LA LOMA IZQUIERDA DEL ESTRECHO DEL RÍO TRABAQUE


El estrecho o desfiladero que hace el río Trabaque, cuando deja la sierra de Las Majadas y baja al Campichuelo, vía, primeramente, por el pueblo de Arcos de la Sierra, y luego, a desembocar al río Escabas, por medio de la Alcarria, lo hemos visto varias veces en este blog. 

Lo que no os había enseñado son parajes accesorios, colaterales, complementarios, lo que viene a ser rincones más desconocidos, pues la fama se la lleve el paraje principal, en este caso, el estrecho del Trabaque, pero si se investiga todos estos lugares pegados al principal guardan también mucho interés.

En este caso vamos a recorrer la loma rocosa que conforma la vertiente izquierda de la hoz del río Trabaque antes de formarse el desfiladero. Todo ello, para obtener vistas novedosas de dicho estrecho y todo el entorno en un ambiente frío típico del invierno pasado, cuando fue hecha esta ruta.



La ausencia total de sendas nos indica que este es terreno de cabras pero sin peligro alguno, más allá de asegurar bien la pisada. Esta loma rocosa va entre el barranco del Pocillo, otra pequeña vaguada que va hasta el río Trabaque, y un barranco sin nombre que será por donde volveré al coche. Para ser más exacto, no bajare por dentro de este barranco, sino por su otra loma lateral, aprovechando que por ahí va un carril, que los mapas antiguos indican como el viejo camino a la Dehesa de los Olmos.

Total una rutita que, con su punto exigente, me hara pararme en Villalba de la Sierra a hidratarme debidamente.


Lo 1º ver como el río Trabaque sale de su hoz estrecho de esta guisa: poca agua y congelada.

                           Lo qué disfruto con estas visiones, cada vez más escasas.

                 Os pongo una foto antigua del inicio del primer estrecho, por donde no iré.

Ya que, retrocederé un poco y subire por la loma, dejando atrás el cauce del río y al fondo a la derecha, las casas de Arcos de la Sierra.

                  Voy cogiendo altura sin acercarme mucho a los bordes del estrecho.

Bordes que desde esta vista antigua desde el otro lado, vemos mejor, en ese lado izquierdo.


    El estrecho primero lo vamos dejando atras, donde resaltan los cables de la Vía Ferrata del Estrecho de Arcos.

Y cuando ya lleva un trecho subido, me sale esta poderosa vista frontal de la Hoz del río Trabaque, con su 2º estrecho o desfiladero ahí delante.

             Arriba en el lateral izquierdo, aparece el Picayo, lugar autóctono de buitres.

    Aunque lo que me tiene encandilado es la grieta que labró, como pudo, el río Trabaque.

   Ya que, desde su nacimiento en la Dehesa de los Olmos, crea un valle hoz de gran anchura.

                    Y en el lado derecho, una de esas cuestas que le ponen a uno a tono.

      Nuestra loma izquierda se va abriendo, y ya sale ahí delante el Barranco del Pocillo.


                            Vuelvo a mirar al estrecho del Trabaque y sus paredes y rocas.


El transito por esta loma como ven no es dificil pero la inclinación y esas pedreras finas aconsejan no ir deprisa.


                                         La perspectiva se va ladeando cada vez más.

                        Me encanta como suben estos paredones rocosos, abriéndose en hoz.


                Paredes que tengo fotografiadas de mil maneras, como esta, con sus verdores.


   La loma rocosa se va acercando a la cabecera del Bco. del Pocillo que se intuye debajo mío.

                                Ahora durante un rato, el estrecho lo dejaré al fondo.

                        Y me fijaré en quienes me llevan acompañando toda la ruta.

                                                                              
                                                                        Los Gyp fulvus.

         Me voy a centrar ahora en la loma rocosa, donde a la izquierda se aprecia....

     Ese barranco sin nombre por donde bajaré al coche, subido a esa loma que ven al otro lado.

  Por ahora, vemos que nuestra loma no cede en tamaño, aunque se vaya acercando a su final.


                              Incluso, con alguna que otra buena pendiente.

              Llego a lo alto del promontorio que marca el punto más alto de la loma.

                                                                   Vistazo hacia atrás.

                        Vistazo hacia dentro, hacia los frailes del Barranco del Pocillo.

Desde aquí arriba, también asoma Castillejo de la Sierra, y detrás, el magnífico robledal de esta parte de la sierra.


                                      El Cerro Poste ya hace rato que se deja ver.

Y Gyp fulvus en cualquier lugar.

Dejemos nuestra loma, crucemos este barranco sin nombre para ponernos al otro lado..

Donde bajaremos al punto de inicio por esa otra loma rocosa.


Primeramente, bajar con cuidado.

Aparece el pueblo de Fresneda de la Sierra, a pie del Cerro Poste.

Y esta otra bonita vista de Castillejo.


Cuando ya me coloco en la otra loma de bajada, tengo esta vista de la loma de subida

Si amplio la foto, la alineo con el estrecho del Trabaque al fondo.

Más cerca todavía.


Esta loma por la que estoy bajando, tiene a su vez otro barranco hacia el otro lado con otro buen espinazo rocoso para transitar en futuras excursiones.

Debajo de dicho espinazo se encuentra la Cueva del Saúco, un covacho de pasado pastoril y con el bello arbolillo a su derecha que le otorga el nombre.

Yo sigo por mi loma, y allí abajo, dónde se ve la pista llegar, es donde tengo el coche.

Las perspectivas del estrecho del Trabaque van cambiando.

No solo de buitres viven mis ojos, sino de otros animalicos como estos cérvidos que cacé por poco.

Y, a punto de llegar a abajo, esta es la vista hacia atras del barranco innominado, por el que he bajado por este lateral izquierdo.


Hasta la próxima 

Comentarios

  1. No creo que sea muy adecuado estar por ahí...ahora..
    Con los buitres leonados en proceso d reproducción.

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    1. Hola.

      La ruta que ves fue hecha hace dos o tres años, y creo recordar que fue un diciembre bastante fresquito.

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  2. Por favor que ruta más increíble, es realmente como tu dices al principio, ruta autentica de cabras, la entrada es realmente espectacular, hay dos cosas que me han llamado la atención, en primer lugar la cascada, será impresionante verla con mucha agua, será una autentica maravilla, en segundo lugar Fresneda de la Sierra, no se cuantos tragos de aguardiente de fabricación casera, nos habríamos tomado, no se cuantos grados tendría, porque te dejaba la garganta hecha polvo, pero que bueno nos estaba jajaja, como siempre un placer ponerme en contacto con vosotros: saludos Félix

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    1. Hola Felix.

      No sé porque no deja poner el blog el nombre ni a mí mismo, pero bueno, comentarte que esa zona de La Frontera, Fresneda de la Sierra y demás es la zona 0 del buen aguardiente serrano.

      Un saludo y encantado de tenerte por aquí.

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  3. Muchas gracias! Soy de Valencia e intento ir todos los veranos , pero hay algo mágico en la Serranía que me hace necesitar ver todas vuestras imágenes, excursiones ....

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    1. Hola.

      Pues yo muy encantado que este blog sea una ventana a estos paisajes y que puedas disfrutarlos. De las bellas sierras valencianas también cuelgo muchas entradas.

      Un saludo.

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  4. Visto los barrancos, desfiladeros y el desnivel que soporta el río. quiero pensar que en otros momentos debió de tener un caudal importante. Esta observación que sería válida para la mayoría de los riachuelos de la Sierra, se acentúa en el Trabaque.
    Un cordial saludo para los autores de este magnífico reportaje.

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    1. Hola.

      Efectivamente. Hace un tiempo leí en algun sitio un informe geológico que decía que el río Trabaque llego a ser más río de lo que es hoy en día.

      Y, a tenor de todo su ancho valle, con los lados bien erosionados desde su nacimiento hasta este estrecho, y luego el tramo de enorme hoz que hace antes de llegar a Albalate de las Nogueras, tuvo que tener más enjundia de la que hoy lleva.

      Gracias por vuestro comentario.
      Un saludo.

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  5. Hola Toni.

    Qué guapo ese Estrecho del Trabaque. Cuando veo tajos de esa magnitud me gusta pensar que son las cicatrices de la sierra.
    También me gusta pensar que cuando andamos, con torpeza y sin su soltura, por ese terreno reservado para las cabras; o cuando nos subimos a oteros para intentar tener las perspectivas que tienen los buitres, nos transformamos un poco en esos dos animales tan característicos de nuestras salidas al monte. Luego, una vez acabada la ruta, la cerveza en el primer bar que nos viene de paso es el primer paso del proceso de vuelta a ser un humano.

    Un abrazo.

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    1. Hola Dani.

      Buitres leonados y Cabras montesas son nuestros auténticos compañeros de ruta.
      Es una cosa que llevo observando en los últimos años por Cuenca, y me imagino que por Castellón igual, la cantidad de cabras que se ven, y lo que mola verlas triscar entre los precipicios.

      Esta ferrata del estrecho de Arcos no sé cómo estará, pero me imagino que tendra su puntos chulos, aunque es verdad que, ante la espectacularidad de la de Priego, y de la del Júcar con el río encañonado esta parece guay para iniciarse.

      Un abrazo.

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  6. Hola Toni.

    Buen barrancazo para ponerse a tono en los días cortos invernales, y en un paso más allá y con más tiempo, extenderlo hasta esa cascada de la Dehesa de los Olmos. Y es que en aquellos puntos periféricos de la Serranía, allí donde se abre a los campos de cultivo, guarda sorpresas como ésta donde disfrutar de un gran día montañero. Son los grandes parajes desconocidos, eclipsados siempre por las hoces, cumbres y nacimientos de ríos con más fama por éstos lares.

    Un abrazo.

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    1. Hola Andrés.

      Pues si, lo has clavado. Ruta invernal teniendo solo la mañana, aunque el horario invernal no da para mucho más,pero me he dicho de aprovechar esas mañanas y recorrermes todos estos cordales (los que se puedan y sean rocosos) de todo ese lateral montañoso que va desde Portilla hasta Fresneda.
      Y también como bien dices, darle protagonismo a otros lugares, a priori menos interesantes, pero a posteriori con su encanto.

      Un abrazo.

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  7. Hola Toni.

    Que mejor manera de sentirse como las cabras, que caminar por su territorio. Aquí, rara vez se veía alguna, pero, en los últimos años se han multiplicado y cuando salgo a correr al atardecer, casi siempre me cruzo con algún grupo y alguna, ya va adquiriendo una buena cornamenta.

    Estos parajes con tantos ríos, barrancos y arroyos, ofrecen muchas alternativas, por más que los visitas, siempre se descubre algo que no has visitado. Muy guapos esos paredones verticales.

    Salud y montaña.

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    1. Hola Eduardo.

      Si, por lo que cuentas y por lo que veo yo también, está habiendo un boom de cabras que siempre molan verlas como triscan por terrenos imposibles.

      En esta rutilla por esta loma, vi otras lomas rocosas más allá, que me las apunté para otra futura mañana recorriéndolas, y es lo que tú dices: que al final se descubren otras cositas que no contabas con ellas.

      Salud y Montaña.

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