LA RINCONADA DE ELENA, EL CERRO DE ENMEDIO Y LA RAMBLA DEL SANTILLO


Desde que el río Cabriel deja la carretera nacional Cuenca-Teruel  en su tramo entre Pajaroncillo y Boniches , hasta la carretera  CM-2109 (de Carboneras del Guadazaón a Mira y  Camporrobles) , atraviesa muchos kilómetros por una zona de la Serranía baja realmente recóndita, en un trayecto descendente,  por medio de decenas de meandros, a cual más desconocido.

Y digo recóndita por varias razones:  El único asfalto que hay es la carretera que une Cardenete con Villar del humo, vía que utilizan principalmente los habitantes de esos dos pueblos, y que cruza el río. Pero esa es la única vía para aproximarse al río con el coche; para lo demás hace falta un coche todoterreno para utilizar la ingente red de carriles y pistas, unos mejores, otros peores, algunos infames.

Se podrán decir que andando también se puede llegar, pero es tan extensa esta área a ambos lados del río, que queda casi descartado ir andando para conseguir aproximarse al curso fluvial. ¡Hombre! si nos ponemos tiquismiquis, claro que se puede trazar una ruta desde la carretera, pero habremos hecho unos cuantos kilómetros bastante insulsos y deslucidos antes de llegar al serpenteante cañón hoz del Cabriel y sus cortos barrancos perpendiculares, que es lo verdaderamente bonito de esta solitaria comarca, y luego hay que pensar que la vuelta será lo mismo.

Otro motivo es que es una comarca no tan afamada como pueden otras contenidas en el Parque Natural Serranía de Cuenca u otras zonas de la Serranía alta o Serranía baja. Esto unido a la despoblación hace que sea muy poco frecuentada.

Como comprenderán, tiene esos ingredientes que a Magia Serrana le encantan, soledad, desconocimiento y belleza, con ese toque mágico que desprende el ecosistema botánico, geológico y fluvial del río Cabriel, y más en otoño, como observaran en las fotos.




Esta comarca se puede dividir en dos tramos, partiéndola en dos la carretera Cardenete-Villar del Humo.
La más extensa, la que queda río arriba del puente que cruza dicha carretera (cogiendo los términos de Villar del Humo, Cardente, un poco de Pajaroncillo y también de Carboneras). Y la otra parte sería la que hay desde el puente de la carretera río abajo hasta la CM-2109 (cogiendo los términos de Cardente, Villar del Humo y Víllora)

     La carretera Cardenete-Villar del Humo, y ambos lados, las dos partes de la hablo.


Cogiendo la carretera Cardente-Villar del humo y como a 4 km antes del puente cogemos un carril que sale a la izquierda, para irnos hacia la Rambla del Santillo. Allí comenzaremos, yendo en algunos tramos por parte del sendero PR-51 de Cardenete. 

Es normal que nos topemos con parte de este sendero siempre recomendable, ya que el mismo, junto con todos los ramales que tiene, es de 31 km. 

Siempre lo he visto excesivamente largo aunque idóneo para conocer esta comarca por primera vez y si no tienes coche todoterreno ni nociones suficientes de andar por esta zona. La lástima fue que en el pasado esta comarca fue azotada por diversos incendios que modificaron su fisionomía. Faltarían los bosques a ambos lados del curso fluvial, pero bueno esto es así, y lo que tenemos con el paso de los años, es un rico sotobosque que por lo menos deja aquello tapizado de verde.


Dejamos el coche un poco antes de llegar a la Fuente del Santillo donde podremos llenar la botella.


                    La fuente crea una alberca de agua donde se mezclan los reflejos.


 
                                 Este es el carril que vamos a coger durante un rato.


                           Estamos en otoño, como bien nos indica esta Russula.


                                               Coincidimos con el PR-51.


El punto crucial de la ruta es este, nos iremos por la izquierda (abandonando el PR) y volveremos por la derecha.


                                             Quiero subir al Cerro de Enmedio.


                Mientras vamos viendo la Rambla del Santillo, por donde volveremos.


               Con el zoom saco esa parte donde el Cabriel se encañona a su manera.


      Vean como antiguos incendios modificaron el paisaje. Al fondo asoma esa muela.


                                    Un conocido mío: Cabeza de Víllora. Ver Aquí

Dejamos ese carril y trocheamos un poco para llegar al Cerro de Enmedio que es lo que tenemos ahí delante.


        Pero antes me asomo a los bordes, donde se ve al otro lado el Cerro de Ambrosio.


Hacia el oeste vemos un hermoso pinar proteger el río, y el cerrete de la Morra a la derecha.


                       Y al norte está esa bonita explanada, que es la Rinconada de Elena.



                      Donde destacan los chopos y sauces con el cambio de tonalidad.


Nos acercamos a lo más alto del Cerro de Enmedio, viendo que este lado tiene una buena caída.


Esta planta debe ser prima de los eguzki lores (Carlina acaulis), planta de latitudes más norteñas, puesta en la puertas de las casas para ahuyentar a los malos espíritus.


    Bajo un poco por el cordal de cerro para tener esta vista de la Rinconada de Elena.


Donde se ven los restos de las Casas de Elena. ¡qué lugar más fértil para sembrar debiera ser!


                                                 Vemos el río perfectamente.


               Ahora deberemos bajar al fondo y acompañar al Cabriel un buen tramo


   Mientras bajamos, observo que estos muchos meandros tienen rocosa sus partes altas.


    El trayecto que nos queda. Al otro lado de ese cordal de la derecha, estaría la Rambla del Santillo.


                                Vistazo atrás para ver arriba el Cerro de Enmedio

              Puestos casi en el río, veo esa ladera moteada de coloridos arbustos.





Llegamos al Cabriel. El rumor del agua y la paz fluvial incita a callarse, incluso interiormente


          Estos lugares te enseñan a ser mejor fotógrafo. Solo hay que saber admirarlos.


             Intentaremos asomarnos al río, aunque no siempre lo podremos hacer.


       Hacia las paredes del cañón me encanta ver el colorido de las diferentes plantas.


                                        Seguimos buscando instantes fluviales


                    Si me saliera una nutria allí delante, ya me podría morir tranquilo.


A todo esto, seguimos una especie de carril/camino exuberante de vegetación pero suficiente para avanzar con comodidad.


Aquí si podemos ver bien el río, que baja con más agua de lo que nos parecía desde arriba.


                    Hay tramos que las paredes son auténticas murallas verticales.


                  ¡Ay los chopos, cuanto juego dan con hoja y que feos están en invierno!


                                    Se tendrían que quedar así hasta la primavera, jejeje.


           En este punto dejaremos el río y su cañón que vemos que continua a lo suyo.


                                 Y nos meteremos por la Rambla de el Santillo.


                                            Con un pedregoso carril por el medio.


Ahí se ve un buen corte en la rambla, que cuando caigan tormentas se hará una buena cascada.


                                          Vistazo de la rambla desde lo alto del corte.

Y después de esto, solo queda regresar al coche, e irme a Cardenete a que me ataque el Rigor Tercis, hidratándome correctamente. Aunque antes de eso, en el mismo pueblo retomaré un ejercicio de nostalgia, y os enseñaré el Castillo del pueblo, donde tantos buenos ratos pasé los fines de semana de mi adolescencia, allá a finales de los 80 del siglo pasado.


                                     Castillo perteneciente al Marquesado de Moya.


Cuando eran las fiestas de Cardenete, empezábamos la jornada festiva tomando unos litros en estas escaleras.


                                    Vistazo al interior, ya que no se puede acceder.


                                                   Detalle de uno de sus muros.


                                       A él está adosado el lavadero del pueblo.


Su construcción se remonta a la 1ª mitad del siglo XVI, aunque se piensa que antes hubo otro castillo en el mismo lugar.


                                     Ubicado en lo alto del cerro, justo encima........


                                                   De este bonito merendero.


                    Una auténtico lástima que esté cerrado y su estado de abandono.

Plano con la ruta realizada. Para llegar al punto de salida hay que coger una pista que sale a la izquierda (viniendo de Cardenete) en la carretera justo en la mitad entre el km 43 y el km 44.



                                                           ¡Hasta la próxima!

Comentarios

  1. Toni: Echaba de menos en tus crónicas un recuerdo a este trozo de la ruta del Cabriel entre Villar del Humo y Cardenete. Una buena parte la recorrí antaño por su misma ribera junto al agua y me resulto impresionante. Otra buena parte se quedó para más tarde y nunca ya llegará, lamentablemente. Por eso me has hecho pasar un rato agradable y apasionante, por ser, para mí, con sus profundos acantilados el tramo más espectacular de su recorrido. Un abrazo.

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    1. Hola Niceto.

      Pues aquí tienes esta crónica con sus fotos. Cada cierto tiempo vuelvo a esa zona de la Serranía baja que me ha gustado de siempre, de cuando con mis padres íbamos al Cabriel de Cardenete o mi la familia de mi cuñado tiene un rento en sus orillas.

      Un abrazo.

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  2. El actual castillo es obra del Marqués de Moya que debió construir tras las Comunidades y Germanías ya que su residencia de verano en Cardenete era la de un Palaciete anteriormente. El antiguo castillo de época musulmana debió estar en los depósitos donde se ubica el casco antiguo y donde aún se encuentra el topónimo de El Castillo.

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    1. Hola José.

      Llevaba tiempo sin verte por aquí, y siempre tus conocimientos son muy bienvenidos. Pensaba que el antiguo castillo árabe estaría en el mismo emplazamiento que el actual, y me dices que estuvo en otro sitio, cerca pero otra ubicación.

      No habría estado mal que se hubieran conservado restos de los dos.

      Un abrazo.

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  3. Hola Toni ... !!!Qué bello luce el otoño en la Serranía !!!

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    1. Hola Paco.

      Jejeje, río + hoz + otoño es un plan seguro, y si le sumas estas soledades donde el otoño avanza sin prisas y con pausa mucho mejor.

      Un abrazo.

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  4. Hola felicidades, por esta exposición que ha hecho, tan estupenda .Precisamente el sábado estuvimos por esos parajes ¡¡¡¡ eso si con un todo terreno, que había trozos que creíamos volcar, pero mi marido es un experto, El nació en el Rento de las Fuentes, término de Villar del Humo y se conoce al dedillo el terreno !!! Me ha encantado la explicación, paso a paso como la ha ido desarrollando. Felicidades, felicidades, felicidades, precioso y se lo dice una amante de Cardenete y de Villar del Humo, que como digo siempre es mi segundo pueblo. Soy propietaria de Apartamentos Rurales La Tinaja, en Cardenete Le puedo garantizar, que la gente que viene, se va encantada de todas las cosas que hay por ver, me dicen ¡¡¡ y nos vamos fuera y esto no lo conoce casi nadie !!! Lo que tenemos que hacer, es respetar la naturaleza, ella puede vivir sin nosotros, nosotros sin ella no. Me gustaría saber quien es, ya que he leído que de niño pasaba largas temporadas aquí. Un abrazo de Mari

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  5. Hola Mari.

    Si, sé de ti y de tus apartamentos por el grupo de Facebook. Tu marido es un autóctono total, un serrano del Cabriel de pura cepa. Me encanta esta zona de siempre.

    A ver si el año que viene hacemos una escapada y vamos a tus apartamentos.

    De adolescente, más o menos de los 12 a los 18 años estuve yendo muchos fines de semana, y todas las fiestas del pueblo enteras a Cardenete. Mis padres eran muy amigos de Antonio Benitez, la de la casa que hay antes de entrar al pueblo a la izquierda (viniendo de Cuenca). Recuerdo también de irnos a bañar al Cabriel en Rento de la Toba, que era de Benitez.
    Hoy en día, solemos ir algunos días en verano al Rento de la familia de mi cuñado (Soria de apellido, el 2º apellido no me acuerdo) allí donde está el pozo Malavia, creo recordar que se llama ese sitio de baño.

    Lugares estupendo que, como ves en la entrada y en otras, es una zona que me encanta.

    Un saludo.

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  6. Bonito reportaje fotográfico de una parte del río Cabriel, que seguramente es la menos conocida de los habitantes de esta comarca (me refiero a las poblaciones de Cardenete y Villar del Humo).
    Me ha extrañado sin embargo, las fotografías que incluyes de la denominada "Cabeza de Víllora", pues esa montaña está ubicada río abajo, derecha del puente que une Cardenete con Villar del Humo, cuando tu recorrido y explicación ha sido la parte opuesta a ésta, es decir a la izquierda del aludido puente, en dirección a Pajaroncillo y Carboneras.
    Por mi parte agradecerte tu interés por mostrar la naturaleza en toda su grandeza, siendo para mí especialmente gratificante, pues soy cardenetero y lo que has hecho da a conocer y ensalza la belleza de mi tierra.

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    1. Hola Paco.

      Cierto que es un zona super desconocida. Ya le tengo echado el ojo de otras veces, y río arriba también he hecho un par de excursiones en estos últimos años que ya iran saliendo por este blog.

      En efecto, esta ruta va a la izquierda del puente entre el monte de Cardenete y el de Villar del Humo, y a mi derecha, en dirección sureste, aparece Cabeza de Villora.

      Un saludo y encantado que te guste la entrada.

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  7. Hola Toni.

    ...Y después de una larga ausencia, aquí estoy de nuevo, comentando, porque entrada tuya no me he perdido ninguna.
    Como dice el amigo Juane...Digo Paco jeje, que bien le queda el traje de otoño a la Serranía, me encantan esas fotos aéreas en el que el ocre/amarillo de los chopos delatan el curso del Cabriel. Y la Rinconada de Elena, se la ve bonita, como su topónimo. Y oye, viendo la foto, y leyendo el texto te he visualizado mentalmente, 25 años más joven, litrona en mano sentado en esas escaleras.

    Un abrazo.

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    1. Hola Dani.

      Cuanto tiempo llevo esperando este momento!! Por un lado, significa que las cosas andan mejores para ti y eso es una alegría total. Y si poco a poco te vas quitando la pereza de tanta inacción volveremos a ver ese Dani virtual que tan ricamente nos tiene entretenido en las inescrutables sendas de la blogosfera y el internete.

      Has visualizado correctamente, un chaval imberbe que se lo pasaba en grande con la adolescencia, y más que 25 años, échale cerca de 30 pues eran por los 16/17 cuando íbamos pero como con los que íbamos ya eran mayores de edad pues hacíamos un poco lo que hacían ellos.

      Un abrazo.

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  8. Hola Toni

    Que mejor manera de disfrutar del otoño, que caminar por ese tramo del río Cabriel, tanto por arriba como por abajo.

    Lo que sea hace raro, es verte caminar por ese carril, acostumbrado a que vayas monte a través.

    Lo que te también me ha gustado, es el castillo, es una lástima que lo tengan abandonado, porque está en bastante buen estado y se conserva buena parte.

    Un saludo

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    1. Hola Eduardo.

      Me gusta, siempre que se pueda, recorrer un río por sus riberas y por lo alto de su hoz o cañón. Es realmente cuando puedes captar todo el entorno de un río, no solo el fluvial sino el geologico y paisajístico.

      Buuuf, lo de los castillo ya no tiene remedio. Este país esta lleno de castillo medievales que en un par de decenas de años como mucho, serán montones de piedras.

      Un saludo.

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  9. Hola Toni,

    Que maravilla este rincón del Cabriel que nos has mostrado.

    Una gozada poder perderse por rincones tan aislados y encima con semejante belleza, además los ocres del otoño le dan un toque precioso.

    Y el castillo que nos enseñas toda una maravilla, y encima con historia, la de un joven que descubría a la gran amiga la cerveza... jejeje

    Salud y rincones desconocidos!!!

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