LA FAJA DEL BARRANCO DE FUENCALIENTE


Hace un tiempo os enseñé la subida al Peñalba por su ladera sur, la más dura y después bajé por la Dehesa de Cabañas, esa que forma el Barranco de Fuencaliente. Cuando bajas por ese barranco, a la derecha tienes una larguísima y rocosa faja corrida, con algunas partes muy erosionadas. 
Como muchos lectores del blog, ya sabréis de mi predilección por la exploración de las fajas rocosas, y esta era una nueva para mí, por lo que en mi cabeza se empezó a formar el plan de conocer aquello. Además, desde allí abajo, resaltaban dos bellos tejos roquedos, colgando en la faja sobre el vacío, que me acrecentaron aún más las ganas de subir.
Fueron dos excursiones las que debí hacer. La dificultad venía por doble motivo. Uno, que seguro que aquello seria terreno completamente hosco y asalvajado, y sin la certeza de si se podría avanzar por ella. La otra era que la ladera para llegar a ella, se veía en muchos tramos imposible de la inclinación y verticalidad de los cingles rocosos.

La 1ª excursión para evitar el 2º problema la hice con el todoterreno para llegar por arriba a la faja, cogiendo ese carril que me lleva al curso alto del Arroyo Almagrero, que cruzaré para subir al monte Valdeminguete y encima de la Faja en cuestión. Una vez allí arriba, me dejé caer por la ladera para ubicarme en el tramo de Faja que me parecía más grande y espectacular. La recorrí un buen tramo, exigiéndome bastante esfuerzo pues aquello es completamente irregular, con subidas cortas pero muy empinadas y tramos donde hay que recular para poder avanzar.


Todo llegó a su fin cuando me encontré un gran desplome perpendicular a la faja que me impedía seguir. Lo suyo era volver para atrás, buscar una subida, y volver a bajar más adelante para salvar ese desplome vertical. Demasiada paliza aunque lo que de verdad me hizo no continuar y volverme al coche fue otra cosa, una sorpresa inesperada y muy grata.
La sorpresa que hizo que dejará todo para una 2ª excursión fue que al ir por la faja, descubrí que, posiblemente en el único lugar donde la ladera de la faja, pierde verticalidad, hubo y hay un viejo camino de herradura. Me maravillo, como siempre hago, cuando me encuentro estas pequeñas obras de ingeniería serrana de tiempos pasados, y descubro unos muros muy bien delimitados, luego muchas lazadas que hace el camino para atenuar la inclinación. El camino viene a nacer abajo en la Dehesa de Cabañas, y sube, salvando la faja por esta parte, algo más suave, para ponerse en la parte alta, ya encima de la faja, más o menos donde dejé el coche la 1ª vez.
Investigo a ver qué es ese viejo camino de herradura que no viene en el mapa, y compruebo que era el viejo camino de Huélamo (Cuenca) a Frías de Albarracín (Teruel) pasando por Fuente García, con un ramal que va al Valle de las Salinas de  Valtablado. El topónimo Escaleruela si viene en el mapa, pudiendo indicarnos un antiguo paso.
Una maravilla de camino ya sumido en el olvido y en el abandono. ¡Qué bien estaría un sendero señalizado que lo recuperara para uso y disfrute de los que nos gusta la naturaleza y el senderismo!



                      Una vez con el coche arriba, me dejo caer con cuidado por la ladera.


               Bonito amanecer invernal sobre el Valle del Júcar y el pueblo de Huélamo.


            Ya estoy llegando a la faja, donde debo buscar el sitio más cómodo para acceder.


Nos asomamos porque ahí abajo está la Dehesa de Cabañas, y el Estrecho por el que el Barranco de Fuencaliente se va a al río de Valdemeca, y a la carretera Tragacete-Valdemeca.


                         1ª sorpresa: coño! si eso parece un camino que accede a la Faja.


                 ¡¡Pero que demonios hace un viejo camino en este lugar tan inaccesible!!


¡¡Ostras Pedrín!! Si tiene su tramo de bajada seguramente hecho por el hombre para salvar los tramos rocosos. 


 Bajo y me asomo un poco para ver muchas revueltas y lazadas con muros para ir salvando la pendiente.




Pero debo ceñirme a mi plan original de recorrer la faja viendo que tiene canales hacia abajo imposibles de pasar.





Me asomo a un puntal para ver el camino más abajo y como sigue haciendo lazadas que se pierden en el pinar.





Nos van saliendo rocas y vistas típicas de estas fajas serranas, con los 1765 metros del Monte Gamelloncillos al fondo.




Otras perspectiva de la Dehesa de Cabañas. Al fondo podemos ver la carretera, y de donde saldremos en la 2ª excursión que veremos en un rato.





                         En estas rocas donde no pega el sol, tenemos puñales de hielo.


Antes he mencionado al Buitre, y es que en las dos rutas que hice por esta faja, este ave rapaz se convirtió en el protagonista total junto con el vetusto camino de herradura encontrado. Aquello fue un auténtico festín visual y fotográfico de buitres, por lo que vais a ver bastantes fotos del amigo Gyp fulvus intercaladas.
No sé las cifras exactas pero posiblemente la sierra de Cuenca sea de los sitios de España, y por ende, de Europa, donde más buitre leonado haya.
De hecho, a lo largo de los años, he reunido tantas fotos de buitres por estos cielos, que amenazo con hacer una entrada exclusiva de buitres, o guitres como dirían los autóctonos de estas sierras.




                                  Faja adelante, con el zoom, capto a este ejemplar.



                      Si miro hacia abajo, los veo planeando con su elegancia característica.



Y si miro hacia atrás veo una vista preciosa de la faja y al fondo San Felipe oculto por la niebla. ¿Pero veis a nuestro amigo Buitre?



            A los que nos chifla las rocas y la geología, estas fajas nunca defraudan.



Por estos sitios hay que ir con cuidado, aprovechando sendas de cabras montesas, y si no hay, lo más pegado a la roca posible.





Hacia delante tengo el sol de cara, por lo que haré más fotos a lo que voy dejando atrás, como esta parte con agujero refugio incluido.





      Si uno se fija, verá arcos, puentes y demás construcciones diseminadas por los cingles.




                            Llego al tramo donde los dos tejos cuelgan sobre el vacío.


                                               Muy cerca de los dos tejos, dos buitres.


Voy a seguir pero a la vuelta, en ese colladito herboso entre los dos tejos haré mi paradiña para comer.


        Otra sorpresita: allí dentro aparece un aprisco de ganado adosado a este ceñajo.




Seguramente, de esos pastores que les gustaba las alturas y los sitios recónditos e inaccesibles.


                      Vistazo atrás donde abajo a la derecha vemos la construcción pastoril.


  Aunque la cámara se me va constantemente a los buitres. No es fácil andar por allí, y a la vez intentar coger a nuestros amigos decentemente.


                                            Algún tramo de faja resulta más amable.


                                     ¡¡Ah bueno!! deciros que: faja + roca + Toni = a .........


                                                       ¡¡Una cara serrana!! ¡¡Que no falte!!


Hasta que llego al sitio que os comento, donde ya no se puede avanzar. Una faena pues aún me queda bastante faja.



                                  Iniciamos el camino de vuelta mirando el bello cielo.


Al rato de volver, encuentro el primer sitio por el que posiblemente podría subir a la parte superior y salvar esa rambla que hace la faja intransitable, pero estoy algo cansado de andar por estos terrenos, y lo dejo para una 2ª ocasión.


        Ahora toca comer ahí, y hacer un descanso de 15 minutos en este sitio tan especial.


                    Admirando como el tronco del tejo nace de las grietas de las rocas.


Cuando vuelvo, veo toda la faja que he recorrido, y descubro esos extraños muros en un puntal.


Lo dicho, el pastor/es de aquí arriba le gustaban los sitios arriesgados. Ah! lo que se ve al fondo, dentro del valle, es el pueblo de Tragacete.

Volveríamos al coche, y aquí se acabaría esta excursión. Como el runrún del viejo camino de herradura no se me iba de la cabeza, a las dos/tres semanas regresé, y acometí la 2ª excursión, que saldría desde la carretera que va a Valdemeca, al poco de dejar el cruce a Tragacete, subiría por el estrecho de barranco de Fuencaliente para al llegar a la Dehesa de Cabañas, buscar donde empezaría dicho camino.
Y aquí está lo difícil pues el bosque y la naturaleza ha hecho desaparecer ese comienzo del camino, por lo que ayudado por las referencias visuales que tomé en la 1ª de las excursiones, al final lo encontré. Subí por el de manera muy cómoda, aunque hay que puntualizar que desde la carretera hasta la faja te aprietas aproximadamente algo más de 300 metros de desnivel, siendo los últimos 200 en muy poca longitud, eso sí, mitigados por las muchas lazadas del viejo camino.
Una vez en la faja, como ya me conocía de la 1ª vez parte de ella, subí a la parte de arriba para salvar, más adelante, ese rambla desplomada, y baje hasta situarme otra vez en la faja, ya no conocida por mí,  y avanzar por ella otro buen trecho, maravillándome del cielo encapotado de buitres que tenía. La vuelta fue por el mismo camino.


Acabamos de pasar el estrecho del barranco y podemos ver como está el arroyo de Fuencaliente.


Estamos en la Dehesa de Cabañas que en primavera con los robles, estos prados y la vista de la faja, debe estar espectacular.


                   Vamos a torcer a la izquierda, dirección Tragacete para entendernos.


                 Con el zoom vamos a coger el tramo de los tejos de la anterior excursión.


                             Y también el tramo que tengo previsto recorrer hoy.


Tras investigar un buen rato por el comienzo de la ladera lo encuentro y lo sigo hasta lo que parece su confluencia con el carril y lo marco con este hito de la izquierda para quien quiera explorar y recorrer dicho camino. Recuerden, cuando vayan por el carril (dirección Tragacete) en el lado derecho, en una zona más explanada, está este hito que marca el principio del camino.


             Por la ladera del pinar restos de piedras no hay, pero si se intuye el camino.


                      Las piedras aparecen cuando el camino pica para arriba que da gusto.


             Y vemos como en esta parte va zigzagueando, siempre delimitado con muretes.


           Nos vamos acercando a la faja y arriba hay alguien observándome un buen rato.


              Hoy al no haber sol, pienso que puede ser un buen día de fotografía "buitrística"


Llegando ya a la faja, enfrente se me presenta el Gamelloncillos con algo de nieve y un tímido arco iris. El cielo me amenazaba lluvia pero me respetó.


Al subir un piso más arriba de la faja, se me presentan nuevas y extrañas formas desconocidas por mí.


           Tuve la suerte de que este bello ejemplar posó para mí todo el rato que quise.




Aquí lo cogí soltando una especie de graznido que yo no oí debido a mi sordera pero al ver la foto se aprecia.



  ¡¡Pero que cosa más bonita!! El collar de pelo blanco alrededor del cuello nos indica que estamos ante un ejemplar adulto.




                                                           Aquí lo tenemos acicalándose.



      Fui paciente hasta esperar que decidiera marcharse, aunque la captura no fue la idónea.


      Como ven, vamos por el piso de arriba. En la anterior excursión, íbamos por ahí abajo.


             Por aquí andamos cerca de los 1600 metros y eso se nota en que aparece la nieve.


Otra vista donde se ve bien la faja intermedia y la parte superior por la que vamos ahora.


         No solo de buitres va la cosa, sorprendo a varias cabras montesas por estos ceñajos.


Al haber tan buenas vistas desde aquí arriba, voy avanzando por esta parte superior sin bajar a la faja intermedia. Al fondo aparece.....



El final (o principio) del barranco de Fuencaliente, y arriba el Collado de la Hoya del Puerco, donde veríamos el Peñalba.

           Enfrente nuestro se ve poderosa la ladera norte del Gamelloncillos con restos de nieve.

Y si la entrada empezó con buitres, que mejor que acabarla con buitres de esta Faja del Bco. de Fuencaliente.
Esperar pacientemente, otear minuciosamente, ir avidamente a por su festín y defecar tranquilamente en su propia buitrera.


Plano con las dos rutas realizadas. La de la flecha de línea continua es la 1ª que hice, y la de línea discontinua es la 2ª que realicé, saliendo desde la carretera.

¡¡Hasta la próxima!!

Comentarios

  1. Hola Toni.

    Muy bien planteada ésta ruta exploratoria por tan abruptos parajes. Te estás fajando con las fajas y no digamos ya con los Gyps fulvus,je,je. Y además ya tienes otro viejo camino en tus registros. La verdad es que aquello merecía una inspección a conciencia.
    He echado mano de mis cuadernillos, y un 31 de mayo de 2007, regresando de La Cruceta por el Almagrero, y buscando acortar la ruta hacia el valle del río Valdemeca, se me ocurrió descender por esa faja, entre las cotas 1.608 y 1.628 m. justo donde en el Iberpix pone La Escaleruela. Debí encontrar un paso accesible, pero el descenso se me hizo muy cansino con tanto pedregal. Ni me percaté del viejo camino que tú has descubierto. En todo caso muy buenos recuerdos del Barranco de Fuencaliente y nuestro gran conocido Peñalba.

    Un abrazote!!

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  2. Hola Andrés.

    El fajador de fajas, jajaja, me gusta el nombre.

    Lo que debe ser la repera son esos cuadernillos tuyos de rutas pasadas, a saber por donde te metías, como un cabra montesa seguro.

    Descenso cansino dices? Desde la Cruceta? vaya subir y bajar barrancos y cerros sin senda ninguna, más que trochemoche y pedregales de todos los tamaños, jajaja.

    Pues mirando el mapa, bajaste por donde mejor se puede, es decir, donde las laderas pierden verticalidad. Tuviste que pasar muy cerca del camino, o a lo mejor lo viste pero no reparaste en él. A mi me pasa mucho, ahora me fijo en cosas nuevas, que hace años no reparaba en ellas.

    Un abrazo.

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  3. Hola Toni.

    Dices que ya tienes material para hacer una entrada recopilatoria de buitres, pero también para hacer otra de fajas, y por que no, escribir una guía: "Las Mejores Fajas de la Serranía de Cuenca", ahí lo dejo ;-)
    Todas las fajas que nos has mostrado a lo largo de estos años, de las cuales conozco algunas ;-), poseen algo especial, pero es que esta del Barranco de Fuencaliente (que nombre tan palmero jeje) tiene de todo: tejos, buitres, tinás, cabras, erosiones imposibles...y por si fuera poco un fantástico camino ancestral, que me he quedado flipao cuando he leído que llega hasta Frías de Albarracín (peazo desayuno nos metimos allí, ¿recuerdas?.

    Con ganas de veros. Un abrazo.

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    1. Hola Dani.

      Jajaja, deja de darme más ideas recopilatorias que entoces si que no paro nunca del modo busca fotos/confección entrada recopilatoria. No en serio, es otra buena idea que no se había ocurrida, un especial fajas serranas conquenses. De los buitres se me está ocurriendo hacer una recopilatoria mezclándolo con otra cosa que puede quedar muy chulo.

      De donde vendría lo de Fuencaliente, nombre palmero 100%, pues por allí no hay nada caliente, jjejeje, sino más bien fío y helador.

      Imaginate, levantarnos en Huélamo, por ese camino, la antigua carretera de los hombres de antaño, llegar hasta Frías, almorzar como debe de ser, con sus dos o tres Voll Damns y para Húelamo otra vez....jajajaja

      Se acerca el encuentro, por fin. Un abrazo.

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  4. Hola Toni,

    Que pasada entorno que nos has mostrado por una faja espectacular.
    Esos caminos empedrados tienen algo que los hace hipnóticos, siempre es un placer recorrerlos y ver a donde nos llevan, ya que siempre nos llevamos gratas sorpresas.
    Impresionantes las fotos de los buitres, no se con cual quedarme ya que todas son preciosas.

    Salud, fajas y buitres.

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  5. Hola David.

    Lo curioso de esta faja es que es muy desconocida hoy en día, ya que antaño, entre ese camino y esos restos pastoriles que quedan por ella, debiera ser más conocida.

    Me gusta mucho el haber redescubierto y sacarla un poco a la luz, pues de esta faja, al contrario que de otras, no tenía ni había visto ninguna referencia en ningun sitio.

    Ese camino está claro que era una de las carreteras de siglos pasados que comunicaban Cuenca con Teruel, y ya te digo que estaremos hablando de unos 15/20 km con un sube y baja barrancos y cerros (Andrés por el comentario que ha puesto, debiera hacer un tramo del mismo) y un palizón del copón, que para los hombres de antes debiera ser un sencillo paseo.

    Salud y palizas paseos.

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  6. Hola Toni.

    Cuando he empezado a ver las fotos me ha recordado mucho a la faja que recorrimos juntos, después he visto que está cerca de Tragacete, así que imagino que será un paisaje similar al estar por la misma zona.

    Esas sendas a media ladera, son una pasada, ir caminando por ellas y que te salga volando por arriba o por abajo un buitre de forma inesperada es una experiencia difícil de olvidar y de contar.

    Cuando nos creemos que por allí no ha ido nadie, al final aparecen los típicos caminos de Herradura y nos damos cuenta, de que antes que nosotros ya lo transitaron otras gentes y es que no hay que olvidar que antiguamente el monte era el medio de vida más habitual, donde la gente trabajaba y vivía.

    Seguro que habrá una tercera incursión. Un saludo

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  7. Hola Eduardo.

    Si estas fajas calizas de pinares y una zona de altitud muy parecida, guardan ciertas similitudes, y las dos en concreto bastante desconocidas y a su manera pues de terreno nada hollado.

    Lo de los buitres que te salen de arriba y abajo cuando vas por la faja es el subidón total, es una de esas cosas que me flipan, y si vas con la cámara al acecho, te puede salir un espectacular captura.

    Como lo sabes, seguro que termino haciendo una variante para subir/bajar por ese camino de herradura.

    Un saludo.

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