EL CASTILLO O CASTIL DEL REY

Cuando uno conoce la Serranía, hay muchas cuestiones que le dejan a uno entre apenado y asombrado. Me explico: ¿Cómo es posible que este paraje que os voy a enseñar sea tan desconocido, y cómo es posible que no hayan hecho un sendero o una sencilla senda para acercarte a verlo?

La despoblación de la Serranía, y el desinterés por remediarlo es tal, que hasta parajes como este, que sería un reclamo senderista de alto valor y apto para todos los públicos, permanece en el mayor de los ostracismos.

Hoy en día está completamente asalvajado y aunque está cerca de la carretera, la profusión de la vegetación arbustiva, la inestabilidad del suelo rocoso, y la irregularidad del terreno atravesado de barrancos llenos de vegetación inextricable, hace que llegar al sitio sea algo penoso.

Estamos hablando de una de mis áreas preferidas, la comarca de PABOVI, que engloba las comarcas de Pajaroncillo, Boniches y Villar del Humo. El olvido con esta comarca es bastante sangrante; no hace falta mas que ver que un paraje cercano como las Corbeteras de Pajaroncillo no tienen ni un sólo sendero ni un mísero panel explicativo. Pero bueno, si nos ponemos en plan egoista, para un amante del senderismo y la naturaleza como yo, conocedor de estos sitios, es siempre un placer caminar en soledad por estas maravillas serranas.

El paraje que os voy a enseñar tiene el regio nombre del Castillo (o Castil) del Rey, y son unas peculiares formaciones rocosas que tienen un rasgo distintivo con otras de la Serranía, ya que aunque estamos en la comarca de piedra rodeno, en este caso estamos hablando de la piedra pudinga o conglomerado, una piedra grisácea, prima hermana de la anterior, que a su vez está hecha de millones de rocas más pequeñas. Para terminar de aderezar este plato tan apetecible, hay que decir que en la parte alta de la gran roca conocida como el Castillo de Rey hubo un castro celtíbero completamente inaccesible, ya que hoy en día hace falta cuerdas y arneses para llegar a él, aunque aquello fue expoliado en su mayor parte con el paso de los siglos.

Os voy a enseñar el paraje de varias veces que he ido tanto sólo como acompañado; mi amigo Javi Roca, el amigo Paco o con la familia. Tambien os lo voy a enseñar entrando desde varios sitios y por último, terminaré la entrada con vistas de aquello más lejanas, todo en aras de enseñaros aquello como debe de ser, lo más completo y exhaustivo posible.

    Con Javi Roca saldremos de la carretera y ya pronto nos encontramos con la roca pudinga que hoy va a ser la protagonista.

  Cuando fui con la familia tambien desde la carretera y podéis ver que que el terreno es aventurero.

                   

                           Vamos a poder degustar hoy unas cuantas y curiosas formaciones.

 Además al estar rodeadas por el mar verde que es esta comarca, se realza más la belleza.

 En estas dos ocasiones, entramos por el otro lado del barranco para poder ver el paraje desde todos los lados. Al fondo se puede ver el Castil del Rey, que aunque viene a ser aquello, por extensión se le puede llamar a todo este paraje que os voy a enseñar.

  El amigo Roca se mimetiza muy bien con sus congéneres, ya que podéis ver este tipo de roca, que a su vez está formada por miles de ellas.

 La ruta a trazar está clara: deberemos bajar al fondo del barranco y subir al otro lado ya que lo del otro lado es Castillo del Rey propiamente dicho.

 Hemos bajado al fondo del barranco y podemos ver esta vista con la primera aparición de una montaña que nos va a acompañar todo el rato: la Peña Tabarreña, ya vista en esta entrada 

Y la vista delantera del Castillo donde parece realmente inexpugnable con paredes de cerca de 20 metros.

 No me digais que no parece un paisaje fascinante, con el rodeno del fondo y el conglomerado de primera línea entre tanto verde.

 Realmente imponente la fachada delantera del Castil del Rey. Nosotros vamos a ir por la parte derecha.

 Antes de seguir, hay que mencionar que todo este paisaje geológico boscoso está dentro de lo que sería el valle del río Cabriel, que lo tenemos allí al fondo, bien cerca. Todo esto es el Monumento Natural del Rodenal del Cabriel.

 Por aquí andamos en la ladera más inmediata del barranco que podéis ver que está aterrazada del hombre de antaño que trabajaba estas tierras.

                 En el centro podéis ver por donde se subiría con cuerdas y arneses.

                                      Volvemos a mirar al otro lado del barranco.

 Para mirar este extraño paisaje donde poder rodar ya mismo un film del planeta de los simios por ejemplo. Un extra ya hay seguro.



Con Paco entramos al Castillo del Rey desde su parte trasera. Primeramente fuimos por una pista que sale de la carretera que sube paralelo al barranco por otro lado y luego se pone detrás. La verdad que está igual de feroz la vegetación y el terreno pero nos ofrece otra perspectiva de todo este entramado rocoso tan peculiar.

 El Castil es el del fondo. Nosotros iremos avanzando teniendo mucho cuidado con las griestas que se forman.

                         Podéis ver que en un momento las pudingas se ponen verticales.

                  Con el zoom y buena vista podemos ver buitreras tan cucas como esa.

 Un vistazo hacia atrás. Nosotros vendríamos de ese collado de pinos que se ve en el centro de la foto.

                 Si vamos en época húmeda cuando los prados están verdes mucho más bello.

 Quisiera mentar a otros protagonistas que nos acompañan en todas las vistas y son las dos Cabezas de Boniches y al lado el Monte Cuerda o Telégrafo. Visto Aquí.

 Bajemos para ponernos al pie del Castillo, pues lo primero que nos llama poderosamente la atención, aparte de su inexpugnabilidad.

           Adonde quiere subir mi sobrino, pero alto!! ¿que es lo que se justo encima suyo?

         Restos auténticos de lo poco que queda del Castro celtíbérico que hay arriba.

 Otra vista desde enfrente del resto del muro que suponemos que era parte de la base de una superficie.

 Vamos a dar una vuelta por lo que hay enfrente del Castil. Antes con Paco ibamos por ahí arriba.

             Vemos restos de tinás adosadas al conglomerado mimetizándose con él.

 Casi todos los muros están hechos con toba, que suponemos que habría en el fondo del barranco.

      Pinchen la imagen.  A la izquierda la Peña Tabarreña y a la derecha el Castillo del Rey.

                                                    Maru, mi hermana y mi madre.

 Vamos a dar la vuelta al Castil del Rey por esta parte que tenemos una mini faja para poder ir, ya que os vamos a enseñar una cosa.

                               Pero antes nos deleitamos con esta preciosidad de vistas.

                                      Despues unas trepadas sin apenas dificultad.

      Esto era lo que os queríamos mostrar: un aljibe de los celtibéricos para almacenar agua.

                              De gran tamaño y con los bordes perfectamente tallados.

 Allí cerca hay otro más pequeño pero casi oculto con la vegetación. Parece ser que en la superficie del Castillo hay tres o cuatro aljibes.

                                                  Maru y el Castil del Rey detrás.

                        Pinchen la imagen para ver otra panorámica de este paraje.

 Vamos a ver distinas visiones de todo lo que nos rodea, como la alargada cabeza de este ser daliniano. ¿Ven la larga frente los ojos en las cejas y la nariz?

                                                                       ¡¡Acojonante, eh!!

           La roca pudinga se erosiona formándose agujeros, como si le quitaras pegotes.

  Y nos vamos a despedir con unas fotos del Castillo del Rey tomadas desde lejos y desde varios sitios.

                             Desde el Alto dela Jarosilla, al otro lado del Cabriel.

                Desde el Mirador de los Colochos (Gracias Alberto por el nombre)

 Desde la Peña Tabarreña. El Castillo del Rey es lo que ese vería a la derecha de la foto.


Esto ha sido todo de este bello y extraño paraje, espero que les haya gustado. Hasta la semana que viene.