EL IBÓN DE PIEDRAFITA Y ARCO GEOTECTÓNICO DE PIEDRAFITA


Para la cuarta y última ruta en el pirenaico Valle de Tena, Dani nos preparó otra buena. Si es cierto que cuando los días de ruta se van acumulando, el calor del verano en los Pirineos se nota y hace las rutas más duras de lo que son, pero lo bueno de este espacio medioambiental es que tienes para elegir excursiones de distinta dureza y ninguna pierde interés, y para muestra un botón,  la ruta de hoy, toda una preciosidad, fácil y asequible.

Si a eso se le suma, que Maru y yo no habíamos estado nunca delante de la Sierra de la Partacua, y que yo tenía muchas ganas de conocerla, y ver la Peña Telera, una montaña de la que he oído a Dani hablar mucho, y haber visto sus entradas del blog por esa zona. Además, allí había un ibón muy célebre, así no rompíamos la tónica de las tres rutas anteriores, donde el agua de los ibones habían sido protagonista, y yo me había deleitado a lo grande. Pero con lo que no contábamos, era con un extra añadido que Dani y Eva tampoco conocían, que elevó la ruta a un gran nivel.

Ese extra añadido es una formación geológica de una belleza cautivadora, con unas vistas espectaculares a Panticosa y el Embalse de Lanuza. Además como buen alto que haya que ganarse la cima, tiene una subida tiesa de narices con un par de pedreras descompuestas, que sumado al calor del día, se nos hizo bastante duro, pero el premio fue una cosa de esas que pasa a priori más desapercibido para el público y es realmente para conocerla.
También hará que no llegue el público de masas, que esté allí arribotas, porque si este Arco Geotectónico de piedra estuviera abajo en el valle, ya se había hecho famoso y otro de los emblemas del Valle de Tena.




Llegamos con el coche hasta el Parque Faunístico de Lacuniacha del pueblo de Piedrafita de Jaca, ya que allí empieza esta ruta de 12 km y 550 metros de desnivel positivo, que si se hizo algo dura fue principalmente por el calor, ya que, de todos los días que estuvimos en el Valle de Tena, este fue sin duda el que más calor hizo.


Subimos por un rato de pista para dejarla y coger bien pronto una senda donde al final se nos presenta el murallón calizo de la Sierra de la Partacua.


                              Y sus mil detalles de brutales pliegues geológicos.


Echamos la vista atrás para ver aún con la luz no definida las montañas del sector Baños de Panticosa, donde abajo se ve Panticosa.


                  Nos pegamos al arroyo que viene de circo rocoso de la Partacua.


Por mucha alta montaña que estemos, nunca hay que beber de un arroyo más que cuando veamos su nacimiento.


Llevo un rato en estado de cuelgue, que se acrecienta cuando se me presenta clara esta visión. De izquierda a derecha, Corona de Mallo, Peña Parda y Peña Telera.


                   Como haya que contar ovejitas, tenemos para otro buen rato.


                                          Maru con la imponente Corona de Mallo.


                          Al llegar allí se nos presenta el bonito Ibón de Piedrafita.


         Miren la subida a la Peña Telera por el Canal de Cabichirizas. ¡Espectacular!




  Luego se iría por debajo de la Peña Parda, y justo al pie de esa franja más blanca de roca. Os remito a la entrada del blog de Dani para verlo mejor: Ver Aquí

                               Pero volvamos a pie del Ibon, el cual rodearemos.


Al ibón de Piedrafita no se le ve gozar de buena salud. El estar solo a 1600 metros de altitud, lo accesible que está para la gente, el mucho trasiego de ganado y el extremado carácter kárstico de la Sierra de Partacua hacen mella en él.


  Mejor si se encuentra así de helado como atestigua esta foto de Eduardo Pardo. ¡¡Gracias!!


                         Allí vimos lo que parece a todas luces un Milano real.


       De todas formas, la belleza del ibón y el marco que tiene lo hacen un lugar sublime.


Bordeamos pasando por debajo de este murallón donde a la derecha del todo resalta la Peña Telera.


     Dejamos el circo del ibón, y nos dirigimos hacia el este por estas sendas herbosas, donde parece que hubo actividad megalítica, aunque apenas quedan restos.


Lo que si hay es mucha actividad de aves rapaces, como este otro pajarraco que no me atrevo a decir la clase.


        La senda va a seguir en paralelo la descendente cuerda muralla de la Partacua.


            Brutales me parecen esas canales tan verticales y los pinos saliendo allí.


                   Si escrutan más la mirada veréis nuestro próximo objetivo. ¿Lo ven?


Pero antes miremos hacia abajo, porque hay en esa hoya se ve que allí ha habido otro ibón. No sé si en invierno volverá, pero mucho me temo que este es el camino que lleva el de Piedrafita.


Lo que si que tenemos ahora bien nítido es Panticosa, y el valle que entra hacia donde está el balneario. Abajo a la derecha, aparece el Embalse de Bubal.


La sierra de la Partacua nos está enseñando sus credenciales a base de la más inexpugnables de las murallas naturales.


                          Comienza la subida al arco por pedreras muy empinadas.


Menos mal que, como siempre en Pirineos, hay mil cosas en las que fijarnos mientras subimos como este inmenso anticlinal.


        Serán unos 200 metros de desnivel con pedreras y mucho calor. Se hizo durete....


                   Pero el premio iba a ser antológico, y ahí lo tenemos bien cerca.


                               ¡¡Menuda obra de arte de la naturaleza!! Foto by Dani.


                    Vean a Maru sentada para calibrar el gran tamaño del arco.


                                         ¡Menuda ventana al Valle de Tena!



                               Y Maru toda una privilegiada admirando esas vistas.



                                            ¡Ojo a la composición de la foto!


            El arco tiene una faja para poder subir a su lateral derecho donde está Eva.


Dani se ha subido a la parte más alta de la estructura del arco donde podemos calibrar mejor lo que tiene detrás.


Desde aquí vemos el camino que nos queda, que es bajar paralelo a la sierra y luego torcer a la izquierda.


           Buuuuff, ya solo con esta visión me puedo quedar enganchado un buen rato.


Maru no es dada a asomarse en estos lugares, pero ante nuestra insistencia también sube.


                                                         El fotógrafo fotografiado.



Bajamos del Arco y seguimos nuestra senda, aunque por aquí nos despistamos de ramal, pero pronto cogimos la buena.



Un arbol muerto como el de la foto nos causó honda impresión y quedo inmortalizado en la foto.



Cuando ya perdemos altura, el hayedo viene a salvarnos del calor que está haciendo a esa hora.


                     Con hayas centenarias tan monumentales como esta. Foto by Dani.

Despues de un largo trecho por el hayedo llegaríamos al coche muy satisfechos con la excursión. Nos esperaban unas cervezas en una magnífica terraza en el albergue de Piedrafita. Como el calor había sido excesivo para nosotros, y estamos en Pirineos, lo que tocaba era irse al Embalse de Lanuza y pegarnos unos baños aprovechando que las aguas del embalse no era como la de los arroyos de montaña y mis compis podían recrearse en el baño, además íbamos con la nevera llena de cervezas. Qué más se puede pedir para acabar el día: rutaza, amigos, nevera con cervezas y bañito reponedor. 
¡¡Aaaaahhhh las vacaciones y los Pirineos!!



                   Aquí pasamos el resto de la tarde, bebiendo cerveza y bañándonos.


Una pequeña muestra. Esta agua estaba demasiado caliente para mi gusto pero no se estaba mal. La cervezas en la nevera si estaban más fresquitas, como debe ser.

Para despedir esta última entrada de las vacaciones, lo voy a hacer con una actividad que hicimos antes de irnos de vuelta a nuestras casas, y fue probar la Tirolina extrema de Hoz de Jacar, casi un km de longitud, y que decían que en ese estilo era la más larga de Europa, aunque estas aseveraciones no hay que tomárselas muy en serio, ya que cada uno se apropia de nº 1. 
Hay que decir que la Tirolina solo la hicieron Dani y Eva, ya que Maru no se atrevió y a mi me vino el recuerdo de cuando la lié parda en la atracción de la feria el Barco Vikingo siendo más joven, y desde entonces no he vuelto a montar en nada que suponga no tener los pies en el suelo y que te volteen y mareen, y eso que han pasado 30 años.


                                   Ya estamos al lado de la Tirolina. ¿La veis?


Miren que vistan tan guapa de la Sierra de la Partacua, siendo Peña Telera, la de la derecha del todo.


                  Si apuro al máximo mi zoom, saco al que ya es un conocido nuestro.


                     Ahí van Dani y Eva lanzados por encima del Embalse de Lanuza.


Luego nos dijeron que no era para tanto, que se esperaban más, que lo de extrema quizás es de más.


Por último dar las gracias a Dani por coger los datos de la rutas de sus entradas en su blog. Gràcies amic.

Hasta la próxima.

Comentarios

  1. Hola Toni.

    Buen recorrido para finalizar el periplo por el valle de Tena!. Sencillo pero muy bonito, donde os falto para la guinda añadir el bosque del Betato, un bosque de cuento de hadas.

    La ubicación del ibón de Piedrafita es fantástica, a los pies de la Peña Telera. El año pasado no llovió mucho y el ibón estaba bajo, aunque por desgracia es uno de esos ibones que debido a su altitud y a la presión que está sometido (hace un par de veranos vimos hasta un tren turístico que subía por la pista), acabará colmatándose, como ha ocurrido al que se ve desde lo alto del arco de piedra.

    La captura del Milano Real, una maravilla, no es fácil conseguir una fotografía de esa calidad, aunque con una reflex siempre es "más fácil". La subida al arco natural, es de las que quitan el hipo, tiesa para arriba y si encima la pillas a malas horas, la sudada está garantizada.

    El arco desde abajo parece otra cosa, pero una vez en la base, es descomunal, además con la suerte de esa faja, que te deja subir hasta arriba, para disfrutar de unas vistas fantásticas y muy amplias, donde se ve hasta el macizo del Vignemale.

    Ahora, a seguir con tus andanzas por la serranía de Cuenca, aunque veo que andas fastidiado de la rodilla, a recuperarse!.

    Un saludo

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    1. Hola Eduardo.

      Un trenecito turístico, que horror!! Bueno me quedo con la visión del ibón y la Partacua encima. Suprema me pareció esa visión, acrecentada además con el pedazo de arco

      Si me he hecho daño en la rodilla, parece ser que es el menisco, y pero la verdad que me lleva buena marcha, entre antiinflamatorios y alternar reposo con paseos, y las sesiones de fisio.

      Un saludo.

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  2. Hola Toni.

    Te doy unos datos sobre el pajarraco ese que fotografiaste en la roca, el Milano no, el otro. Se trata de una Grulla Culirroja, cuyo nombre científico es perdalis perbaixus, lo fotografiaste en su hábitat, la montaña, donde es más fácil de divisar, aunque no resulta muy difícil su avistamiento, pues es un ave bastante dada a pavonearse, y no por motivos de apareamiento, sino por que se trata de un animal cuya naturaleza le impulsa a hacer el tonto constantemente. Los ornitólogos, y los observadores y fotógrafos profesionales de aves tienen un buen método para atraerla, que no es otro que colocar una lata o jarra de cerveza sobre una roca, la Grulla Culirroja suele acudir en cuestión de segundos, por lo que también es bastante común verla por los bares cercanos a los montes. Un animal fascinante sin duda.

    Qué bonito colofón le pusimos a nuestra estancia veraniega conjunta en el Valle de Tena, en un marco tan soberbio como es la magnífica Partacua. Como bien dices el ibón ya lo conocíamos, pero no nos importó volver, y lo que fue todo un sorpresón fue ese arco, mucho más descomunal de lo que pueda aparentar desde la distancia. Un lugar que cada día está ganando más adeptos, y no me extraña, pues es impresionante, una impresionante ventana, lo apuntas bien en la crónica, al Valle de Tena. Rematamos bien la cosa con esas cervezas en la terraza rollo chill-out del albergue ¿recuerdas a los dos personajes que había dentro? y con el baño en Lanuza y sus peces devoradores de carne. Tampoco estuvo mal la cena en Biescas, con la socarronería sana entre Maru y el dueño del bar jejeje.

    Ha estado bien rememorar estas cuatro semanas esos días que pasamos juntos en Pirineos, que me sirvieron para evadirme mentalmente de un verano que estaba siendo muy complicado para mi.

    Un abrazo.

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    1. Ah, y la tirolina, pues si, un poco pretencioso lo de calificarla como extrema, pero oye, el entorno en el que está es insuperable, y una experiencia más, que al fin y al cabo es de lo que se trata, de ir acumulando experiencias.

      Un abrazo.

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    2. Hola Dani.

      Pues si se le atrae con una jarra de cerveza y viendo su vuelo sobre Lanuza, está claro que
      el pajarraco no es una Grulla Culirroja, sino un Águila Amstel.

      Un saludo

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    3. Hola Dani.

      Esa grulla culirroja tiene un ave hermana, muy parecida, en la serranía de cuenca pero también se le puede ver en ambientes de alta montaña como son los pirineos, es el pajarracus sordensis magicus y curiosamente no quedan muchos ejemplares porque con el truco de atraerlos con cerveza, los cazadores furtivos (malditos ellos) están diezmando su población.

      jejejeje, la verdad que fue otra gran semana pirenaica. No me acordaba de ese restaurante donde cenamos tan ricamente. De los que si me acuerdo son de los dos simios del albergue chill out, uno no paraba de hablar sin apenas entenderle y el otro del pedo que llevaba no podía ni hablar, jajaja.
      Recuerdo esas jarras de cerveza en el cesped de fuera debajo de una carpa pequeña con el calor que habíamos pasado. Madre mía!!

      De la tirolina luego te dije que me había arrepentido de no probarla, ya que seguro que me hubiera gustado, pero es que llevo tan adentro lo del Barco Vikingo que cuando veo una cosa de estas se me revuelven un poco las tripas y me viene aquello al recuerdo.

      Un abrazo.

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  3. Hola Toni, espectacular manera de redondear un periplo pirenaico como el que hicisteis. Ya me encantó cuando lo publicó el tito Dani y al volverlo a ver aquí todavía mola más si cabe. Ese arco es un marco perfecto para unas buenas fotos,¡vaya formación más chula!. De la fauna aviar mejor no hablo, ¡vaya pájaros que estáis hechos!. Bueno Toni, espero que sigáis bien y que podamos retomar la actividad montañera cuanto antes porque, manda huevos, nos han robado la primavera sin darnos cuenta. Un abrazo.

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    1. Hola Paco.

      Ya sabes, de pajarracos va el tema!! Respecto de lo de la primavera que dices, es verdad, y además que da rabia, pues tanto en el litoral como aquí en el interior lo que nos espera son temperaturas altas y el paisaje que va perdiendo el verde de la primavera a ojos vista. Por ahora salgo y pienso salir al monte pero llegarán un momento que los treintaytantos graditos y el paisaje más seco y árido hará mella, y me apetecerá menos, y me acordare de este mes de marzo y abril y parte de mayo que no hemos podido salir.

      Un abrazo.

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  4. Hola Toni,

    Impresionante esta ruta que nos has descrito hoy, una auténtica maravilla.

    Que pasada poder pasear rodeado te semejantes montañas y paisajes, donde pudisteis disfrutar de una geología espectacular, siendo el arco geotectónico la guinda, pero no solo este, ya que los pliegues que nos muestras son impresionantes.

    Valió la pena el esfuerzo de subir la pedrera, sobretodo porqué pudisteis disfrutar de un ejemplar de Grulla Culirroja, muy difícil de ver fuera de su ambiente natural, cerca de los refugios de montaña con tiradores de cerveza bien fríos... jejeje

    Salud y pajarracos birreros!!!

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    1. Hola David.

      El murallón de la Partacua es un sitio digno de rodar pelis tipo the lord of the ring y otras. En francamente impresionante. Por supuesto que valió la pena subir al arco. Si me llego a quedar abajo por cualquier motivo, y luego hubiera visto en las fotos de Dani como era aquello, me corto las venas.

      Es un auténtico privilegio (y tú lo sabes bien también) encontrarte con esta grulla culirroja en las rutas, y más aún si te acompaña todo el rato ;-)

      Salud y pajarracos.

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  5. Hola Toni.

    Magnífica trilogía pirenaica de las que enamoran e invitan al conocimiento de esta cordillera fronteriza. A buen seguro que si lo tuviéramos más cerca la tentación de viajar con más frecuencia por aquellos lares sería irresistible.
    Vuestro paso por Laruns, el Portalet y las vistas del Midi d,Ossau me trae gratos recuerdos de mi participación en dos ocasiones en la cicloturista Quebrantahuesos y el disfrute sobre la bici de aquellos paisajes. Sin duda que le habéis sacado partido a esos días de julio.
    Me vuelven a la memoria esos rincones serranos que nos muestras en ocasiones con reminiscencias pirenaicas... a por ellos!!

    Un abrazo.

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    1. Hola Andrés.

      La Quebrantahuesos? vaya nombrecito, seguro que es un buen palizón con paisajes chulísimos. Estas escapadas veraniegas al pirineo son nuestras vacaciones.

      Un abrazo y en nada ya estoy por Cuenca otra vez.

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