EL PICO PEÑALBA POR SU LADERA SUR Y LA DEHESA DE CABAÑAS


Eran tres las veces que había subido al Pico Peñalba, esa bonita montaña que no es un ocho mil serrano por veinte metros, y que vigila altivamente el valle del pueblo de Valdemeca. Su parte alta es como una boina rocosa medio ladeada, donde está el vértice geodésico que marca los 1780 metros.
El hecho de no poder llegar más que a pata, y las hermosas vistas que tiene allí, tanto de Tragacete y el valle del Júcar, divisándose Mogorrita, la Bandera y San Felipe, como de Valdemeca y el valle del río homónimo, divisándose el Collado Bajo, la Muela de la Madera en Uña o Cabeza de Don Pedro en Cañete, es siempre un aliciente para subir cuantas veces apetezca.
Las anteriores veces había subido por el Barranco de la Cerrada y la Hoya del Puerco, es decir, su lado oeste. Otra vez subí por el Barranco de la Quintanilla, su lado este. Subidas algo más tendidas, aprovechando la ubicación y apertura de estos barrancos pero si es verdad que desde el principio lo que me llamaba más la atención era su cara sur, la más inclinada y a priori dura.
Pasó un tiempo para acordarme de esta cara sur, y decidirme a subirla a ver qué tal se me daba, y luego pensé en bajar por un sitio nuevo, la preciosa Dehesa de Cabañas que crea el Barranco de Fuencaliente. La vuelta al coche sería por la carretera.


Las cuestiones que se me planteaban con esta inédita subida por mi parte, eran las pedreras que se aprecian en este lado sur y que me exigieron pericia y cuidado. Por supuesto que para acometer esta vía hay que tener un cierto nivel de preparación física ya que se sube unos 530 metros de desnivel en menos de tres kilómetros, aunque la dureza viene más por la ausencia total de senda e ir subiendo por pequeñas pedreras de todos los tamaños. Al principio vas por el fondo de la vaguada que forma la ladera, de manera más o menos cómoda pero rápidamente esa vaguada se trasforma en una rambla pedregosa.
Dejamos el coche al lado de la carretera y podemos ver algo de hielo mañanero con nuestro objetivo resaltando al fondo.

                                             Desde la carretera no parece tan fiera la montaña.

Según nos acercamos vamos viendo como los robles van ocupando antiguos asentamientos de construcciones relacionados con el pastoreo.

Y también se nos presenta esta ladera sur en toda su extensión. Nosotros vamos a ir por la derecha.

Vemos que la inmensas laderas del Peñalba y aledaños están llenas de jóvenes robles, con algún pino desperdigado.

Mientras me voy acercando, sorprendo a un grupo de buitres dando buena cuenta de alguna carroña.
            Vamos con un juego visual, queridos lectores: ¿Cuántos buitres ven en la foto?

Que estética la boina rocosa del Peñalba, que como ven solo se puede acceder en esta ladera sur, por la parte de la derecha.

Ya estoy puesto en esa vaguada canal, y como ven voy a intentar evitar lo más posible las pedreras de la izquierda y siempre tirar hacia la derecha, que hay más tierra.

Aunque en mucho tramo, la pedrera ocupará todo y no me queda más remedio que ir por ella.

Un vistazo atrás para ver que ya llevo un buen arreón en esta pendiente, y el contador de la cerveza se me ha puesto en valores muy altos.

Llegaremos a un punto, justo debajo de la ladera más inclinada, que una gran mole rocosa la divide en dos canales o ramblas. Yo escogí la de la derecha, ya que aparte, el tamaño de las rocas de las pedreras me pareció más cómoda y accesible, y siempre tenía la opción de tirar más aún hacia la derecha y pisar tierra, en vez de piedras.
Y ahí está el truco para no tener que ir todo el rato pisando rocas, con los consiguientes problemas que eso puede acarrear, hay que tender hacia la derecha y subir pisando tierra, muy inclinada pero tierra, que se subirá haciendo lazadas para mitigar la pendiente.
                       Esta es la rambla de la derecha que he elegido para seguir subiendo.

Me subo a la loma que separa las dos ramblas, y miro hacia atrás. Subiré dejándome caer a la rambla de la izquierda (derecha si voy subiendo de cara)

Curioso el contraste entre la ladera del Peñalba de roca y roble y la de enfrente, la del valle del río de Valdemeca, completamente boscosa de pinos.

Esa canal pedrera que desechamos, lleva directamente al principio de la boina rocosa y yo no quise arriesgar subiendo por ahí, por lo que siempre tirando hacia la derecha, buscando la ladera más terrosa, busqué el ponerme a la misma altura que la boina y entrar en ella desde la derecha de manera horizontal.

                               Nos vamos acercando pero aún nos queda trecho.

Los que nos van saliendo son hermosos pinos que es siempre curioso ver como guardan la verticalidad en estas laderas.

El valle de Valdemeca se nos abre en toda su extensión, donde el pueblo estaría a la izquierda, y al fondo resalta el cordal de la sierra de Valdemeca y el Collado Bajo (1839 metros)

                  También aparece esta perspectiva de la ladera desde la boina hacia abajo.

Vemos que descompuesta es la pedrera ahí delante.

Saltaremos esta pequeña cresta y nos iremos acercando horizontalmente a la boina.

Extremaremos el cuidado pues aunque parece que está cerca nuestro objetivo, aún nos queda pasar por este terreno tan inestable.

De vez en cuando un vistazo hacia abajo, para comprobar todo lo que he subido. ¡¡Cielo Santo, cuando llegue al bar!!

Pero calma Antonio, que aún me quedan muchas horas. Por ahora ya veo la entrada a la boina del Peñalba.

De haber seguido la rambla canal de la izquierda, habríamos llegado por aquí, y francamente, lo veo muy peligroso.

Un hito nos enmarca el bello valle de Valdemeca desde aquí. Parece ser que  los de Valdemeca que gustan de buenas cuestas, le llaman a esta subida los Deslizaderos (Creo recordar que me comentó alguien del pueblo)

¡Coño! Por fin mis botas pisan en horizontal.

Con el zoom saco al final de la boina, el vértice.

Los 1780 metros del Peñalba. Al fondo a la derecha, se puede ver los cortaos de la Muela de la Madera entre Uña y el pantano de la Toba.

Hay muchas cosas que ver desde aquí pero solo pondré algunas, como la Muela de Valdemeca.

La Mogorrita emerge con su cresta sur destacando en el paisaje.

Al fondo, el valle del río Júcar con el pueblo de Tragacete en medio y San Felipe a la derecha del todo.

Justo debajo nuestro está la Hoya del Puerco, pero nosotros iremos bordeando por la derecha hasta llegar a ese collado de enfrente, donde entraremos en el término de Huélamo.

Nada más empezar a bajar del Peñalba, nos sale esta vista del valle del Arroyo de los Santos, donde está el Refugio de las Casas del Cura.

Llegamos al Collado de las Morqueras, donde curiosamente, siempre que paso me encuentro restos de nieve.



La vuelta la haré más larga, todo en aras de conocer la Dehesa de Cabañas, un precioso y encajonado valle alargado que crea el Arroyo de Fuencaliente, y que luego, por un corto y rocoso barranco saldremos a la carretera.
Los últimos 3/4 kilómetros lo haremos por asfalto. No me gusta nada pisar asfalto en las ruta pero bueno en favor de este último tramo puedo decir que es una carretera de montaña que va por el valle del río de Valdemeca con cuchillos rocosos a los lados y apenas tráfico, ya que solo vi en todo el trayecto tres coches.


                 Aprovecho lo que parece un antiguo cortafuegos para bajar mas cómodo.


Paso por la cabecera del Barranco de la Cerrada, por donde subí desde abajo con Dani, nuestro amigo de Betxí (Castellón) Ver Aquí.


                                                                 La belleza de lo inerte.


Una vez en el Collado de la Hoya del Puerco bajaremos siguiendo el trazado de lo que sería el arroyo de Fuencaliente, y esquivando los pinos que nos vamos encontrando.


      Bajada muy empinada por debajo del pinar, hasta que llegamos a la Dehesa de Cabañas, donde se ven robles en cantidad y hasta sabinas.


Bonita lugar formado básicamente por una alargada faja o cingle corrido de cientos de metros.


Si nos acercamos con el zoom, vemos una hermosura de ceñajos y oquedades, donde sobresalen tejos roquedos.


              Y auténticos murallones que le dan una aspecto inexpugnable a toda la faja.


Bonito sitio esta Dehesa de Cabañas con todos los cingles rocosos allí arriba. Pero ¡¡alto....veo algo!!


       Un par de Gyp fulvus descansando en uno de los huecos. Tantas horas en el monte hace que mi vista lejana sea portentosa, no como el oído.


               Un vistazo hacia donde hemos venido, el Collado de la Hoya del Puerco.


Un vistazo en dirección Tragacete, para comprobar que la Dehesa de Cabañas es como un alargado valle alpino, y su faja de muy larga extensión.


      Decidido: aquí tengo que traer a la familia para tumbarrearnos con la tortilla de patatas.


Vamos a dirigirnos hacia la carretera pero antes, en la otra dirección nos asoma el Pico Gamelloncillos (1765 metros)


Para llegar a la carretera, en este tramo solo lo podemos hacer transitando por el pedregoso Barranco de Fuencaliente, donde quedan los restos del antiguo camino.


             Barranco de corta longitud pero de paredes y proporciones nada desdeñables.


  Aquí ya lo hemos pasado y dejado atrás. Justo antes de llegar a la carretera, vamos a ver....


Esa maravilla que es esta Fuente, puesta un poco más abajo de donde está el manantial de Fuencaliente, que echa sus aguas al río de Valdemeca, pocos metros más abajo.


Aunque le doy un buen trago, me guardo el calor interior para ese par de tercios fresquitos que llevo idealizando desde que se puso el contador en marcha, en los cuestarrones del Peñalba.


Llegamos al valle del río de Valdemeca por donde también va la carretera que se dirige a este pueblo.


          Nos espera un largo tramo de carretera que se irá haciendo ameno, viendo......


                        Todas estas formaciones de caliza emergiendo del mar de pinos.


                                   Como ese fraile que se ha desgajado de la roca madre.


Y al otro lado el río de Valdemeca. No es un río que atesore un discurrir espectacular al ir por el fondo del valle,  pero siempre suele llevar buen caudal.


Y me despido con otro tramo de la carretera, dando por finalizada la ruta al llegar al coche.



Con el regusto de una gran ruta de senderismo y para finalizar la jornada, me fui a tomar los tercios a Valdemeca; la media de tragos birreros la mantuve buena: dos tragos el 1º, y tres tragos el 2º. Era como la tierra sedienta de agua de lluvia después de varios meses de sequía.

                      Plano con la ruta realizada.


¡¡Hasta la próxima!!

Comentarios

  1. Hola Toni.

    Dijiste que volverías al Peñalba para inspeccionar esa boina rocosa y has cumplido. Es ese casi "ochomil" que nunca defrauda y desde su cima siempre salen nuevos y próximos retos como esas Cordilleras y los Hontarrones que ya nos enseñaste en otra entrada.
    Yo en mi primera ascensión lo hice a lo bestia, por el espolón sur pedregoso que comentas, y se me hizo durillo; por esa cara es toda una señora montaña, pero es un cerro de esos a los que te une una sensación especial.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. HOla Andrés.

      Si sabía que habías estado en el Peñalba pero no que hubieras subido por esa ladera. Y si es cierto que hay momentos que te resbala la gota gorda aunque si se sube con pausas, mucho mejor.

      También es cierto que su ubicación y su boina rocosa la hacen un cerro tan distinto a los que tiene alrededor, que hace que sea especial subirlo.
      Te dejo ahí mi próximo reto en el Peñalba, subirlo por esta ladera sur (un poco más por la ladera que va a dar justo debajo de la boina) hasta arriba de nieve.

      Un abrazo.

      Eliminar
  2. Hola Toni.

    Como no hay dos sin tres, nosotros estamos pensando volver a subir al Peñalba y ahora ya tenemos por donde bajar. Ese barranco de Fuencaliente es la solución para trazar una ruta diferente a las que ya hemos hecho.

    El Peñalba merece una visita de vez en cuando, y la nuestra está muy cerca.

    Gracias Toni.

    ResponderEliminar
  3. Hola Luis and cia.

    El Peñalba debiera subirse cada x tiempo. Como comentamos Andrés y yo, las vistas, su forma y ubicación y esa boina, la hacen un cerro diferente a los otros y especial.
    La bajada o subida por el barranco de Fuencaliente y Dehesa de Cabañas es muy bonita (alarga la ruta, y si no vais con dos coches, os toca ese largo tramo de carretera pero como digo, es una carretera en la que se hace ameno el tránsito por asfalto. Esa dehesa en primavera/otoño debe estar preciosa.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  4. Hola Toni,

    Impresionante esta subida que has hecho al Peñalba, aventurera al 100%, por una ladera que parece inexpugnable y con unas vistas impresionantes.

    No menos espectacular el descenso, si es que siempre nos sabes llevar a enclaves preciosos.

    Si que se puso pronto a 0 el contador cervecil, para la próxima te va a tocar llevar una bota birrera en el zurrón... jajaja

    En cuanto al reto de los buitres, yo he sido capaz de ver 8, ya veremos si me acerco o no a la realidad... jejeje

    Salud, buitres y mucha birra!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola David.

      Ese toque aventurero al no tener ninguna referencia de la subida era lo que más me gustó, ya que la cima y sus alrededores ya los conocía de otras veces.
      Y si la bajada, sabía yo que afrontar ese valle dehesa bajando desde el Collado iba a ser una imagen muy chula. Esa alargada faja de la Dehesa de Cabañas ya adelanto que no tardé ni una semana en volver y explorarla.

      Fijate, que con lo chiflado que soy por la birra de senderismo, nunca he sido de portear cervezas. Tanto Maru como Dani si lo hacen, y debo reconocer que cuando me la dan en mitad de la ruta, me parece un gran plan y me la bebo encantado, pero luego yo solo no soy de esos, me gusta esperar a ese fin de ruta y conocer los bares y tabernas de los distintos pueblos donde descansar al fin, mientras charlas el camarero/a y algún paisano.

      En cuanto a juego visual, siento decirte, David, que has fallado, y el que ha acertado es Paco Domingo.

      Salud y juegos visuales.

      Eliminar
  5. Hola Toni.

    El Peñalba...qué bonitos recuerdos, qué bien lo pasamos aquel día y qué tute nos dimos. Fue sin duda una de las mejores y más completas rutas de aquel 2016, y de las más vistas ese año en el blog. Recuerdo que aquel día me comentaste que tenías pendiente atacarle por esa vertiente sur, por fin te has hecho con ella, y por lo que cuentas no te defraudó la subida, que se aprecia en las fotos que está tiesa de narices, además de requerir un buen sentido montañero, pues se ven zonas propicias para meterse en un berenjenal, en caso de errar el itinerario correcto.. Las vistas desde la cima, sublimes. La variante utilizada para el regreso también me ha parecido muy chula, con esa Dehesa de las Cabañas y su franja rocosa.
    Lo que queda claro es que cualquier variante al Peñalba es sinónimo de buena ruta, creo que te lo he comentado en alguna ocasión, de las cimas serranas a las que nos has llevado, este Peñalba ha sido la que más me ha gustado.

    Deberías pasar por el taller, que ese chivato del depósito cervecil marca reserva a las primeras de cambio jajaja.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Dani.

      Me acordé bastante de las buenas horas que pasé contigo aquella vez, y si, quería afrontarla por esa ladera de hace un tiempo, y como le digo a David, esa subida por ahí sin ninguna referencia era lo que más me gustaba, y luego conocer la bajada a la Dehesa de Cabañas también.

      Me imagino que no te extrañará si te digo sólo pasó una semana para que volviera a esa Dehesa y explorar la subida a esa faja rocosa, e intentar recorrerla, y digo intentar pues me costó volver una tercera vez para completarla pero eso ya es otra historia que no tardaré en contárosla.

      También estoy contigo, que dentro de "lo poco montañas" que son las montañas de la Serranía, el Peñalba es algo distinto al tener esa forma y una ladera de + de 500 desnivel que es muy raro en la Serranía de Cuenca, Montes Universales y Alto Tajo.

      Tienes razón con lo de mi depósito cervecil. Debo, quizás, pedir que me hagan un reseteo. Lo mío con es líquido empieza a ser preocupante.

      Un abrazo.

      Eliminar
  6. Hola Toni, cada entrada tuya es un puntazo en toda regla que hace aumentar mis deseos de acercarme a Cuenca. Cada vez tengo más ganas pero menos tiempo para hacerlo, en fin.
    Muy chula la subida por esa ladera, digamos, tan poco habitual de en esos paisajes que hacen que una loma incremente su categoría y pase a formar parte del club de las montañas selectas en la Serranía. Y la bajada barranquera queda realmente hermosa.
    Me ha llamado la atención (será por la época del año) el insólito paisaje moteado con esos robles pelados y los enhiestos pinos incrustados.
    Y discrepo de David, yo he visto ocho buitres y medio ... Ahí lo dejo.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  7. Hola Paco.

    Si es verdad que el tiempo es el verdadero tirano para esto de poder ir a ver los sitios. Además, todas estas carreteras serranas son tan intrincadas que hace que tardemos bastante en llegar, pese a que las distancias entre Cuenca y Valencia no son tantas.

    Una de las cosas que le falta a la Serranía es por ejemplo el desnivel de la montaña de tu última entrada, el Monduver. Esos desniveles tan fuertes inminentes en poca distancia; por eso esta ladera sur del Peñalba es rara avis en la sierra de Cuenca.
    La bajada por la Dehesa fue el otro gran aliciente pues era muy bonita, e imaginartela en primavera u otoño, mucho mejor.

    Lo de robles es por la época invernal, en mayo todo aquello se pone verde. Es un poco la repoblación natural, además la de toda la vida, pues el árbol por antonomasia que ha habido en la Sierra de CUenca en siglos anteriores, aparte del pino, ha sido el Roble quejigo, que se cortó desde siempre por la madera, y lleva años (aprovechando esa fatal despoblación) regresando a la sierra de Cuenca)

    Tachán tachán, has acertado de pleno en el juego visual de los buitres. David ha dicho 8, y aparentemente ese el número que hay, pero en la parte superior, más o menos por la mitad de la foto, hay otro al que el borde de la foto se le ha cortado la cabeza.
    Te debo unas cervezas por ganar el juego.......bueno y a David también por casi acertar....

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  8. Hola Toni...
    Magnifico ese Peñalba conquense(aquí en Valencia también tenemos uno,pero con 1000 metros menos de altitud...jejeje).
    La verdad es que de inicio,la subida aunque monte a través,parecía mas sencilla por la visión fotográfica que nos muestras,que a medida que vas subiendo se torna mas complicada y hace que te ganes a pulso esos terciacos...jejeje.
    Extraordinarias panorámicas desde esa "chapela"...
    Desde luego la segunda parte de esa fantástica ruta que nos muestras,también es de quitarse el sombrero(joer,estoy sembrao...jajaja) y desde luego esa parte por carretera con ese entorno,creo que no le importaría a nadie recorrerla.
    En cuanto a lo de los buitres,aunque ya he leido las respuestas,yo había contado nueve,con ese que habéis contado como medio...jajaja.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Juane.

      Seguro que el Peñalba valenciano tiene también buenos cuestarrones. Ya sabes que la altitud en cuanto a la inclinación de las cuestas da un poco igual.
      Y como digo la dureza viene más por tener que subir todo el rato por pedrera a ratos gorda, a ratos fina.

      Pues lo mismo hay uno más, cualquiera se asegura con lo que mimetizan en la tierral

      Un abrazo.

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares