NIEVE REPENTINA EN LA HOZ DEL HUÉCAR



Hacía tiempo que no ponía entradas relacionadas con Cuenca capital. La ocasión esta vez surge sin premeditación ni alevosía. Me explico: Llega otro de esas borrascas que suelen llamar con títulos ostentosos y rimbombantes, tipo Ciclogénesis explosivas o DANAS, y nombres de camadería y amistad, tipo Bruno, Lola, etc.
Como tantos otros, deja mucho menos de lo que se comenta previamente. Según se acercan los días, van perdiendo fuerza y, concretamente, en la Serranía de Cuenca y alrededores, suelen dejar apenas unos pocos litros de agua y una enfarinadas blancas que apenas llegan a ser nevadas de muy pocos centímetros. Es siempre la misma historia, y de gravedad sangrante, ya que esta tierra lleva acumulada un sequía que lleva camino de ser tristemente famosa.
En una de estas, que todo el mundo decía que esa noche iba a nevar de lo lindo, cuando nos levantamos, comprobamos que en la capital se veía mojado pero de nieve apenas nada. Eso si, cuando alzábamos la cabeza en busca de los tres atalayas vigilantes de la ciudad, si veíamos que la parte alta del Cerro Socorro, el Cerro de San Cristóbal y el Cerro de la Majestad estaban blancos.
No hizo falta más para que le dijera a Maru y Nacho que nos abrigáramos y pusiéramos ropa de campo que nos íbamos a ir por allí arriba.

 
Para los que no conozcan la ciudad de Cuenca y sus Hoces, decirles que estas últimas es la mejor manera de estar en la naturaleza y en el monte sin necesidad de coger el coche. Nosotros si lo cogimos pero haríamos unos 5 o 6 kilómetros solamente, en escasos diez minutos ya estábamos encima de la Hoz del Huécar, donde esa diferencia de unos 100 metros aproximadamente de desnivel, había sido suficiente para dejar la capital sin nieve, y sus hoces blancas, como vais a ver en las fotos.


Dejamos el coche al poco de empezar la carretera que va al Cerro Socorro y ya vemos que ha sido una gran idea acercarnos a ver esto.

Dejamos el coche, pues queremos andar en este primer tramo que es por asfalto pero es muy poco transitado y miren como está de bonita.


                         Las muchas paredes de la Hoz toman formas y ángulos imposibles.


Aunque dejaremos pronto la carretera para coger la senda que va a la Cueva de la Zarza, pasando primeramente por un viejo merendero.

Donde hay dos viejas fuentes con muy poca agua, y que yo las he conocido como la Fuente del Chumino.

                             Esta que está al lado tiene una pequeña alberca donde queda agua.


                             La senda está completamente limpia y va a ser toda una gozada.


      Ya que a esta altitud, unos 100 metros más arriba de Cuenca ciudad, la nieve ha cuajado.


                         Realzando y sublimando el paisaje de la Hoz del río Huécar.


La senda va por este lado, daremos la vuelta a ese puntal para llegar a la cueva de la Zarza y a la vuelta subiremos a ese mirador que ven arriba, y volveremos por la carretera que va por la parte superior.
 
Miremos donde miremos veremos rocas y paredes de formas caprichosas.
 
 
La senda se dirige a los esquinazos que va conformando la Hoz.
 
Que es donde más nieve y vegetación se suele acumular.
 
Aquí no sé si soy el Yeti de la Serranía o Jack Nicholson en el Resplandor.
 
 
Es decir, el mismísimo Jack Torrance.
 
 
Esta piedra menhir se desgajó de las paredes de la Hoz hace unos cuantos años.
 
 
La abundancia de arbustos, tipo majuelos, guillomos, zarzas, etc crea un entramado blanco completamente fascinante.
 
 
También miramos al otro lado de la Hoz.
 
 
Donde se ven los distintos Hocinos ubicados por debajo de las paredes rocosas.
 
 
Hasta que un saliente del sendero nos aparece la muy noble y muy leal, Fidelísima y Noble, Heroica e impertérrita Ciudad de Cuenca.
 
Parador de Turismo en primer plano, luego la Hoz del Huécar, y después el casco antiguo de Cuenca. Que lástima que la nevada no hay sido más copiosa y hubiera tapado todos los tejados de blanco.
 
En primavera se suele ver así.
 
 
A la vuelta del esquinazo, nos encontramos con la Cueva de la Zarza.
 
 
Donde despunta esplendorosamente la vieja y recia Noguera que hay allí.
 
 
 
Aunque en este punto nos volvimos, y además aligerando el paso. El motivo era que, aparte que habíamos quedado a tomar las cervezas, yo, de tanto hacer el ganso con Nacho a tirarnos bolas y a ducharnos de nieve moviendo las ramas, estaba con el pelo totalmente mojado, cosa que me hizo temer que me pudiera constipar por lo que tocaba secarse bien y volverse. La vuelta no la íbamos a hacer por la misma senda, sino que allí mismo hay un ramal de sendero que sube a la parte alta de la Hoz donde hay un mirador puesto al lado de la carretera de asfalto que va al Cerro Socorro.
 
 
Cogemos ese ramal de sendero que sube a la parte alta.
 
 
Se nos van abriendo unas perspectivas de la ciudad que me tienen cautivado.
 
 
Y con el zoom saco vistas como esta con el Hocino ruinoso del poeta Federico Muelas en primer plano, y la parte alta de vieja ciudad de Cuenca. Al otro lado de las casas estaría la Hoz del Júcar, y detrás se ve la loma del Cerro de la Majestad.
 
 
Un poco más arriba, otra bella perspectiva.
 
 
La senda en este tramo va en roca viva, donde se aconseja buen calzado ya que esta todo muy húmedo y mojado.
 
 
Si ya de por si, las erosionadas rocas de las Hoces de Cuenca son muy fotogénicas, súmale la nieve......
 
Nacho me hace de figurante para que apreciemos el verdadero tamaño de esto.
 
Otra nueva perspectiva al que le suma nuevos componentes como este primer plano de arbustos con nieve.
 
 
Nacho va más calado aún que yo. A la izquierda podéis ver la parte trasera del Cerro de San Cristóbal o Cerro de las Antenas.
 
 
 
 
Nacho nos hace de figurante estupendo para enmarcarlo en esta foto.
 
 
Viendo esta foto, me da por pensar que si Cuenca no hubiera existido, aquello habría sido un espinazo rocoso descendente con un río a cada lado y paredes vertiginosas a ambos lados.
 
 
 
Seguimos subiendo pues ya se ve el mirador.
 
 
Hay que mencionar la estatua del Sagrado Corazón de Jesús vigilando desde el Cerro Socorro la ciudad de Cuenca.
 
 
Y con un buen zoom sacar la Torre de Mangana, de los mejores ejemplos que quedan de la Cuenca musulmana, y gente subiendo por la senda que sube al Cerro Socorro.
 
 
Dejamos atrás el mirador y nos ponemos en la carretera.
 
 
Donde Nacho va haciendo unas bolas gigantes de nieve.
 
 
Antes íbamos justo por debajo de las paredes rocosas.
 
 
Extraña la sensación de ver piscinas entre la nieve en medio de la Hoz.
 
 
La vuelta es por esta bella y poco transitada carretera.
 
 
Aunque atajaremos en varias ocasiones para ir por el bosque, que quien diría que tenemos este paisaje a cinco minutos de la ciudad.
 
 
Ya nos vamos acercando al coche.
 
 
Tengo tanta sed que no si llegaré a las cervezas.
 
 
 
Esto ha sido todo.  Hasta la próxima
 
 
 

Comentarios

  1. A mí me ha gustado lo de la Fuente del Chumino 😂😂😂
    Una pregunta: en época de berrea se llega a oír o ver algo desde la ciudad?

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    1. Hola Javi.

      No, desde la ciudad no se ve ni se oye la berrea. La gente de la capital se suele subir a las Majadas o a Uña, en esos pueblos, sabiendo donde ir, ya se puede oír y avistar. Lo que si se pueden ver por estos sitios de la entrada son jabalíes y en el cielo buitres, muchos buitres.

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  2. Gracias por ser tan buen embajador de la belleza que albergan estos rincones. Bellas palabras.

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    1. Muchas gracias Anónimo por tus palabras.

      Un saludo.

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  3. Me ha encantado el reportaje: bonito curioso y divertido, pero sobretodo ilustrado con todas esas fotos tan chulas. Gracias!!

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    1. Gracias Anónimo a ti por comentarme. Encantado que te haya gustado. Siempre intento poner notas de humor en la entrada para que, además, sea más amena.

      Un saludo.

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  4. ¡¡¡Aquí estaaá Toooni!!! jajajaja.

    Aún me estoy descojonando con esa comparación Toni Segarra/Jack Torrance jajaja.

    Bonitas estampas invernales de una ciudad que si ya es bonita de por sí lo es mucho más cuando se viste de blanco. Las fotos son todas preciosas, pero esas en las que se ve todo blanco y se dibuja perfectamente el sendero, desnudo de nieve, son realmente llamativas.
    Esperemos que esta no sea la última nevada del invierno.

    Un abrrrazo (lease con acento ruso) ;-)

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    1. Hola Dani.

      Jejeje, os enseñamos la foto mía con nieve encima pero no quise decir nada de la comparación con el señor Torrance por no jorobar la sorpresa de verlo en el blog.

      La verdad que no tuve más que apuntar y apretar la cámara; cuando aparece la nieve está todo hecho, y si encima hay vegetación, hay rocas, y vistas pues como que es muy fácil, y a la vez muy bonita.

      Otro abrrrazov desde Vladivostok...digo Cuenca.

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  5. Hola Toni.

    Que bueno! si hacen una segunda entrega del Resplandor, fijo que cogen aunque sea como doble.

    Sin duda es una suerte poder tener esos parajes tan solo abriendo la puerta de casa, recorrido precioso, que con esa fino manto de nieve, le da un color espectacular y encima con unas excepcionales vistas de la ciudad.

    Un saludo

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    1. Hola Eduardo.

      Un resplandor a la española, jejeje no estaría mal!!

      Cuenca al estar encaramada a las rocas y pasar dos ríos por sus lados, con nieve, en primavera, en otoño, está muy bonita y espectacular.

      Un saludo.

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  6. Hola Jack...digo Toni...jajaja
    Lo que me he reído con la comparativa,eres un crack.Desde luego que había que aprovechar ese leve manto blanco,en ese precioso entorno de los alrededores de Cuenca.Preciosas estampas,las que nos has mostrado y el topónimo de la fuente,de lo mas acertado...jejeje.

    Un abrazo.

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    1. Hola Juane.

      La verdad que lo de Jack Torrance me lo dijo una amigo cuando le enseñamos la foto por el móvil. Dijo que me parecía al del Resplandor y de ahí, me vino la idea de compararlo.

      Haberse quedado en casa, habría sido un inmenso error. Hay que aprovechar las pocas oportunidades que nos da el cambio climático para ver otros fenómenos meteorológicos.

      Un abrazo.

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  7. Hola! Donde dejasteis el coche? Habrá nieve este fin de semana?

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    1. Aquí habrá en las umbrías. Dejamos el coche a los 300 metros de coger el desvío hacia el Cerro socorro.

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