INSTANTES Y LUGARES DEL AÑO 2018 (COMPENDIO Y SÍNTESIS)


Finiquitamos el gran año 2018 con un resumen de los momentos y parajes que han pasado por el blog. Por un lado, decir que para la Serranía de Cuenca y sierras aledañas (Sierra de Albarracín en Teruel , Alto Tajo de Guadalajara, y Sierras valencianas -Rincón de Ademuz y Comarca de los Serranos-) ha sido un año curativo.
Un año que ojalá se repita más veces, pues a lo pésimo e hiriente que fue el año 2017 con un atroz sequía y altísimas temperaturas, agravada con una voraz plaga de la oruga procesionaria del pino, vino este año salvador con un régimen de lluvias que en muchas partes de la Serranía ya hemos sobrepasado los 1000 cc y un tabla de temperaturas más normales para estas sierras, que llevábamos años sin ver, teniendo en el verano los inmensos pinares de Cuenca ya otra vez todo su verdor característico.


Por otra parte, y tomando como fuente de inspiración, como tantas otras veces,  a mi amigo Dani y su blog Per dalt i per baix, en vez de hacer una recopilación cronológica de lo que ha sido el año, mes a mes, colgaré de manera más caótica y sin orden ni concierto, fotos de momentos y de visiones que han ido sucediendo a lo largo de este año. También, colgaré un escrito mío acompañado de fotos. Ultimamente, padezco de teclitis y a la mínima me sale una historia, bastante malas por cierto, pero bueno, ahí lo dejo para quien la quiera leer.

Si queréis encontrar una entrada determinada existen básicamente dos maneras: 1) si os sabéis el pueblo donde trascurre la ruta o el paraje del que queréis saber, ir al lateral del blog donde están las etiquetas de los distintos pueblos.
2) Poner en el Google la palabras Magia Serrana y luego el paraje, ruta o pueblo del que queréis saber, y os enlazará con la entrada en cuestión.


Sin más preámbulos, os paso a desgranar el año 2018.




Inauguré una nueva sección llamada Radiografía de un sitio harto singular, y en ella mostré dos parajes con mucha magia: La Cueva del Boquerón y el Nacimiento del río Trabaque con su cascada a la cabeza.


Aunque no está fácil bajar, merece mucho la pena por ver nuevas perspectivas de la cascada.



              Volver siempre a la Dehesa de los Olmos es una constante todos los años.


                                La cueva del Boquerón a pie de pared rocosa de librerías.



Por donde después de continuadas lluvias sale agua por su preciosa boca, y un servidor, más que mirar su reflejo, le pega un buen trago de agua.

El río Turia es un río principalmente turolense-valenciano pero tiene un bello tramo que entra en la Serranía de Cuenca por el término de Santa Cruz de Moya. Recorrer sus trochas y sendas es algo que suelo hacer dos o tres veces todos los años.



         Su rastro de dorados chopos delata su discurrir entre hoces rocosas de todo tipo.


Cada vez me pongo menos el neopreno, pero eso no quita para que alguna vez caiga un barranco acuático; en este caso, bajando por el Río de Arcos, afluente del Turia, allí en el vértice donde se juntan Cuenca, Valencia y Teruel.


                      Barranco hecho con el grupo de espeleología/ barranquismo de ARA.


El valle del río Escabas tuvo dos entradas en dos espectaculares rutas por dos de sus muchos salvajes arroyos. Una recorriendo el Arroyo Frío en pleno invierno con los pies por delante, y otra también invernal visitando el Arroyo Barbazoso desde Poyatos.


                           Arco rocosos y cascadas con hielo en la ruta del Barbazoso.


El Arroyo Frío es uno de esos arroyos de alta montaña que es todo una gozada en su corto pero espectacular discurrir.


Dos construcciones en la piedra rodeno muy peculiares, una del reino humano y otra del reino animal,  en las sierras de arenisca de Villar del Humo y de San Martín de Boniches.


Viejo mirador puesto sobre el rodeno para poder ver la Torre Balbina y todo el paisaje de este parte de Villar del Humo.


Había visto nidos de Golondrina daurica en techos de viejas construcciones pero nunca en la piedra rodeno.


El año comenzó con nieve, y eso no se debe desperdiciar, ya que la sublimación nivosa en el monte es digno de admirar. De Cuenca ciudad y la Hoz del Huécar  a las Majadas pasando por Castillejo de la Sierra, veremos tres blancas instantáneas.


No fue mucha la nieve caída pero suficiente para que se viera distinta Cuenca desde la Hoz del río Huécar.


                        El vértice de la Zomatilla en Las Majadas alineado con un Gyp Fulvus.


El día de la ruta por los barrancos de Castillejo de la Sierra hacia bastante frío, y si no, que se lo digan a esta musaraña/ratoncillo.






Oír hablar desde hace muchos años del Moncayo, el gigante del Sistema Ibérico, y no haber recorrido sus hayedos y hollado su cima, era una cosa imperdonable; asunto que hizo que para allá fuéramos Nachete, Maru y yo.


El gigante ibérico nos sorprendió con nieve en la parte alta y sin apenas cierzo. ¡Más no se le puede pedir!


Le dediqué una entrada al tercero de los ríos de Cuenca ciudad, desconocido hasta para gran parte de los autóctonos de la ciudad de las Casas Colgadas, el río Moscas y su sorprendente complejo lagunar. Y se de lagunas hablamos, siempre es un placer volver por Talayuelas, en este caso para ver su laguna y la formación geólogica del Cañón u Olla.


         La Laguna de Talayuelas, vista desde lo alto de uno de los cerros que la circundan.


La sorprendente grande Laguna del Atalaya, de agua siempre constante alimentada por el acuífero del río Moscas.





Compartir con nuestros amigos de Betxí (Castellón) un fin de semana de raciones, rutas, risas y cerveza es siempre una ocasión esperada y especial. Aparte de su habitual visita a la Serranía, en el blog han salido este año tres quedadas, en el pueblo de valenciano de Chera para subir a un pico y ver una hermosa cascada, otra fue recorrer el corazón de la Sierra de Albarracín por el Cañón del río Blanco en el pueblo de Calomarde y visitar sus pasarelas, y la última fue subir el colosal Puig Campana en el interior montañoso de Alicante.


                  Posiblemente el desnivel más exigente más cerca del mar: el Puig Campana.


Gracias a unas pasarelas pudimos conocer el estrecho del río Blanco, afluente del Guadalaviar.


                 Magia Serrana (y la vida) no se entienden sin la Cerveza. Foto de Dani.




Recorrer los pinares de la sierra alta de Cuenca de más de 1600 metros de altitud con un manto de nieve, mucho frío y barrancos desconocidos puede convertirse en todo una gozosa experiencia.


                                                           El Canadá español.

Por fin conocimos la isla canaria de La Palma, allí donde las playas brillan por su ausencia y los senderos y la naturaleza lo hacen por su presencia. 6 fotos seleccionadas por cada uno de los 6 días que estuvimos allí.


Dentro de la Caldera de Taburiente habitan seres tan impresionantes como este Pino canario.


No todos los días se ve una poza de agua cristalina dentro de una colada volcánica y el del fondo, yo.


Tuvimos la suerte de ver desde el Roque de los Muchachos la Caldera despejada y como poco a poco se fue llenando de nubes.


        Entrar a los cabocos de los barrancos de La Palma es viajar a paisajes de ensueño.


No todos los días se ve un pueblo marinero dentro de un acantilado de cientos de metros y el mar chocando muy cerca de las casas: La Candelaria.



Desayunar aguacates recién caídos del árbol del jardín mientras al fondo vemos la cúspide blanca del Teide solo te puede pasar en la Isla Bonita.



De mis serranas recopilaciones que he puesto este año hay mucho y variado, desde cuevas tinás de ganado hasta restos históricos diseminados por la sierra.



               Algunas cuevas tienen proporciones gigantescas como la de las Grajas.


La Serranía está llena de restos históricos, tales como estas tumbas antropomorfas de época visigoda.

En Buenache de la Sierra y Palomera, dos pueblos serranos satélites de Cuenca capital, hicimos dos rutas en pos de recorrer dos hermosos arroyos, afluentes del Júcar y todos los hábitats de ribera que te puedes encontrar.


La Dehesa de robles del Arroyo Bonilla es un lugar donde el paseo adopta un cariz gozoso.



                                Magia Serrana tampoco se entiende sin la Tortilla de Patatas.






Por un lado celebramos el Encuentro Mundial de Sierras Erosionadoras (EMSE) en la Serranía de Cuenca, y por otro, dos entradas más sesudas donde desgrano las características, rasgos, cuestiones y actual problemática con la despoblación de la Sierra de Cuenca, dentro de lo que es su sistema montañoso natural, el Sistema Ibérico.


      En el EMSE se presentaron obras tan curiosas como "el Tío Acojonao" o "Moai Serrano."



En el pueblo de Pajarón -Serranía baja de Cuenca- no vi a nadie por el pueblo pero si vi este dibujo en las paredes. ¡¡Muy revelador!!


Sierra de Albarracín tulorense, Alto Tajo de Guadalajara y Serranía de Cuenca, las tres conforman uno de los pulmones de España y todo un paraíso para un senderista.


No me puedo olvidar del Alto Tajo en Guadalajara donde todos los veranos trazo dos o tres rutas para alternar la ruta con baños variados. Esta vez fuimos a conocer una parte del cañón del río Ablanquejo, afluente del Tajo.


En este gran remanso del Tajo me pegué unos refrescantes baños mientras admiraba los anticlinales de las paredes.

El otoño en la Laguna de Uña se muestra esplendoroso mientras subimos a lo alto de la Muela por un paso ancestral, y no muy lejos de allí, en Valdecabras, recorreremos el Rincón Grande y el Rincón Chico en pos de, valga la redundancia, rincones mágicos.


La Peña Rubia de Uña, otro de los puntales de la Muela de la Madera, y sitio idóneo para ver Uña y su laguna.



El Rincón Chico de Valdecabras, un lugar para sacar la tortilla de patatas y la nevera con cervezas mientras se deja volar la imaginación.


LA NEVERA DE ZACARÍAS.




Corría el año 1957. Cualquiera diría viendo el ceño fruncido y la cara de mala virgen de Zacarías que hoy no estaba teniendo un día bueno. Si es cierto que la tez arrugada, mejor dicho curtida, producto de 57 años a la intemperie, de trochear cerros y barrancos de sol a sol con el rebaño de aquí pa´lla desde casi niño, le había conferido a su rostro una imagen que así, a primeras y sin hablar con él, era casi imposible saber si estaba enfadado por algo o era su cara cotidiana.

No obstante, en su pueblo, Buenache de la Sierra le apodaban “Siglo”, las cosas de haber nacido con el mismo, y el casual que en el pueblo hubiera alguien ocurrente, que no es pan de cada día encontrarse con alguien que ponga apodos tan raros y porque no, originales.

En todo caso, suele ser raro que algo altere el genio de Zacarías ante el acto repetitivo de todos los días de sacar el rebaño y llevarlo a pastar, buscando los mejores prados, esos que aguantan aún el agostado que padecen los montes de la Sierra de Cuenca en estas fechas de dura canícula.
Y no es que se le hubiera extraviado alguna oveja o algún problema con alguien del pueblo, es algo mucho más nimio, de apenas importancia pero a Zacarías se le pone mala leche, y es que no aguanta el jodido calor de estas fechas veraniegas por sus montes. Deber estar cayendo unos 36º y Zacarias, hombre de frío, que le encanta que el aire gélido, la rasca, le azote en la cara mientras con todo el resto de cuerpo abrigado con sus pellizas y jersey de lana que le pasa su primo Matías de Cuenca, no lleva nada bien estos calores tan fuertes.

Acaba de bajar con el rebaño por el Portillo del Tabaco, su destino es el vecino pueblo de Palomera, ya que la humedad de la Hoz del Huécar, hace que sus laderas sean aún lugares buenos donde las briznas de hierba aún reverdecen.  Lo mismo tiene suerte y por el Paso de los Carros se encuentra a algunos conocidos que están bajando troncos al pueblo y le pueden dar algo de tabaco de liar. Siempre que pasa por el Portillo del Tabaco, echa en falta unas caladas a un cigarro, y más aún, justo después de los tragos de su Benedictino que se va a tomar.
Deja el rebaño guardado en una tiná que tiene allí adosada las rocas de los laterales de la vaguada, muy cerca del viejo camino de los Ceños, y se desvía un poco, acompañado de sus dos perretes, fieles como ellos solos. Podría dejar a los ovejos paciendo tranquilamente pero su prioridad principal es bajar a Palomera y para la brevedad del asunto que tiene que hacer en ese momento, no quiere estar teniendo luego que reunir a todas las ovejas. Parece que se dirige a un lugar a sabiendas, y se puede jurar que su cara cambia, como si ese ceño fruncido se estuviera destensando.

Está fácil encontrar la Tiná de Zacarías pues la gran roca donde es tiene una forma inconfundible.

Aquí dejará el rebaño durante un rato, ya que el debe hacer algo antes.


Y voto a bríos que así es, ya que Zacarias se dirige a unas de las miles de enormes rocas calizas que  hay diseminadas por toda esta parte de los barrancos del Arroyo de la Rambla. Se para delante de una roca de 15 o 20 metros de alta, pues delante suyo hay un agujero como de tres o cuatro metros de profundidad por uno de ancho, y mete más de medio cuerpo en el agujero para sacar una caja de madera abierta por arriba. La humedad que confieren las piedras ya hace que allí al cubierto del agobiante calor y del sol justiciero se esté mucho más fresquito pero no solo eso sino que sin duda alguna estamos en lo que podríamos denominar la nevera de Zacarías.

En estas grandes moles rocosas, la humedad y el frescor es el mejor lugar para estar cuando las temperaturas son agobiantes, y hacia aquí se desvía Zacarías.


Sin duda alguna, estamos en ese momento que Zacarías lleva esperando unas buenas horas, más o menos, desde que ese frescor de las mañanas cuando el sol aún no ha mostrado su cara pero si luz, ha empezado a retirarse para dejar paso a este calor insoportable. De la vieja caja de madera extrae una botella de un precioso color verde llamado Benedictine, un licor gabacho de hierbas de 27 plantas y especias y  resoplando, incluso sonriendo, le pega dos largos tragos. Al terminar lanza un par de improperios y un eructo, mientras luego le pega otro largo trago a otra botella, en este caso, de agua de vichy catalán. Le encanta el contraste de las dos bebidas fresquitas. Además de su hatillo saca un buen trozo de somarro y con la navaja lo corta en trozos encima del plato que guarda en la caja. Este almuerzo suyo es sagrado y revitalizante para afrontar el resto del día. El tener la caja con las dos botellas dentro del agujero hace que allí haga unos cuantos grados menos, y eso es una cosa que agradece, tanto como el contentillo instantáneo que le confiere los 40º de graduación alcohólica del Licor Benedictine. Mira la botella pensando que va a tener que bajar a Cuenca en breve a comprar una más, aunque ahora que lo piensa, en casa tiene algunas pesetas más que le dieron por la lana aquellos hombres de Huélamo, por lo que aprovechará y se comprará dos botellas.

La nevera de Zacarías. La caja de madera con las botellas dentro estaría al fondo del agujero.

Licor Benedictine a la izquierda, y la botella de agua de Vichy Catalán para después.


Justamente al lado de la nevera está ese pequeño refugio que Zacarías se ha buscado, pues el año anterior, cuando estaba con su ritual de desviarse a catar un poco de licor, le cogió una tormenta de esas de verano, que para él son de los más agradecido y deseable del mundo pero aquella fue de una violencia inusitada, con unas bolas de pedrisco como canicas gordas,  y tuvo que resguardecerse allí dentro. La verdad que es uno de sus muchos refugios que tiene diseminados por toda esa parte de la sierra en caso de tormentas y borrascas pero este de al lado de la nevera es el que más le gusta pues en caso de hacerlo siempre lo hace con la botella de Benedictine en la mano.

                           Allí al lado está el refugio de Zacarías.


Además en alto para que en el caso que se quede a dormir, no se cuele ningún zorro y le robe el somarro (o salon)

                       Una foto más desde dentro de la cueva refugio.


Una vez guardada la caja en lo más profundo del agujero, llega el momento que Zacarías se dice que debe seguir su camino y reunir al rebaño, y llamando a los perros, se lanza hacia el fondo del vallecete mientras de su boca sale un largo y estentóreo eructo, lanzando un exabrupto dirigido al astro rey.

                                                    Toni Virtudes Segarra.(2018)

La Hoz del Huécar muy cerca de Palomera, lugar a donde Zacarías lleva el rebaño para pastar.


Esto ha sido todo, espero que les haya gustado. Por mi parte, desearles una buena entrada en el 2019 y tengan cuidado con los excesos en estas fechas.



Comentarios

  1. Toni, viva tu Magia. En Ciencia del Paisaje ya sabes que te doy Matrícula de Honor.

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    1. Muchas gracias Juan, sabes que aprecio tus palabras, así como los años que estuvimos juntos.

      Un fuerte abrazo.

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  2. Hola Zacarias!

    Muy bueno el relato, que describe muchas de las maravillas que esconde está serranía de Cuenca y que a buen seguro más de uno en su día haría, ya que el pastoreo ahora casi desaparecido antes era una forma de vida.

    Ya veo que he salido en una de las fotos, aunque sea tamaño liliput, feliz año y a ver si en el 2019 nos volvemos a juntar.

    Salud y montaña!

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    1. Hola Eduardo.

      Jejejeje, no me acordaba que ese ser liliputiense de las Cavernas eras tú. Hombre está claro que has formado parte de MS en este 2018.

      Encantado que te guste mi relato serrano, a ver si me viene la inspiración más veces y me sale alguna otra cosa.

      Salud y montaña.

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  3. Hola Toni, alias Zacarías...

    Gran forma de resumirnos este gran año 2018 que está a punto de dejarnos.

    Veo que no sabes estarte quieto, de la Serranía de Cuenca a Albarracín, del Moncayo a el espectacular Puig Campana, que gozada de rutas que nos has regalado.

    Solo puedo desearte que este 2019 que está a punto de comenzar sea tan productivo como el 2018 y que podamos seguir disfrutando de tu arte para explicarnos todas tus aventuras y rincones mágicos que nos descubres.

    Salud, montaña y próspero 2019!!!

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    1. Hola David.

      Aunque parezca que me he movido mucho, yo me he visto muy estático este año, entre otras cosas al no haber ido a Pirineos este verano pasado pero si es cierto que por Marzo andábamos por la Palma, jejeje.

      Espero seguir este año que va entrar haciendo lo mismo que este.

      Gracias por tus palabras, David, a ver si surge la ocasión de conocernos y compartir ruta.

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  4. Espectacular como siempre, muchas gracias por deleitarnos con tanta belleza.

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  5. 31 de diciembre del 57. Cae una copiosa nevada en Buenache de la Sierra. El ventanal de un viejo caserón de la plaza emite una tenue luz, casi mortecina, proviene de una chimenea. Frente a sus calorías está sentado Zacarías, se está fumando un Farias mientras degusta una copa de Carlos III, lo lluvioso del año ha sido muy beneficioso para su rebaño y para él, ha valido la pena aguantar algunas penurias durante el pastoreo, así que en su viaje anual a Cuenca, además de la botella de Benedictine ha podido permitirse comprar otros caprichos. Las campanas de la iglesia tocan las doce. Empieza otro año, sin apartar la mirada perdida de uno de los gruesos paredones de la estancia Zacarías desfrunce brevemente el ceño, incluso esboza una leve sonrisa, esta nevada significa una primavera verde, que si con suerte resulta lluviosa va a garantizar verdes pastos durante todo el verano, tendrá que aguantar alguna penuria que otra, seguro, pero el año que viene, si todo va bien, volverá a hacer balance fumándose un buen puro, y quien sabe, quizás bebiendo una copa de un coñac más caro.

    Gracias amigo Toni por ser como eres y por inundar un año más la red de Magia Serrana.

    Abrazos para ti y para la family, os deseamos todo lo mejor para este 2019 que se avecina, en el que espero que podamos juntarnos muchas veces más.

    Desde Betxí, Castellón, se os quiere.

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  6. Guuuaauuuu, genial y maravilloso epílogo que le has añadido al viejo gruñón de Zacarías. Jajajaja entre tú y yo lo estamos alcoholizando al pobre!! Parece como si lo viéramos con las ovejas por los montes de la Serranía de Cuenca, y aprovechando esos pocos momentos de asueto y placer que tenía que dar antaño la dura vida de la gente de estos pueblos de sierra.

    Y muchos abrazos para Eva, las dos perritas y vuestras familias, y por supuesto para ti, eres muy grande Dani!!

    Desde Qnk por supuesto también se os quiere y deseando que lleguen nuestras quedadas del 2019, y otro año cerveceril a tope!!

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  7. Bueno , bueno, qué repaso más chulo para finiquitar el 2018.
    Repasando las fotetas me he percatado de que me he perdido alguna de tus crónicas, un despiste imperdonable de modo que me pongo manos a la obra y a ver si me entero de quién ese Zacarías , jejejeje.
    Felicidades , que paséis unas buenas Navidades y a esperar que el 2019 sea tan fructífero o más que éste.
    Un abrazo

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    1. Hola Paco.

      Jejeje hay tienes la magia serrana para cuando te apetezca visitarla.

      Y si, Zacarías es un buen hombre que vivió en la sierra de Cuenca y que he sacado de mi cabeza, y entre Dani y yo le hemos dado un poco de vida.

      A ver si nos podemos conocer este 2019 en un Pico Ranera o cualquiera otra.

      Un abrazo.

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  8. Hola Toni.

    He disfrutado con ese relato tan vital de Zacarías en ésta Serranía que tanto amamos. Ahora hay un invierno por delante(que esperamos no sea muy seco)para seguir deleitándonos por esos gélidos parajes y esas estampas de "Canadá español". Gracias por seguir mostrándonos tanta belleza serrana y por esas sorpresas que aún nos tienes reservadas. Que paséis buena salida y entrada de año, y mucha Magia Serrana para 2019!!

    Un abrazote.

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    1. Hola Andrés.

      Gracias hombre por estar ahí. A ver si a lo largo de este año os cuento algo más de Zacarías Siglo, el pastor de Buenache.
      La sierra está bien de agua, aunque si es verdad que llevamos ya bastantes días de anticiclon y nada de agua. A ver si Enero nos trae borrascas, y a ver si este nuevo año nos podemos juntar en alguna.

      Otro abrazote.

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  9. Hola Toni...
    Mucho tiempo andaba sin pasarme por Magia Serrana,muy mal por mi parte,pero bueno,lo importante es recuperar los buenos hábitos y por supuesto visitar tu gran blog es uno de ellos.Espero volver a disfrutar semanalmente de tu ''Magia'',aunque me he ido un pelin atrás,para ver este grandisimo resumen de 2018.
    Desde luego,hay fotos espectaculares de esos rincones serranos...y ''mas allá'' de ''tus dominios''...jejeje.
    Desde luego Toni-Zacarias,el relato es genial.La vida en esa serranía,seria dura,pero Zacarias,la vivia muy a gusto... y el epilogo,como comentas de Dani,me ha dejado pasmao también...jejeje.
    Bueno Toni,espero que este 2019,ya comenzado,te traiga y nos traiga,mucha Magia Serrana,tanto cerca,como todo lo lejos que nos quieras mostrar.

    Un abrazo.

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  10. Hola Juane.

    Al ver tu comentario he vuelto a releer lo de Zacarías. A ve si le doy vida otra vez.

    Jejeje, que lleve tiempo sin comentarte, Juane, muy pocas entradas tuyas se me pasan. Os lo pasáis tan bien que eso mitiga la falta de monte de los que llevamos tiempo sin salir.

    Un abrazo.

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