EL TALAYÓN (ASCENSIÓN POR ALGARRA) Y EL VERDINAL.
La semana pasada visteis como desde el norte -términos de
Salvacañete y Casas Nuevas- acometimos una larga ruta con un paisaje nevado
realmente fascinante. No pudimos hacer la cima del Talayón pero cerca nos
quedamos.
Ahora, dos meses y medio después, estudio y trazo la ruta
para subir a esta montaña desde el sur -términos de Algarra y Casas de
Garcimolina- . Es un área de la Serranía de Cuenca bastante grande, que no
controlo mucho, pero me está gustando y ya estoy trazando nuevas rutas para
conocerla más a fondo. La dificultad añadida que esta comarca no está muy
explotada y visitada, cosa que hace que debido a su extensión, las distancias
sean muy largas. Nosotros fuimos con el todoterreno, cosa que hizo que
pudiéramos adelantar unos buenos kilómetros antes de ponernos debajo de la
alargada influencia de la loma del Talayón. Además, en esta ruta íbamos Maru,
yo, Nacho y mi madre, y pensando en esta última, quise acortarla pues sabía yo
que las cuestas se le podían atragantar. Al final resulta que la subida la hizo
bastante bien, costándoles más de la cuenta la larga bajada hacia el coche,
donde finalizamos la ruta para irnos de tercios fresquitos al bar de la plaza
de Alcalá de la Vega.
Aparte del propio Talayón y su enorme hoya agujero que tiene
delante suyo, mirando al oeste, -provincia de Cuenca- lo que nos sorprendió,
aunque yo ya me lo esperaba, es las enormes vistas que desde allí se ven. Su
alineación norte – sur hace que se vea toda la Serrania de Cuenca de arriba
abajo (desde la Mogorrita en Tragacete - hasta el Pico Ranera en Talayuelas) y
si miramos hacia atrás (Gudar a lo lejos, Rincón de
Ademuz, Javalambre y norte de Valencia). ¡¡Ahí es nada!!
Pasamos por el bello pueblo de Algarra, aunque nosotros cogeremos un carril que sale del siguiente pueblo que está a apenas dos kilómetros más adelante, Casas de Garcimolina.
Tras un rato de orientación con el todoterreno, entro bastante para que la ruta no se nos haga muy larga.
Aunque rapidamente comienzan unas buenas cuestas que hace que mi madre se vaya quedando atrás.
Trás un buen rato de subida, nos llevamo una sorpresa al encontrarnos esta valla de coto de caza.
Hay que comentar que en vez de subir por la gran hoya que hay justo debajo del Talayón y que nos supondría bajar más para luego subir todo de golpe, vamos a subir por su loma sur, aprovechando que el coche está cerca de un collado a cierta altura, y así, en vistas de como se encontrara mi madre, que la subida no fuera tan dura. Cuando llegamos a la parte baja de la loma del Talayón donde están estos hierros, menos mal que se puede seguir subiendo paralelo a la valla, para luego dejarla y ya ponernos en la parte alta.
Por detrás de mi madre va la valla, pero en ningún momento fue un problema. Ah!! no os he presentado a nuestro perro Crispito, Crispucho o Crispín, el perro frutivoro.
Nos van saliendo cortos tramos de rocas que con ayudas de las manos se pasa muy bien.
Mi madre a su ritmo va subiendo.
No obstante, son las rampas más duras de esta subida por la loma sur del Talayón.
En dirección sur comenzamos a ver cosas muy ricas, como la Villa medieval fortificada de Moya, de los casos más flagrantes de abandono del patrimonio medieval de nuestro país.
A punto estamos de llegar a la parte alta de la loma del Talayón.
Ya dije en la entrada de la semana anterior que las vistas me las guardaba para esta entrada, ya que son tantas las cosas que se ven tanto durante la subida como en la estancia en esta montaña que iremos desgranandolas poco a poco.
Mi madre también llega a la cuerdal del Talayón, pero...¿que es lo que se ve detras de ella? Avancemos hacia adelante para verlo mejor....
Altiva y poderosa se alza la sierra de Javalambre, y que ya os enseñé la semana pasada con nieve. Todo lo que ven enmedio en el Rincón de Ademuz (Valencia)
Aunque donde mejor se aprecia el Rincón de Ademuz es con ese color ocre y anaranjado de badlands.
Los más entendidos verán el Picón del Buitre con su observatorio astronómico. Lo que ven delante hacia la derecha es la sierra donde está Santa Cruz de Moya y el Cerro Moreno VER AQUÍ.
Maru levanta los brazos ¿Por qué?
Porque ya estamos en la bella cuerda cimera, donde si agudizamos la vista al fondo veremos que estamos....
En el punto de mira de mi chico, el primero que ha alcanzado el vértice del Talayón.
Curiosamente detrás de mi madre, se aprecia muy bien el límite provincial y autonómico, ya que lo verde es parte de Cuenca aún, y los de más alla ya comienza el Rincón de Ademuz.
Foto de grupo coronando los 1601 metros del Talayón. ¡¡Esta vez si!!
Vamos con vistas por del lado valenciano, tenemos el el estrecho por donde va el arroyo de la Boquilla (que viene de las faldas del Talayón) al dirigirse al pueblo que se ve al fondo.
Que es el pueblo de Vallanca, donde ese arroyo y y otros ya forman el río Vallanca, dirección al pueblo de Ademuz.
También vemos por aquí la Villa caserío de Negrón, perteneciente a Vallanca.
Hay vistas más lejanas que yo juraría que ya es la Sierra de Gudar, aunque no estoy seguro.
Pinchen la imagen para verla más grande.
Y del lado de Cuenca, lo primero que nos asoma es el valle del Santerón (visto la semana pasada) con el Cerro del Atalaya (1584 m.)
Lo que ven en el medio es la Umbría del Oso (1814 metros) en Zafrilla (Cuenca) y lo que asoma timidamente por la izquierda, con mucha probabilidad sea la Mogorrita (1864 metros). Las montañas de la derecha, ya tengo más dudas pero pueden ser de la Ceja de Valhondillo (1809 metros, Teruel)
Otra cosa que se ven perfectamente, y sin duda alguna, son el Pico Telégrafo o Monte Cuerda a la izquierda, y a la derecha sus leales Cabezas de Boniches. Otras montañas que se ven hacia otras direcciónes son Cabeza de Don Pedro en Cañete y la vista del Pico Ranera de Talayuelas. Na....canela fina: La Serranía de norte a sur.
Y nuestro campeón en el Talayón.
Tanta vista nos da hambre, y el único pino de la cima del Talayón nos viene de perlas para...
sacar el papeo: tortilla de brocoli, ajos y esparragos mi madre y muslitos de pollo rellenos de queso y bacón con pimientos nosotros. Insuperable el sitio, el momento y y la comida.
Crispito y Nacho hacen una pareja muy especial. Buenas rutas les quedan a los dos juntos.
Pinchen la imagen para hacerla grande. A un lado Valencia y Teruel; a otro Cuenca.
Bajamos por la cuerda del Talayón con cuidado pues el borde está muy cerca.
Me llama la atención que hay Sabina rastrera como en la Serranía alta, aunque aquí viene acompañada de otro matorral que no recuerdo haber visto en conjunción.
Descendemos lentamente siguiendo los bordes para bajar por ese barranco que ven en el centro izquierda.
La flora vascular que sale en estos roquedales calcáreos a 1600 metros de altitud, seguro que es fascinante.
Vista con zoom del Rento del Santerón desde aquí arriba.
El camino a seguir está claro: bordear todo el circo del Talayón para comenzar a descender donde está ese claro entre los pinos de la ladera de enfrente.
Ignacio y yo llegamos a ese claro viniendo desde la izquierda, aunque nosotros seguimos de frente para volver al coche.
Según nuestro mapa, viene un camino que baja por el fondo del barranco y que lo encontramos completamente obsoleto y desaparecido pero suficiente para bajar con comodidad por ese empinado barranco.
Aunque es preferible nevada que con los pinos comidos de la procesionaria, su cara norte es espectacular.
La bajada es larga y de las de andar con cuidado. Podéis ver a mi madre al fondo.
Allí arriba estuvimos hace un rato.
Otro de los sitios mágicos que las fotos no hacen justicia es cuando se está debajo de todo, en el circo agujero que forma el Talayón y su cuerda.
Es el día de la madre, y el ganso de Nacho lleva un ramo de gamones para regalárselo.
Ya solo queda seguir bajando hasta que lleguemos al carril, donde mi madre y Nacho se quedarán esperando, mientras Maru y yo haremos el kilómetro y medio que queda hasta el coche para recogerlos. Hasta aquí la crónica de Magia Serrana del Talayón y la Comarca del Santerón.
No me quiero despedir sin colgar unas fotos de la zona del Verdinal que vimos en la entrada de la semana pasada en otras épocas.
Brincando por los riscos. Al fondo a la izquierda la carretera que viene de Salvacañete.
Esta comarca de Serranía, pegada al Rincón de Ademuz, es tierra de soberbias Sabinas.
¿Os acordáis de la uve del Verdinal? Aquí sin nieve.
El Verdinal visto desde otra perspectiva.
Donde resaltan por un lado estas formas caprichosas de la caliza.
Y por otro, esa faja intermedia y transitable que conforma este paraje.
Acerquémonos porque esos picos con los rebordes rebosantes de pinos colgando me tienen encandilado.
En en principio de la faja. La poza de agua está detrás mío, abajo del todo.
No solo el Verdinal, sino que los barrancos de al lado se ven de gran belleza.
Con unas laderas profusas de pinos que nos recuerdan a zona de la Serranía más norteñas.
Y con esta foto hecha desde dentro del Rento Callejones y donde se atisba la cuerda del Talayón al fondo, me despido.
Plano con la ruta realizada, siendo el círculo el principio y final de la misma.
Hasta la semana que viene.
Bajamos por la cuerda del Talayón con cuidado pues el borde está muy cerca.
Me llama la atención que hay Sabina rastrera como en la Serranía alta, aunque aquí viene acompañada de otro matorral que no recuerdo haber visto en conjunción.
Descendemos lentamente siguiendo los bordes para bajar por ese barranco que ven en el centro izquierda.
La flora vascular que sale en estos roquedales calcáreos a 1600 metros de altitud, seguro que es fascinante.
Vista con zoom del Rento del Santerón desde aquí arriba.
El camino a seguir está claro: bordear todo el circo del Talayón para comenzar a descender donde está ese claro entre los pinos de la ladera de enfrente.
Ignacio y yo llegamos a ese claro viniendo desde la izquierda, aunque nosotros seguimos de frente para volver al coche.
Según nuestro mapa, viene un camino que baja por el fondo del barranco y que lo encontramos completamente obsoleto y desaparecido pero suficiente para bajar con comodidad por ese empinado barranco.
Aunque es preferible nevada que con los pinos comidos de la procesionaria, su cara norte es espectacular.
La bajada es larga y de las de andar con cuidado. Podéis ver a mi madre al fondo.
Allí arriba estuvimos hace un rato.
Otro de los sitios mágicos que las fotos no hacen justicia es cuando se está debajo de todo, en el circo agujero que forma el Talayón y su cuerda.
Es el día de la madre, y el ganso de Nacho lleva un ramo de gamones para regalárselo.
Ya solo queda seguir bajando hasta que lleguemos al carril, donde mi madre y Nacho se quedarán esperando, mientras Maru y yo haremos el kilómetro y medio que queda hasta el coche para recogerlos. Hasta aquí la crónica de Magia Serrana del Talayón y la Comarca del Santerón.
No me quiero despedir sin colgar unas fotos de la zona del Verdinal que vimos en la entrada de la semana pasada en otras épocas.
Brincando por los riscos. Al fondo a la izquierda la carretera que viene de Salvacañete.
Esta comarca de Serranía, pegada al Rincón de Ademuz, es tierra de soberbias Sabinas.
¿Os acordáis de la uve del Verdinal? Aquí sin nieve.
El Verdinal visto desde otra perspectiva.
Donde resaltan por un lado estas formas caprichosas de la caliza.
Y por otro, esa faja intermedia y transitable que conforma este paraje.
Acerquémonos porque esos picos con los rebordes rebosantes de pinos colgando me tienen encandilado.
En en principio de la faja. La poza de agua está detrás mío, abajo del todo.
No solo el Verdinal, sino que los barrancos de al lado se ven de gran belleza.
Con unas laderas profusas de pinos que nos recuerdan a zona de la Serranía más norteñas.
Y con esta foto hecha desde dentro del Rento Callejones y donde se atisba la cuerda del Talayón al fondo, me despido.
Hasta la semana que viene.
Que bonito el entorno de mi pueblo, Casas de Garcimolina, os habéis pegado un buen paseo... Cuando quieras volver te podemos enseñar las trincheras de la Guerra Civil o la Peña el Pardo, una formación rocosa muy espectacular.
ResponderEliminarHola Iregua.
EliminarPues si, muy bonito me parece todo aquello. Me faltan cosas por ver como la Peña el Pardo que creo que la vi al lado del pueblo, es como una gran toba, no? Aunque me imagino que en época de lluvias será mejor. Tambien quería ver una sabinar del que había oído hablar y de las trincheras ni idea tenía. Volveré pero me imagino que será despues del verano que con estos calores.
Gracias por el ofrecimiento.
Un saludo.
Hola, Hola, nos gustaría contactar con vosotros ¿Puedes facilitarme un teléfono o un email de contacto? Saludos
ResponderEliminarHola Alejandra.
EliminarMi correo es virtuditas@gmail.com
Un saludo.
Extraordinaria entrada Toni.Lugares espectaculares y muy entrañables para mi.Enhorabuena por dejar cada vez más alto el listón de la difusión de la Serranía de Cuenca,una tierra que enamora.Algunas veces hace años estuve con mi padre en las faldas del Talayon
ResponderEliminarHola Mariano.
EliminarPues aquí sigo, aunque de facebook me estoy desenganchandome un poco, ya que me quitaba demasiado tiempo, del blog no va a suceder pues tengo muchas entradas por colgar, y disfruto tanto que aquí seguiré semana tras semana. Volverá más adelante la Siera del Santerón.
Un abrazo.
Hola Toni...
ResponderEliminarPues gran ''coronación del Talayón''...hay la vena poeta...jajaja.
Hay que ver como cambia el entorno de verlo blanco a verde,aunque como apuntas,es mas vistosa esa ladera con el manto blanco que con el pino lleno de procesionaria.
Desde luego,por lo visto,tanto la subida como la bajada,eran empinadas de cojones...jejeje.Vale la pena llegar a la cima,con esas espectaculares panorámicas,miraras hacia donde miraras y poder caminar por su cresta,es todo un lujo.
Por cierto,con esas deliciosas y suculentas viandas,que os quiten ''lo bailao''...jejeje.
La parte fotográfica final en la que nos muestras esa parte de la Serrania,es una autentica gozada.
Un abrazo.
Hola Juane.
EliminarQue emoción hablar del Talayón, ejejjje, es muy facilita la rima con esta montaña.
Yo creo que al ser doble la entrada y enseñarla nevada y normal es cuando he mostrado la montaña de forma completa (Ojala todas las montañas que subo lo hicera nevadas y sin nevar).
Nuesro almor zen jejeje no estuvo mal tampoco, el sitio acompañaba mucho.
Un abrazo.
Toma ya, menudo equipazo que formasteis para subir al Talayón!!, Crispín se lo debió pasar genial correteando por ahí, Nacho...jolin, menudo estirón que ha pegado el tío, y lo de tu madre, pues que es digno de admirar, que pasión por subir montañas, me quito el sombrero una vez más.
ResponderEliminarEl Talayón, ya la semana pasada apuntaba visos de ser un montañón, y esta lo ha reafirmado, que bonito ese circo por el que bajasteis, así como ese crestón rocoso tan típico de la Serranía, y que me ha recordado a cimas como la Mogorrita, el San Felipe, el Peñalba o la Cebadilla, y que decir de las vistas, fabulosas. A esta montaña nos tienes que llevar!!.
Un abrazo.
Hola Dani.
EliminarJjajaja con mi madre es lo de siempre. Nos llama el día de antes, cuando ya tengo la ruta planeada, que se viene, que se apunta. Yo le aviso que la ruta va a ser subir a una montaña, que no va a ser una llana. Me pone mala cara, se lo piensa un par de segundos y al final que si, que va. No se yo, pero creemos ya que la próxima vez que le diga montaña, nos dira que no, jajaja. En fin, pobrecilla aunque la mujer luego es más dura que el Alcoyano.
Si es cierto que recuerda a esas cimas que comentas, pero si es cierto que todas ellas están mucho más al norte. Esta es la más sureña de todas con esa altitud y además de caliza, pues el Pico Ranera es otra hermosa cima pero de rodeno.
Estaba mirando esta montaña como zona intermedia entre Betxí y Cuenca pero tardaríais mucho ya que las carreteras por ahí son malas y curvosas que haría que tardaseis mucho tiempo. La solución es una visitilla ;-)
Un abrazo.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHola Toni.
ResponderEliminarA la segunda fue la vencida, y está vez con toda la familia incluida, que le da un punto más de alegría.
Veo que esta parte por la que habéis subido es más agreste, poca vegetación, en cambio la otra que nos enseñas en las fotografías desde la cima, y en el descenso, el pinar es tan extensa, que apenas se vislumbra su final.
Una pena el estado de la Villa medieval fortificada de Moya, por desgracia es algo que cada día se ve más.
Tu que eres bastante entendido, creo recordar que el tubérculo de los Gamones, es comestible, es como si fuera una patata, pero en pequeño ...
Un saludo.
Hola Eduardo.
EliminarPues si, la guardaba para subir en otoño, que los pinos de la procesionaria hayan echado hoja y vuelvan a estar verdes o semiverdes, pero me dio el punto, cogi a la family y para arriba. Tanto la subida por donde la semana pasada como por donde esta (lado conquense) es más chula que por el lado valenciano, al ser su mejor cara la noroeste.
Por estas tierras el tuberculo del gamón se le ha dado a los cerdos de alimento. No se yo si es para los humanos, aunque en época de hambrunas pasadas seguro que se comerían.
Un saludo.
Hola Toni.
ResponderEliminarAlucinante éste Talayón;su cara norte es cosa seria. Me seduce la idea de permanecer allí unas buenas horas contemplando todos esos accidentes geográficos de la Serranía de norte a sur y las tierras valencianas. Nunca me había aventurado por allí pero ya me has dado un buen motivo para hacerlo... cuando pasen estas calores!! Que mala suerte éste año con la escasez de lluvias; esto ya no es lo que era y así no se disfruta tanto por el monte. En fin, paciencia.
Un abrazo.
Hola Andrés.
EliminarSi su cara norte ha sido una gran sorpresa. La verdad que pilla algo lejos pero merece la pena, es una pequeña comarca de serranía alta enclavada donde ya es serranía baja.
Y si lo de la falta de lluvia de este año va a ser horroroso. Aquí en Cuenca hay que aprovechar y salir al monte, pues aqunque los ríos y arroyos van bajos, el campo aún está verde, pero de mediados de Julio en adelante va a se triste, me parece que poco voy a salir al monte este verano.
Estos días atrás donde si las tormentas han dejado bastante agua para ser de tormentas en en la zona del Cuervo, Vega del Codorno y eso que te conoces muy bien y todo eso....
Un abrazo.