GARGANTAVELLANOS Y EL REFUGIO DE LA PORTERA (-SA-)




Volvemos a irnos a la vecina Sierra de Albarracín y Montes Universales, más concretamente a ese cuadrilátero mágico que se crea entre los pueblos de Orihuela del Tremedal, Bronchales y Griegos por Teruel y Orea por Guadalajara. Nunca nos cansamos de recorrer esta comarca; no solo en temporada micológica, sino en otras épocas del año. No olvidemos que estamos en una de las tres serranías que conforman esta bella y espectacular parte de España.



La ruta la haremos por un bello y frondoso valle vaguada conocido como Gargantavellanos por donde baja el arroyo homónimo, hasta ponernos debajo del cerro más alto de las tres Serranías, el Pico Caimodorro (1936 metros). No subiremos a él pero en su lugar os dejo el enlace del blog de Dani donde ellos si subieron a boscosa cima pero ni nada más ni nada menos, que con ¡Raquetas de nieve!

Por lo demás, la noche de antes nos fuimos a dormir al maravilloso camping de Orea, ubicado en un pinar de ensueño para al día siguiente acometer esta bella y circular ruta.

 Llegamos la tarde de antes al camping de Orea (Guadalajara) donde plantamos la tienda, y nos vamos de cervezas y raciones al bar para acostarnos pronto.

El camping esta ubicado en un pinar que atraviesa el joven río Hoz Seca, que al entrar en Guadalajara ya toma este nombre, pues antes en tierras de Teruel se llama Río del Puerto.

Al día siguiente, solemos desayunar en nuestra tienda con el camping gas, pero aquí, al amigo, se le olvidó tal utensilio util e indispensable, por lo que nos bajamos a un bar de Orea donde nos apretamos un rico desayuno.


Al poco de salir del pueblo en dirección a Orihuela del Tremedal, ya entramos en Teruel donde en este lago artificial, conocida como la Balsa de la Toba que represa las primeras aguas del río Gallo y que ya vimos en esta entrada.


La excursión de hoy comparte sólo el principio con la que vimos el nacimiento del río Gallo, ya que en vez de ir hacia el barranco que crea un rinconazo donde en la parte alta vienen a surgir las primera aguas del río Gallo, cogeremos un barranco muy suave que crea el arroyo de Gargantavellanos, primer afluente del río Gallo. Al contrario que el Gallo, este barranco vaguada es muy largo y penetra hondamente en la frondosa sierra del Tremedal, debajo justo del Caimodorro.

              El agua no es problema pues andamos por una comarca muy rica en fuentes.

Un elemento que nos encontraremos varias veces, son estos puentes para pasar a un lado y a otro del arroyo.

La agradable y bella senda transcurre casi todo el rato bajo al sombra del bosque y eso, en verano se agradece.

                                                         El Arroyo de Gargantavellanos.


                            Y su característico color rojizo al transcurrir por suelos acidos.

                                                           Maru ejerciendo de funanbulista.


Era tan agradable la senda que daban pocas ganas de dejar el arroyo y su mando sombreado.

                                                                       Otro puente más.

                                     Llevamos ya un rato largo remontando el arroyo.


Comienzan a aparecer los preciados tremedales con sus musgos y vegetación única, y con lo que que hay que tener mucho cuidado de no pisar.


                                   Y por supuesto, los archiconocidos ríos de piedra


Ya hemos llegado a la parte alta, superando las primeras aguas del arroyo que nacen debajo del río de piedra y en el collado es donde a la derecha podemos observar el cerro del Caimodorro y sus 1936 metros. Cualquiera que lo vea se extrañara pues es casi un 2000 y está poblado de pinos por completo. Esto no es normal y si suele pasar en esta parte del Ibérico Sur donde el pino es el rey. Yo no lo he subido ya que la cima sin vistas no me atrae mucho pero un buen plan es como hizo Dani en su blog, subirlo con raquetas de nieve. Arriba tenéis el enlace a dicha entrada. ¡Os la recomiendo ver!
Nosotros en su lugar volveremos hacia abajo, pero en vez de volver por el dentro del valle del Gargantavellanos, nos subiremos a la cresta que conforma dicho valle y volveremos al punto de partida por ella.

                  Ahí tienen el Caimodorro desde el principo de la cresta que comento.


Este cordal no tiene la fresca sombra de Gargantavellanos pero en su lugar vemos el gran valle donde enfrente tenemos el Alto del Tremedal (1893 metros)

El avance es más lento pues debemos ir sorteando bloques rocosos pero a su vez nos van saliendo miradores con bellas vistas.

Como esta donde detras mío se ve ese inmenso mar de pinos donde nace el río del Puerto/Hoz Seca y a la derecha el Alto del Tremedal.


                                           No es un guitre sino mi montañera favorita.




                     Pinchen para verla a tamaño grande. Enfrente el Alto de Tremedal.


Vamos alternando tramos rocosos con otros más llanos. Fijense que en esta parte en pleno Agosto sin la protección del bosque el suelo se agosta y amarillea aún estando a mucha altitud.


                 Veamos las vistas hacia el otro lado: un servidor con el Caimodorro detras.


Vamos a llamar a nuestro amigo zoom pues al final del gran valle podemos avistar el pueblo de Orihuela del Tremedal.


                                             Y su bella ermita ya vista en esta entrada.


 Seguimos por este cordal entre un maravilloso pinar hasta que al fondo parece que hay algo....

                                                              El Refugio de la Portera.


                                            Refugio en magníficas condiciones


                                       Con su chimenea y con su estufa en otra habitación.

Allí al fresquito del refugio comimos. De haber conocido la existencia de este refugio y que no iba a haber nadie, nos hubieramos venido a dormir aquí.


                                           Con una especie de torreta donde subiremos.


Me da la sensación que antes era un puesto para cazadores y ahora se ha reconvertido en un sitio con paneles que explican toda la flora y fauna del lugar.


     Seguimos descendiendo por el cordal hasta ponernos delante de Orihuela del Tremedal.


                                                        Un poquito más de cerca.


Se me olvida comentar que a estas altitudes andamos por tierras de nuestra conocida Sabina rastrera.


     Desde aquí arriba con el zoom podemos ver como los ríos de piedra descienden entre pinares.


                                                 Pinchen la imagen para verla mejor.


Por donde vamos, se nos abre una buena vista del pueblo de Orea, y donde desayunamos por la mañana. 


 Y llega un momento que ya debemos bajar, mirando en el mapa por donde es más cómodo.



                  Llegando justo a donde empieza el barranco de Gargantavellanos.



Como aún era pronto por la tarde, nos fuimos a echarnos una siesteceja a la Fuente de la Majada de las Vacas.


HASTA LA SEMANA QUE VIENE.

Comentarios

  1. Hola Toni.

    Primero que nada felicitarte por ese, se dice pronto, ya más de medio millón de visitas!!!, los pintxos después de la ruta golondrinera correrán con mucho gusto por mi cuenta!!!,

    Vaya, esta semana coincidimos publicando entradas de lugares en los que ambos hemos estado, vosotros anduvisteis por los Pilones hace un tiempo y yo de esta ruta conozco el Caimodorro y he almorzado en ese pedazo de refugio de la Portera. Preciosos Montes Universales y bonita ruta, además con el añadido de haber acampado la noche de antes, que siempre le da más encanto a la cosa, y como mola caminar por esos pinares al lado de los arroyos, y vaya fotos guapas que quedan desde esos miradores petreos, y sin nieve se pueden apreciar mejor esos espectaculares ríos de piedra.

    El fin de semana publicaré la crónica de la ruta que hice con Javi por Guadalaviar.

    Dentro de dos semanas, a estas horas, estaremos tomándonos una jarra en Linza ;-)

    Un abrazo.

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    1. Hola Dani.

      Gracias, en poco tiempo te pones tú en tan redonda cifra, reveladora que somos dos tíos constantes que la verdad que llevamos disfrutando con esto un montón, y se nota tanto en la versión bloggera como en la versión realidad naturaleza.
      Pues si la verdad es otra coincidencia más, qué ademas no pensé hasta que estaba confeccionando la entrada, ya que si pongo fotos de debajo del Caimodorro que mejor que poner en enlace de tu blog, ademas con raquetas que mola un huevo las fotos con tanta nieve.
      Con ganas de ver ese rutaza con Javi y con muchas más ganas de juntarnos en Linza.

      Abrazo.

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  2. Hola Toni.

    Toda esta ascensión por Gargantavellanos es de una hermosa placidez sin fuertes desniveles, y alcanzado el collado la tentación del Caimodorro siempre está presente. Lástima esa ausencia de vistas para poder disfrutar de un casi 2.000 metros. Eso sí, para llevarte al bolsillo un puñado de "ochomiles" en un día es la zona perfecta; y los ríos de piedra hacen muy peculiares éstos parajes, llegando a ser considerados de los más largos del mundo.
    Por cierto, qué bueno encontrarnos de golpe y porrazo el otro día... je,je. Ya dispongo de casi 200 litros de agua serrana para beber en éstos tórridos días, hala!

    Abrazotes.

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    1. Hola Andrés.

      Es verdad que allí si te lo propones te puedes llevar 6 o 7 "ochomiles" en un día. Como tú bien dices es una zona muy placida con una calidad de pinares tremenda, con la ausencia de grandes desniveles y caliza borrica.
      Lo del otro día fue muy bueno, porque teníamos prisa que mi amigo Nacho tenia que volver a Qnk si no habría estado departiendo contigo más tiempo.....bueno tampoco mucho que tú tenías que volverte. Ole, por esas recargas de agua serrana. A ver si va a ser ese el secreto de tu vitalidad, jjejeje.

      Un fuerte abrazo y a ver si nos vemos pronto.

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