EL IBÓN DE ACHERITO Y EL VALLE DEL AGUAS TUERTAS

 

En verano del 2017 Maru, Nacho y yo fuimos de vacaciones por los Pirineos más occidentales junto con Dani y, la que entonces era su pareja, Eva. Hicimos rutas variadas y nos lo pasamos en grande, como era de esperar. No solo eso, sino que incluso apareció por allí nuestra amiga Eva “Patito” con su perrita, que andaban por aquellas latitudes con su furgoneta. No lo recuerdo ahora, pero es posible que la perrita de Dani, Laia, otra fiel de la entradas de este blog también estuviera, haciendo las delicias de Nachete, por entonces un chavalín de 15 años que nos acompañaba a subir montañas.

De aquellas vacaciones surgieron dos cosas relacionadas con la entrada de hoy y con la próxima también, 8 años después. Un fracaso y un anhelo. Me explico. El fracaso fue, sencillamente, una ruta que quedo inconclusa, que no pudimos acabar. La palabra fracaso acaso no es la más indicada para referirse a una ruta malograda, pero, realmente, se fracasó en el intento de completar la ruta. Trataba de subir a ver el primer lago o ibón de alta montaña pirenaico viniendo desde el oeste, el Ibón de Acherito. Como bien me indica Dani el Ibón del Ezkaurre está más occidental pero al no ser de agua constante, lo excluiremos. Aquel día veraniego del 2017 nos amaneció gris y plomizo, con una ligera llovizna, con visos de convertirse en persistente, con el transcurso del día. Aquello no nos amilanó y comenzamos la ruta que empieza a pie del río Aragón Subordan, muy cerca de la Casa de la Mina.



Cuando llevábamos subido un par de cientos de desnivel positivo por el Bco. de las Foyas, Maru se empezó a sentir indispuesta, con el resultado de volverme yo con ella al coche y, en cuanto se le pasara, darnos unos paseos por el bello valle del río Aragón, en espera del resto de de la excursión, que, presuntamente, habría conseguido subir al Ibón del Acherito. Pero no, la lluvia, cada vez más insistente, empezó a calar el suelo, las rocas y, sobre todo a nuestros compis, que, cómo a la hora, aparecieron por donde el coche, completamente empapados. Se había tomado la decisión, muy sabia, de no seguir con la ruta y no llegar al Ibón.

Por eso, aquí viene la ruta completada 8 años después por Maru y por mí. Esta circular de unos 14 km que sube por ese bco. de las Foyas en su primera parte. Una vez en el ibón, comentar que nos sorprendió muy gratamente. No sé por qué, pero yo me había hecho la idea de que aquel era un ibón como más feote. Al no estar en cota de mucha altitud, y eso de ser el 1º por aquella zona pirenaica, muy cercana a todo lo del Karst de Larra, me hizo pensar que iba a encontrarme con poca agua, más una charca grande, pero no el precioso y natural ibón que nos apareció. Vamos con la crónica de esta primera parte hasta el ibón de Acherito.


Dejamos el coche en el aparcamiento de la Casa de la Mina y enfilamos este hermoso barranco que tenemos delante.


                                                      El barranco de las Foyas.


                                              Lo remontamos por su lado izquierdo


Admirando como este bosquecete de hayas están con el cambio de color.

                                     Vistazo hacia atrás para ver lo que llevamos subido.


Hay que recordar que en los Pirineos da igual donde mirar, pues la parte superior del Barranco de las Foyas tiene un aspecto estupendo, aunque nosotros no seguiremos por ahí.

Detrás de Maru al fondo emerge los murallones de un viejo conocido nuestro, la Sierra de Alanos.


       La senda del Ibón deja el Bco. de las Foyas y gira a la izquierda, bordeando la ladera, mientras delante nos asoma...

El lado oeste que conforma la cabecera del Valle de Hecho, con el Chipeta Alto y el Petraficha como cimas más altas y sus características dorsales.

    La estampa del Chipeta Alto es muy sugerente y nos recuerda que lo tenemos pendiente.


Nos queda un largo trecho a mitad de ladera, mientras, detrás de Maru, el sol nos deja reconocer la forma rectangular de una montaña llamada el Castillo de Acher. ¡Ummmm!

                   Da gusto ver en estos últimos tiempos como tira Maru en la alta montaña.

                 Tira y disfruta, pues ahí la tienes cual marmota. Pero a la derecha se ve agua....

                                        Y eso significa que estamos ante el Ibón de Acherito.

                                                    Inmejorable lugar para comer algo.

  El murallón que conforma el ibón tiene ese collado donde vimos que de la izquierda iba una sendecita.


Justo allí arriba, se ven un par de siluetas. Investigando aquello es la Brecha de Hanas, otra desconocida senda para pasar a Francia. Maru y yo barajamos acercarnos, pero eran demasiadas cosas...


                           Aunque el ibón invita a relajarse, nos ponemos en movimiento.


                                              El ibón a ras de su limpia y fresca agua.


   Con su desagüe natural que manda el agua al Barranco de Acherito y de ahí al río Aragón.

                                    Vamos a subir un poco para cogerlo en perspectiva.


                          Toda la cresta rocosa que veis en frontera en Francia y España.

Una vez en el ibón, la ruta circular -y sendero oficial- sigue a mitad de ladera, perdiendo altitud paulatinamente hasta ponerse en la impresionante cabecera del Barranco de Acherito, justo debajo de montañas como el Pic de Chourique, el Petrechema o el mismo Acherito, y de ahí, acompañando al arroyo del Barranco hasta el punto de partida.

Pero nosotros le añadiremos un extra a la ruta. Una vez en el Ibón de Acherito, dejaremos el sendero oficial y seguiremos subiendo hasta ponernos en la cresta divisoria entre España y Francia. Asunto que recomendamos a todo el que suba a ver el Ibón de Acherito, pues solo son 200 metrejos más de desnivel positivo y el espectáculo visual montañero que otorga llegar a ese cordal, a ratos cómoda cresta, es de primera categoría.

Nos pondremos justo debajo del Pico Ibón, que conforma el circo rocoso en el que esta el ibón de Acherito y nos deleitaremos con el abismal patio que conforma la cuerda Petrechema, Mesa de los 3 Reyes, Anie, las montañas de Llhurs, entre ellos los el Petit Billare, y su hermano grande, viejos conocidos de cuando hicimos la travesía pirenaica hispano francesa de las Golondrinas.


Obviamos, por ahora, el sendero oficial que baja al Bco de Acherito y tiramos hacia arriba por estas lomas herbosas. Enfrente nos asoman los gigantes occidentales


                                       Otro conocido nuestro, el Acherito (2375 m.)


                             Justo en la mitad, encima del ibón, está el Mallo de las Foyas.


        En nuestra subida al cordal seguimos tocando míticas cimas, ya holladas por nosotros.


                                              Como por ejemplo el Pretrechema (2371 m.)

Llegamos al cordal fronterizo. Enfrente de Maru el Pico o Peña Ibón (Pic du Lac de la Chourique en francés)

                                          El espejo del Ibon de Acherito nos cautiva.

         Pero el lado francés no se queda atrás, con el pequeño Lac d'Ansabere debajo nuestro.

                    A este pequeño lago se le ve un color y una flora acuática muy llamativa.


                         El cordal tiene algún tramo cresta, pero no tiene dificultad alguna.

                              Hemos decidido ir hacia el Peña Ibón a ver qué se ve por allí.


                        Un traspiés indeseado puede tener algunas consecuencias nefastas.


                                        El cordal coge proporciones más suaves y amables.


                                 A la vez que la mole pétrea de la Peña Ibón se agiganta.

Lo que se ve al otro lado es bárbaro. El skyline de izquierda a derecha: El Pico Sobarcal, El Petrechema, La Mesa de los 3 Reyes, Pene Blanque/Pene Llhurs y para terminar el Añelarra/Auñamendi/Anie.


Nuestro tránsito acaba aquí ya que no se puede seguir. La Peña Ibón es un muro infranqueable por ambos lados.

Mirando por su lado izquierdo el espectáculo calizo es de primer orden, resaltando al fondo el Midi y su característico perfil.

                            Que grandiosidad la que muestra siempre esta montaña.


      Muchos selfies montañeros tienen su making off o tomas falsas que no se suelen enseñar. 


                  Debemos empezar a bajar y dejar de ver, muy a nuestro pesar, estas postales.


Atajamos por la pedrera y nos topamos con la sendecita que va a la Brecha de Hanas. No iremos por falta de ganas...


       Sino porque la luz de la tarde reflejada en el ibón nos avisa que debemos iniciar la vuelta.

Bajamos al ibón, lo dejamos atrás, y al rato de llevar la senda  semicircular nos aparece otra cautivadora visión, la cabecera del Barranco de Acherito.


                                      Con el pico homónimo mostrándose a Maru.


Vemos que abajo, por el medio, está el Puerto de Acherito, donde podríamos pasar al valle francés que vimos en las fotos del cordal de la Peña Ibón.


La bonita senda nos baja paulatinamente. El pico que está delante de Maru sería el principio/ final del cordal que andamos en las fotos de antes que hace de frontera entre países. En el mapa solo viene su nombre francés el Pic de la Chourique.


                       Bajamos al verde valle donde vemos que despunta una construcción.


                 Un pequeño refugio de pasado ganadero/pastoril bajo la presencia del Acherito.

Y un sitio estupendo para hacer noche en alguna de esas muchas travesías pirenaicas que se pueden hacer por estos lares.


Comentaros que cuando miré el mapa antiguo, el topónimo Acherito, viene como La Cherito, es decir, la montaña protagonista que veis viene como el Mallo de la Cherito y el ibón como el Ibón de la Cherito. ¡Muy curioso!


                   Curiosidades aparte, es un lugar obligado para un descanso y un pinchito.

            Toca bajar el Barranco, viendo como el cauce rápidamente se queda muy abajo.


          Según bajamos por el Bco. de Acherito la caliza pura va dando paso a los bosques.


                           Y Maru mostrando su notable mejoría en su relación con las vacas.

Y a punto de llegar a la carretera, el tremendo protagonista de la ruta del día siguiente se nos muestra desafiante.


Os voy a mostrar aquí también la corta ruta que hicimos Maru y yo el día de antes en que llegamos al Valle de Hecho, y que, como el día estaba ya avanzado, pues fue ideal por que no nos llevaría mucho tiempo. Además, así tachábamos de nuestra lista de parajes pirenaicos por visitar, el cercano Valle del Aguas Tuertas. Lugar célebre por su belleza, en el que tuvimos esa suerte que se da si comienzas la ruta a la hora de comer y, además,  en una fecha tardía del otoño, lejos de la masificación veraniega.

Los coches se dejan en el lado de la pista, con vistas atrás al Chipeta alto, y donde empezamos la ruta que sube al Ibón de Acherito.


                        Pese a haber algún coche, la ruta ya la hicimos bastante en soledad.


                       En los lados del valle el hayedo se ve otoñal, ya camino de invierno.


Esta corta ruta solo tiene un dificultad reseñable, y es subir el escalón que veis allí delante y que te pone en la parte superior del valle.


Otro cosa tremenda son los 800/900 metros de desnivel que tiene los lados del valle, las laderas del Riste.

Comenzamos a subir el brusco escalón que nos servirá para calentar para la ruta del día siguiente al Ibón de Acherito.


   Como veis en esta grandiosa vista, el escalón da comienzo a lo que es el Valle de Hecho.

           Con el ejército calizo de fondo en formación: Chipeta Alto, Petraficha, Acherito, etc.

                          Una hermosa pedrera nos va a sacar del Valle y nos va a a poner...

En esta preciosidad que es alargado y extenso Valle del Aguas Tuertas.

Con el bello topónimo puesto a huevo, parecido a Retuerta que significa sinuoso o retorcido) En la sierra de Cuenca, por ejemplo, retuerta para los ríos y arroyos es un topónimo muy usual.


                                  Allí despunta el curioso Dolmen del Aguas Tuertas


                        La senda va por un lateral. Fíjense hasta donde llega el final del valle.


                                     Menudo pastizal donde cabrían varios campos de futbol.

El arroyo del Aguas Tuertas, primeras aguas del río Aragón Subordán, lleva la suficiente agua para no poder vadearse.

La Sierra de Secús se levanta al fondo cerrando frontalmente el valle. Nosotros aquí nos volveremos, pues la tarde empezó a nublarse.

Justamente detrás de esa Sierra de Secús, la navidad anterior anduvimos con el amigo Dani por el precioso Valle de los Sarrios, digamos un valle de Aguas Tuertas en pequeño.

Volvemos y nos asomamos al borde del escalón para ver esta vista de la que me canso nunca.


En algún punto de la bajada, me asomo a ver como el arroyo se descuelga en largas chorreras.


Y con estos hayas rojizos despedimos el Aguas Tuertas. Solo toca irnos a la furgo, cena, dormir que al día siguiente tenemos la ruta con la que comienza esta entrada.


Este fue el final de la ruta del ibón de Acherito, pero podría valer también para el final de la ruta del Aguas Tuertas el día de antes, pues llevábamos la nevera de la Camper hasta arriba de Maestras. ¡Qué bien entran esos 7,5º después de un buen tute! 
Por estas fechas que fuimos el camping estaba cerrado y para el bar más cercano había que bajar hasta Hecho, por lo que la nevera de la furgo se torna salvadora en estas circunstancias.



        ¡Hasta la próxima donde os contaré el otro asunto, lo del anhelo montañero! 

Comentarios

  1. Con un reportaje tan chulo que estaba siendo y has tenido que meter una foto en la que salgo yo para echarlo al garete, menos mal que se me ve desde lejos jajajaja.
    Fuera de coñas, menudos fotones, sobre todo los que atañen a la subida al Ibón. El propio paisaje (con el extra otoñal), la luz del otoño, y por supuesto la pericia del fotógrafo crearon la combinación perfecta para que te saliese un álbum de fotos genial de esta ruta.
    El ibón es muy chulo, pero es que el circo calizo divisorio que contornea la cubeta es una auténtica pasada, no desentona en absoluto con esos perfiles tan característicos de esta zona del Pirineo, cuyo skyline es de mis favoritos. Y viendo ahora tu reportaje creo que hubiese sido una soberana tontería haber subido en 2017 (efectivamente estaba Laia, que creo que hizo buenas migas con Bowie), pues no hubiésemos visto, ni el entorno del lago ni las panorámicas. A todo esto, muy de acuerdo contigo, nunca deberíamos utilizar la palabra "fracaso" en la montaña, y también deberíamos eliminar algunas como "conquista" o "victoria"...
    Y no sé si os lo llegué a comentar, pero unas semanas antes de esta ruta vuestra, en septiembre, intentamos subir al Ibón de Acherito, pero desde Lescun, pero salió muy mal día, y encima yo no me encontraba nada bien, así que al llegar al pequeño Lac d'Ansàbere (qué chulo se ve desde las alturas), nos dimos la vuelta.
    Y respecto al apunte, correcto, pues el Ibón de Ezkaurre es estacional, sobre el honor del Ibón de Acherito de ser el más occidental del Pirineo (o el primero desde el Atlántico), se me olvidó decirte que quizás el Lac de Lhurs (al norte de la divisoria), le podría disputar tal honor. Hice una consulta al mapa y el de Acherito está más al oeste, pero de "foto-finish", compruébalo y verás...
    Y a este respecto, a mi también me gusta mirar de vez en cuando el mapa histórico del Iberpix, y ver como han variado los topónimos, o las propias alturas de las montañas. Curioso lo de "la Cherito", un poco más y hubiese sido el Ibón de la Charito jajajaja.

    Un abrazo.

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