LAS POCETAS DE PALOMERA Y EL NACIMIENTO DEL RÍO HUÉCAR



Vamos a salir en la ruta de hoy desde el bonito y pequeño pueblo de Palomera para remontar río Huécar arriba y enseñaros las Pocetas de Palomera, un excelente sitio de baño, al que siempre hemos ido la gente de Cuenca ciudad a bañarnos. Son unas cuatro pocetas que crea el río al poco de nacer. Al ser pequeñas los fines de semana de verano siempre suele haber gente; es lo que tiene el estar a apenas diez km de la capital.

De ahí nos acercaremos a ver el nacimiento del Huécar, que ya os enseñé hace tiempo, pero lo hice de forma tan somera y escueta que tenía ganas de hacerlo más y mejor.

También nos llamará la atención justo encima de las Pocetas un cerro con su corta cresta montañosa con un punto atractivo y una gran Cruz coronando el cerro. Al que por supuesto subiremos.

Estos son los tres puntos que visitaremos en nuestra ruta, y que os mostraré al final con el mapa, pero lo peculiar de esta ruta es que cada sitio lo veremos en una estación diferente.

A las Pocetas llegaremos en invierno con nieve, y también en verano bañándonos. Al Cerro de la Cruz y al nacimiento del río iremos al principio de la primavera cuando más agua manaba.
Con el resultado de tener una entrada loca loca como la vida loca, que seguro que a alguno le recorrerá un escalofrío al verla.


 
 
             Vámonos al pueblo de Palomera nevado ¿Como? si si, así de blanco me lo encontré.


 
 
La ruta es fácil, ponerse en Palomera y comenzar a remontar el río por un camino que lo hace por la derecha.



 
 
De vez en cuando comenzaba a nevar con fuerza, cosa que hacia que el Huécar bajara de agua que daba gusto.



 
 
                    La nieve hace que cualquier punto donde mire es digno de una fotografía.



 
 
                                                    El camino esta muy bien marcado.



 
 
                              No obstante, por aquí viene el famoso sendero GR-66.



 
 
                        Vean en la foto como no para de nevar casi en ningún momento.



 
 
                                       Vean la foto del mismo sitio pero en primavera.



 
 
                                                                  Volvamos a la nieve.



 
 
                                                                 Mismo sitio en primavera.



 
 
Por aquí veremos que sale un cortito ramal del camino que se acerca a las paredes de la Hoz donde nos encontramos esta maravilla.



 
 
Creo recordar que se llama la Cueva de los Moros(nada que ver que con la de la Muela de la Madera)



 
 
Pese a ser más turística y tener algunas pintadas de tontosdelnabo, se le veía con cierta actividad cavernosa y en buen estado.


 
                                        
 
                                        Se acerca el Invierno, sigamos río arriba.



 
 
                                   Es tanta ya la nieve que empieza a tapar los árboles.



 
 
Por aquí ya vamos llegando a las pocetas, que al nevar tanto están irreconocibles, tanto el río como el terreno.


 
 


                                            Tata ta chan!! retrocedamos hasta el verano.



 
 
Todo un clásico conquense: un baño en las Pocetas, que ya pueden comprobar que maravilloso color tiene el agua.



 
 
                                                                   ¡¡Y fría del carajo!!



 
 
                Tenemos que recordar que el río viene a nacer un kilómetro arriba solamente.



 
 
          Cuantas tardes con los amigos y hasta mañana de empalme hemos venido aquí a bañarnos.



 
 
Vámonos ahora a finales de Marzo, más o menos, para remontar desde las Pocetas hasta el nacimiento.



 
 
 Como veis la cantidad de agua que baja tapa las pocetas propiamente dichas haciéndolas irreconocibles.



 
 
                                                    En esta ruta nos acompaña la familia.



 
 
            Por ejemplo mi madre. Vean que riaco es el Huécar recién nacido. por estas fechas.



 
 
                          Al fondo, a la izquierda de esos chopos es donde viene a nacer.



 
 
                                                       Pero antes tenemos otra bonita poza.



 
 
Que no la crea el Huécar, sino su primer pequeño afluente: el arroyo de la Rambla que nos trae agua de la Dehesa de Cotillas.



 
 
      Que en mapas antiguos viene como si fuera el río Huécar y que ya os enseñaré más adelante.




 
 
                    Aquí ya estamos en el nacimiento, en el punto donde más agua arranca.



 
 
                                 Delante y detrás de mi hermana nace agua en cantidades.



 
 
      Que somos una familia chupoptera de manantiales salta a la vista. En la foto Maru y mi cuñado.



 
 
Y ahora vamos a retroceder un poquito antes de las pocetas para subir este pequeño Cerro con su cresta que me llamó poderosamente la atención.



 
 
                        Que desde el punto que lo miremos vemos una cruz coronándolo.



 
 
      Pasaba mucho con el coche por el carril y siempre me atraía el influjo enigmático de esta pequeña cresta.


 
 
                          Hasta que el día menos pensado, estando yo solo, decidí subir.



 
 
                 La cruz esta puesta en lo conocido de siempre como Puntal del Castillejo.



 
 
                         Desde aquí arriba con el zoom, podemos avistar las Pocetas.


 
 
                                     Para poder subir a la cruz debemos entrar por detrás.


 
 
 Hasta que por fin, llego a su cumbre, que parece que se esta esperando para que me crucifiquen. Pero no perdamos la calma, aún no ha llegado mi hora.
 
 
 
 
 
                              Panorámica del valle del Huécar y del arroyo de la Rambla.
 
 
 
 
 
                      Con un buen zoom, vemos el pueblo de Palomera metido en su hoz.


 
 
            La verdad que merece la pena subir hasta aquí solo por ver la vista del valle y del Hoz.



 
 
                                         Y si no se lo creen, vean esta vista de Palomera.


 
 
                                           Otra vista novedosa y bonita para mi colección.




Plano de la ruta, donde en el heptágono os marco las Pocetas, con el cuadrado el cerro de la cruz y con el círculo os pongo el nacimiento del Huécar.


 
 
           Volvemos a Cuenca, comprobando que la nieve deja su impronta de una manera maravillosa.


 
 
Subo por el barrio de los Tiradores, viendo como el invierno ha echado su manto blanco sobre la ciudad.


 
 
Y con ganas de llegar a casa y cambiarme de ropa, no puedo dejar de ver el Cerro Socorro allá arriba azotado por mil ventiscas.


¡¡Hasta la semana que viene!!

Comentarios

  1. Es una preciosidad ver los distintos parajes en las diferentes estaciones del año. Luz, faro y guia. Un abrazako de Pepe desde el exilio Castellonense.

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    1. Hola Pepe.

      Como siempre un placer verte por estos lares. Un día me tienes que escribir un correo (la dirección la tengo en la parte derecha del blog) y me cuentas todo el tema senderista ese que tienes como compis y el grupo ese que habéis creado.
      Un abrazo, fiera!!

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  2. Pueblo muy bonito. Y con el calor que hace, seguro que se está muy fresquito por esas hoces.

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    1. Hola Miguel.

      Efectivamente, Palomera tiene muchos encantos, pero como bien dices, siempre es un pueblo con mucha sombra (mucho árbol y vegetación) y cierto frescor.

      Un saludo.

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  3. Ver mi pueblo desde USA es una sensación indescriptible

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    1. Hola anónimo.

      Halaaa!! si me leen desde los USA!! jajaja cachondeos fuera, es todo un honor y un halago que mis entradas sirvan para mitigar la nostalgia de los conquenses de fuera. Que sepas que a tu pueblo en encanto no le gana cualquiera!!

      Un Saludo.

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  4. Cuenca,preciosa,y bella,algo desconocida,pero el q va repite,

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    1. Hola anónimo.

      Cuanta razón tienes en lo que dices. Es bella y desconocida a parte iguales, .....bueno ahora con los nuevos tiempos e internet ya se esta conociendo más, tanto la ciudad como la Sierra y resto de provincia. Yo tengo la suerte de que repito todos los días ;-)

      Un saludo.

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  5. Con la distancia, ya doce años que marche de Cuenca, se ven las cosas, los paisajes, las gentes, de otra manera. A veces de tan próximo y cercano no sabemos valorarlo. Cuantos recuerdos, cuanta nostalgia provocan en mi estos ambientes serranos.
    Gracias por tus imágenes y relato. Ánimo y un saludo, ea

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  6. Hola Julián.

    Ya digo antes, que si mi crónica y sus fotos sirven para mitigar la nostalgia y avivar los buenos recuerdos de los que estáis fuera, es un verdadero halago, de los que me hace tomar fuerzas y seguir con esta empresa mía de querer mostrar semanalmente Cuenca y su Sierra a través de mis entradas.

    Un saludo.

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  7. He vuelto al blog para disfrutar de la dosis de belleza y naturaleza que nos ofreces semanalmente. Sin querer, buscando al lado de cada foto el conocido botón para expresar cuanto me gustan…!!! Sin despreciar mi comunidad y su paisajística, reconozco que…Cuenca es única!!! :) Quería preguntar si me permites a veces compartir algunas de las fotos del blog, difundiendo aún más parte de tu maravilloso trabajo.
    Te saluda una encantada seguidora

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    1. Hola Aurelia.

      Gracias por tus palabras. Pues claro que te dejo compartirlas. Eso sí, me gustaría que indicases la procedencia de las fotos nombrándome a mí, o al blog casi mejor. Cada región tiene su encanto. A nosotros nos encanta recorrer España (cuando podemos) para ir viendo la calidad y cantidad de ecosistemas diferentes.

      Un saludo.

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    2. Por supuesto, Toni. Me dedico a la creación de páginas web y conozco las reglas. Muchísimas gracias!!!

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  8. Hola Toni.

    Vaya manera magistral de hacernos viajar entre estaciones a través de la Serranía.

    Me encanta esa foto en la que Maru y tu cuñado beben del manantial, parece como si hubiesen encontrado un oasis en el desierto, y hala, de cabeza a él jajaja.

    Un abrazo.

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  9. Hola Dani.

    No es fácil hacer este tipo de entradas, pues requiere ir yendo varias veces, guardando las fotos, contrastando. Hasta que enocontraba tal foto, he repasado las carpetas varias veces. En fin, que es muy trabajosa, pero luego queda bien, ese cambio de estaciones en las mismos paisajes.
    Que pequeño placer beber de esa agua que mana de la misma tierra. Si fuera mas grande la foto podría haber pillado a mi hermana en otro manantial al lado y a uno de los chicos también amorrado al suelo.

    Ya se acercan los Piris!! que ganas!!

    Un abrazo.

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  10. Que gustazo da ver mi pueblo en las redes, menudo encanto tiene, y lo que solo conocemos los autóctonos!

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    1. Hola Anónimo.

      Palomera y sus alrededores tienen mucho encanto.

      Un saludo y gracias por comentar.

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