DEHESA DE LOS OLMOS CON NIEVE, NIEBLA Y AGUA.



Nuestro punto de partida de las rutas, es decir, Cuenca capital, esta enclavada dentro de la Sierra. En muchos otros sitios no es así.

Con esto vengo a decir que generalmente el tiempo que hace en la Sierra suele ser el que hace en Cuenca ciudad, pero algo peor, con unos grados de temperatura menos, ya que está a más altitud.
En muchas ocasiones esta diferencia de grados entre la capital y el monte es la que hará que arriba en el monte llueva, hiele o nieve y en la capital no, pero por lo general suele haber una cierta semejanza y parecido en cuanto a meteorología se refiere. No debemos olvidar que la capital esta a casi 1000 metros de altitud, siendo despues de Avila, Soria y Segovia, la de más altitud de España.

La excursión de hoy es de esas que crean afición. Salimos de Cuenca ciudad con un día en principio bueno, pero cuando llegamos a la Sierra - más concretamente al Cerviñuelo, entre Majadas y el valle del Escabas - , allí nos esperaba un tiempo de perros.
Unas cuantas horas despues, cuando acabamos la ruta, el buen tiempo había llegado a este impresionante rincón de la Sierra, haciéndonos el terreno completamente distinto a como lo vimos al llegar.

Vean las fotos para ver como una metereologia a priori adversa, y un rincón muy especial de la Serranía de Cuenca, nos puede ofrecer todo un día de campo absolutamente memorable.


Después de pasar Majadas dirección Poyatos, como unos 100 metros antes del desvío hacia el Hosquillo, sale un carril a la izquierda, que nos llevará a la Dehesa de los Olmos. Nosotros dejaremos el coche casi en la carretera, pues vean como anda el día por aquí. Nuestra ruta no va a ir por el carril, sino que muy pronto le dejaremos para atajar atravesando la muela.



Salimos de Cuenca con buen tiempo y al pasar Majadas estaba así el monte. Se nos paso por la cabeza abortar la excursión, pues la niebla tan cerrada, junto con la nieve, podía hacer que nos extraviáramos.




        ¿Pero porqué demonios vamos a abortar la excursión con el día tan cojonudo que nos hace?




Así que Román y yo tiramos para adelante. La nieve llevaba ya días, pero estaba lloviendo tanto que se estaba deshaciendo en un paisaje de mil regueros de agua en todas direcciones.




El frío era también interesante, y por momentos daban ganas de meterse en esta tina y hacerse una lumbre.




Me conozco esta zona bastante bien, pero la niebla y la nieve hacía que tomáramos referencias y andáramos con cuidado.



Para llegar a la Dehesa de los Olmos se hace por carril, pero da mucho rodeo, por lo que el plan era atajar atravesando la Muela.




             Muela a la que hay que subir, y para eso buscamos un desplome para hacerlo.



Una vez arriba, no podemos ver ni hostias, pero aún así, la vista es sobrecogedora. Por favor, que nieve más por la Sierra!!



Atravesamos la Muela teniendo cuidado de bajar por el otro lado, por uno de los ramales del arroyo de la Dehesa.






Una vez en la muela debemos buscar el fondo del barranco por donde baja uno de los ramales del arroyo de la Dehesa y de la rambla del Morciguillo. Esta es la parte más incomoda, pues a la falta total de senda, debemos atravesar cuesta abajo una jungla de boj bastante tupida y además con agua en las hojas, amen de la niebla que aún queda agarrada en esos rinconazos. Menos mal que el tramo es corto y una vez abajo ya vemos el arroyo.




Una vez abajo, nos topamos con el arroyo de la Dehesa a tope, uno de los dos arroyos que crean el río Trabaque.




         Con este pequeño represamiento artificial. De allí arriba al fondo, es de donde venimos.




Y aquí tenemos la primera cascada que hace el arroyo de la Dehesa antes de caer dentro de su barranco, camino a juntarse con el otro arroyo para crear el río Trabaque.




                                Nos da que hoy vamos a deleitarnos con buenas cascadas.




                                                       Vista lejana de la cascada!!




¿Estará pensando Román en la fuerza y ruido de la cascada, o en la barra de morcilla choricera que lleva en la mochila? Apuesten.......




Al salir del rincón que es el nacimiento del arroyo de la Dehesa y acercarnos a los puntales de la Dehesa de los olmos, vuelve a aparecer con fuerza la enigmática niebla.




     Pero alto! una Sabina Albar de porte regio nos sirve de refugio improvisado e idóneo para......




     .......a instancias de Román hacer un primer pinchito con la famosa barra de morcilla choricera.





           Continuamos la ruta, flipando el ambiente irreal que da la niebla sobre los bosques.




Y vamos viendo ese gran paraje que ya vimos en otra entrada antigua la Dehesa de los Olmos, y que ya os enseñaré mas detenidamente y de manera distinta.




Y aquí tienen una de las cosas que veníamos buscando: la cascada que crea el otro arroyo que viene a ser el río Trabaque.



                Con sus características cortaos rocosos y que nunca me canso de verlos.




                   Para verla así de agua, hay que venir como nosotros, en época de lluvias.




                                                Aquí tienen la cascada en verano.





La hoz del río Trabaque al poco de nacer.
 
 
 
 
 
 
Valle que por dentro es de los más salvaje e intransitable que hay en la Serranía.
 
 
 
 
También íbamos contemplando como las nubes y la niebla se iban retirando poco a poco.
 
 
 
 
Pero los ojos y los oídos se nos va irremediablemente a lo que tenemos delante.
 
 
 
 
Vamos a cruzar el Trabaque para ponernos al otro lado, pero antes vemos que le entran arroyejos por todos los lados.
 
 
 
 
Que gusto da ver el Trabaque antes de la cascada, tan lleno de agua, cuando solo llevará unos cientos de metros desde que nace.
 
 
 
 
Tenemos que remontar río arriba hasta encontrar este paso para cruzarlo.
 
 
 
 
Una vez en el otro lado, tenemos otra perspectiva de la cascada.
 
 
 
 
¡Sin comentarios!
 
 
 
 
Y  mira que se nos había pasado por la cabeza abortar la excursión! No me lo habría perdonado nunca!!
 
 
 
 
 
Panorámica al canto.
 
 
 
 
 
 
 
Uno de esos rincones de la Serranía no muy conocido e increíble.
 
 
 
 
Otra pequeña cascada acompaña al salto grande.
 
 
 
 
De una belleza suprema.
 
 
 
 
Seguimos yendo por los bordes del valle hoz del Trabaque.
 
 
 
 
Asomándonos a los puntales.
 
 
 
 
Otra vista de las dos cascadas.
 
 
 
 
 
Vean el arroyete que viene de la falda de la Muela y que crea esa cascada.
 
 
 
 
 
Por este lado tenemos que atravesar otro bello barranco con su arroyo, donde parece que se ve un Tilo, aunque no estoy seguro.
 
 
 
 
Y ya de vuelta me tope con este magnífico casco de guerra que venía al dedillo.
 
 
 
 
 
Ahora toca volver por el mismo camino que trajimos, pero si se quiere hacer circular se volvería por el carril hasta la carretera donde tenemos el coche. Serán unos tres o cuatro km más.Lo curioso que a la vuelta, al subir otra vez a la Muela y luego descender, la nieve y la bruma era como si nunca hubiese existido. El paisaje era completamente distinto. La verdad que porque yo me conozco aquello bastante bien, pero si no se controla y no se dispone de gps, uno se podía extraviar con facilidad.
 
 
 
 
Increíble!! esto es lo que por la mañana estaba lleno de nieve y niebla. El coche estaría al fondo a la izquierda.
 
 
 
 
Y todos estos son los pinos que se veían por la mañana entre la bruma y nevados.
 
 
 
 
La continua lluvia había hecho deshacerse la nieve, y en su lugar se había quedado todo plagado de enormes charcos, que a la tierra le costaba tragar.
¡¡ Que gozada ver el monte así!!
 
 
 
 
Ruta de ida y vuelta, siendo el círculo el principio de la misma.
 
 
 
 
¡¡Hasta la semana que viene!!

Comentarios

  1. Es increíble la rabia con la que cae el agua en la cascada a través de las calizas tableadas en la Dehesa de los Olmos. Y luego llega a Albalate que no parece el mismo río...

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  2. Hola Lourdes.

    En efecto el paso de la Sierra a la Alcarria se nota más en el Trabaque que en cualquier otro río. Desde que nace hasta Arcos, es serrano y siempre lleva agua, pero a partir de Arcos, atraviesa el Campichuelo y llega a la Alcarria y entre las fuertes filtraciones del tipo de suelo que sufre y en algunos casos que le cogerán agua para regar u otros usos, llega a Albalate bastante escaso, el pobre.

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  3. Que bonito y que bien narrado. Muchas gracias

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    1. Hola Angel.

      Gracias a ti también. Aprecio lo de bien narrado, ya que aunque parece fácil nunca lo es.

      Un saludo.

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  4. Hola Toni.

    Que gusto da recordar tanta agua en este invierno tan seco y hasta ahora cálido. Parece mentira como esta pequeña muela recoge y aporta tanta agua, es una gran esponja.

    Por cierto que te tengo que dar la razón, no es fácil no........ eso de narrar, pero a ti se te da muy bien.

    Un saludo.

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    1. Hola Orzaygamones.

      Por eso la he puesto, porque tenía unas ganas de que se acabara este mes seco de diciembre. Menos mal que ha cambiado, a ver si ahora sigue así de movidito. Gracias también por lo de narrar y que parezca más ameno, será que como llevo ya tantas entradas colgadas, pues que me sale solo)
      Oye he leído vuestra entrada del mirado del Ceño en Buenache, y vaya faena lo de los cazadores. Ay copín copín!!
      Un saludo.

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  5. Hola Toni.

    Que belleza la de esa cascada, otro de esos tesoros que el monte nos regala, recompensa a esa cabezoneria que tenemos a veces, de seguir aunque la niebla y la nieve no nos dejen ver un carajo.
    El estruendo que formaría el agua al caer debería de ser ensordecedor, ¿verdad?.

    A este paso te va a dar para una entrada recopilatoria con todos los cascos y caretas que te has puesto jajajaja.

    Un abrazo.

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    1. Hola Dani.

      Pues si, aquello era atronador. Siempre lo he dicho, no hay ruido más relajante que el del agua, y en el caso de cascadas que rugen es como la llamada de la Selva! Estarás de acuerdo conmigo Dani, que para cuatro días que nos nieva, no podemos quedarnos en casa. Es un tremendo error!
      Te imaginas una entrada de huesos y cascos de animales puestos en mi cuerpo? Seguro que me bloquean el blog y me llega una orden de ingreso en un sanatorio mental, jajajaja....

      Un abrazo.

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  6. Hola Toni.

    Buena decisión la de no abortar la ruta porque el día os ofreció un completo espectáculo. Lo que esconde un río tan anónimo y aparentemente poco interesante. Como echo de menos esos días así por aquellos montes. Ya veo que os gusta rendir culto a las viejas sabinas con un buen bocado de morcilla choricera, je,je.

    Un abrazo.

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    1. Hola Andrés.

      Después de este mes seco de Diciembre, se puede decir que esta 2ª quincena de Enero va siendo buena. Ya ha nevado dos veces, y ahora mismo estaba lloviendo. A ver si sigue la tónica así en Febrero y Marzo, y ya para Abril/Mayo tenemos esto preparadito para echar el día. jejeje. No me quiero ni imaginar las ganas que se te van acumulando de venir por acá.
      Un abrazo.

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