PALOMERA FILOMÉNICA -AFTER Y BEFORE-

Me voy a despedir de la nieve filoménica con esta doble excursión hecha en dos momentos, la 1ª, unos días antes de esta borrasca, y la 2ª, hecha unos días después, aprovechando que las carreteras ya estaban un poco mejor. 

Nos vamos cerquita, al pueblo de Palomera, donde si en la 1ª vez había que tener cuidado con el coche durante el trayecto, en la 2ª ocasión lo difícil no era llegar por la carretera, sino aparcar, ya que, excepto la vía principal, el resto de pueblo estaba llena de nieve helada y un coche turismo normal no podía aparcar en ningún sitio.

Por nuestra parte, como fuimos con Torri, nuestro todoterreno, no tuvimos ningún problema en aparcar donde quisiéramos. En la primera excursión que fui yo solo, recorrí unos tramos de hoz que nunca lo había hecho, buscando vistas novedosas del pueblo. 

En la 2ª ocasión, me acompañaron Maru y nuestro amigo Paco, y aprovechamos para recorrer el sendero PR-CU 36, del pueblo de Palomera hacia su pedanía Molinos de Papel.


Un pequeño sendero que aglutina la ida por un lateral de la hoz viendo los bordes rocosos y su erosión y la vuelta acompañando al río Huécar por un precioso paseo botánico, que, aunque por las fechas que eran, no estaba en su esplendor, ver el río con tanto blanco en los alrededores, valió el esfuerzo que nos supuso andar con nieve, donde en algunos tramos nos llegaba a las rodillas.


Llego a Palomera unos días antes de la irrupción de la borrasca Filomena, donde ya hay un poco de nieve y hay que ir muy despacito por la carretera.

                             Así es como me gusta a mí ver los contenedores de la basura.

                                             Y su maravilla de puente sobre el río Huécar.

Nace a apenas dos km del pueblo y miren ya qué bien va de agua. Con la amiga Filomena se pondrá más caudaloso todavía.

Voy a seguir parte del sendero PR que se dirige río abajo hacia Molinos de Papel, donde rincones tan chulos como este.


            Me llama la atención ese rincón de la hoz, mientras se pone a nevar con fuerza.

                                 Me meto debajo de ese rincón con el techo casi horizontal.

                 Donde se creó hace mucho una alberca con el agua de las filtraciones.

                            Los de la casa y las huertas la aprovechan para sacar agua.

                 Preciosa la vista desde esta especie de cueva que crea un rincón de la hoz.

Avanzo un poco por el camino, aunque yo quiero subir por encima de esos cortados rocosos de la izquierda.

                                    Ya que quiero ver el pueblo desde esta parte superior.

   Mi intención era llegar a ese ojo, pero me tuve que conformar con esta preciosidad de vista.

           
                                       El rincón cueva de las fotos de antes.


              Vamos a Palomera unos días después del paso de Filomena con Maru y Paco.


           El pueblo era una trampa porque no se podía aparcar más que con coches con 4x4. De hecho vimos a un todoterreno ayudando a sacar coches que no podían salir.


                      Los carteles del sendero evidencian el paso de la borrasca muy bien.


Podemos comparar con una de las fotos primeras en el inicio del sendero que hay bastante más nieve.


                    Nos dirigimos hacia Molinos de Papel y allí en esas rocas está......


La Chorrera de Garro, que ante el frío aún reinante y tal estropicio de carámbanos de hielo rotos creemos que han sido destrozados adrede. ¡¡Leñe¡¡ ya sé que el hielo es algo efímero, pero si los rompemos porque nos da la gana, privamos a los que vengan detrás de poder ver esto..........


                                                 Esta maravilla. Vean mi bastón para calibrar.


 Con estalactitas de hielo más altas que una persona. Esta es de la vez que vine unos días antes de la borrasca.


      En esta ocasión, alguna ya había caída por lo gorda que eran, como atestiguan mis llaves.


Aunque la vez que más carámbanos le he visto fue unos cuantos años atrás. Comparen con las fotos de antes.


               Unos cuantos años más jovencillo. Vean que que los estaláctitas están juntísimas. No la he vuelto a ver como en esta ocasión, y eso que casi todos los inviernos me paso por este rincón.


   Seguimos por el camino, donde la nieve deja irreconocible el paisaje pero muy espectacular.


               Llegamos a la aldea de Molinos de Papel, donde nos reciben bolas y muñecos.


La vez que vine solo días antes, el Racing de Molinos de Papel tenía el campo idóneo para correr de lo lindo.



Recuerdo que me subí un poco a los laterales de la hoz porque se veía el hielo desparramarse de los lados.


Ya que por Cuenca y su sierra hizo más frío antes de Filomena que con la llegada del temporal, como atestiguan todas las fotos heladas.


                Cruzamos la aldea viendo como las casas se pegan literalmente a las rocas.


Cuando íbamos por Molinos alguien nos reconoció desde la ventana. Un beso para nuestra amiga María Sarriá.


                               Que atrevida Maru, poniendo las posaderas al fresquito.


                              Subimos la ladera del otro lado de la Hoz para volver por ella.


                                                  Dejamos abajo Molinos de Papel.


               Esta ladera tiene barrancos perpendiculares que entran más en la montaña.


       Ya hace unos cuantos días del paso de Filomena y vean cómo sigue de nieve el monte.


    Aun no siendo una ruta larga, el transito por la nieve se nota y cada vez nos cuesta más.


                         La senda debe entrar en vaguadas tan profundas como esta.


    Me encanta esta visión con los robles y la nieve tan propia de otras latitudes más norteñas.


            En el fondo de estas vaguadas quedan muy buenos espesores de nieve todavía.


                        Miren como se ha quedado la nieve en la ramas de estos árboles.


                                     Otra de esas casas chulas se ven al otro lado de la Hoz.


          Nos vamos acercando a Palomera, aunque aún tenemos que bordear otra vaguada.


                                                       Ya nos aparece Palomera al fondo.


                                   Nos acercamos al pueblo por los bordes rocosos de la Hoz.


  En cuanto te salías del sendero PR la cosa se ponía interesante. La cara de Maru nos habla del esfuerzo hecho.


Antes de bajar al pueblo, echamos un vistazo a las curvas que va haciendo el Huécar, río arriba. Su nacimiento está debajo de esa montaña que se ve en el centro de la foto.


                          Palomera está de cuento con la nieve intacta sobre los tejados.


                                                      Callejeamos un poco por el pueblo.


                                     Muchas calles del pueblos son pasillos entre las rocas.


                                   Espectacular estos callejones con nieve.


No es Madrid. Es Palomera un pueblo serrano a 10 km de Cuenca ciudad. Y así, con todos los pueblos de la Serranía. No solo han tenido que convivir con la nieve como muestra la foto, sino luego han venido días jodidos de hielo. Nada amedrenta el carácter serrano curtido en todo tipo de avatares.



Por nuestra parte, acabamos realmente cansados pero super contentos de hacer esta ruta con este paisaje. Como los bares de Palomera estaban cerrados, tocaba volver a Cuenca, que es un auténtico lujo tenerla tan cerca, o mejor dicho, para los de la capital tener Palomera tan cerca.

¡Hasta la próxima!

























Comentarios

  1. Hola Toni,

    Si Palomera de normal ya es un pueblo bonito, bien blanco es precioso, menudas fotos bonitas que nos has mostrado, tanto pre como post Filomena.

    La de coches que habrán tenido que sacar de la nieve por meterse donde no deben, y más sin estar acostumbrados a ir por nieve y hielo, que se conduce de forma muy diferente.

    A ver si hay suerte y empieza a hacer frío de nuevo y cae otra buena nevada, que el monte está precioso bien blanco.

    Salud y benditos 4x4!!!

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    1. Hola David.

      Palomera es de esos pueblecitos que justifican ya solo una visita a Cuenca, para acercarte a recorrerlo y visitando su hoz, Molinos de Papel o el Nacimiento del río Huécar.

      Recuerdo que nos cruzamos a tres personas por la ruta que nos preguntaron qué donde habíamos conseguido aparcar. Cuando le dije que teníamos todoterreno, nos dijeron qué suerte la nuestra, pues ellos habían tenido que dejar el coche mal, con el culo en la carretera y no estaban tranquilos.

      A ver si es verdad que nos llueve en cantidad ya, pues el mes de febrero bastante penoso en ese aspecto.

      Salud todoterrena!!

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  2. Mira, voy a evitar rascarme las meninges para comentar esta estupenda entrada invernal en tu bitácora. Haré un corta y pega del comentario que te hice en tu anterior crónica :
    "Hola Toni, hay que ver lo bien que le sienta el blanco a la Serranía. Otra "Filomena" más y la primavera será espectacular".
    Un abrazo.
    Y lo de conducir con nieve-hielo siempre le he tenido muchísimo respeto porque hace años tuve un percance que podía haber sido muy grave y del que afortunadamente salimos ilesos , no así el Toyota que tenía por entonces.
    Otro abrazo.

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    1. Hola Paco.

      El blanco le sienta bien a cualquier paisaje, hasta Madrid, aunque habrá gente que no haya pasado tan bien.

      Yo también he tenido otro percance serio con el hielo en la carretera, y desde aquello, ya no me lanzó a la carretera tan directamente cuando existe la posibilidad de hielo peligroso. Esos sustos curten a nuestro favor.

      Un abrazo.

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  3. Hola Toni.

    Menudas imágenes nos dejó la Filo.

    Y agua a mansalva. Nosotros estuvimos también por la zona algunos días mas tarde que vosotros. Desde Palomera subimos por el depósito de agua a la sierra de la Pila, bajamos a Molinos y volvimos por el sendero botánico a Palomera. En las solanas ya no quedaba nieve, pero en todo el tramo que hicimos que era la umbría, todavía quedaba intacta, y es que cuesta recordar una nevada que durase tanto como esta, con los hielos que tuvimos. Una maravilla.

    Saludos.

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    1. Hola Luis.

      Ya te digo, no recordaba una nevada que nos dejara tan harticos de nieve, y que planeáramos no ir a sitios donde había mucha, ya que la ruta se convertía en algo sufrido y exasperante. Eso si, firmaba por otra igual aunque no pudiera salir de casa.

      Saludos

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  4. Hola Toni.

    Que bonito es Palomera, me encantan los pueblos integrados en la naturaleza y en este caso, con esos callejones rocosos.

    En cuanto al recorrido, sencillo pero muy atractivo, con esa cueva con Alberca, muy bien aprovechada y esos tramos de robles, que con nieve, ofrece una estampa muy navideña. Me ha resultado curioso el nombre de Molinos de Papel, más que el nombre de un pueblo, parece el título de una novela.

    Por cierto, para la nieve, tampoco viene mal una pala, para hacerte un hueco en la carretera y más, sino vas con todoterreno.

    Un saludo

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    1. HOla Eduardo.

      Pues sí, ese pueblecito fue famoso por su pequeña industria de papel hace ya muchos años.

      Me imagina que habría gente en el pueblo que tendrían su pala, pero claro nos hemos desacostumbrado en los últimos años a la escasez de nieve que cuando llega una de estas coge por sorpresa hasta la gente de los pueblos que en las últimas décadas del siglo XX estaban acostumbrados a inviernos con nieve siempre.

      Un saludo.

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  5. Hola Toni...
    Precioso pueblo,que creo recordar de otra entrada con esa pedanía Molinos de Papel.
    Desde luego que bonita es la nieve en un día soleado y como luce,pero para los que solo la vemos o pisamos de vez en cuando,creo que no tenemos casi ni idea de lo que es convivir con ella,ese pueblo que como dices se convierte en una trampa entre hielo y nieve,pero que l@s que viven allí,saben de que va el percal.Sin duda hay que moverse con un buen vehículo y aun así,no es garantía.
    Una chulada de invernal doble,con ese abrigo y esa alberca,pero lo de la Chorrera del Garro es alucinante,una pasada ver esos carámbanos y a gente como la que rompio esas maravillas,seguro que entre jijis y jajas,mi hija los llama "retarders"(yo también).
    La foto de Maru,con "nieve pa regalar"...jejeje,fantástica.

    Un abrazo.

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    1. Hola Juane.

      En Cuenca capital la nieve duro pero hay que reconocer que el servicio de quitanieves y los que echaban sal funcionó bastante bien aunque hubo caídas (mi hermano por ejemplo se pego un trastazo en la puerta de su casa por el hielo). Pero en los pueblos tuvo que ser más duro, porque hay menos servicios y hace más frío.

      Que buena definición llamar retarders a los que rompen los carambanos de hielo así sin más.

      Un abrazo.

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