EL CAÑON DEL RIO HOZ SECA Y LA CUEVA DEL TORNERO -ALTO TAJO-SIERRA ALBARRACÍN-SERRANÍA CUENCA-

En la ruta de hoy que la hice hace ya tiempo os voy a enseñar tres comarcas naturales de gran valor ambiental y paisajístico. La primera parte será en el viaje en coche desde mi casa en Cuenca, cruzando la Serranía, donde os enseñare cómo la montaraz niebla anega todo el valle del Júcar y afluentes diversos. Todo ello subiendo por el Puerto del Cubillo, a los pies de la Mogorrita, para cruzar el límite del río Tajo y entrar en la Sierra de Albarracín, entrando por el término de Guadalaviar, viendo diversos lugares de su monte.  Una vez pasado el límite de Guadalaviar, dejaremos Teruel para entrar en Guadalajara. Lo que indicara que entramos en la Comarca del Alto Tajo, por el término de Checa, y muy cerca del de Orea.

 

Este trayecto donde hemos tocado las tres provincias son el eje telúrico, la zona 0 de los Montes Universales, donde el ADN del Sistema Ibérico impregna de soledad, magia y belleza estas altitudes. Y digo altitudes, pues casi todos estos paisajes que verán, muchos kilómetros a la redonda, a primera vista llanos, andan entre los 1500 y 1600 metros de altitud. Lindamos también con la Comarca de Molina de Aragón donde sus parameras y estas cotas de altitud nos avisan que aquí el frío, aunque menos con el Cambio Climático, sigue siendo algo que hay que tomar muy en serio. En nuestro caso, no será problema, pues esta excursión fue hecha en un otoño seco y cálido, antes de que, a principios del invierno, llegaran las lluvias, y poco después, el desplome de los termómetros, tan usual por estos montes.

El grueso de fotos de la entrada se la lleva la excursion que hico por el Hoz Seca, y es que este peculiar río es el mejor ejemplo de lo que cuento de las 3 provincias, ya que nace en la Sierra de Albarracín,  en el monte de Bronchales (Teruel), cruza el Alto Tajo, por los montes de Orea y Checa (Guadalajara) y va a echar sus aguas al Tajo, donde la otra orilla del mismo es la Serranía de Cuenca, términos municipales de Cuenca capital y Beteta.

   Subiendo el Puerto del Cubillo, al parar y echar la vista atras, así vemos el valle del Júcar. 

                                    Se ve emerger la sinuosa carretera entre la niebla.

    Los 1765 metros de la cima del Gamelloncillos (derecha) tambien emergen de la niebla.

Voy subiendo, y veo que la parte trasera del monte Púlpito coge todo su significado con lo que tiene delante.

     Bello siempre el Puntal de los Poyales, con la niebla entrando por el cañón del Almagrero.

La niebla se mete por otros valles, como el del río Valdemeca. Además, vía Júcar, llega hasta la ciudad de Cuenca, a 68 km por carretera.

Ya he cruzado el Valle del Tajo y estoy bajando a Guadalaviar, mientras dejó atras la cima del Portillo (1806 metros)

Paro a coger agua en este clásico, el merendero de la Fuente del Molino, primeras aguas del río Guadalaviar (Turia)

Río que viene a nacer de forma muy humilde en unos manantiales de ese rinconazo de la Muela de San Juán.

La pista forestal va paralela a dicha muela que se ve al fondo, y aquí delante otra fuente, creo que es la del Resonero.

La extensa Muela de San Juan, donde hay una pista de esqui de fondo, guarda algunos bordes dentados de rocas, idóneos  para recorrerlos.

Entramos en la provincia de Guadalajara, y me sale esta balsa/lagunilla que siempre he pensado que era de origen artificial, pero el toponimo del Manadero me hace pensar que es natural.

La pista pasa por la bonita Paridera de las Sarguillas, espectacular rambla que recorrimos en esta entrada.

Con mi coche todoterreno, transitaré por esa larga pista forestal que llegaría a Checa, pero, antes, una vez cruzado el barranco del Hoz Seca y pasado el Polje del Cubillo, cogere una serie de carriles, en no muy buen estado, para acercarme a los bordes del cañón del Hoz Seca, en la proximidades de la Quebrada del Pellejero.

Como ya colgué en el blog una excursión que hice con Ignacio (tiempo despues de hacer esta que estais viendo), donde, desde la Herreria del Hoz Seca subimos a la cima del Rasón y también del Pellejero, para luego bajar a la Cueva del Tornero por un atrevida y chula senda que atraviesa los canchales, apenas pondre fotos de ese tramo. Sí lo hare de las cuevas y la vuelta al coche, saliendo del cañon por un empinado canchal y volviendo por sus bordes.

Después de cruzar la Rambla de las Sarguillas y el Hoz Seca, busco el carril que me acerque al punto de inicio, mientras comprueblo este paisaje  -piel de leopardo-  tan típico de estas parameras con la sabina rastrera, moteando. 

                        A primera vista, este paisaje que vemos no me dice nada especial.

               Pero el Polje del Valle del Cubillo, donde este panel nos cuenta este fenómeno.

Tras una buena tirada de carril secundario, estoy cerca de la Quebrada del Pellejero, y si miro cañón arriba veo hasta donde quiero llegar.

   Fantástico el paisaje del Hoz Seca (coloquialmente Osececa), con sus cientos de meandros.

                  Allí abajo se encuentro mi próximo objetivo, la Cueva del Tornero.

Ahí está el principio de la espectacular senda que baja a la Cueva, y que, como ya os enseñe el día que vine con Ignacio, no os pondré fotos.

        Solamente esta, al echar la vista atrás, de la ladera que he bajada por dicha senda.

                                    Como ya sabía, en esta época, el río va seco.

   Me encanta esta conjuncion de la  serpenteante vegetacion y el seco cauce abriendo la roca.

                Por aquí entraré al cauce para hacer unos cientos de metros aún por él.

                                                           Y llegar a la Cueva del Tornero.

                                                  Utilizada desde tiempos inmemoriales.

             Su parte con luz natural llega hasta ahí delante, donde el techo baja un poco.

La veo hacia atrás, desde ese punto que comento en la foto de antes.

Usando el frontal, llego, tras unos 15 metros más, a donde empieza la parte espeleológica. ¡Ojo! que esta cueva tiene una longitud de 11 kilómetros.

Desde aquí, hacia atrás, se ve donde puso el muro el pastor para que el rebaño no pasara de ahí, y alguna oveja aventurera se metiera por la galería.

                                  Salgo de la Cueva y remonto hacia arriba el Hoz Seca.

                    Fijándome en estas laderas pedregosas y pinceladas de vegetación.

     Llego a un punto, donde veo que en el cauce llego a haber agua y no hace tanto tiempo.

    En efecto. Esta foto es de tiempo despues, en el mismo punto, el día que volví con Ignacio.

                                Y allí muy cerca, está la Cueva del Agua del Tornero.

                                  Compruebo que se puede entrar perfectamente.

Lo digo, porque tiempo despues, cuando volví con Ignacio, el agua llegaba hasta donde ven, y no se podía entrar.

              Entro en la oscuridad con el frontal y me encuentro con esta maravilla.

                                                            El sifón Mari Carmen.

      Vistazo hacia atrás con el flash, para ver la corta longitud de la boca hasta llegar al sifón. 

                                                       Quito el flash y salgo de la cueva.

Que curioso el sistema hidrológico de esta Cueva del Tornero, con su otra cueva desague para el agua.

Salgo de la cueva del Agua, remonto un poco el cauce seco, hasta ver un buen canchal con mucha pinta de poder subir, con cuidado, hasta la parte superior.

Mientras voy subiendo, me salen bonitas postales del Hoz Seca, río arriba.

        Ya estoy en la parte superior donde saco esta panoramica de uno de sus meandros.

                                      La de sendecitas que se forman en las predreras.

Desde donde estoy, puedo ver como en el otro lado, en muy poco espacio, le entran al Hoz Seca, dos ramblas. Esta es la del Bco. de la Peguera.

                                          Y esta, más pequeña, la de la Rayadilla.

     Donde llama la atención su lateral izquierdo, de cresta rocosa que probablemente sea la rayadilla de su topónimo.

                                         Culminada con esa curiosa formación.

         La vuelta es facil, trata de ir por esta parte superior hasta la Quebrada del Pellejero.

   Al ir volviendo, la perspectiva de la cresta del Bco. de la Rayadilla va tomando otra forma.

Ahora las grandiosas vistas son hacia delante, cuando el cañon de Hoz Seca se abre, antes de abrazar el Tajo, que es lo que se vería al fondo del todo.

                                 Las vistas cercanas tampoco se quedan mancas.

              Paso por encima de algun que otro rinconazos que se crean en los laterales.

El hierro que veo por el suelo me indica la logica de la ubicación de la Herrería que hay abajo, en la ribera del río.

Las vision de los retorcidos meandros y las dorsales que bajan desde arriba me encandilan siempre. Fijáros que algo brilla, abajo, en el centro de la foto.

El Hoz Seca que ya lleva agua, despues de pasar por el Huerto del Gorri, donde estan los nacederos constantes de este curioso curso fluvial, que enseñé desde su nacimiento en Bronchales (Teruel) hasta la desembocadura, lindando con Cuenca, en esta Vieja Entrada

                

                                                        ¡Hasta la próxima!