MAS DE LA FRANQUETA - CARRER AMPLE - VÉRTICE ESPINA (ELS PORTS) EN TARRAGONA

 

Comentar que de las tres subcomarcas que teníamos planeado conocer y recorrer en estas vacaciones, la castellonense de la Tinença de Benifassá se nos quedó sin conocer, con una ruta, la del Portell de Infern en Fredes, a la que tenía muchas ganas, y que, obviamente, se quedará para que la hagamos en otra ocasión posterior. El motivo de no venir a esta zona fue que durante los días que estuvimos de vacaciones el viento en esta parte castellonense de Fredes y la Pobla de Benifassá se antojaba demasiado fuerte, con rachas según la Meteo de 80 y 90 km/hora. Asunto que desaconsejaba por completo triscar por sus crestas y cordales.

Por lo que para la tercera y última de las rutas nos guardábamos el as en la manga, pues caía en sábado, y fue la ocasión que vinieran a vernos y andar juntos el amigo Dani de Betxí, y no solo él, sino que también se vinieron de Castellón nuestra amiga Carolina y su chico Rafa. Una buena y grata reunión se merecía una ruta a la altura de tal encuentro, y Dani ahí estuvo fino y acertado, pues se sacó una rutaza de la manga, por la zona de Els Ports algo menos ventosa. Y digo algo, porque nos hizo mucho viento también, pero fue soportable y no consiguió empañar para nada la calidad de los paisajes que disfrutamos, como los de la foto de abajo.


Bien pronto por la mañana quedamos todos en La Franqueta, una zona de acampada libre donde Rafa y Carolina pasaron la noche en la furgoneta. Desde allí nos dirigimos un poco más adelante a Mas de la Franqueta, una especie de área recreativa donde dejaremos los coches y que será punto de inicio y final de esta espectacular ruta circular.

Dani no conocía la ruta, aunque sí había oído hablar de ella; mejor para todos, porque así lo que fuimos viendo fue todo una serie de regalos sorpresa maravillosos. Para empezar, y para mí mucho mejor, la ruta es bastante desconocida y sin masificación alguna, pues es un poco salvaje, sin sendas señalizadas, viento salvaje y un buen desnivel en las piernas. La primera parte ya avisa  de lo que nos vamos a encontrar, es decir, andar por un incómodo y largo cauce rocoso, a ratos pedrera cuesta arriba, que hace, que no nos vayamos a encontrar a nadie en las 7 horas que estuvimos andando.

                   Area de acampada libre de la Franqueta, donde recogemos a Carol y Rafa.

Ya hemos dejado los coches en Mas de la Franqueta y nos dirigimos allí delante a una bifurcación de barrancos.

                          Dani de Betxí y Rafa de Benassal. Hoy vamos bien escoltados.


       Ya hemos cogido nuestro barranco y este va a ser el camino a partir de ahora, el Riu Sec.


                   Pero antes nos deleitamos con una cantera de mármol puro y duro.

En esta parte final aún subsiste alguna poza con la que no retratamos, dándole protagonismo a la buena de Laia.

                                  Vean como el camino requiere avance cuidadoso.

Aunque el avance por el cauce rocoso es tedioso, se va alternando con secciónes como esta, con sus pocetillas y zonas más angostas.

Un vistazo a la parte alta nos sirve para ver una hermosura de arco con ventana, de las tanto nos gustan.


Aunque lo que nos gusta de verdad es ver la aparición fantasmal del ganso de la derecha, jajaja ;-)

            De repente, el barranco da un respiro y se abre con una inesperada pradera.

    Donde un vistazo a la parte alta nos permite ver muchos y apasionante detalles geológicos.

                                                     El cauce de rocas vuelve a aparecer.

                                                Y lo hace picando bien para arriba.

                            Esta parte del barranco se pone dura y espectacular a la vez.

Vistazo hacia atrás para ver lo que llevamos subido. Carolina con una operación en  el pie bastante reciente demostró mucho aguante con la ruta de hoy.

                                Parece increíble que antaño por aquí fuera un camino. 


En todo caso, esta 2ª parte del Barranc del riu Sec me pareció majestuosa, aunque lo que viene ahora después, va a elevar la belleza a niveles muy altos.

Después de este tramo por el descarnado cauce rocoso escoltado por muchos bujes, nos pusimos en una zona abierta y muy virginal, a ratos pelada, salpicada de tejos por aquí, erizones por alla, algún roble despistado y un viento demoledor. Se nota que por aquí no viene la gente, y esa le otorga al lugar un aura virginal. Esta zona era la antesala del Carrer Ample, el alucinante barranco por donde vamos a transitar, en lucha con el viento, completamente embobados, y si hay dudas, a las fotos me remito. Antes de embocarlo, nos refugiamos en unas cuevecillas para comer unos frutos secos, protegidos de viento.


                     Se abre el terreno, se suaviza la pendiente y se agrava el viento.

                                      Y todo lo que nos rodea se revela solitario y bello.


Vean que maravilla de anticlinal donde Rafa y Carol en lucha con el viento, van a refugiarse en la cuevecilla.

                      Nos rodean pedreras con árboles solitarios en todas direcciones.

Bien apretados todos contra el fondo es donde tuvimos que almorzar. Este primer tramo del Carrer Ample hace de embudo tubo del aire, y era verdaderamente salvaje su fuerza.


            Ojo a lo que viene ahora, pues entramos en el Carrer Ample propiamente dicho.


Un brutal espectáculo geológico digno de salir en cualquier documental o revista especializada.


Dani y yo, que cerramos la excursión, nos miramos de vez en cuando, victimas de un ataque de Magia Serrana.

Siempre he pensado que por el descubrimiento y visión de lugares como este, los senderistas montañeros somos unos privilegiados.


                               Parece que el Carrer Ample es un barranco sin salida pero....



         Esa abertura desfiladero nos saca de esta inolvidable sección del barranco, pero antes..


                                                  El hombre de los anteojos de hueso.

Y un vistazo atrás a esta paisaje sacado de una película de ciencia ficción, como de otro planeta.

       Los piornos de montaña, y algún roble despistado le dan otro halo a este paisaje lunar.



Descubrimos una cueva más grande, que por los restos de muro, fue antaño un buen refugio de pastores.

Lo que está claro que nos habría servido mucho mejor de refugio contra el inclemente viento del Carrer Ample.


Investigando en internet, descubro que en este covacho (Cova del Frare) están estas pinturas, que resultan que son falsas. Atónito me deja esta gente que se ha dedicado a pintar esto. ¿A qué aspiran? ¿Qué quieren conseguir? Por que se ve, además, que se esmeraron en intentar que pasaran por auténticas. Foto cogida del blog costraypus.blogspot.com.

                                  El Carrer Ample no cede en belleza y majestuosidad.

             Viendo sus crestas y riscos podríamos estar perfectamente en Picos de Europa.

                                                                     Detalles geológicos.


 En este habitat tan inaccesible, puro y virginal no es raro que aparezcan tejos en las pedreras.

                    Cada uno de los cinco vamos negociando el viento como se pueda.

                                       El Carrer Ample se pone otra vez cuesta arriba.

                      Aparece el verde y un buen camino en buena pendiente nos va a poner....

En su parte final, lo que sería su cabecera. Queda claro que este bello barranco actúa como embudo tubo del aire.


Llegamos a la sección más alta de la ruta, hemos subido por el riu Sec y el Carrer Ample de los 550 metros hasta los 1050 aproximadamente. La dureza, más que por el desnivel, viene por el terreno y el viento salvaje. Donde hemos llegado se llama les Rases del Marraco, y, no penséis que ya se ha acabado lo bueno, pues esta loma pelada en alto, y también muy inaccesible, rezuma autenticidad por los cuatro lados. En dicha loma prosperó una masía, el Mas de Marraco, al calor de un pozo. Los pastizales y verdes prados lo asemejan a cuando llegas a lo alto de una ruta de alta montaña. Desde aquí iremos a coronar los 1181 metros del Vértice Espina, ya apartado de estas Rases del Marranco, dando comienzo a la 3ª y última sección de la ruta que os describiré un poco más adelante.

Es llegar a esta parte, más abierta, y el viento pierde la mitad de fuerza. Ahora es mucho más llevadero.


                        Les Rases del Marraco, pastizales de la alta montaña de Els Ports.

Lo que queda del Mas de Marraco, menudo lugar apartado que se buscó el masovero de aquí arriba.

             Y el imprescindible pozo, donde Laia da buena cuenta de esa preciada agua.

            Nos acercamos al lado sur de la Loma del Marraco, pues lo que se ve enfrente....

es sencillamente acojonante, con lo que sería la parte norte del Mont Caro (1442 m.) mayor altura de este macizo.

                Desde aquí, también tenemos conexión directa con el mar mediterráneo.



                                               Veámoslo de manera más nítida.


                     Seguimos avanzando, mientras dejamos atrás la Loma del Marraco.

Y, al coger orientación noreste, nos aparee en primer plano el final del Els Ports, y en medio el valle del Ebro. Más allá, las sierras de Cardó y del Boix.

                             Toda la zona del Baix Ebre, con pueblos como Xerta y Tivenys.

                                            El Ebro serpenteando en su ultimo trayecto...

                                           Antes de entrar en su espectacular delta.

Justo debajo de nosotros, velado por el sol, está el pueblo de Alfara de Carles, 800 metros de desnivel más abajo.

                 Regresa el aire fuerte, y se empina la cuesta en busca del vértice Espina.


           Llegamos al Espina, pero solo hay un mojón. ¿Dónde está el vértice geodésico?


Un inciso para comentaros lo de las vistas. Habíamos quedado completamente extasiados con el festín visual tanto al mar, como a els Ports y toda la zona catalana de Baix Ebre, y el delta del Ebro. Ese morro septentrional del macizo de Els ports es un impresionante balcón a todas esas zonas que comento. La parte esta del vértice Espina nos auguraba ye menos cantidad de vistas, como mucho al interior de la parte noroeste del macizo montañoso del Els Ports y Puertos de Beceite, pero lo que fue una auténtica sorpresa fue lo que conseguimos ver desde este lugar donde está el mojón de la foto de antes. ¿No se imaginan aún lo que vimos? 


                                                          ¿No lo han adivinado todavía?

                                    En efecto, los Pirineos a unos 200 km en línea recta.

           Ahora sí estamos en el vértice Espina (1181 m.). Antes el mojón nos confundió.


   Foto de grupo allí, donde el viento volvía a ser inclemente, aunque nuestras caras lo dicen todo del disfrute que llevábamos.

         Al noroeste nos va a salir este barranco que termina allí al fondo donde despunta...

                           Les Roques de Benet, vistas en el blog hace unas semanas.


Desde el vértice iremos descendiendo primeramente de manera paulatina siguiendo la horquilla montañera que nos hará ir dejando las cabeceras de varios barrancos a ambos lados hasta que cojamos un exuberante barranco que bajaremos bruscamente  y que nos dejará en una pista forestal que tras varias curvas nos dejara en la cabecera de un barranco conocido como la Vall del Pastor. A partir de aquí, perder metros y dar multitud de lazadas de la pista forestal, se convertirá en la larga tónica hasta que lleguemos al Coll del Llop, donde un poco más abajo se intuye el merendero de la Franqueta, final de esta gran ruta, que nos ha llevado unas 7 horas con un buen tute en la piernas y un enorme satisfacción en nuestras cabezas. 

Solo queda buscar un pueblo cercano y celebrarlo con una rica parva de cervezas. Después de eso, y de despedirnos de estos buenos amigos, a Maru y a mí nos tocará el plan gastronómico en nuestro apartamento de Beceite como gran fin a esta jornada de las que hacen afición.



Este cordal descendente hacia de contención contra el viento que venía salvaje de la derecha, y nosotros comimos sin apenas nada de viento a la izquierda.

Guuaaauuu, desde aquí se nos abre otro vista hacia el mar, con la cordillera del Montsià al fondo, casi en primera línea de mar.

          Os presento un extracto de la obra de de teatro el Increible despistado pierdecámaras.


Pues sí, ahí en el suelo donde ven la cámara de Dani es donde nos la encontramos él y yo al darse cuenta unos 200 metros más adelante que tenía la bolsa vacía. ¡Aiba! Las manos a la cabeza, miradas de preocupación y regresamos a buscarla. Según íbamos buscándola a mí me iba entrando la risa, aunque no quería descojonarme abiertamente todavía. Tenía que aparecer antes en buen estado. Ahí nos la encontramos donde la ven y llegó el alivio, aparte de las risas y el cachondeo. Y yo que muchas veces pienso que no tengo rival en esto de perder la cabeza en el monte, y resulta que mi amigo no me va a la zaga, jajaja ;-)


                                             Otra perspectiva de les Roques de Benet.

                          Comenzamos a perder metros en este caso de manera rápida.

La humedad de este barranco orientado al norte es tremenda, de hecho, en este barranco aparece por 1ª vez en los días que llevamos en esta comarca el pino albar o silvestre.

                                           Y tejos de tamaño bastante considerable.



                                     Precioso este frondoso barranco en descenso continuo.

Que nos hará pasar por ese estrecho, ya que al otro lado se encuentra la pista forestal que nos llevará a la Franqueta.

                              Desde el Coll del Llop intuiremos allí abajo el final de la ruta.

Un poco antes de llegar a los coches han rehabilitado una vieja masía con su paneles donde explican la vida de estos lugares.

                                                      Solo pensar en las cervezas de después.... 

                                                       Hace que nos vengamos arriba


Como colofón al último día, fuimos al super de Beceite y nos preparamos en casa la Mc Toni y la Mc Maru de dos huevos cada una, regada con otras tantas cervezas.



Esto ha sido todo por esta preciosa zona, a la que volveremos, ya que se nos han quedado muchas cositas por ver y andar.
                                                     
                                                    Hasta la próxima


Comentarios

  1. Hola Toni , sencillamente IMPRESIONANTE !!! Boquiabierto y patidifuso con tanta espectacularidad geológica. Digno de National Geographic. La zona de els Ports es otra de mis asignaturas pendientes. Nunca defrauda. Y vaya equipazo !!! Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Paco.

      Así me quede yo cuando descubrí la geologia de esta ruta. La verdad que tenéis mucho para elegir entre Valencia, norte castellón y sur alicante. Y eso, por no hablar de unos km de más y entrar en Teruel.

      Un abrazo.

      Eliminar
  2. Hola Toni.

    Qué frío que hizo ese día, y menudo viento... pero copón, qué bien que me lo pasé!! Desde que nos reencontramos en la Franqueta hasta que nos despedimos tras habernos tomado esos quintos en Lledó. Y entre medias estuvo esta ruta que menudo nivelazo tuvo, y no solo por ese espectacular y extraterrestre Carrer Ample que nos dejó a todos con la boca abierta con su exuberancia geológica. También estuvieron esos otros barrancos; el arduo caminar de algunos tramos de la ruta; esos puentes de roca tan típicos de la zona, que aunque fuese de forma discreta también se dejaron ver; la abundancia de nuestros queridos tejos; esos pastizales de altura del Marraco, con su masía y su pozo; esa falsa cima, que nos hizo el regalo añadido de poder ver los Pirineos y además con nitidez... vamos, una ruta cinco estrellas, en la que disfrutamos de lo que viene a ser el ADN de la parte tarraconense de este mágico triángulo montaraz.
    Y como no podría ser de otra manera, no faltó la buena ración de tontás varias, aunque en esta crónica ha venido con más mías que tuyas jajaja.
    Otra cosa positiva que me llevé a Betxí fue el haber conocido a Carolina y a Rafa, me cayeron muy bien de inmediato y estuve muy a gusto con ellos durante toda la ruta (por cierto, el área donde acamparon ellos se la conoce como els Ateus).
    Con ganas ya de repetir!!!

    Y sin más se despide el espectro pierdecámaras que usa anteojos de hueso ;-)

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Dani.

      Lo que me gustó mucho de la ruta es que tú la descubriste al mismo tiempo que nosotros, y eso mola mucho, pues nuestras caras de admiración eran mutuas y coetaneas, jejejeje.

      El grupo que formamos fue curioso. Mi amiga Carolina no es de senderismo, pero al conocer a Rafa que si le gusta mucho todo este rollo nuestro, pues está haciendo que se especialicen en rutas y parajes, y mucho que nos alegramos nosotros.

      Se me queda la espina de no haber hecho el Portell de Fredes y todos esos pueblos, pero ya caerá más adelante. Además Maru no conoce Morella, o sea que unos 4 días por esa zona es un de nuestros primeros planes en la agenda.

      Me da a mí que a la próxima vez que nos juntemos me toca a mi perder/encontrar algo, jajajaja.

      Un abrazo.

      Eliminar
  3. Hola Toni,

    Menuda grupeta guapa que os juntasteis, al nivel de la espectacular ruta que recorristeis y que nos has relatado con tanto detalle.

    El Carrer Ample es brutal, esas formaciones geológicas tan descomunales me encantan, mira que no haber ido nunca por allí... aunque la verdad es que siempre me acaba tirando atrás el viento, que por allí es raro que no sople bien fuerte, pero viendo las fotos, creo que merece mucho la pena darse un garbeo por la zona.

    Menudo susto se debió llevar el amigo de Betxí cuando vio la bolsa de la cámara vacía... menos mal que todo quedó en una anécdota.

    Espectacular la foto del Pirineo, parece que el viento por lo menos tuvo su recompensa con un cielo despejado que os permitió disfrutar de tan brutal estampa.

    Y como colofón final, no podía faltar la fotaza de la McToni o McMaru, no nos has especificado cual es la de la foto... jajajaja

    Salud, rutones y McCaseras!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola David.

      Sí, el viento salvaje quita las ganas de ir a los sitios. Prefiero frío que viento, pero bueno, ya has visto que tipo de ruta más chula tienes en Els Ports.

      Si vieras la cara de Dani, cuando fue a sacar la cámara par hacer una foto y no encontrarla. Se puso a mirar al suelo alrededor, y luego me miró a mí con una cara de pánico momentaneo. jajaja, a los que nos ha pasado hay un momento que te entra una angustia repentina muy mala, hasta que recurdas donde hiciste la última foto y vas en su búsqueda.

      La hamburguesa de Maru tiene que ser igual que la mía, si no, ella se queja. Ella siempre lo mismo que yo, jajaja.

      Salud, cámaras y hamburguesas.

      Eliminar
  4. Hola Toni.

    Quien iba a imaginar, que al ir encajonado en ese primer tramo, os tragarías todo el viento, pero que caprichosa es la naturaleza, que en vez de hacer de escudo contra el viento, hacia de embudo.

    No conocía el Carrer Ample, menuda maravilla geológica, desde abajo, uno piensa que es imposible que haya salida, pero mira, la hay, aunque no sea nada cómodo caminar por esos pedregales.

    Lo que parecía un tramo de transición (Les Rases del Marraco), al final fue un tramo bastante atractivo, con esas amplias vistas hacia Els Ports, las sierras de Cardó y del Boix. aunque yo me quedo con el Ebro serpenteando, que son contadas las ocasiones que se pueden ver a vista de pájaro.

    Y para finalizar esa bajada por los Tejos, que poco se dejan ver y lo de la cámara ... pues a mí también me paso una vez corriendo por el monte, hice una foto me deje la funda medio abierta y a lo que me di cuenta, la cámara no estaba y la encontré casi cuando ve iba, después de una hora. En fin cosas que pasan, aunque parece que siempre a los mismos 😂

    Salud y montaña.



    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Eduardo.

      Cierto lo del aire nos sorprendió a todos. Cuando llegamos a la cabecera del barranco y a les Rases del Marraco, comprendimos el efecto embudo tubo.

      Lo del Ebro era una pasada. Curiosamente, solamente dos meses despues por otros motivos por esos pueblos de abajo y veíamos estas montañas del Els Ports.

      Jajaja lo de las cámaras nos pasa a los que salimos mucho y lo mostramos pero, parece ser, que ealgo tiene que hablar nuestras cabezas.

      Salud y montaña.

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares