SUBIDA AL BENICADELL (Senderismo por España)



En Senderismo por España, seguimos en nuestro avance por conocer las magníficas sierras del Pais Valenciá, que tan cerca tenemos de nuestra casita de la capital.

En este caso, la alegría y satisfacción será doble, pues va a ser para entablar in situ relación con quien venía haciéndolo virtualmente desde hace ya tiempo.

Con aficiones compartidas como es el senderismo, la montaña y la cerveza,  pensamientos e ideologías parejos y una cierta y sana propensión al cachondeo, solo era darle tiempo al tiempo para que Dani y yo eligiéramos una ruta conjunta para inaugurar la confraternización bloggera de Per Dalt y Per Baix/ Magia Serrana, o lo que es lo mismo: Betxí (Castellón) y Cuenca.

Como casi siempre en estos casos, la compañía es lo mejor. Por su parte, Eva y su perrita Laia, por la mía, Maru y mi hermano Román, y delante nuestro, nada más y nada menos que el Benicadell, todo una señora montaña a modo de muro vertical, llamándonos con su canto de sirena desde las altivas nieblas que rodean su cumbre.
 
Esta es la crónica de un excelente día de senderismo.

 
 
Llegamos los primeros a Beniatjar, pueblo que esta justo debajo del Benicadell, al que vemos entre nieblas.
 
 
 
Mientras nos tomamos un café, vemos una escena pueblerina con este jabalí recién cazado.
 
 
 
Yo estoy flipando literalmente con esta montaña, a la que intento ver la cima siendo imposible.
 
 
 
 
 
Una vez llegado Dani y Eva, que se hicieron un pequeño tour extraviándose por este cisco de carreteras comarcales valencianas, comenzamos la ruta, con la alegría de por fin juntarnos y conocernos más, y con la expectación de tener encima nuestro una montaña que nos llamaba mucho.
 
 
 
 
Al poco de empezar a subir nos encontramos con este merendero, donde se puede llenar las cantimploras.
 
 
 
Ah! no os he presentado a la tercera asistente al encuentro desde tierras castellonenses: Laia, la incansable y buena perrita de Eva y Dani, a la que vemos beber agua para subir el Benicadell en un pis pas.
 
 
 

La ruta la decidió hacer Dani por la umbría o cara norte, que es la que tiene más vegetación, y también unas nieblas que le daban a aquello un aspecto muy chulo e irreal.
 
 
 
 
La senda al principio muy suave y alternando claros con nieblas, y Laia animándonos a ir más deprisa.
 
 
 
 
Mirar hacia arriba con las nieblas cambiantes era perturbador. La duda nos asaltaba: ¿Tendríamos alguna vista desde la cumbre?
 
 
 
 
Los de Cuenca descubrimos por aquí que cosa más rica los madroños dulces.
 
 
 
Por esa masía en ruinas pasamos hace un rato.
 
 
 
 
Esta ladera norte entre la niebla y las pequeñas manchas coloridas del otoño estaba siendo realmente bonita.
 
 
 
Por allí arriba deberemos ir en un rato.
 
 
 
Una foto de grupo en torno a una bolsa de dátiles.
 
 
 
 
Por aquí se deja el carril y se coge senda coincidiendo con las partes más duras de la subida.
 
 
 
La Sherpa Maru coge la delantera, como siempre cuando se empina la senda. Dudo que aquí se encuentre un teléfono móvil como en los Pirineos, pero la esperanza es lo último que se pierde.
 
 
 
Boquiabiertos nos dejan estos pequeños árboles, que nos llenan la retina de belleza.
 
 
 
 
En la foto Eva con el mar de nubes delante.
 
 
 
La Penya Benicadell, un cerrete que esta cerca del Benicadell, emerge cual montaña celestial donde arriba moran los monjes tibetanos.
 
 
 
 
Y aquí tenemos la primera vista completa de la cima del Benicadell y la senda para subir.
 
 
 
 
En algunos momentos me cuesta creer que andemos en Valencia.
 
 
 
 
En un respiro que nos da la niebla podemos ver abajo Beniatjar, es decir donde empezamos la ruta.
 
 
 
 
Acojonante la vista: la Penya a la izquierda y el Benicadell  a la derecha.
 
 
 
Ahora llegamos al collado donde ya se ve la otra vertiente, con este pozo.
 
 
 
 
Lo curioso que la otra cara del Benicadell estaba totalmente despejada, y además hacia de muro contención para que la niebla no pasara.
 
 
 
 
Y la otra cara se nos muestra clara con el pueblo de Beniarrés y su pequeño embalse.
 
 
 
 
Desde este collado podemos ver el vértice geodésico y a la derecha unos escaladores que están subiendo a la cima por su cresta, solo apta con equipo y cuerdas.
 
 
 
 
 
Es hora de crestear hacia la cumbre.
 
 
 
 
 
Son trepaditas fáciles que la Maruji pasa con total seguridad. En su descargo, vamos a decir que la niebla del Benicadell no tenía nada que ver con la de la Faja de las Olas y el Collado del Añisclo, jejejejeje.....
 
 
 
 
Ole y Ole!! Ahí estamos coronando esta montaña sagrada para el senderismo valenciano.
 
 
 
 
Nos estaba dejando muy buen sabor de boca, pues al estar despejado esta cara, Dani nos pudo indicar que era cada montaña y pueblo de los que teníamos delante.
 
 
 

Aquí estamos Dani y yo confraternizando con la montaña, naturaleza y senderismo como nexo de unión. ¡¡Ahí es nada!!
 
 
 
 
También cayó una foto del grupo de alpinistas que llegaron arriba por la cresta.
 
 
 
 
Es hora de volver, ya que parece que la niebla va a saltar la montaña e invadir la otra vertiente.
 
 
 
 
Al bajar nos desviamos hacia la Cava del Neu.
 
 
 
 
No muy grande por fuera, pero de proporciones grandísimas por dentro.
 
 
 
 
Marco artístico histórico para una foto de pareja.
 
 
 
 
Estas cavas eran neveras, donde apilaban la nieve cuando nevaba y del frio reinante se convertía en hielo, que luego cortaban y lo bajaban en burros.
 
 
 
 
Aquí nos pusimos a comer con un vinillo dulce que trajo Dani muy rico, mientras al fondo podemos ver la cumbre.
 
 
 
 
Dándole al zoom podéis ver la belleza de la cuesta final hasta la cima.
 
 
 
 
Foto algo lejana de la Cava para que veáis el sitio donde estaba puesta.
 
 
 
 
Siempre se me ha dado bien imitar los ladridos, y aquí tuve que hacerlo para conseguir que Laia mirara a la cámara.
 
 
 
 
Mientras bajamos, hacemos el tramo del carril por otro sitio para hacer la ruta circular, comprobando que la niebla no se piensa ir de la ombría en todo el día.
 
 
 
 
Y con la cerveza (algo movidita) se cierra un gran día, con Laia que le pegaba unos lengüetazos a la jarra de birra por fuera, como pidiendo una para ella.
 
 
 
 
Al final una gran ruta en la que se salva un desnivel aproximado de unos 720 metros, y en que lo único fuerte es la parte final de la senda, pero que no se hace duro, pues la senda va zizagueando mucho y siendo muy amena.
Terminar dando las gracias a Eva y Dani por ser tan buenos guías.
 
Hasta la próxima!!
 

Comentarios

  1. Gracias Toni, nos enseñas tantas cosas por esas rutas que también fotografías y nos explicas y que a mi me seria imposible ver dadas mis limitaciones para hacer esas caminatas tan formidables que tu recorres.
    Doy gracías a mi curiosidad por buscar en Internet páginas y blogs y haber dado con http://elbrilloenlamirada.blogspot.com.es/
    un abrazo amigo.
    Yo a partir de abril estaré en Lagunaseca quedas invitado si quieres dar una vuelta por los alrededores de nuestro pueblo y sobre todo las Torcas.

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  2. Hola Josefina.

    Gracias por tus palabras. Me encanta saber que las entradas del blog hacen viajar y pasar el rato ameno a quien no puede hacerlo.
    Pues a ver si esta primavera, cuando vayamos a subir por allí arriba, me acuerdo y te pongo un mensaje antes, para poder quedar. La verdad que estoy mucho por tu pueblo y alredores. Si no es andando, es buscando hongos, y si no haciendo espeleología. Me encanta aquella zona.
    Un abrazo.

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  3. seguro que sabes que sin salir de Cuenca ni de un mismo término municipal se puede hacer una fácil y bonita ascensión de 900 m ,sin menospreciar las andanzas que te traes por ahí !enhorabuena!

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    1. Hola anónimo.

      Pues la verdad que 900 en una ruta de ascensión continua, no caigo ahora. A lo mejor desde Valdemoro de la Sierra hasta el Collado Bajo si puede haber unos 800 metros pero lo que se dice fácil, tampoco, sería muy larga en este caso. Ya me dirás.

      Un saludo.

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    2. desde el níspero o el granado hasta el pino albar o la sabina rastrera,imagínate lo que cabe entremedias , casi 20 km. de subida, pero para mi lo mejor son sus abundantes y caudalosos manantiales: Santa Cruz de Moya.

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    3. Hola otra vez anónimo.

      Pues curiosamente, la entrada de la semana que viene, va de Santa Cruz de Moya. Subiremos al Cerro Moreno, donde los maquis.

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    4. un poco más arriba está la fuente del Magallón, un bonito rincón y otro poco más arriba la cumbre de Sierra Tortajada ; que lo disfrutes

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  4. 900 m de desnivel claro

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  5. Un lugar fantastico para hacer senderismo. Me encantan estas fotografias, la cava del hielo es sorprendente, nunca habia visto una, ni sabia que existian. Desde la distancia aprendo a amar esta hermosa tierra. Un fuerte abrazo para todos los senderistas de las imagenes.

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    1. Hola Nekhbet.

      Gracias por tus palabras. Pues sí las sierras tanto de Valencia, Castellón y Alicante dan para practicar senderismo del bueno. Y además con bonitas ascensiones, ya que son muy montañosas.
      Hasta otra!!

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  6. Una crónica deliciosa Toni, ha tardado en llegar, pero ha sido como el buen vino (aunque soy más de cerveza jeje), el tiempo que ha estado madurando en la barrica le ha dado un sabor inigualable.
    Gran día el que pasamos en el Benicadell, hemos rememorado todos los buenos momentos mientras subíamos al Benicadell, y algunos que no recordábamos!!!, como nuestro tour por las comarcales, o tu ladrido para que Laia mirara a cámara, me he partido con eso jajaja. o los lametones de Laia a las jarras...
    Nada, ahora nos toca a nosotros ir a Cuenca y a vosotros hacer de guías, mientras tanto, nos seguimos leyendo.

    Un abrazo.

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    1. Hola Dani.

      La verdad que viendo las fotos y rememorando aquello, veo lo bonita que es aquella montaña. Fue un acierto aquello, pues además era un paraje que vosotros no conocíais y así había entrada doble en nuestros blogs.
      Aquí os estamos esperando, para cuando vengáis esta primavera. Lo mismo nos vamos nosotros a Valencia para marzo o abril pero no tenemos fecha aún.
      Un abrazo.

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  7. Donde he dicho "mientras subíamos al Benicadell", quería haber dicho "mientras leíamos la crónica"...

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  8. Hola Toni.

    Un estupendo encuentro con una buena y bien elegida excusa. El paisaje otoñal y la omnipresente niebla le dio un buen toque montañero al evento. Para los que no conocemos las montañas valencianas es toda una sorpresa.
    El pozo de nieve es enorme; tienes constancia de alguno en la Serrania?

    Un abrazo.

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    1. Hola Andrés.

      Pues si, esta montaña fue una sorpresa para todos, pues tanto por el desnivel como por la verticalidad, nos hacia trasportarnos hacia Pirineos y otras latitudes. Los pozos de nieve por allí son impresionantes.
      Por la serranía no tengo constancia, pero en la cascada de los frailes, en el arroyo frío cerca de Pòyatos (has estado?) hay dos construcciones juntas como dos pozos pequeños que no le encontraba sentido en aquel inaccesible paraje. Y ahora que lo pienso podrían ser pequeños pozos de nieve, pues allí hace un frío de bigotes!
      Un abrazo.

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  9. Un recorrido espectacular con muchas panorámicas de esta sierra interesante, en la que no abundan los árboles, pero es rica en especies forestales. Que contrasentido. Los incendios tal vez... Llama la atención el interesante pozo de nieve, donde se almacenaba la nieve para producir hielo y luego venderlo en los meses de verano. Por cierto, me ha llamado la atención un comentario sobre los madroños... Que pasa que en los barrancos cálidos de la Serranía de Cuenca no hay madroños; en La Hos de Beteta no hay madroños?. Enhorabuena por las fotografías y por el artículo. Un saludo.

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    1. Hola Luz del Monte.

      jajajaj, me has pillado!! Pues si te digo la verdad no lo sé, me imagino que si habrá, pero es que con esos frutos tan rojos, gordos y dulces, mi hermano y yo no recordábamos haberlos comido. El gran encanto de estas sierras alicantinas es sus montañas calizas y verticales, ya que de vegetación y bosques no hay mucho. Según vas subiendo al norte hacia Valencia y Castellón ya todo empieza a ser más rico botánicamente.
      Gracias como siempre por estar por aquí.
      Un saludo.

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  10. Hola Toni.

    Sí que he estado en dos ocasiones en Arroyo Frío; la segunda en un mes de junio para inspeccionar el barranco y cascadas, pero entre el paso complicado y que aquello llevaba mucha agua, desistimos. De los pozos que comentas no recuerdo haber visto nada. Me pasó un caso parecido caminando entre Huélamo y el Peñalba -Entrada de Valdonarre y arroyo Espinoso- de un supuesto viejo pozo; no se si sería capaz de dar con él de nuevo.
    Sobre el tema de los madroños, yo nunca los he visto en la Serranía, pues requieren de un clima más suave y sin heladas fuertes. Aquí, en los Montes deToledo sí abundan, y cuando los trinco me pego un atracón de mucho cuidao, con la consiguiente "tontería" que te entra después; y es que al parecer los romanos ya elaboraban un licor con los susodichos frutos, je,je.

    Un abrazo.

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    1. pues venid a Talayuelas y Casillas de Ranera se pueden llenar camiones os invito cuando queráis pero mejor en otoño

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