora!

Pero cesa de azotar el aire,
ya no brillan las miradas,
novedosas son las palabras,
crecen otra vez los sueños.

Todo encaja maravillosamente.
Un suelo de hamacas nos sujeta
y una dulce telaraña nos envuelve.
Si llueve o hace sol no importa nada.

¡Maldita la hora!

Queda resistir y embestir,
no ceder ni retroceder.
Derramar todo tu arte
como andanada de granadas.
Defender tu plaza,
con tus armas mostrando las heridas.
Demostrar que por duro y arduo
que sea el camino,
no cesará uno de andarlo.

¡Bendita la hora!

Y en última instancia, en medio de un robusto robledal,
protegido por el espíritu de su abuela,
y circundado de amigos árboles,
se verá como los rayos del sol crearán un claro
y destellarán en la punta del lapicero,
deslumbrando los claros ojos de este mohicano,
el último de ellos.

Comentarios

  1. Nunca es demasiado el gasto,
    nunca la desgana es buena,
    nunca conocí agasajos como estos,
    nunca sentiré como ahora lo bueno.

    Por Fede......todo es auténtico.

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