EL CAÑON DE LOS RÍOS CABRIEL Y MAYOR ENTRE PAJARONCILLO Y CAÑETE


Cuando uno acaba cansado de los cada vez más largos veranos, la llegada del otoño es siempre gratamente recibida. Además de retomar otra vez las rutas con ganas, la bajada de temperaturas y el cambio de color hace que busque sitios y lugares donde la cámara de fotos pueda captar la belleza cromática de esta estación; ya desaparecidos moscas burreras, mosquitos insidiosos y avispas agresivas, en definitiva, sol y moscas. 
Aunque hay veces, cada vez más frecuentes, que el verano (veroño, veranillo de San Miguel o veranillo del membrillo) mete sus cansinas zarpas en la siguiente estación desvirtuándola, y haciendo que los amantes de las estaciones y sus características lo pasemos mal.
Aparte de esta típica y cansina - como el veroño- consideración mía, la carretera Cuenca-Cañete, una vez pasado el pueblo de Carboneras del Guadazaón, tiene un largo tramo antes de llegar a Cañete, que aparte de tornar la geología de caliza a rodeno, se encañona a partes, acompañando en todo el trayecto al río Cabriel primero,  y a su afluente el Río Mayor segundo. Todo ello, acompañado de un unos inabarcables bosques de pino rodeno y roble melojo.
La idea que rondaba mi cabeza era subirme a los bordes e ir por allí arriba, aprovechando que los ríos Cabriel y Mayor cuando van por ese cañón de rodeno lo hacen con dos hermosas hileras de arboles, dorados chopos principalmente, acompañando su serpenteante discurrir, y así tener perspectivas desde arriba.

Vamos a recorrer dos tramos distintos del largo cañón. Uno en el término de Pajaroncillo, con el río Cabriel debajo, y otro en el de Cañete, muy cerca del final del cañón, con el río Mayor debajo, antes de salir a la vega de dicho río, donde está el bonito pueblo de Cañete.


El tramo primero, el de Pajaroncillo, lo vamos a recorrer en dos ocasiones; una con Paco, al poco de empezar el cromático otoño, y una 2ª vez más adentrado el otoño, en un magnífico día de lluvia y neblina, que le otorgaba a este paisaje un halo irreal.
Y en el tramo de Cañete me acompañará Paco, en una de esas tardes en las que después del largo verano, retomamos con muchas ganas nuestras rutas....y los tercios de después.


Avanzamos hacia los bordes del cañón, donde buscaremos un lugar para subir a la parte alta.


                              El paisaje geológico se adueña del terreno rápidamente.


        El rodeno de la sierra de Cuenca es rápidamente reconocible por lo erosionado que está.




Como ya he dicho, voy a poner indistintamente fotos de las dos ocasiones que fui por aquí, una con Paco y otra yo solo. Verán cuales son unas y otras por el día tan distinto que nos hizo en las dos ocasiones.



     Vamos a la vez que fui solo, dejando el coche muy cerca de esta parte donde el cañón tiene unas bellas paredes.


                 Las veces que pasaré por la carretera por aquí y siempre captan mi atención.


A pie de carretera hay una fuente que casi nadie conoce, y que a estas alturas del año ya se ha secado.


                 De camino a los bordes, paso por lo que a priori es un montón de piedras.


Si se observa bien, quedan restos de cuando estas piedras estaban colocadas. Ni más ni menos, que restos de túmulos funerarios celtíberos que hay unos cuantos por esta parte de la sierra.


      Llegamos a los bordes donde vemos unas pequeñas canales exuberantes de vegetación.


           Los pinos rodenos humedecidos del día lluvioso nos enmarcan fotos como esta.


                     Abajo discurre el viejo Cabriel y sus chopos entre jirones de niebla.


 El día está estupendo para ver estos paisajes, además que no me llovió en ningún momento.



     Volvemos a la vez con Paco para ver el hermoso meandro del Cabriel con su curso dorado en un día soleado.


                                    Se nos va la vista a bello discurrir del Cabriel.


                                 Sobresalen en este paisaje esos dos castillos de rodeno.


                El Castillo del Saladar, y a su derecha asoman las dos Cabezas de Boniches.


Zoom al castillo donde podemos ver restos de su muralla, y donde hay que subir por unas cuerdas.


                             A todo este paisaje se le conoce como el Rodenal del Cabriel.



El tránsito por los bordes es muy chulo, siendo terreno irregular, y nos salen pequeñas torretas desgajadas del bloque.



      Nosotros en esta ocasión vamos a llegar a la derecha del todo donde acaban las rocas.





                                 Vista del Castillo del Saladar y sus edificios adyacentes.





                                    Volvemos con Paco que se va asomando sobre el cañón.



Vistazo atrás para ver ese coche y por el tamaño del mismo, calcular el buen patio que hay.





Zoom al río, para ver esos pilares de piedra que según me contaron se construyeron para hacer dos puentes de madera, ya que un desprendimiento de piedras obstruyó la carretera, antes camino, y tuvo que hacerse una vía provisional por el otro lado.

Vamos a fijarnos en las rocas, ya que en esta comarca la mano de la naturaleza y la mano del hombre se asemejan mucho, quedando difusa muchas veces esa línea que las separa.

¿Un pueblo legendario ya olvidado?

¿Una naturaleza especialmente creativa?

¿Quizás los Lobetanos, esa legendaria tribu celtíbera de la que aún no se ha encontrado su capital, Lobetum?

El rodeno que se forma en esta parte tan erosionada es fascinante.

Avanzamos por los bordes, y se nos abre esta vista donde en el centro aparece las Casa del Cañizar de arriba, la que fue la finca de los señoritos.

A su izquierda tenemos esta portentosa vista del Castillo del Saladar y los Castellones un poco más al fondo.

Enmarquemos todo el paisaje en una sola foto.

Si dejamos de mirar al Cabriel y lo hacemos a nuestras espaldas, tenemos el pequeño promontorio donde están los restos del castro celtíbero del Castil de Cabras.

Y muy cerca tenemos el casoplón de Marcos de Quinto, antiguo presidente de Coca Cola España y hoy en día parlamentario por Ciudadanos.

Ahora nos vamos siguiendo la carretera hacia Cañete unos cuantos kilómetros para justo cuando se acaba el cañón, dejar el coche y subir por su lado izquierdo para ponernos en los bordes del cañón.

Comenzamos a subir dejando a nuestras espaldas en primer plano, el célebre Cerro del Cabezuelo, que se hizo famoso con el delirante nombre de la Pirámide de Cañete al salir en el programa de 4º Milenio.

Detrás de él, se ve la Vega del Río Mayor, estando Cañete al fondo a la izquierda.

Vamos a llegar hasta este afloramiento de piedra rodeno tan peculiar.

Estando por allí cerca el Dolmen de Cañete.

Aunque nosotros nos dejamos caer hacia los bordes que viendo la figura de Paco podemos comprobar la altura existente.

Estamos justo encima de cañón que forma el río Mayor, posiblemente el mayor afluente del Cabriel.

Hay que andar con cuidado ante el patio que hay en muchos de estas prominencias rocosas.

¡¡Que bonito este lugar!!


¡¡Que inconsciente este señor!!


La llegada de la noche hace que apenas se me vea, y que demos la vuelta para volver al coche.

Cae la noche sobre el valle cañón de los ríos Cabriel y Mayor.

La luz de la luna nos indica a Paco y a mí el deseado camino de los tercios fresquitos con sendas paradas en los pueblos de Carboneras y Fuentes.


¡¡Hasta la próxima!!

Comentarios

  1. Fantástico reportaje. Mira que conozco la zona y la he recorrido veces pero has sabido mostrar su encanto con esas fotografías espectaculares. Enhorabuena !!!

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    1. Hola Anónimo.

      La verdad que paso tantas veces por esa carretera que siempre me decía en otoño, lo bonito que estaba aquello, que un buen día debiera intentar captar ese cromatismo. Hasta que vi por donde podría subir y desde donde tener mejores perspectivas.

      Gracias por tu comentario.

      Un saludo.

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  2. Me a encantado la ruta yo voy a Carboneras de Guadazaón y quería preguntaros por qué zona son todas esas maravillosas fotos para poder pasar a dar una vuelta y disfrutar
    Gracias por vuestro bloc

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    1. Hola Joselitovalencia.

      Pues sigue la carretera desde Carboneras, dirección Pajaroncillo, y nada más que pases el desvío a este pueblo, darás unas curvas hasta que te aparezca a la derecha el curso del río Cabriel. Ahí empieza en dirección Cañete empieza el largo tramo que enseño en parte en esta entrada.

      Encantado que te guste y gracias por comentar.

      Un saludo.

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  3. Precioso reportaje , ¡¡ Felicidades !! y gracias por compartirlo

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    1. Hola Sergio.

      Encantado que te guste, y muchas gracias a tí por comentar!!

      Un saludo.

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  4. Hola Toni.

    Que bien queda ese conjunto de rodeno mojado (qué recuerdos del día que subimos al Castillo del Saladar) con el amarillo de los chopos delatando al curso del río. Te han quedado unas fotos chulísimas, especialmente las del día nuboso, en el que ese arbolado de ribera lucía mejor sus galas de otoño. Y que estéticos son todos esos rodenos que muestras, si que es verdad que algunas de las formaciones están ahí, te ha quedado muy bien esa parte, bailando en la linea de lo humano y lo natural, por lo que yo digo ¿por que no puede ser ese Cerro del Cabezuelo una pirámide de verdad?...
    Curioso que en esta semana que nos vamos a ver de nuevo el rodeno haya sido el principal protagonista en nuestros respectivos blogs...

    Por fin parece que va a terminar este eterno veroño...

    Un abrazo.

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    1. Hola Dani.

      Si la vez que estuve con Paco, me quedé con las ganas de ir por allí un día más otoñas, y por aquí por lo menos, cada vez hay menos días así; por eso cuando vi que un sábado/domingo lo hacía, no me lo pensé dos veces.

      Siempre que recorro esta parte de la sierra me encuentro rocas y formas tan bonitas y raras. La verdad que si pensamos en una pirámide egipcia tipo zigurat, parece raro que haya por aquí, pero si es cierto que lo que haya allí, tiene forma de pirámide.

      El rodenal del Cabriel y serranía baja y el rodenal del Espadán y la Calderona la verdad que están puestos a la misma latitud y no muy lejos en distancia. Aunque luego haya características que lo hagan distintos, es muy posible que sean parte de lo mismo. ¡¡Que digo yo, sin tener ni idea de lo que digo, jajaja!!

      COño, hoy ha cambiado el tiempo, y vamos a tener el finde muy otoñal. Dan lluvias pero esperemos que sea poco (previsible) y podamos andar sin calarnos.

      Un abrazo y mañana nos vemos.

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  5. Muchas gracias por la ruta.
    ¿No podrías añadir un track de la ruta que se pueda descargar ?
    Un saludo

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    1. Hola Anónimo.

      Pues lo siento pero no utilizo gps, en muchas ocasiones cuando la ruta es larga suelo colgar el mapa por donde la he trazado.

      Un saludo.

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  6. Hola Toni,

    Habré pasado veces por esa carretera de camino entre Montanejos y Arrancacepas... y desconocía que escondiera tales tesoros.

    Me ha encantado la foto del meandro, ese cambio de tonalidad en los árboles más cercanos al cauce, simplemente espectacular.

    Que pasada de entorno de rodeno, con esas formaciones imposibles y esos preciosos acantilados que nos dejan ver un paisaje precioso.

    Por lo que veo esta zona está plagada de restos celtíberos, a ver si la próxima vez que haga ese trayecto me desvío por la zona e intento encontrar alguno... jejeje

    Salud, meandros y restos históricos!!!

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  7. Hola David.

    Pues ya sabes, cuando pases en la parte que el estrecho esté más cerca de la carretera, paras, coges la cámara e intentas subir a la parte de arriba. En primavera/verano con los arboles verdes y ahora en otoño está espectacular.

    Para restos celtiberos, el castillo del saladar es una pasada, aljibes, extrañas inscripciones y un auténtica muralla de castro defensivo celtibero, aun bastante intacta.

    Saludos celtiberos.

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