LA RAMBLA DE LA SARGUILLA Y EL ESTRECHO DE CARANGOSTO



Hay una comarca serrana maravillosa que camino mucho y la enseño poco en el blog, por lo que ya va siendo hora que me ponga las pilas y os la vaya mostrando más. Realmente la Serranía de Cuenca es tan grande, qué lejos de contentarme con esta extensa área saltó a conocer y empaparme de otras comarcas primas hermanas y aledañas por si tuviera poco con Cuenca, ya que tenemos la suerte de tener parajes medioambientales de primer orden también en nuestras vecinas sierras de Teruel  Guadalajara y Valencia.
Como me digo muchas veces, tengo que aprovechar todavía que soy joven, bueno bueno maticemos eso, no soy viejo todavía y no me importa meterme hora y media de coche para ir y otros tantos para volver después de haber subido y bajado cerros durante 8 horas, por lo que mi radio de acción senderista abarca mucho. Ojalá me duren esas ganas hasta los 96 años!!
Esta comarca de la que hablo es aquella donde se acoplan los Montes Universales turolenses y el Alto Tajo Guadalajareño, donde se tocan y funden los términos turolenses de Albarracín, Guadalaviar y Griegos por un lado, y Peralejos de la Truchas, Checa y Orea (Guadalajara) por otro. Todo ello con el agreste y sinuoso discurrir del río Hoz Seca como eje vertebrador, aunque en esta ruta nos vamos a mover ya íntegramente por el Alto Tajo, término del pueblo guadalajareño de Checa.



Y hablando del Hoz Seca, recordaros esta entrada de este curioso río, donde de forma general y somera lo vimos hace ya unos años. En esta ruta pasaremos en un tramo por él pero lo que vamos a recorrer principalmente es un arroyo afluente suyo conocido como la Rambla de la Sarguilla.
Para los no expertos en esta comarca, decir que cuando digo arroyo no imaginéis cursos permanentes de agua. Toda esta zona que aunque suele llover bastante es muy fuerte en filtraciones y para mayor abundamiento de esto que digo está el ejemplo del río Hoz Seca, que en todo su largo tramo medio (este que nos ocupa) es un río seco (el nombre no está puesto al albur) pero no exento de espectacularidad. Como verán en las fotos los barrancazos y hoces que crea el Hoz Seca y sus afluentes es un paisaje puro, solitario y virginal que como la buena droga dura engancha irremediablemente a los que lo recorremos incansablemente.

Antes de explicar como llegar decir que esta comarca es de muchas pistas, es decir, que para un buen aproximamiento un todoterreno viene muy bien, sobre todo si ha llovido o el tiempo es malo. Hay tramos de asfalto, sobre todo los que salen de los pueblos guadalajareños de Checa y Orea pero luego cambian a pistas de tierra sin darte cuenta. De todas formas, para los que venimos de Cuenca, debemos llegar a Guadalaviar y coger esa pista que sale en dirección al nacimiento del río Guadalaviar. Pasando por toda la parte suroeste de la Muela de San Juan, llegaremos a un desvío donde la pista continua o bien hacia los restos del viejo y abandonado asentamiento de Villanueva de las Tres Fuentes -dirección Orea-, o bien hacia el Hoz Seca y la Rambl de las Sarguilla -dirección Checa-

Como vamos con la Lata de sardinas motorizada de Ignacio -cariñoso nombre que le ha puesto a su todoterreno- antes de bajar al cauce de la Rambla nos desviamos hacia el Cerro de la Modorra pero sin llegar a subir a él. Como ven en la fotos, debemos extremar las precauciones pues una cerrada niebla nos recibe.


Como estas excursiones suelen ser algo más lejos de lo habitual, el madrugón está asegurado, y bien abrigados vamos a buscar la Rambla entre estos mares de Sabina rastreras, pues al estar cerca del Cerro de la Modorra, andamos a más de 1600 metros de altitud.

Pronto nos topamos con restos de viejas tinadas, llamadas por esta comarca corrales o parideras.


                  Y comenzando a bajar a la Rambla nos topamos con hermosos Pinos albares.




Ignacio y yo hemos calculado que salgamos a la Rambla de la Sarguilla en uno de sus puntos álgidos.
 
 
El Estrecho de Carangosto donde la Rambla no tiene más que un par de metros de anchura.
 
 
 
 En el fondo siempre seco de pedreras suelen agarrar árboles variados.
 
 
Nos acercamos a los bordes.
 
 
Ya que por ellos vamos a ir, en dirección descendente acompañando a la Rambla.
 
 
La Rambla de la Sarguilla nos estaba sorprendiendo de lo bonita y estética que era.
 
 
Unos 80/100 metros de caída hay hacia al fondo y ninguna manera de bajar en todo este largo tramo.
 
 
Un vistazo hacia atrás para ver al fondo el Estrecho de Carangosto. Cuanto me gusta este topónimo.
 
 
En uno de los meandros que hace la Rambla, en un piso inferior tenemos este estrecho puntal.
 
 
Y en el siguiente tramo la Rambla se va agrandando y albergando un bosque en su fondo.
 
 
En cierta manera, la Sarguilla se va preparando y acicalando para su encuentro con su padre, la Hoz Seca, mientras los canchales van cogiendo grandes tamaños.
 
 
Para un amante de las sendas como yo, estas de bestias como la de la foto me parecen una maravilla.
 
 
Una alargada cresta rocosa proporciona el siguiente meandro.
 
 
Alargada cresta rocosa muy estética donde en la punta parece que se ve....
 
 
Una escultura de algún olvidado y lunático artista serrano.
 
 
Ahora somos nosotros los que transitamos por sendas de bestias pardas.
 
 
Donde igual nos encontramos con jóvenes y sanos Tejos silvestres.
 
 
Que con Pinos albares de extrañas formas.
 
 
La Rambla de la Sarguilla coge proporciones más de valle fluvial que del humilde nombre de Rambla. Por la izquierda de la foto es por donde nosotros vamos a salirnos de la Rambla.
 
 
Para llegar a lo que en los mapas viene como Vasequilla, y echar un ojo a los mapas. No esperen ver mucha tecnología en nuestras rutas. Ignacio y yo vamos orientándonos a la antigua usanza.
 
 
Y de ahí vamos a bajar a ver desde arriba la Hoz Seca, que si la Rambla de la Sarguilla nos había sorprendido desde arriba, su progenitor no se queda atrás.
 
 
Por ejemplo, esa especie de istmo rocoso que forma uno de los muchos y bruscos meandros del Hoz Seca.
 
 
Este sitio es sencillamente espectacular.
 
 
La caída hasta el fondo es más alta que la de la Rambla de la Sarguilla.
 
 
Por ahí abajo, fui en otra ocasión.
 
 
Foto parecida a la que encabeza esta entrada.
 
 
Esa estrecha pasarela rocosa es una pasada y me veo como un funambulista con mi vara haciendo equilibrio.
 
 
Remontamos el Hoz Seca, ya que en nuestros planes originales está el encontrar un lugar para bajar a su seco cauce.
 
 
Donde muchos Tejos se agarran a las pedreras.
 
 
Aquí tenemos rio de la Hoz Seca abajo. Nosotros iremos por esta vertiente izquierda.
 
 
 
Al fondo y en esa vertiente izquierda me llama la atención como confluye el pequeño barranco de la Rayadilla a la Hoz Seca. Por unos momentos deliro pensando en esta área si tuvieran agua todos estos rocosos cauces.
 
 
Ignacio y yo nos salimos un poco para ver los Corrales de la Rayadilla y de paso comer allí.
 
 
Allí nos dimos cuenta que estábamos encima de una gran y circular Era donde antaño se trillaba. Estaba muy tapada ya por la hierba pero en algún tramo se puede ver bien.
 
 
Después de comer, volvemos a los bordes, ya por aquí  teníamos intención de bajar al cauce pero lo desechamos rápidamente, ya que esas laderas canchales daban miedo.
 
 
Seguimos más adelante, río abajo, por si hay una manera más fácil, y porque queríamos poder ver otra cosa desde esta vertiente.
 
 
El Hoz Seca ya es como su nombre indica una Hoz hecha y derecha con paredes verticales infranqueables como esta de la otra vertiente.
 
 
Aquí nos hemos puesto más allá del barranquete de la Rayadilla donde tenemos uno de dos espinazos rocosos.
 
 
Mismo barranquete pero en una foto hecha en otra ocasión que iba por la otra vertiente.
 
 
Otra perspectiva de ese espinazo rocoso.
 
 
Por aquí ya nos hemos hecho la idea de no bajar al cauce del Hoz Seca, ya que se va haciendo tarde, y no está clara la bajada. Eso si, seguimos un poco para poder ponernos delante de eso que ven ahí.
 
 
 
La Cueva del Tornero, una de las grandes cavidades de la zona central de España, y que ya os enseñaré por dentro en otra entrada.
 
 
Nos volvemos por el Barranco de la Peguera..
 
 
Donde quedan los restos de un conjunto de casas y corrales aprovechando lo bueno y fértil que debiera ser este fondo del Barranco de la Peguera.
 
 
Quedan los caminos que unían todos estos corrales o parideras donde llegarían a vivir una o dos familias.
 
 
La de gachas que habrá visto esta sartén a lo largo de los años.
 
 
Si hubo casas, debiera haber una fuente y en efecto, detrás de las casas está y además bien fresca y rica.
 
 
La voy a llamar Fuente de la Peguera pues es lo más lógico que sea este el nombre.
 
 
Pero no debemos estarnos, pues aún nos queda un trecho y ya va cayendo la tarde.
 
 
Al salir del Barrando de la Peguera se nos muestra esta vista norte y perfecta de la Muela de San Juan.
 
 
Y tras no se cuantas horas de ruta, y bordeando el Cerro dela Modorra, al final vemos la Lata de Sardinas motorizada. Nos queda tomarnos los tercios en el bar de Guadalaviar y vuelta a Cuenca.
 
 
Quiero acabar la entrada con la bonita Paridera de la Sarguilla.
 
 
Un poco más adelante de donde dejamos nosotros el coche y que se suele ver ya que la carretera/pista que va a Checa pasa al lado de ella.
  
 
Plano de la ruta realizada, siendo el círculo el principio y fin de la ruta. 
 
 
Hasta a semana que viene.
 

Comentarios

  1. Fantástica ruta, Toni. Una paliza seria para el cuerpo pero que vale mucho la pena. Enhorabuena por el criterio de elegir esa ruta y por la entrada. ¡Chapeau!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Chema.

      En cuanto pase un tiempo, colgaré otra por la otra vertiente y por dentro del Hozseca y para ver la Cueva del Tornero y la del agua. Las palizas en las rutas invernales con Ignacio están aseguradas. Menos mal que las solemos hacer los sábados y tenemos el domingo para reponernos.

      Un abrazo.

      Eliminar
  2. Por donde entra esa lata de sardinas no entran otros T.T. más afamados. Es un demonio! Magnífica entrada Toni. Interesante como todas las q pones.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Javi.

      Si si, la Lata de sardinas con lo pequeñajo que es se mete por cualquier sitio. Unas veces vamos con él, y luego toca con Torri, mi Terrano.

      Eliminar
  3. Hello Toni!!

    Fabulosas vistas del Estrecho de Carangosto y de esa parte de la Hoz Seca, con esos diques que penetran, haciendo doblegarse a las ramblas. Como ya pudiste ver en una entrada que hice, recorrí por dentro la Sarguilla y la Hoz Seca, y como dices en la encabezada del repor;¡esos parajes son droga dura, jajaja!

    No se cuando, pero esos parajes perdidos, volverán a ser parte viva de mis recorridos.

    Aupa Toni!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Javi.

      Pues si, según iba haciéndola me acordaba de ti y tu ruta por aquellas soledades. Yo al igual que tú también había ido por dentro pero ir por arriba por los bordes es otra manera de ver este paisaje que embelesa mucho.
      Ya sé que tarde o temprano volverás a andar por estas sierras ;-)

      Eliminar
  4. ¡Cómo me ha impresionado tu reportaje gráfico del curso alto de la Hoz Seca! (incluida la Rambla de la Sarguilla) precisamente porque no los conocía y, por tanto, ignoraba de su grandiosidad y belleza.


    Sólo he recorrido el tramo fluvial (varias veces y en distintas épocas) -desde Las Juntas hasta la Cueva del Tornero (que también conozco) donde has finalizado tu exploración- disfrutando como se le van uniendo los aportes de los distintos manantiales que van surgiendo a nuestro paso; y sobre todo el gran borbotón sobre el fondo de la Presa de la Central hidreléctrica en el que no suele reparar la mayoría de senderistas.

    Y es sólo a partir de los manantiales de Huerto del Gorri -junto a su orilla- cuando el curso del río Hoz Seca (Oceseca, en su curso bajo de río) fluye continuamente, incluso en verano, hasta Las Juntas.

    ¡Enhorabuena Toni! por tu gran trabajo divulgador.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Leoncio.

      Encantado de tenerte por aquí y gracias por comentar. Recomendaría andar por esta zona media y seca del Hoz Seca por arriba, por sus bordes. Como se ve en las fotos, es otra manera muy bella de ver ese paisaje.
      No sabía que los manantiales nacederos del Oceseca se llamaban de Huerto del Gorri. Gracias por el dato.
      Ya te comenté que mi padre, pescador por toda esta zona, me hablaba de ese nacedero donde está la presa de la vieja Central, y yo nunca lo he llegado a ver.

      Un saludo.

      Eliminar
  5. Hola Toni.

    A mi, si es para disfrutar de parajes tan fabulosos como este tampoco me importa cascarme hora y media/dos horas de coche. Espectaculares estampas las que os regaló esta agreste hoz, con esos puntales presidiendo cada meandro, o con esas amplias pedreras por las que solo osan subir y bajar las bestias (de cuatro patas jeje), me ha gustado también el inciso que haces a la actividad humana que hubo antaño por esos lares, la foto de la sartén es muy ilustrativa.
    ¿Lata de sardinas?, si no me equivoco, es un Suzuki Samurai, ¿no?, detrás, y que no se me enfade Torri, de los viejos Land Rover, el mejor 4x4 de la historia.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Dani.

      Si bueno los montañeses serranos que aparecemos por aquí como tú, yo, Andrés, también Ignacio, somos de los meternos el tute tanto de patas como de ruedas.
      Tengo una serie de fotos de aperos de cocina de tiempos pretéritos. Lo mismo me da un día y hago una entrada sobre eso, ajajaja.
      Torri no se enfada no te preocupes, que la Lata de Sardinas se mete por todos los sitis, además es mitad de pequeño que Torri. Buena pareja hacen los dos, aunque pocas veces coinciden..

      Un abrazo.

      Eliminar
    2. Te has olvidado de incluir en la lista al señor Nieto, que también se devora sus kilómetros ;-)

      Eliminar
    3. jajajaja, cierto. El Sr. Nieto es un ejemplo a seguir en eso de meterse tutes y palizas.

      Eliminar
  6. Hola Toni.

    Muy bueno, muy bueno!! He visto tu entrada éstos tres días seguidos porque... se me han puesto los ojos como platos con tan espectaculares barrancazos!! Que belleza, que soledades. Me imagino el madrugón que os disteis, pero valió la pena, y con el mini-Suzuki se llega donde haga falta.
    No te preocupes por lo de la edad, que aquí me tienes pateando la Serranía desde hace 25 años y metiéndome 3 horas de carretera. Ojalá pueda seguir haciéndolo otros 25 años... como mínimo, je,je.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Andrés.

      No me acordaba pero tu eres un gran ejemplo de esto que digo de los coches volviéndote a Toledo. Dani también pues se baja mucho a Alicante y luego tiene que subirse a Castellón. En fin, que nos duren las ganas a todos muchos años.
      Y ten cuidado que esas soledades enganchan....jejejje

      Un abrazo.

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares