LA PATA DE MULO (1242 metros)




Estaba yo navegando por las redes sociales, cuando vi una foto del titán de Enguídanos, José Saiz Valero, precisamente de esta parte de la Serranía baja. En ella se veía parte de esta bella comarca, pero lo que a mí me llamó la atención es que en el horizonte se observaba una montaña con forma peculiar, bastante elevada y visible.

Le pregunté a José y me dijo que no había estado pero su nombre era la Pata de Mulo, y se encontraba entre  San Martín de Boniches y Henarejos. Incluso me dijo que había oído hablar que en la parte alta existían los restos de un poblado celtibérico.

       Vean al fondo a la derecha, la montañita en cuestión. Foto de José Saiz Valero




Tengo que decir que esta es la única comarca de la Serranía de Cuenca que no conozco nada. Esa parte extensa y desconocida que quedaría entre los pueblos de San Martin de Boniches, Henarejos, Narboneta y Víllora.

La única vez que estuve por allí fue una ocasión en que mi padre nos llevó a ver el Abrigo del tío Modesto en Henarejos donde hay unas pinturas rupestres; por lo que entiendo que mi padre algo más conocía que yo, pero tampoco mucho más, pues no me habló de otros parajes (Si hubiera habido río truchero allí ya habría sido otro cantar)



Con todo me puse manos a la obra, mirando los mapas y buscando información, sabiendo que aquello era nuevo para mí por lo que tenía que ser más precavido. Yo pensaba hacer la ruta y subir a la Pata de Mulo el mismo día, pero una serie de circunstancias hicieron que no pudiera hacerlo, teniendo que volver a las dos semanas para completar la excursión. Por lo que veran en esta entrada dos rutas.



Hay que comentar que aquí ocurrió hace más de veinte años algo espeluznante: el mayor incendio forestal acaecido en Castilla La Mancha en toda su historia, algo más de 20.000 ha arrasadas en unos pocos días.

Otro de los motivos que acrecentaban mi renuencia a visitar esta comarca era dicho incendio, ya que pensaba que aquello estaría pelado y feo. Una vez visitado, me di cuenta de mi inmenso error, pues aquello merece mucho la pena; un terreno muy agreste e irregular plagado de barrancos y muelas, inmerso en un mar de rodeno ácido y anaranjado.



En cuanto a la vegetación, el transcurso de más de de dos décadas ha hecho que lo encontremos todo verde con un magnífico e inmenso sotobosque de brezos, romeros y jaras más altos que una persona con el que hay que tener cuidado. El pinar también regresa aunque muy lentamente, pinos jóvenes y en manchas esparcidas.

En definitiva, un paisaje hermoso, atípico y peculiar dentro de la Serranía de Cuenca.




RUTA
 
 En esta primera ruta, dejaremos el coche en un pinar y al asomarnos a un claro y mirando a la derecho vemos nuestro objetivo.


    La Pata de Mulo (1242 metros) con esa forma peculiar que gasta. ¡¡Uummmm que buena pinta, por Crom!!


Hay que mencionar que toda esta extensa comarca solo es apta para todoterrenos. Como en ella hay un Parque Eólico, tenemos un carril en muy buen estado que la atraviesa, pero para coger ya cualquier otro carril secundario es necesario un coche todoterreno. Desde la Carretera que va a San Martin de Boniches cogeremos este carril del Parque para al cabo de unos 7 u 8 kilómetros coger otro carril secundario y pedregoso que nos llevará hasta nuestro punto. 


 Aunque si miramos hacia la izquierda vemos el valle del Arroyo de la Peraleja. Bajaremos por aquí para enlazar con el camino que ven a la izquierda. Mi plan inicial era ir a la Pata de Mulo y subirla, pero ya me estoy viciando y estos valles solitarios me llaman mucho.


 Y luego bajaremos por ese carril del valle para luego torcer a la derecha y subir a donde estaba la Pata de Mulo.


 Os habréis dado cuenta que el paisaje vegetal es distinto. Se nota que esto fue zona incendiada. Las laderas de los cerros tiene estan cubiertos totalmente aunque no es muy frondosa.


 Pero en los fondos y partes bajas de este paisaje, el sotobosque es muy frondoso y muchas veces más altos que una persona, lo que aconseja ir siempre por los caminos y carriles.


               Vean como los pinos avanzan lentamente con la repoblación natural. 


 Mientras vamos bajando si echamos la vista atras podemos ver con el zoom como asoma poderosamente la Pata de Mulo.


 Ya estamos en el fondo del valle y bajaremos por el carril viendo al fondo los bordes que conforman el valle del Arroyo de la Peraleja. La Pata de Mulo estaría encima de ese puntal a la derecha.


                         Por aquí pasamos por la conocida como la Casilla del Roble.


Y aquí llega mi primer error de la jornada; en vez de seguir más adelante y salir de este valle por el carril que tengo marcado en el mapa, cogí uno que no venía en el mapa pero que se dirigía en la dirección que yo quería.


 Este es el carril bien claro que se dirige hacia la Pata de Mulo que estaría detrs de ese puntal.


 Tras llevar un ratito, compruebo que va desapareciendo, pero bueno, como veo que estoy al lado del barranco que me va a sacar de aquí y entre la vegetación hay claros para andar, continuo.


Tengo que decir que esta 1ª ruta es de principios de este otoño. Las mañanas eran frescas dandó la minima de 4 o 5º, pero a partir de las 11 o 12 la temperatura subía fácil a los 22º. El camino vino acabar en un barranco completamente inextricable y feroz, donde el brezo, la jara y demas arbustos me hicieron penar de lo lindo.



 Cuando consigo pasar el barranco y cojo algo de altura, le echo un vistazo. Por adebajo he ido sudando del copón.


 Menos mal que en ese infierno tuve estas dulces y coloridas bolitas, cual adornos navideños, para amenizar el mal rato. Me comería 20 antes de salir del barranco.



 Por fin consigo salir a la parte superior, y estar situado debajo de la Pata de Mulo, y ahí es cuando sopesé mis realidades y mis alternativas. En el valle del Arroyo de la Canaleja y en el barranco había perdido bastante tiempo, pero sobre todo había bebido demasiado agua. El jodido calor (y bien seguro que los 20 madroños) me habían hecho beber mucha agua y solo me quedaba menos de un cuarto de litro. Cantidad insuficiente para acometer la subida a la Pata de Mulo y más aún con 22 grados otoñales. Además hasta el coche me quedaba un buen trecho y unas buenas cuestas.

Me dije de dejarlo para la próxima vez y aprovechar el día que me quedaba para ver algún que otro paraje. Por lo que fue ruta no conseguida pero creo yo que bien decidido, pues en efecto, al cabo de dos semanas volví con el coche al punto donde me había retirado, para terminar el trabajo empezado.


 Mientras subo andando a donde está el coche, aún le hago otra foto a la Pata de Mulo, jurando como Scarlata O`Hara, que no volveré a pasar sed (y conseguiré subir a la montaña)



RUTA (DOS SEMANAS DESPUÉS) 

       Lo primero presentaros a mi chico Nacho que me va a acompañar en la ruta de hoy. Como véis la amplitud térmica hoy no iba a ser tan amplia como hace dos semanas, por lo que ibamos abrigados, ya hacía un aire frío algo desapacible.


 La subida hay que hacerla por las laderas que estén más expuestas, ya que tendran menos vegetación para avanzar. El paso al primer piso de la Pata lo haremos por ese hueco que queda en la mitad derecha de esos cortados.


 Ya digo que esta es una de las zonas con menos vegetación y aún así miren que como estaba.


           Por aquí ya estamos pasando por el hueco para ponernos en este primer piso.


Una vez arriba, y para descansar de este repechito, nos sacamos una foto y almorzamos algo.


 En este primer piso con un puntal rocoso, vi restos de lo que puede ser el poblado celtibérico del que me hablaba José.


                                           Restos de muros diseminados por esta parte.


 Pensé que de haber los restos de un poblado, estarían en la cima de la Pata de Mulo, pero por ahora, los restos parecían ser estos.


 Desde este primer piso tenemos buena perspectiva de la cima de la Pata de Mulo. Nosotros vamos a subir por la derecha que es la que menos vegetación tiene.


 En la dirección opuesta tenemos el bonito barranco de la Carrasca. En la primera ruta dejamos el coche en la parte más alta de la parte central de la foto.


                         Acometemos el segundo repecho antes de llegar a la cima.


 Y llegamos su cima completamente plana y llena de matorral. ¡¡La Pata del Mulo es nuestra!!  Veamos lo que observa desde aquí:


                                         Al este, el bonito puntal de la Peña Rubia (1202 metros)


 Al norte, el pueblo de San Martín de Boniches (aunque hay que decir que la Pata de Mulo se encuentra en el término de Henarejos)


 Aunque la vista que me sorprende hacia el este y tirando de mi buen zoom, es esa muela que desconozco su nombre y detras el coloso de la Serranía Baja de Cuenca: el Pico Ranera con sus 14244metros.


            Al sureste el horizonte es amplio divinsándose al fondo las Minas de Henarejos.

 Al suroeste vemos el valle del río San Martín que me llama poderosamente y como vamos bien de tiempo visitaremos.


                Con Nachete los pinchitos y los tragos de agua se suceden tranquilamente.


 Y bajaremos por la cara oeste de la montaña, en la parte más dura y desagradecida de la ruta, ya que la vegetación no daba tregua.


Una vez abajo tenemos al fondo el valle del río San Martín. Nosotros iremos por un camino que va por la izquierda de la foto y volveremos por ese carril que véis a la derecha. 


 Aparte del río, quiero ver un viejo rento o caserío. Llamar carril a lo que véis es ser demasiado generoso. Ahora entramos en el término de San Martín de Boniches.


Los paredones y laderas que conforman el valle del río San Martín son de un tamaño enorme. Deberé volver a recorrer esto con mas paciencia.


 Desde aquí podemos ver al otro lado del río parte del Rento de las Casas de la Manglana.


 Mi plan era pasar el río y visitarlo mas detenidamente, pero Nacho ya empezaba a cansarse, por lo que tome estas fotos donde se aprecia las casas al lado de las rocas.


 Y por aquí nos topamos con el arroyo de Pie Mulo que viene de debajo de la Pata de Mulo a desembocar al San Martín. Nacho aprovechó para mojarse la cara.


 Y un poquito más abajo ya estaríamos en el río San Martín, afluente del Cabriel.


 Y por esta buena pista iremos subiendo paulatinamente hasta llegar donde tenemos el coche.


 Desde aquí tenemos la vista lateral de la Pata de Mulo. Por ese barranquín que se ve justo en la mitad de la ladera es por donde bajamos Nacho y yo.


 Y dejamos para el final estas moles de rodena conocidas como Los Monigotes (el coche lo teníamos al lado)


Bellos los Monigotes. Acerquémonos.


 

 

                                 Y con los Monigotes, damos por concluido la excursión.


 A la vuelta, llevo a Nacho a conocer con el coche uno de los puntos más altos de esta comarca, el Puntal del Carnero (1332 metros)


 Ya que nunca había visto de cerca un molino eólico, quedándose sorprendido del tamaño y ruido de las hélices con el viento.


 Yo desde aquí veo una hermosa vista del Picón del Buitre (1956 metros), en la Sierra de Javalambre.


  Y terminamos la ruta en Cardenete al calor de la lumbre, entre coca colas y cervezas. Dar las gracias a José Saiz Valero y nos vemos la semana que viene.

Comentarios

  1. Buenas noches Toni.

    Esa es la constancia, o mejor dicho, la cabezoneria del montañero, si no se consigue el objetivo deseado, en este caso una montaña la mar de llamativa, a la primera, ya en el coche, de vuelta a casa, ya estás maquinando otro plan, o una estrategia diferente para meterle mano, y decidiendo que día volverás, y luego esperando a que llegue ese día, y al final cunado lo consigues, la satisfacción es doble, todo eso, al menos, me pasa a mi jejeje.
    He visto ciertas similitudes en esta zona con el Desert de les Palmes: rodeno, madroños (20!!!, bestia!!!), y por desgracia, las secuelas del fuego, y al igual que en el Desert, parece que la reforestación va por buen camino, y al igual que esta zona que muestras, no intentes avanzar en el Desert campo a través, acupuntura aleatoria garantizada jeje. Eso sí, esos espectaculares y singulares monigotes no los tenemos por aquí.
    Si que es coloso el Ranera, sí catorcemil metracos del vellón jajaja.

    Un abrazo.

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    1. Hola Dani.

      Tú lo has dicho, es esa cabezonería mezclada con experiencia de tanto curtirse horas y horas por las trochas, paredes y montes de nuestras sierras.
      Coño, el Desert...no me había dado cuenta, solo falta el palmito, jjeje bueno y el mar delante. Pero es cierto, hay muchas similitudes entre estas comarcas de la Serranía baja y sierras más mediterraneas como las de CST O VLC.
      Menos mal que hay poco madroño en la Serranía pues si no me da un subidón de ácido madroñico ;-)
      Hostia cana!! he contado la altura del Ranera desde el fondo del mar, cuando esto era el mar de Thethis.

      Un abrazo.

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  2. Vaya Pata de Mulo Toni!! jeje y es que la Serranía Baja, tiene esos encantos diferentes de la Alta; rodeno y pino resinero. Y vaya monigotes, me dan ganas de ir para allá y escalarlos, jajaja. Y es que el rodeno es así,en junio del año pasado hice una ruta cicloturista por esa Serranía (pasamos por Henarejos, habíamos salido de Landete) y por tramo de rodeno vimos una formación en forma de seta, (si me acuerdo te envío foto a tu face)

    Bueno Toni sigue descubriendo esa parte de la Serranía, a buen seguro tendrá otros tesoros que ofrecer.

    Y si, el Ranera con 14mil y pico metros, jajajaja

    Salud y birras.

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    1. Hola Javi.

      Bien seguro que ahora le dedicaré más tiempo a esta comarcas, que si tienen mas esculutras de rodeno mejor aún.
      Joer que bruto soy, si aún al Ranera le hubiera dado un 4000 de altitud pues podría ser (te imaginas viendo toda España desde Talayuelas, jajaj), pero ná a lo bestia, 14.0000 metros como si fuera desde el fondo del mar.....

      Saludos.

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  3. Hola Toni.

    Vaya con la Pata del Mulo!! Sí que tiene que ser muy solitaria esta comarca. No recordaba ya aquel devastador incendio de hace 20 años, con lo estupendo que estaría aquello de tupido pinar. Al final la vida se abre camino y si nada lo impide recuperará su esplendor. Y hablando de abrirse camino, cuando os veo trepar por esos brezales no se me olvidan mis luchas feroces por la sierra de Valdemeca, je,je. No se si algún accidente geográfico te lo impediría pero, ¿recuerdas haber avistado la Pata del Mulo desde el Monte Cuerda?

    Un abrazo.

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  4. Hola Andrés.

    Pues si, sin el incendio esto estaría a tope, aunque sería distinto. Es que yo creo que nunca había vista tanta extensión de jara y más alta que una persona conviertiendo aquello en un auténtico manto verde. Bien seguro que esto dentro de veinte años esta increíble. Debes hacer ya catarsis, Andrés, con los brezales de la Sierra de Valdemeca, te acuerdas mucho de ellos, jajajja, en serío yo tambien los recuerdo de lo que llegué a penar allí dentro.
    En cuanto a lo que dices de la vista de la Pata de Mulo desde el Cuerda, pues la verdad que no conocía por entonces el primero, aunque me habria llamado la atención, pero haciendo cálculo espacial creo yo que no se ve pues en esa dirección estan los bordes del valle del río San Martín (que salen en las fotos) y rondan los mil tres y pico, es decir 100 metros más que el Monte Cuerda.

    Un abrazo.

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  5. Los que vivimos el incendio de Henarejos y como ardían los pinares no lo olvidaremos jamás. Yo he nacido en Valencia pero mis padres son de Henarejos y de Las Minas, y ahora entre el fuego y lo que han hecho con las Minas de Henarejos te dan ganas de echarte a llorar. Voy todas las semanas que puedo hay cosas bonitas para ver pero nadie se decide a explotar un potencial que le iría muy bien al pueblo economicamente.

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    1. Hola anónimo.

      Si es cierto que aquello es una zona sin explotar para nada. Ni siquiera de cara a Cuenca capital que es donde debería conocerse primeramemnte. Pues pueblos de alrededor que tiene patrimonio natural igual o menos que Henarejos son más conocidos en Cuenca como puede ser Villar del Humo, o incluso Villora. Es una pena y lo de las Minas me cuentan que muy mal. En fin, a ver si pasa el verano y me vuelvo a acercar que tengo mucho por ver por allí.

      Un saludo

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  6. lo que hace falta es que tengais cuidado; hay bastatantes fieras que no se ven

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