EL ARROYO DEL AVE MARÍA Y LA ERMITA DE NRA. SRA. DE LOS HOYOS

En esta ocasión nos subimos a la Comarca más septentrional de la Serranía de Cuenca, en la parte norte del río Guadiela, más concretamente a los montes del pueblo del Pozuelo de la Sierra. El sur de su término principalmente es un amalgama de barrancos entrecruzados, como si arrugaras un papel y luego lo extendieras, quedándose como magnífico ejemplo de esa sierra hacia dentro, hacia abajo, tan característica de la Serranía de Cuenca.

Si el pueblo al norte del termino está a 1220 metros de altitud, el río Guadiela un poco más al sur del término (fuera de él) está por los 800 metros, asunto que hace que todos estos barrancos caigan en verticalidad sinuosa sobre el río, creando un paisaje cautivador y agreste, muy montaraz que recorreremos en familia, haciéndolo circular.

El otro asunto es elegir una época fuera del verano y del otoño para que muchos de estos barrancos lleven agua, y por tanto hacer una cosa que disfrutamos mucho que es hacer una ruta senderista acompañando un arroyo cantarín, que nos va regalando, aparte de ese rumor del agua que es sonido celestial, visiones del ecosistema fluvial entre pequeña pozas, estrechos rocosos y verdes prados.



Vamos al lío, y aprovechando que tenemos el todoterreno, entraremos un buen trecho en las cabeceras de estos barrancos, dejando el coche, y buscando la del Arroyo del Ave María, arroyo que no sabía si llevaría agua pero rápidamente nos sorprendió al acercarnos y oír (bueno yo no) ese rumor acuático de barítono serrano que tanto nos gusta.
                         Dejamos el coche arriba y comenzamos a bajar por esta vaguada.



Vamos Maru, Román y Nacho bajando para ver como poder acceder al barranco cuando aparezca.....



                Y digo poder acceder porque de repente se nos pone el terreno bravo.



         A nuestra izquierda nos aparece un rincón con donde se intuye una buena caída.



                             Bajamos con cuidado para admirar ese cingle que se forma.



Con el zoom apreciamos como el carbonato cálcico del agua serrana ha ido creando esas hileras a modo de estrías de toba.



Mando a mis dos exploradores sioux para calibrar mejor el tamaño de las paredes del cingle.



Seguimos bajando al arroyo que según mis mapas es el del Ave María. ¡Vaya nombre más curioso!


Ya estamos a sus pies. Viendo su cauce comprobamos que no es muy de caudal gordo pero sí lleva el suficiente para disfrutar del líquido elemento.


Eeehh, que no os había presentado al 5º integrante de la excursión, que se lanza al agua del arroyo de cabeza.


                                     Aunque lo empezamos a remontar unos metros.......


                              Para fijarnos en los muchos detalles de sus rápidos y cascadas.




                          Pronto volveremos y lo acompañaremos en sentido descendente.


                                              Viendo como crea bonitos rincones fluviales.


    Jugamos al arriesgado juego del paso del palo. ¡¡Cómo nos vamos a aburrir en el monte!!


Nos encontramos con lo que parece a todas luces una calera para sacar la cal tan necesaria en aquellos años.


Y un poco más abajo, unos muros que a la vez que encauzan el arroyo, crean unas terrazas que antaño se debieran trabajar.

Después de este tramo salimos a una zona más abierta, la Hoya Encama, donde vienen a confluir otros dos arroyetes, el de los Morales y el de la Fuente del Chorro, que vadearemos para ir a ver la solitaria y peculiar Ermita de Nuestra Señora de los Hoyos, allí en un lateral de este vallecete.

                                                      Saltamos el arroyete de los Morales.


                     Arriba en un lateral, vemos la Ermita de Nuestra Señora de los Hoyos.


Se cuenta que hace muchos años, hubo un tremendo incendio que asoló todos estos bosques dejando milagrosamente intacta la Ermita.


                            Lugar idóneo para hacer nuestro pinchito para recobrar fuerzas.


    Nos despedimos de la bella Ermita, santo y seña del pueblo del Pozuelo, de la que ya se tienen noticias en el siglo XVII.


Desde allí mismo, podemos ver arriba con el zoom la torreta forestal que vigila estos extensos bosques.

Desde allí sacamos también con zoom esta foto donde podemos apreciar esa ubicación solitaria de la ermita en medio de un inmenso pinar sin fin.


La ruta ahora ya toca volver por otro sitio pero os voy a poner unas fotos de otra ocasión, años antes, en que veremos como el Ave María, con el agua que le echa el Arroyo del Hocinillo, vuelca sus aguas al río Guadiela, tomando en ese último tramo el nombre de Arroyo de la Virgen o del Ave María de la Virgen (Purísima....sin pecado concebida)


     Veamos esa ocasión de años antes, donde acompañamos al arroyo, bien de agua, hasta.....


                           Su confluencia con el río Guadiela. (Foto hecha con el vadeador)

Una vez almorzados, remontaremos el arroyo de la Fuente del Chorro, trazando el círculo para volver por la parte superior hasta ponernos en la cabecera auténtica del Arroyo del Ave María que descenderemos por una vieja senda hasta ver el nacimiento del Ave María en el precioso bordaño del manantial de los Avellanos. En vez de seguir arroyo abajo, saltaremos la loma para llegar directamente al coche, dando por finalizada esta ruta cantarina con el rumor de los varios arroyos que hemos conocido.


             El Arroyo de la Fuente del Chorro es muy bonito con tramos como el de la foto.


Cosas curiosas como este borbotón de agua manando de un punto concreto en el prado al lado del arroyo.


             Nacho se amorra al bordaño para catar esa agua bajo la atenta mirada de Crispito.


                          Algunos tramos estrechos que pasamos saltando entre piedras.


        Que bonito la mezcla del agua del arroyo, los mugos y el brillante verde de los acebos.


             Salimos del arroyo y llegamos a una pista forestal que la seguiremos un rato.


Más adelante vemos que la pista se pone tiesa subiendo hacia el Pozuelo y la carretera. Nosotros en esta primera hondonada que se ve en primer plano torceremos a la derecha.


Ya que es el comienzo del Barranco del Arroyo del Ave María, donde en este comienzo vamos por una especie de camino/vía de saca.


            De repente, oímos ruido, y en la otra ladera vemos agua chorrear por la ladera.


                      Que maravilla esto de ver un manantial surgencia a mitad de ladera.


                        Nos cruzamos y allí, entre chorreras de agua, llenamos las botellas.


                                    Toda el agua viene a nacer justo debajo de ese pino.


            Estamos en el Manantial de los Avellanos, nacimiento del Arroyo del Ave María.


                            Que curioso ese pino y sus raíces aguantando toda esa agua...


                                                                    surgir de sus entrañas.


                                      Desde dos o tres puntos todos debajo del tronco.


En vez de bajar con el arroyo, saltaremos este cerro ya que al otro lado se supone que tenemos el coche.


                            Vemos como el arroyo sigue su trazado mientras al fondo.....


Se intuyen las grandes hoces de la Serranía Norte como la Hoz del Guadiela o Tragavivos, incluso la de Beteta.


Bajamos la loma y ya vemos a Torri, nuestro coche. Solo queda tomarnos las cervezas con el rumor también cantarín del liquido elemento fluir por el gaznate.

                                  Plano de la ruta, siendo el círculo donde dejamos el coche.
¡¡Hasta la próxima!!

Comentarios

  1. Hola Toni,

    Que gozada poder hacer una ruta siguiendo el cauce de los arroyos y que estos lleven agua.

    Muy bonita la ruta en familia que os marcasteis, siempre nos sorpendes con ricones realmente mágicos.

    Supongo que el líquido cantarín del final de ruta tendría un bonito tono dorado... jejeje

    Salud, arroyos y agua por doquier!

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    1. Hola David.

      Si una ruta sencillita pese a la falta de senda en muchos tramos, y que aprovechamos un domingo sin querer meterle dureza, y que gira básicamente en ir cerca de estos arroyos y ver sus rinconcitos fluviales.

      Lo has adivinado! Ese líquido cantarin es dorado, además tiene un rizado blanco que cura las paredes del gaznate, y lo cantarín que es suele acabar con un sonido aspero y más seco, entre un eructo reponedor o un exclamación de placer.

      Salud y arroyos/cervezas cantarinas.

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  2. Hola Toni.

    Bonita excursión en familia, en la que si duda destacan esos arroyos cantarines, esa covacha de negras chorreras y esa imponente y a la vez bella ermita.

    Ya hace tiempo que no veíamos por el blog a Román y a Crispucho ;-), que seguro que se lo pasó pipa en esta ruta.

    Qué alegría da el agua en las rutas!!, casi la misma que la cerveza al final de estas jajaja.

    Un abrazo.

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  3. Hola Dani.

    Siempre se encuentra uno puntos de interés en estos paseos. En mi caso quería conocer el manantial de los Avellanos, y quería que Maru y Román conocieran la ermita. Luego ese covacho y los arroyos son sorpresas que van apareciendo.

    Mi hermano se prodiga muy poco últimamente por el monte, además ahora que se ha echado novia formal mucho menos, pero bueno ya volverá.

    Y Crispucho, pues disfrutamos mucho con él. Además, me ha dicho que lo saque ahora en primavera con temperaturas más suaves, que eso de sacarlo al monte con temperaturas de 30º o +, no, que mejor se queda en casa y a caer la tarde al parqué con la abuela. Jajaja, ha salido serrano y conquense.

    Lo que nos gusta cuando llega el día de monte, todo lo que fluye y discurre, jjejeje.
    Estate atento a la entrada de la semana que viene que vuelve.......Zacarias el pastor borrachín.

    Un abrazo.

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  4. Hola Toni.

    Que bueno recorrer éstos parajes acompañado del agua por esas torrenteras en apariencia tan secas. Esa visión del agua manando bajo el pino es de las que te dejan embobado y sin ganas de marcharte del lugar.
    Hace tiempo que no frecuento aquellos barrancos, pero me quedó un buen recuerdo de aquello haciendo una circular de esas cañeras con un amigo saliendo de Cañizares a El Pozuelo y bajando por esa pista que mencionas que se pone tiesa, hacia La Herrería de Sta. Cristina, pasando por casa La Escrita y volviendo a salir a la carretera de Cañizares. Con una tormenta a medio camino y las articulaciones hechas polvo, pero felices y con ganas de repetir. Ay esas cervezas al final!! Grandiosa Serranía forever!!

    Un abrazo.

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  5. Hola Andrés.

    Si la verdadero sorpresa para mí fue ese descubrimiento del manantial de los avellanos, y como sale del pino, aguantando el mismo toda esa agua y humedad sin pudrirse.

    Madre mía, estoy intentando visualizar la ruta que comentas, y sale un palizón de los tuyos, jejejeje.

    Menudos tragos de agua le di al manantial aunque me dejé un poquito de sed para las cervezas en Priego ya a la vuelta.

    Un abrazo.

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  6. Hola Toni.

    Hay que ver lo abrupto y escarpado que es el barranco por donde entrasteis vosotros y como cambia por completo desde la ermita.

    En las fotos actuales, este arroyo parecía poca cosa, pero viendo lo caudaloso de la otra vez, parecen dos arroyos totalmente diferentes.

    Lo que me ha llamado la atención, es la altura a la que se encuentra Pozuelo de la Sierra (1220 metros), a esa altura pocos pueblos del pirineo hay, seguro que en invierno tiene que hacer mucho rasca!

    Un saludo

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    1. Hola Eduardo.

      Si una zona muy irregular con mucho barranco y barranquete. Ahora en primavera estará más bonita al haber echado hoja mucha vegetación pero como no sea una primavera lluviosa, estos muchos arroyos se secan pronto. La anterior vez fue un marzo de hace años muy lluvioso y con el vadeador fui bajando otro tramo distinto a esta entrada que tenía mucha agua y debía andar con cuidado.

      Ese dato de la altitud llama siempre la atención en contraposición con otros pueblos como los de los Pirineos o Picos de Europa que los pueblos están a 700 u 800 metros de altitud. En esta zona meridional del Sistema Ibérico, Serranía, Alto Tajo, Albarracín, Gudar, Maestrazgo y Javalambre, los pueblos andan de 1100 metros hacia arriba. En Cuenca los que más están a mil cuatrocientos y pico pero en Teruel tenemos Griegos a 1601 o Valdelinares a mil setecientos y pico.

      Rasca??? Que va...un poco de fresquete, jajaja ;-)

      Un saludo.

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