LOS SALTOS DEL NERVIÓN Y DE SAN MIGUEL, Y EL PUEBLO DE PUENTEDEY (BURGOS)

 

Otra comarca fascinante a la que teníamos muchas ganas, acrecentada por todas las fotos que se van viendo en internet, es la de las Merindades Burgalesas. La naturaleza se alía con los pueblos para conjuntar un de esas zonas del país donde, a golpe de bosque, pueblecito y agua, se forman muchas maravillas dignas de verse. Y digo agua, pues la gran riqueza de estas sierras, aunque de poca altitud, muy agrestes, se suma la cantidad de lluvia que reciben, lo que, a la postre, ha creado un sistema kárstico que otorga muchas de estas maravillas de las que hablo.

En la 1ª de las rutas que os voy a enseñar, Maru y yo nos fuimos a un sitio mítico, aunque sabíamos que no lo íbamos a encontrar en plenitud. Estoy hablando de la cascada más alta de España, el Salto del río Nervión (270 metros), un lugar que solo descuelga agua después de épocas fuertes de lluvia. Pensarán que es una lástima verlo seco, pero, si uno se hace la idea que no es fácil verlo con agua, y sabe disfrutar de la magia de la naturaleza, lo hará con creces, como hicimos Maru y yo, al estar enclavado en el Monumento Natural de Monte Santiago, un kárstico bosque (hayedo, encina y roble) sencillamente fantástico.



En la entrada veremos otro salto de agua también seco, el Salto del río San Miguel (200 metros). Tal son las magnitudes de todos estos saltos, que Maru y yo pensamos que debemos volver a estas tierras en épocas lluviosas para verlas en brutal plenitud. 

Y también, sacamos la reflexión, que si este salto del Nervión tuviera agua constante, la fama y la masificación se lo habrían cargado hace tiempo. Es la contradicción que suelen tener estos lugares. Lo que está claro, que Maru y yo hicimos la ruta en soledad (sólo nos encontramos unos senderistas vascos con los que charlamos un rato) y nos encantó el lugar, sin necesidad de ver cascadas rebosantes y apelotonamientos de gente. He oído de mucha gente que vuelve del lugar decepcionada por que la cascada estaba seca; limitaciones al sentimiento natural le denomino yo a eso.

Las Merindades están situadas en el norte de Burgos, lindando con Cantabria, Vizcaya y Alava, asunto que hace que en ellas confluyan la Meseta Castellana, el Valle del Ebro, las montañas vascas y la Cordillera Cantábrica, con toda la riqueza natural propia de estos lugares. En las Merindades se emplaza el origen histórico de Castilla, cuando se juntaron las 7 merindades de Castilla la Vieja y dieron lugar al primigenio Condado castellano.


              Dejamos el coche en uno de los varios parking que  hay comenzamos a andar.

Parece ser que esos son los restos de un pequeño monasterio de época altomedieval, el de Sancti Iacobi, citado en varios documentos medievales y que no se conocía su ubicación.

No tardamos mucho en llegar a una especie de torca o depresión en el terreno, donde se ve un lugar muy selvático y con un puente de madera en medio.

El sendero con barandilla vemos que se mete debajo de la tierra. No entendemos por ahora la fisionomía de este lugar.

Ah!, es que un cauce casi seco del todo se mete y desaparece por ese agujero que ven debajo de la barandilla.

                                  Cauce que viene de estas pacíficas balsas de agua.

Que a su vez, manan de este manantial-cueva, la Fuente Santiago. Dichas aguas, que a los pocos metros son engullidas por ese agujero de la foto de antes, salen en época de lluvias, por la Surgencia de Ojo Lezea.


Dicha surgencia cogida en época plena. Fotografía cogida de www.ropewiki.com. Dar las gracias de antemano.


                                          Entramos de lleno en este fantástico hayedo.

                               Estamos en el Monumento Natural de Monte Santiago.

Un lugar muy sugerente con un espectacular bosque en superficie varias simas y cuevas en profundidad.


 Empezamos la ruta viendo encinas y robles quejigos y ahora estamos inmersos en el hayedo.

           Pasamos por lo que fue una Lobera, lugar donde se cazaban a los lobos.

      El bosque llega hasta casi el mismo borde de algo, que se intuye allí delante, a pleno sol.

                        Primera visión del espectacular Cañón del Nervión o de Delika.

                                     El camino nos lleva por estas campas verdes hacia.....

                  Una especie de mirador metálico. Promete lo que vamos a ver desde allí.


                           Guuaaauuu, la sensación de vértigo es de la buena!

          Rápidamente, se nos va la vista al punto por donde entrarían las aguas al Cañón.

                 Realmente espectacular, con ese cauce empedrado que parece artificial.


Lo que llama la atención es esa erosión fluvial tan curiosa con esos 400 metros de desnivel casi verticales.

                                                El cauce va por el fondo serpenteando.

            El valle se abre al final, donde a la izquierda están las casas del pueblo de Delika.


                Me acerco hasta ponerme al lado del cauce seco del Nervión, a la derecha.

                                    Ahora iremos por la senda de este lateral izquierdo.

                       Echando vistazos a estas dorsales imposibles que caen en picado.

La senda una gozada, aunque se echa de menos la sombra del hayedo ante estas primaveras tan calurosas que tenemos.

                                                  Allí adelante en el borde veo algo....

                                              Creía que era Maru, pero es un buitre.

                     Aunque Maru también está, oteando estos impresionantes bordes.

                             A los buitres de Delika les gusta muchos todos estas repisas.

                                                  Incluso celebran reuniones de trabajo.


                                                         Bonita esta haya bonsai.

                     La senda va siempre por este borde que ven. Al fondo asoma algo.

                                                               La Peña de Orduña.

                               Todo el rato vamos embobados mirando cosas de abajo....

                                     Como Orduña, el pueblo más grande del valle.


                                   El camino nos lleva a otro puntal, la Esquina Rubén.

                                                    Magnífico mirador a tierras vascas.

            Con este instrumento tan de la comarca, el hacha y esa bonita dedicatoria.

                                                         La caída hacia abajo es una pasada.

                               Esto es un buen tapiz verde, y lo demás son tonterías.


Cosa curiosa: En apenas 30 km en línea recta está el mar Cantábrico, por lo que los vientos cargados de humedad entran por el valle de Ayala hasta chocar bruscamente con estos bordes del Cañón y Valle del Nervión (Sierra Salvada). Esto hace que las nubes bajas marítimas se queden colgadas como un gorro en lo alto de la sierra. Lo que ha conocido localmente como "Bollo" Estas nubes se deshilachan y se deshacen cuando remontan en altura por efecto del relieve. Bastan unos pocos kilómetros hacia el lado burgalés, para que los cielos se abran, permitiendo el paso de los rayos del sol, creando otros ecosistemas radicalmente diferentes.

                                            Mejor que yo, os lo va a explicar este panel.


        Volvemos al parking por otra senda, siempre bajo la sombra de este magnífico hayedo.

            Vamos a ver otro salto, mucho más desconocido, esta vez en el Valle de Angulo.

                                        Nos vamos acercando y ya se ve al otro lado....

                                         Las enormes laderas de la Sierra Sálvada.

                                     Y al lado, lo que sería el Salto del río de San Miguel.

Espectacular salto de más de 200 metros de desnivel, que al igual que el Nervión, su carácter kárstico, hace que solo lleve agua en sus cada vez más esporádicas épocas de lluvias.


De esta, si voy a coger dos fotos de internet. Como la que he cogido del wikiloc de Nieto76. Dar las gracias de antemano.

                                             O esta de las www.lasmerindades.com


        Después del salto, el valle se abre con el pequeño pueblo burgalés de Encima Angulo.


En esta ocasión, vamos a terminar la entrada con el bello pueblo de Puentedey (Puente de Dios). Cuando os enseñe las distintas rutas que hicimos Maru y yo en estas vacaciones por las Merindades, acabaré con uno de sus muchos y bellos pueblos, ya que las Merindades es una de esas comarcas que guarda pueblos realmente curiosos, incluso espectaculares. Como ven, una comarca de las de disfrutar, tanto en versión senderista, como cultural y turística. 

Una recomendación mía es ir fuera de los meses más calurosos del verano. Nosotros fuimos en Junio. Recordar que, salvo en lo alto de las peñas y cimas, en el resto estaremos por debajo de los 1000 metros de altitud, y eso se nota en el calor que aprieta. En contraposición, y para solaz de los que vayan en verano, habrá muchos ríos donde refrescarse.

                                  Estamos en Puentedey, pueblo atravesado por el río Nela.

                                Que es reconocible por esa maravilla que ven al fondo.

        Incontables años le costó al río Nela hacer este puente, cosa que los primigenios habitantes de este pequeño pueblo no dudaron en darle la autoría a Dios.

                            Maru nos sirve para calibrar el tamaño de esta obra colosal.

                  No tomas verdadera conciencia del tamaño hasta que pasas por debajo.


                                                           Sacando las vistas hacia atrás.

                                                                     Y hacia adelante.

                                           Si nos fijamos bien, en el borde asoman casas.

     Otra punto de interés es la Iglesia de San Pelayo, con los cortaos de una de las muchas sierrezuelas detrás.

  Y por supuesto, el palacio fortificado de los Brizuela (siglo XV/XVI), señores de Puentedey.



                                                                      ¡Hasta la próxima!

Comentarios

  1. Hola Toni, gracias por hacernos disfrutar, de este impresionante reportaje, unas vistas, de gran belleza, las cascadas con agua serán una pasada, realmente os felicito por vuestros reportajes, son muy bonitos, y los aficionados a la montaña lo disfrutamos desde casa, saludos de Félix

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    1. Hola Felix.

      Encantado que te guste es ruta. Burgos es una de esas provincias de interior que guardan muchas cositas que ver y andar, y sí, estas cascadas con agua sería un espectáculo total.

      Un saludo.

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  2. Hola Toni.

    Qué pasada de lugar. Es de esos que nunca te hartas de ver en fotos, vídeos o reportajes, quedándote embobado, pero que visto in situ debe ser más brutal aún, aunque no se descuelgue agua. Os imagino boquiabiertos y ojipláticos contemplándolo. Y no podías estar más en lo cierto en esa pequeña reflexión que haces sobre la ausencia de agua en el salto. Si aunque no tenga agua, no sabes apreciar la belleza del lugar, es que realmente tu pasión por la naturaleza no sea tan pura como tu te crees... Vosotros, amigos míos, si que supisteis apreciar la belleza, de ambos saltos y ha quedado bien reflejado en esta entrada.
    Y oye, como me han recordado a los Cabocos palmeros esas verdes torcas del principio del reportaje. Aunque para verdes esos hayedos, que menudo frescor que nos ofrecen cuando llegan los calores ;-)
    Y de ese puentaco natural labrado por el Río Nela me llama la atención el topónimo, y como antiguamente, a la hora de poner nombre a estos lugares o bien se tiraba por lo divino, como en este caso, o directamente a lo diabólico (Ventano del Diablo por ejemplo), no había término medio jajaja. Y mírate esa vista, no sea que un día le vayas a dar un beso a Maru y se lo acabes dando a un gyps fulvus jajajaj.

    Un abrazo.

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    1. Hola Dani.

      Me encanta eso de o diabólico o divino, no hay término medio. Jajaja es verdad, pero tira más lo diabólico y del infierno gana de goleada en toda la geografía, incluso mundial me atrevería a decir.

      Buena similitud con los cabocos palmeros. Siempre curiosos los sistemas kársticos, al no correr apenas agua en superficie y luego con esa frondosidad y exuberancia de la cubierta vegetal. Tengo claro que el fenómeno agua en la naturaleza (dígase poza o cascada) atrae a mucho urbanita más turista que senderista, incluso, por desgracia, también a mucho indeseable.

      Ya sabes tú que yo, al animal que más quiero es al Buitre Carroñero, es al Buitre Carroñero ;-)

      Un abrazo.

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    2. Hola Toni,

      Menuda maravilla de lugar, que gozada de bosques, y el cañón del Nervión... símplemente espectacular, que como bien dices, no es necesario verlo con agua, solo ver esas paredes y el cauce que forman ya me parece sublime.

      El pueblo de Puentedey es precioso, con ese brutal puente natural de Río Nela, muy buena opción para comer después de una ruta por la zona.

      Salud y saber disfrutar de la naturaleza!!!

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    3. Hola David.

      Aparte de las rutas conocidas, este rincón tiene más que a bien seguro deben ser chulas, como una senda que va desde abajo, desde Delika hasta ponerse muy cerca de donde caería la cascada. Luego, mirando el mapa, por Delika he visto alguna senda zigzagueante que sube a la parte alta que debe ser muy chula. La subida a la Peña de Orduña, etc.

      Lo de los pueblos de las Merindades casi necesitaría capítulo aparte, porque la mayoría son de postal, rodeados de mucha vegetación con sus construcciones de piedra, manteniendo la arquitectura ancestral, con arroyos o ríos cerca.

      Salud y pueblos chulos!

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  3. Hola Toni.

    Estuvo mi hermano en Semana Santa y también estaba seco, me extrañaba, porque la zona se veía muy boscosa y verde (síntoma de que llueve), pero claro, si ahora te leo que eso es un queso gruyere, pues ya se donde a parar todo lo que cae.

    Me ha gustado mucho el recorrido, porque, normalmente, del Salto del Nervión, solo suelen poner fotos de ese rincón, pero para mí, es igual de interesante, toda esa masa boscosa que lo rodea, eso sí, el agujero que hay, es de los que quitan el hipo, yo no me pondría donde se coloca Maru 😱.

    También, aunque sea en gran parte al sol, ese tramo de sendero que va rodeando el circo, es una pasada y por supuesto, el pueblo de Puentedey, con su característico puente natural.

    Esa zona de las Merindades, es una pasada, así que estaré atento al resto de entradas.

    Salud y montaña.

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    1. Hola Eduardo.

      Pues ahora no sabría decirte si todas las merindades es zona kárstica, pero yo creo que gran parte sí. En contraposición los ríos grandes siempre van bien de agua.

      Es lo que hablamos antes, que para los amantes de la naturaleza tiene el mismo interés el salto en sí, que las demás partes del recorrido. No apreciar y disfrutar de ese maravilloso bosque porque no cae agua de la cascada es triste.

      Ahora vienen unas entradas locales, y la siguiente tanda de entradas de rutas por España caerán un par más de las Merindades.

      Salud y montaña.

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