DE TEJADILLOS HASTA LA ERMITA DE NTRA. SRA. DEL PILAR DE ALTAREJOS
Uno de esos pueblos de la Sierra de Cuenca que merecen ser andados y
descubiertos es Tejadillos. Su escondida y alejada ubicación en un valle entre
cerros y el estar situado a caballo entre la Serranía Alta y la Baja, ha hecho
que en muchos casos sea una perfecta desconocida para los propios serranos.
Hace ya un tiempo andamos por esa cresta del Atalaya y Pico del Fraile que separa Tejadillos de Zafrilla. Hoy vamos a ver el pueblo y el
discurrir del río Tejadillos al poco de nacer por una bella hoz cuando baja
hacia tierras meridionales camino de Campillos Sierra y de la Ermita de Nuestra Señora del Pilar de Altarejos, qué para abreviar la llamaremos de la Virgen de Altarejos.
Vamos primeramente a su casco urbano por donde daremos una vuelta.
La posición de la Ermita de Nuestra Sra. de la Natividad delata su antiguo carácter de torre de vigía y defensivo reutilizada en campanario, al estar en lo alto de un cerrete dentro del pueblo.
Construcciones típicas de pueblo serrano jalonan sus calles.
Y pequeñas obras con encanto como esta fuente de gamellones en cruz, con dos bancos laterales para sentarsel
Tejadillos se encuentra donde confluyen tres arroyos, que crean el río Tejadilllos, que es este que ya viene por la parte inferior de la foto.
La población está formada por dos barrios separados por el arroyo Tejadillos, el de la izquierda, barrio del Cerro (casi todo el pueblo alrededor de la iglesia) y de la derecha, Barrio del Cabezuelo, ampliación de pueblo en el siglo XVIII.
Las dos fotos anteriores las estaba haciendo desde lo alto de otro cerro, ya fuera del pueblo, donde destaca un Cristo, tan común por nuestras tierras.
Desde este Cerro del Cristo, podemos divisar también en primer plano el discurrir del Arroyo del Puerto camino del pueblo, y atrás, el poderío de la Ceja del Atalaya y el Puntal de Hierro.
Volvemos al pueblo. Tejadillos se encuentra a una altura de 1222 metros, y tiene censados unos 150 habitantes, aunque la población de facto viviendo allí de continuo serán bastantes menos.
Ahí tenemos la torre campanario en la parte más alta del pueblo y detrás se ve como asoma....
Dándole al zoom se ve al fondo la Cresta del Pico del Fraile.
Que la recorrimos hace unos años en esta entrada.
Ahí tienen al Fraile que da nombre a ese cresta puntal, con sus moradores habituales.
y cualquier época del año es idónea.
Vamos primeramente a su casco urbano por donde daremos una vuelta.
La posición de la Ermita de Nuestra Sra. de la Natividad delata su antiguo carácter de torre de vigía y defensivo reutilizada en campanario, al estar en lo alto de un cerrete dentro del pueblo.
Construcciones típicas de pueblo serrano jalonan sus calles.
Y pequeñas obras con encanto como esta fuente de gamellones en cruz, con dos bancos laterales para sentarsel
Volvemos al pueblo, saliéndonos de él pues nuestra ruta comienza siguiendo el cauce del Río Tejadillos.
Que al principio transita entre huertos y frutales, y allí al fondo es cuando ya deja el valle donde esta el pueblo de Tejadillos.
Ya tenemos al joven río, que realmente es un arroyo, pero le llamaremos río para diferenciarlo del Arroyo Tejadillos que es uno de los tres que llegan al pueblo.
Con ese agua serrana limpia y fresquita entre berros y demás plantas semiacuáticas.
En esta primera parte iremos saltando de una orilla a otra a través de pequeños puentes.
Y los pinos aparecen para acompañar a los chopos en este agradable paseo.
Se pueden imaginar lo solitario que estuve haciendo la ruta para otoño de hace un par de años.
Mas puentes.
La senda es una verdadera gozada.
Con árboles curiosos como este pino que se sujeta básicamente por esa raíz que baja hasta el suelo.
Dentro del cauce van apareciendo sargas y más vegetación de río.
De pronto, vemos que al fondo se levantan paredes rocosas.
Que buena pinta tiene la senda por aquí.
Vemos que las riberas se hacen roca.
Y se nos abre la parte más bonita de este trayecto.
Un rincón de esos para echar el mantel al suelo, para echarte una cabezadita o sencillamente hacer un alto en el camino y empaparte del lugar.
Allí mismo hay un manantial que vuelca al río.
Y el verde de la humedad que suelen otorgar las paredes rocosas.
Miren como la erosión fluvial y eólica ha ido socavando las paredes de este pequeña hoz.
Pero debemos dejar este rincón y seguir que la ruta es de ida y vuelta.
Otro puente que ya nos pone en una zona abierta y donde realmente se acaba el pequeño valle hoz del río Tejadillos.
Todo se abre y debemos estar cerca de la Ermita.
Allí de blanco la tenemos.
Primero veremos esa casa refugio merendero que antiguamente fue la casa del ermitaño.
Principalmente para cuando la romería el 20 de agosto.
Erigida tras la aparición de la virgen a un pastor en 1208, el monumento que podemos contemplar en la actualidad es en su mayor parte fruto de las reformas del siglo XVII Y XVIII de estilo barroco sobre el original medieval. Buena parte del santuario está excavado en la roca con una espectacular cúpula y la lucernaria abierta en ella.
Cuando se dice dentro de la roca, es literal.
Vemos como la parte de la ermita sobresale de la roca, ¿pero que es lo que se ve a la derecha en la roca?
Las Cazoletas y otros símbolos nos permiten aventurar que antes del Cristianismo, este ya era un lugar de culto.
Subiéndote encima de la roca se ve esta ventana que sería la parte trasera de la ermita.
Detalle de la cúpula que hay dentro de la ermita. Foto cogida de Cuencaviajes.com
Por esas soledades alrededor de la ermita estamos rodeados de grandes ejemplares de sabinas, chopos y pinos.
Hará unos años recuerdo que en otra excursión que hice llegué hasta el Puntal de la Virgen , que es la montaña que hay encima de la ermita. Aquí tienen un par de fotos de aquella ruta.
La ermita de la Virgen de Altarejos vista desde el Puntal de la Virgen.
También desde el puntal vemos por donde va la ruta dentro de la hoz que habéis visto en las fotos anteriores.
Pero no solo en estas ocasiones, ya que por el 2011 remonté el río Tejadillos desde su desembocadura en el río Mayor hasta la Ermita de la virgen de Altarejos.
En esta ocasión la ermita también fue la meta de la ruta y luego debí volver.
Esa vez tocó con vadeador y bien pertrechado, ya que el río Tejadillos recibe las aguas del río Campillos (el que viene de la Laguna del Marquesado), y se encañona bastante. Para más info ver arriba en enlace a dicha entrada.
Pero debemos volver y esta es la vista desde la ermita del camino de vuelta. Allá al fondo está Tejadillos.
Mapa de la ruta de hoy que es de unos 9 kilómetros aproximadamente de ida y vuelta.
Hasta la semana que viene.
Lo de la Iglesia escabada en la roca es una pasada. Lo del gamellón en cruz es también muy chulo. Enhorabuena por la entrada.
ResponderEliminarUn saludo
Gracias Javi.
EliminarPequeñas pinceladas que suelen tener las rutas. La ermita me he quedado con las ganas de verla por dentro pero bueno a ver si más adelante tengo la suerte de verla.
Un saludo.
fabulosa entrada como siempre, con su mapa habitual al final...gracias tron
ResponderEliminarGracias Kometa.
EliminarPues sí, esta vez me he acordado de poner un mapa por lo menos ;-)
Un saludo.
Hola Toni.
ResponderEliminarBonito pueblo este de Tejadillos, y bonita y variopinta la que hiciste partiendo de él. Curioso lo de las ermitas, una alzada en lo alto de un cerrete y la otra semi-excavada en la roca. Ese refugio merendero invita a pasar una noche serrana en él ;-). Muy chulas también las fotos del arroyo, y ya que estamos me encantan esas fotos aéreas en las que el arbolado de ribera, en especial los chopos y en otoño delatan claramente los cursos fluviales.
Un abrazo.
Hola Dani.
EliminarUn paseo bonito y agradable, aunque deberé volver pues por allí se pueden trazar rutas más montañeras y agrestes, pero esta va como presentación de este escondido pueblo.
Fue todo un acierto ir en Otoño (no lo pensé la verdad), pues si fuera invierno y todos esos arroyos y sus chopos no tuvieran hoja, saldrían las fotos deslucidas completamente.
Un abrazo.
Hola Toni...
ResponderEliminarDesde luego que una ruta como esta,no importa que sea de ida y vuelta,así se disfruta el doble,ya que la perspectiva del entorno cambia y encuentras detalles que a lo mejor en la ida te has saltado...
Preciosos colores otoñales alrededor del bonito pueblo de Tejadillos y sorprendente esa ermita ''incrustada'' en la roca,así como esos símbolos grabados en la roca.
El paso de sendero por esa pequeña hoz,pues eso,lo que tu dices,pararse,disfrutar de ese entorno y echar una cabezadita,si se tercia...jejeje.
Un abrazo.