LAS CUEVAS DE LOS MOSQUITOS, CABEZA DEL HERRERO Y DE LOS GRIEGOS

Hay una segunda Serranía de Cuenca que es muy desconocida para la gente; estamos hablando de la Serranía subterránea, la que va por debajo de nosotros. La provincia de Cuenca es, después de Cantabria, la provincia que más cuevas y simas atesora. Realmente descubrir esto es algo sencillamente apasionante y voy haciéndolo poco a poco junto con mi hermano menor. Esto de aunar deporte con ciencia y todo belleza y serenidad es algo increíble.

A partir de hoy, de vez en cuando colgaré algunas entradas dedicadas a cuevas y simas. Deberán perdonarme, ya que mi poca pericia aún por dentro de las cuevas, sumadas a que no dispongo de una cámara para este tipo de interiores, hacen que no consiga buenas fotos. Hay muchas veces que bastante tiene uno con conseguir pasar una gatera, como para estarse haciendo fotos.

Con todo esto, cuando uno esta aquí debajo se respira algo especial, algo distinto a todo. Esta calma y este silencio no se conoce en el exterior. Realmente desapareces de la faz de la tierra y como si dejaras de ser una criatura de Dios (vaya desvaríos que dice este......se dirán).

Os voy a dejar tres pequeñas cuevas horizontales por tierras de la Cimmeria conquense, en este caso andamos por tierras de Masegosa.



Cueva de los Mosquitos

               Vámonos a la Cueva de los Mosquitos. Es hora de ponernos los monos y los cascos.

Nos apetece entrar rápido, ya que afuera hace un frío de pelotas y dentro de la Cueva siempre hace casi la misma temperatura, sea verano, sea invierno.

                 Damos la bienvenida al silencioso mundo geológico del interior de la tierra.

                    Mi hermano Román comenzando a agacharse. Aún no es nada.

Y comienzan a aparecer bellas formaciones que el agua ha labrado pacientemente dentro de las cuevas.

                                                   Nosotros seguimos a lo nuestro.

                                Aquí el menda maravillado ante las formaciones geológicas.

                                                Llegamos a la gatera y es hora de reptar.

       Foto algo tremendista de mi hermano por la gatera. ¡¡Acojona eh!! Luego no es para tanto.

Interior de la gatera. Al otro lado esta la sala más bonita de esta pequeña cueva, donde hay una pequeña poza de agua cristalina y estalactitas (arriba) y estalagmitas (abajo) realmente bellas. No hay fotos pues la ultima vez que entramos, perdí de manera absolutamente extraña la cámara de fotos. Me da de pensar que esta cueva esta viva y no le gusta que le tomen fotos.

                                                       Un foto sin flash cerca de la salida.

                        Otra sensación curiosa del espeleólogo: la vuelta a la faz de la tierra.

       Camino del coche, así andaba uno de los días en que subimos a los Mosquitos Blitz..







Cueva de los Griegos

   Vámonos a la Cueva de los Griegos, donde lleve a mi familia. En la foto mi sobrino y mi chaval.

         Había estado lloviendo todo el rato y los Helechos cogen un brillo y una belleza cautivadora.

                            Llamando pronto la atención la negra belleza de sus formaciones.

               La Cueva de los Griegos llama la atención por el enorme tamaño de su única galería.

                                     Las formaciones quisieron atrapar a mi hermano.

                       Vistazo hacia atrás para ver donde dejamos la entrada de la cueva.

                                                                  Mas formaciones.

                                   Estas no tienen desperdicio de lo bonitas que son.

En la Cueva de los Griegos no hace falta el mono ni el casco, aunque este último nunca viene mal.

                                             Aquí los chavales "flipando" con la cueva.

                                                        Interior de unas estalactitas.

Salvando el agujero de la cueva, única dificultad para llegar al final de la Cueva de los Griegos.

Hasta que el alto techo que nos ha acompañado en todo el trayecto va bajando hasta llegar al final de la cueva.

Desde aquí llamo Hijos de puta a esos que tras llegar hasta el final de la cueva arrancan a mala fe estalactitas vivas o hacen pintadas burdas con sus vulgares nombres, ensuciando rincones tan mágicos.

                                                               Es hora de volver.








 Cueva de Cabeza del Herrero.

La búsqueda exacta de la entrada de la Cueva forma parte de la Espeleología, ya que en muchos casos, no es nada fácil encontrarlas.

            He aquí su entrada y también el gran error de haber dejado los monos en el coche.

                     La Cabezota del Herrero tiene una forma de galerías muy rara y llamativa.

                                                        Boca de entrada de la cueva.

Una de las galerías nos lleva por unos enormes bloques pétreos asemejándose al interior de una pirámide.

Creando estrechos pasillos, que dejamos sin explorar, ya que nos estábamos poniendo la ropa fina.

           Encontrándonos en el otro lado de la cueva un agujero por donde nos metimos.

Este agujero tras descender unos cuantos metros, llega a un agujero vertical donde había instalada una vieja cuerda y que requería ya de equipo de verticales.

                                Aquí vean el terraplén de entrada/salida de la Cueva.

    Las entradas de las cuevas con sus musgos, líquenes, helechos y demás plantas son fascinantes.

Hacer espeleo es una manera de hacer deporte, ya que sudas de lo lindo, aparte de que te entra un hambre del copón.    Hala!! espero que os haya gustado.