TILOS SILVESTRES DE LA SERRANÍA DE CUENCA
Otro de los bellos y peculiares árboles que habitan la
Serranía de Cuenca son los Tilos silvestres; fuertes y enormes árboles que no
dejan indiferente a nadie y siempre impresionan, ya que suelen habitar dentro
de las hoces buscando la humedad y en laderas y canchales pedregosos siendo su búsqueda
y visión todo un ejercicio satisfactorio y placentero para el caminante que los
encuentra.
Ejemplar joven de tilo en el se ve que estamos a mediados del Otoño por las pocas hojas y el color amarillento de las mismas.
Cuando esta verde y es grande, su frondosa copa da sombra y frescor en mucha extensión.
Ejemplar joven de tilo en el se ve que estamos a mediados del Otoño por las pocas hojas y el color amarillento de las mismas.
Cuando esta verde y es grande, su frondosa copa da sombra y frescor en mucha extensión.
El Tilo es una especie nativa de las regiones templadas del
hemisferio norte. Para entendernos en España hay dos clases, el Tilia Cordata o
Tilo de hoja pequeña, que tiene funciones ornamentales, decorando las calles de
muchas ciudades y pueblos, y de donde se suele coger la tila, es decir, tanto
la flor como las hojas, de propiedades tranquilizantes y somníferas, y luego
está el Tilia Platyphyllos, o Tilo de hoja ancha, que es del que vamos a
hablar, ya que se puede considerar el Tilo serrano, más difícil de ver.
Estos árboles son típicos de los bosques eurosiberianos, buscando
siempre las áreas más frías, por lo que está declarado como una Especie de
Interes Especial.
Tilia Platyphyllos
El ruido que hacen las abejas y abejorros en un Tilo silvestre a principios del verano es tremendo. Pura vida!!
Tilia Platyphyllos
El ruido que hacen las abejas y abejorros en un Tilo silvestre a principios del verano es tremendo. Pura vida!!
El Tilo es una especie robusta y muy fuerte, llegando a
vivir hasta los 1000 años. Sus fuertes raíces suelen colonizar las rocas fácilmente,
de ahí a verlos muchas veces en los inaccesibles, inclinados y rocosos
canchales que hacen de ladera de los fríos y húmedos barrancos y hoces donde
habita, siéndole indiferente que el suelo sea acido o calizo, pero siempre que
haya la suficiente humedad.
Generalmente sus ramas suelen estar cubiertas de musgo.
Las hojas que caen se descomponen y proporcionan al suelo un
alto contenido mineral y de nutrientes, siendo el paseo por un sitio donde hay
Tilos toda una maravilla para los sentidos, ya que la forma y el tamaño de sus
troncos, ramas y raíces es de lo de quedarte anonadado.
En España los hay en las montañas cantábricas y
pirenaicas, cordilleras litorales catalanas y luego en algunos enclaves del
Sistema Ibérico, siendo la Serranía de Cuenca, junto con el Alto Tajo, uno de
los sitios donde más puede haber. ¿Por qué en estos lugares? Porque el Tilo
silvestre no aguanta los veranos muy calurosos. De ahí su tremenda importancia
y valía, en un país como el nuestro, azotado cada vez más por las olas de calor
y sequías.
En la Serranía de Cuenca al tener muchos ríos discurriendo
por hoces y barrancos, es normal encontrarnos ejemplares de Tilos sueltos, pero
sobre todo hay tres grandes áreas donde los podemos ver con profusión.
Tilos en el río Guadiela.
Tilos en el Tajo.
Tilos en el Tajo.
Tilos en el río Escabas.
Hasta en invierno cuando no tiene hojas, sigue siendo majestuoso.
Tilos en el río Guadiela.
Tilos en el Tajo.
Tilos en el Tajo.
Tilos en el río Escabas.
Hasta en invierno cuando no tiene hojas, sigue siendo majestuoso.
La más famosa es la exuberante Hoz de Beteta creada por el río
Guadiela, donde podréis ver y admirar Tilos de porte regio y gran belleza.
Durante un tiempo pensé que aquí era donde los más y más viejos Tilos se podían ver,
pero incurrí en error, ya que luego descubrí que el área de la Serranía donde
más cantidad de Tilos hay era en el Alto Tajo, en el que una orilla es
provincia de Cuenca y la otra Guadalajara.
¿Y los Tilos más ancianos? Pues en la tercera de las áreas
que estamos viendo en esta entrada, los conocidos como Tilos de Garcielligeros,
ejemplares que deben acercarse al milenio y que impresionan por el tamaño y las
formas grotescas de sus troncos y raíces.
Comentar la curiosidad que el Tilo no llega a morir nunca, pues de los descomunales troncos y raíces muertas y secas, brotan nuevos y jóvenes ejemplares que colonizan el viejo árbol siendo un milagro regenerativo de la vida que a un servidor le causa gran emoción y admiración.
Tilos milenarios que ya se han muerto y de sus restos nacen ejemplares jovenes y fuertes.
Restos de tilos ya muertos y secos tras mil años de existencia.
Comentar la curiosidad que el Tilo no llega a morir nunca, pues de los descomunales troncos y raíces muertas y secas, brotan nuevos y jóvenes ejemplares que colonizan el viejo árbol siendo un milagro regenerativo de la vida que a un servidor le causa gran emoción y admiración.
Tilos milenarios que ya se han muerto y de sus restos nacen ejemplares jovenes y fuertes.
Restos de tilos ya muertos y secos tras mil años de existencia.
Los Tilos que van a ver en esta entrada son de las tres
áreas que comento anteriormente, más alguno suelto de sitios variados. No me queda mucho más que decir, sino que disfruten de estos venerables y
robustos ancianos, como yo lo hago.
En la Hoz de Beteta se ven algunos descomunales.
Aquí tienene un Tilo de los que se plantan, tan comunes en calles y plazas de nuestro pueblos y ciudades (Tilia Cordata o un híbrido, Tilia Vulgaris)
Esta entrada permanecerá dos semanas, ya que nos vamos de vacaciones.
Sinceramente amigos/as, no se me ocurre mejor compañía con la que dejaros estos días de canícula feroz.
Hasta la próxima!!
Sinceramente amigos/as, no se me ocurre mejor compañía con la que dejaros estos días de canícula feroz.
Hasta la próxima!!
Espectacular, maravilloso, simplemente sin palabras. Gracias por compartir este tesoro de nuestra tierra. Me alegráis el corazón ya que yo estoy muy lejos.
ResponderEliminarHola Emilio.
EliminarMuchas gracias por tus palabras, encantado que te guste y que te haga la lejanía de esta tierra algo más cerquita. En el buscador de la derecha del blog puedes buscar más sobre árboles, ya que tengo de Tejos, Pinos, Quejigos y ahora Tilos de la Serranía de Cuenca.
Un saludo.
Como siempre, Toni, un gran reportaje. Además de didáctico, las fotos nos transmiten el poderío de estos árboles y el amor que sientes por ellos.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz verano.
Hola Paco Domingo.
EliminarEncantado que te guste. Voy coleccionando entradas de los distintos tipos de árboles de la Serranía. Me imagino que estaréis madrugando para salir al monte. A ver si bajan algo las temperaturas.
Otro abrazo para tí.
Con la que está cayendo todo un placer leer esta entrada a la sombra de estos impresionantes tilos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Dani.
EliminarSiempre es algo más fresco irnos de vacaciones dejando al personal en la sombra o incluso dentro del agua, jejejje.
Un abrazo.
¡Viva la buena sombra! Y buenas vacaciones.....
ResponderEliminarGracias Borillo.
EliminarUn abrazo.
Impresionante e interesante artículo sobre los tilos de tres zonas muy considerables de La Serranía de Cuenca. Estos grandiosos seres vivos, son los bioindicadores naturales que nos cuentan como eran estas zonas y otras parecidas de La Serranía, antes y después de que la mano del hombre interviniera en la producción de los montes... Viendo el reportaje, los majestuosos tilos y el estado en el que se encuentran las zonas, habría mucho que comentar... Citas que en La Serranía no hay hayas, pero si hay abedules, tilos y robles de diferentes especies. Posiblemente si no las hay, es porque se cortaron en tiempos y ya no se pudieron regenerar. Eso pasó en muchos valles del Sistema Central entre los siglos X y XX. Volviendo a esos maravillosos tilos que aparecen en las fotografías, esas zonas deberían de tener una gestión adecuada, para potenciar su regeneración y su expansión... Enhorabuena por las fotografías y por el artículo. Un saludo.
ResponderEliminarHola Luz de Monte.
ResponderEliminarSabía que esta entrada te iba a gustar. La verdad que vaya hermosura de árboles. Es posible lo de los Hayas que comentas. Eso, junto al aumento paulatino de las temperaturas por nuestras latitudes, hara que le sea imposible la regeneración. No soy experto forestal ni ingeniero en lo de la gestión adecuada en cuanto a habitats naturales, pero lo que si sé, que en la Serranía la despoblación es lo que esta provocando el avance general de la naturaleza y el regreso o afianzamiento de mucha cubierta vegetal, tanto arboréa como de plantas y arbustos. Siempre lo digo, para un amante de la naturaleza y la botánica, las tres Serranías van camino de convertirse en un autentico paraiso.
Muchas gracias por comentar.
Un saludo.