PUENTES DE LA SERRANÍA DE CUENCA

Hay que conseguir que la sociedad al completo reconozca los ríos como lo más delicado y falto de protección hoy en día en el medio ambiente. En la Serranía de Cuenca por ejemplo, son abundantes y reconocidos por la limpieza y frescura de sus aguas. Por eso digo que hay que exigir seriamente a todos los pueblos y ciudades por los que pasan los ríos, que tengan depuradoras de aguas residuales. Es lo mínimo.

Aunque hay que reconocer que el hombre desde tiempos inmemoriales se ha dedicado, con y sin conciencia, a dañarlos y afearlos. Sea pantano, azud, molino, presa, canal, acequia, vertido, etc.…

A mi gusto, solo hay una obra del hombre que ha sido respetuosa y coherente con los cursos fluviales a lo largo de los tiempos, aparte de necesaria y vital para nuestros devenires y, en algunos casos, hasta guardando suprema belleza.

Estoy hablando de los puentes, o de la necesidad del hombre de tener que cruzar ese reguero, arroyo o río, para poder llegar al otro lado, sin tener que mojarse, o ahogarse en el peor de los casos.

Os voy a poner una pequeña representación de puentes de la Serranía de Cuenca, por tener una red hidrográfica tan extensa y espectacular. 
Por aquí pasaran puentes realmente viejos y bellos, remontándonos a la época medieval (algunos hay que tienen el gentilicio romano delante, pero permítanme dudar de que efectivamente, la vetusta obra en cuestión sea de una época tan gloriosa y lejana en el tiempo). Luego habrá puentes más actuales y perdidos de la mano de Dios, y algunos carentes de belleza arquitectónica, pero de una utilidad tan intensa en el pasado que ya de por sí tienen todo mi interés.

 

                  El más primario de los puentes: unos palos puestos para cruzar sin mojarte.


 

 

              Otros puestos en condiciones peligrosas, pero necesario para llegar al otro lado.


 

 

        Aquí tenemos un puente pequeño sobre el arroyo del a Rambla que viene a echar sus aguas al Huécar.



 

 

En los últimos tiempos los suelen hacer de madera para que se integren en el paisaje. Puente sobre el río Ebrón (nos salimos por un poco de la Serranía de Cuenca)

 

                           En el merendero de Fuente Ardilla, en plena Sierra de Valdemeca.


 

 

                             Cerca de la Herrería del Hoceseca, por Peralejos de las Truchas.

 

 

 

Algunos muy modernos como este sobre el río Escabas.

 

 

 

 

 

Los de madera con base de piedra son preciosos. Puente sobre el Guadiela, cerca de Buendía.

 

 

 

 

Antaño estos de madera con base de piedra se llevaba mucho, pero la madera con el paso del tiempo acababa deteriorándose.

 

 

 

 

 

Quedando los bellos pilares de piedra como testigos mudos de aquel pasado. En las dos fotos, el río Cabriel. En los comentarios un anónimo me informa que este puente se hizo a mediados del s XX para poder pasar el río y seguir hacia delante,  ya que hubo un desprendimiento de rocas que imposibilito el camino por donde va la carretera.

 

 

 

 

Otro resto de pilar de piedra sobre el río Guadazaón en Arguisuelas.

 

 

 

 

El salvaje y olvidado curso del río Cabriel es rico en restos de puentes de pasados lejanos.

 

 

 

 

 

Aunque no todos son restos, como el puente de Cristinas, bello puente medieval sobre un Cabriel desbocado.

 

 

 

 

Con elementos arquitectónicos fascinantes y esa inscripción antigua, que dice: Esta puente rehízola el convento Santa Cruz de Carboneras a su costa. Año 1.57….."·
  Esta inscripción refuerza la teoría de que "esta puente" fue originariamente un puente romano sobre el Cabriel, seguramente, en la Vía XXXI o Camino de Antonino. El convento de Carboneras se limitó a REhacerlo, para el acceso fácil al molino del que era propietario.

Gracias "Castillo de Quelasa".

 

 

 

 

 

Cuando los puentes están cerca del pueblo suelen estar en muy buenas condiciones y además en uso continuo, como este de Albalate de las Nogueras.

 

 

 

 

Al que tenía ganas de coger con el río Trabaque bien cargado de agua.

 

 

 

 

A este puente sobre el exiguo río Moscas en Fuentes se le ve bonito y bastante antiguo.

 

 

 

 

Vayamos aquellos que tienen el gentilicio romano en su denominación, como este de Zafrilla, sobre el río del mismo nombre.

 

 

 

 

 

Generalmente a lo largo de los tiempos se ha ido reformando, quedando nada o casi nada de aquella época.

 

 

 

 

Otro puente romano, bello como el solo; el de Poyatos.

 

 

 

 

El termino de Poyatos en prolífico en puentes de gran belleza.

 

 

 

 

Como este sobre el arroyo de la Dehesa.

 

 

 

 

 

Este tipo de puentes de pilares tan cuadrados se ve que no son tan antiguos. En este caso, sobre el río Escabas.

 

 

 

 

O este otro, en el Cabriel, entre Alcalá de la Vega y el Cubillo, conocido como el puente de las Veguillas.

 

 

 

 

Un puente con mucha historia: el puente de Peñalén el Alto Tajo.

 

 

 

 

Otro con más historia aún todavía, el puente del Picazo en Alarcón.

 

 

 

 

Vamos con un puente no de gran belleza pero si de gran utilidad, como este en Tragacete, sobre el joven río Júcar.

 

 

 

 

Aunque el que se lleva la palma es este del Peralejo sobre el joven Cabriel; puente feo pero vital cuando esta dura comarca estaba llena de rentos, caseríos y aldeas.

 

 

 

 

Luego están los puentes mazacotes como les digo yo, que ya son para gustos, como este sobre el río Mariana, afluente del Júcar.

 

 

 

 

O este puesto sobre una rambla generalmente seca en Boniches.

 

 

 

 

 

Casi siempre el entorno hace bello al puente, como este sobre el río Gritos en Valera de Abajo.

 

 

 

 

O este otro sobre el río Huécar.

 

 

 

El río Huécar es prolífico en puentes de toda traza, todos bellos, como este de Palomera.

 

 

 

 

 

Por Valdecabras también se ven puentes mínimos pero absolutamente necesarios.

 

 

 

 

 

Aquí un puente antiguo sobre el Júcar que desde abajo es realmente impresionante.

 

 

 

 

Pero este invierno se derrumbó y no tiene pinta de que alguien lo vaya a arreglar, siendo un puente verdaderamente antiguo. Puente del Chantre.

 

 

 

 

Puente sobre el Guadiela por Alcantud que se derrumbó hace años y que sigue ahí resistiendo.

 

 

 

 

 

Puente antiquísimo sobre el arroyo de la Herrería de los Chorros, bien alto para salvar las embravecidas aguas de este arroyo-río.

 

 

 

 

Otro puente antiquísimo, remontándose posiblemente a la época medieval.  En este caso, el puente del Castellar sobre el Júcar.

 

 

 

 

 

Restos del puente del Castellar desde arriba cuando lo estas cruzando.

 

 

 

 

 

Muchos puentes son de dos o tres ojos, cuando el río muchas veces apenas pasa por uno, cosa que nos quiere decir que antes llovía más.

 

 

 

 

Y me despido con este gran puente salvando el enorme tajo que crea el río Turia a su paso por el término de Santa Cruz de Moya (Serranía baja de Cuenca).

 

 

 

 

Después de enseñaros esto, me gustaría también que empecemos a tener conciencia de cuidar estas obras del pasado, a la vez que cuidamos los cursos fluviales.

Hasta la semana que viene!!