LA BALSA DE VALDEMORO, SUS MOLINOS Y LA PEÑACORTADA


La Balsa de Valdemoro de la Sierra es un paraje al que le dediqué una pequeña entrada en los albores del blog hace ya casi 10 años. Lo había vuelto a visitar varias veces pero si es cierto que después de tanto tiempo aquello pedía a voces una entrada del blog más exhaustiva y además, contando cositas y enseñando otras no tan conocidas.
Cuando ya nos dejaron salir por la provincia después del confinamiento puro y duro vi unas fotos de mi primo Guillermo del lugar, y comprobé que la primavera había dejado la Balsa con un aspecto estupendo. No es la vez que la había visto con más agua pero si es una ocasión propicia en que un buen caudal unido a este verde primaveral post confinamiento había dejado aquello bonito a más no poder, ideal para hacer una excursión.
El primer fin de semana fuimos con unos amigos a comer allí en el merendero y ver la Balsa más en plan turista campestre, y al cabo de tres días volví yo solo para trazar una ruta y llegar a la Balsa por otro lugar distinto al merendero donde se llega con el coche.
Aparte, de enseñaros unos molinos de agua y una pequeña obra de ingeniería que se hizo aprovechando el aporte de agua que otorgaba la Balsa al joven río Guadazaón.

      El domingo fuimos con unos amigos, y ahí esta el bueno de Miguel con la Balsa detrás.

      Lo 1º que llama la atención es el Molino de la Toba que cada vez está más en ruinas.

          Entramos un poco pero está todo tan mojado que no llegamos mucho más adelante.

        Eso nos permite sacar esta vista frontal de la Balsa chorreando por todos los sitios.

Volvemos para atrás y subimos a la parte de arriba, dejando atrás el merendero, donde tenemos el coche.


Una vez arriba no nos asomaremos todavía a la cascada, ya que vamos a dirigirnos hacia donde nacen estas aguas. Hay que explicar que el agua de la Balsa viene del Arroyo de la Balsa, un corto arroyo que nace a pie del macizo montañoso o muela que hay encima nuestro. Sus aguas caen por la cascada hasta el río Guadazaón.


     Remontamos el arroyo, y allí al fondo, a pie de esa ladera, es donde nacen las aguas.

               Vemos que por aquí crea otra zona pantanosa de gran valor ambiental.

          Llegamos a un pedregal donde de entre las rocas mana el agua pura, fresca y rica.

Le enseño a Miguel que puede beber de un manantial siempre que vea como mana el agua de la tierra.

            Volvemos a la cascada y ahí se ve la bajada por el otro lado para verla mejor.

  Antes Miguel nos hizo una foto a nosotros y a sus padres, nuestros amigos Belén y Bascu.

                                                  Mejor vista desde este lado.

                                La bajada labrada en la roca se ve que es muy antigua.

                         La cámara comienza a echar humo ante lo que se nos presenta.

Detalles de esta maravilla tobácea, que hay que hacer fotos con el zoom, no debiendo acercarse y pisotear la toba.

                     Puede recordarnos a un Nacimiento del río Cuervo algo más pequeño.

            El gran Travertino está lleno de huecos y pisos con vegetaciones extrañas.

                    Planta kárstica, donde la calcita del agua la ha fosilizado por completo.

Como en el merendero hay gente nos venimos al río Guadazaón buscando estar nosotros solos.

                       Y plantar nuestro campamento para hacer el picnic campestre.

   Miguel aprovecha para remojarse en un río que aún no ha recibido las aguas de la Balsa.


Y ahora vamos a adelantarnos dos días después, el martes, que me vine yo solo. Dejé el coche en el puente que salva el Guadazaón en la carretera que se dirige a Valdemorillo de la Sierra. Mi plan es visitar primero por la ribera izquierda (mirando río arriba) otro molino de agua y buscar los restos de un antiquísimo canal que se hizo para llevar agua de la Balsa hacia abajo, no sé si hacia Valdemorillo o simplemente a otros molinos y huertas más en dirección río abajo.

Luego volveré al puente y pasaré a la ribera derecha para pasar a una verde explanada, surcada por las ramblas de dos arroyetes que van buscando el río. Desde allí me dirigiré hacia la Balsa para llegar a ella por detrás.

Camino hacia Valdemoro, paré en los Palancares para fotografiar esta maravilla de la flor de cantueso alfombrando los pinares.

 Dejamos el coche en el puente hacia Valdemorillo y vemos como baja el Guadazaón. Primero iremos por la orilla izquierda.

                    Pasamos por el Molinar, viejo molino que aún aguanta en pie.

                                       Allí siempre son las 14:02 de mediodía.2



                     Y podríamos estar perfectamente un rincón gallego o asturiano.


          Avanzamos en dirección río arriba, viendo buenos ejemplares de pinos.


                     Nos asomamos a ver el río que va con las riberas exuberantes.

                                    Y capto a alguno de sus simpáticos habitantes.

Llegamos a un punto que de este lado aparece una pared rocosa flanqueando el río, y algo extraño en ella.

                                                   ¡Cáspita! ¿Y esto que es?

                                          El acueducto canal de Peñacortada.

   Mas adelante os explico el porqué de esta obra de ingeniería que se ve bastante antigua.

                               Volvemos hacia atrás al puente para pasar al otro lado.

                             Llegamos a unas praderas verdes en suave pendiente..

Surcada por unas ramblas que llevan algo de agua y que hay que cruzar sin mojarte la bota.

           Me desvío y subo una ladera porque este árbol me ha llamado la atención.

Pongo la mochila al lado para que se vea el verdadero tamaño de este roble (Quercus faginea)

No me importa subir un cuestarrón entre aliagas y demás maleza para ir a contemplar este portentoso árbol.

                                      Salimos de las praderas, y nos dirigimos hacia la Balsa.

A mi derecha, dejo la Peña del Águila, con un reborde rocoso que hace que entre tanto arbolado pueda tener vistas. Me la apunto.

 Vemos como esta primavera está viniendo de perlas al crecimiento de los jóvenes pinos, no hace mucho comidos por la procesionaria.

                                         Rutas de bicicleta para todos los gustos.

Llego a unas campas verdes, donde reconozco rápidamente la cordillera montañosa que vemos al fondo.

Al acercarnos, ya aparece la Balsa y al fondo el cordal montañoso de la Sierra de Valdemeca con el Collado Bajo como punto más alto (1839 metros)

         Mira que he estado muchas veces pero esta perspectiva de la Balsa no la conocía.

                      El rio Guadazaón discurre un poco más abajo. Ahora iré por allí.

Como ya la había visto dos días antes, lo que hare es dirigirme rápidamente al río Guadazaón para recorrer una preciosa senda que nos lleva al Molino de la Herrería, y poder ver nuevas estampas de la Balsa con la doble cascada y el comienzo de esa especie de canal caz que, aprovechando las aguas de la Balsa alimentaba unos cuantos molinos de agua y diversas huertas.

                                 Cruzamos el puente que salva el Arroyo de la Balsa.

Hago un descanso en las mesas del merendero donde me aprieto unas rodajas de barritas energéticas cérvidas.

             Con unos ricos tragos de agua. ¡¡No todo va a ser cerveza y más cerveza!!

   Foto del interior del merendero construido por la Sociedad de Cazadores de Valdemoro.

Cruzamos el puente que salva el Guadazaón y nos ponemos en la otra orilla para ver la doble cascada.

                                                 La propia del Arroyo de la Balsa.

Y la otra que cae directamente sobre el Guadazaón creando un impresionante vergel. ¿Qué será esta construcción que se ve a la derecha?

Veámoslo más de cerca. Al principio se puede pensar que el resto de un puente pero luego se ve que es más de un canal.

No tengo confirmación veraz y exacta de la explicación de esto pero habiendo explorado aquello, la teoría que me sale es que esta construcción es lo que queda del principio del canal que recogía el agua de la Balsa y a través de un canal caz que va a llevar agua al Molino de la Herrería (que veremos ahora después).
El agua en el canal continua yendo en dirección río abajo, regando huertas y moviendo molinos como el del Molinar (visto en las primeras fotos).
El único obstáculo que se encuentra el canal caz en la vertiente derecha (río abajo) del río Guadazaón es la pared rocosa de Peñacortada. De ahí que se hiciera ese canal labrado en la roca viva para llevar por ahí el agua.

                          Los rincones acuáticos que se crean en el río son muy chulos.

La cascada original de la Balsa debiera ser más grande, y de eso dan fe los rebordes del valle del río.

                                                        Más rincones fluviales.

   Hemos estado viniendo por encima del borde del canal que es lo que está a la izquierda.

                Se ve alguna que otra poza de gran tamaño aunque de difícil acceso.

              Llega un momento que el cañón del río se abre, y nos recibe una jungla.

                                          Donde siguen los rincones fluviales.

                               Hasta que llegamos al Molino de la Herrería.

                          Completamente asalvajado y engullido por la naturaleza.

Allí me acerco a ver una cosita que conozco de otras veces, y que es una imagen que me encanta. Como el chopo va tragándose un leño que le adosaron por alguna razón hace muchos años.


Nos queda volver al coche y acercarnos a Valdemoro a tomarnos un par de tercios como dos soles, dando por finalizada esta preciosa ruta por otro de esos rincones semi escondidos que guarda la Serranía de Cuenca.

                                                      ¡Hasta la próxima!

Comentarios

  1. Respuestas
    1. Hola Niceto.

      Gracias a ti por leerme y comentar.

      Un cordial saludo.

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  2. Hola!!!
    Insisto. Flaco favor se le hace a éstos parajes naturales con tanta información. Está información es una puerta abierta a su masificación y su irremediable deterioro.
    Saludos!!!

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    1. Pues nada. Mantengamos ocultos los tesoros de nuestra provincia. Así nos va.

      De nuevo, muchas gracias por este maravilloso blog.

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  3. Hola Toni.

    Menuda preciosidad que forma la doble cascada de a Balsa, toda de toba y recubierta de vegetación, que ahora con agua forma unas cortinas de agua, que son una delicia, pero que en invierno cuando bajen las temperaturas, se tienen forman unos carámbanos espectaculares.

    En cuanto a tu hipótesis, tiene toda la pinta de ser correcta, antes se aprovechaban los cursos de los ríos para canalizarlos y todos esos molinos en los alrededores lo acreditan.

    Un saludo

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    1. Hola Eduardo.

      Pues tendré que volver a ver si se hacen carámbanos de hielo. Lo que pasa, que al contrarío que el nacimiento del río Cuervo que al estar a más altitud si se forman chupitos de hielo, la Balsa de Valdemoro está a menos altitud y no suele ser normal que se forme hielo, pero con este clima tan extraño, cualquier cosa.

      Recuerdo que cuando vi por 1ª vez esa canal hecho en la roca no supe quien había hecho eso, pero con más exploraciones al final uní ese arco semi derruido que hay debajo de la Balsa con el canal horadado.

      Un saludo.

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  4. Hola Toni.

    Buena vueltecilla te diste por aquellos lares para indagar y conocer más a fondo unos parajes llenos de curiosidades como el aprovechamiento de las aguas por nuestros ancestros para sacarle algo de rendimiento a aquellas tierras olvidadas. Esa doble cascada en su esplendor tiene que ser un éxtasis visual.
    A ver que se te ocurre por esa Peña del Águila, que ya te veo planeando alguna rutilla, je,je.
    Por cierto, me han comentado que asfaltaron la pista de Beamud a Valdemoro, ¿es así?

    Un abrazo.

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    1. Hola Andrés.

      Lo que pasa con el nacimen. del arroyo de la Balsa que suele tener un tope, y por mucho que llueva ya no sale más (el excedente me imagino que saldrá por otros lugares). Si a eso le sumas que todo el reborde que cae al Guadazaón es de mucha longitud, verlo todo a lo largo con una continua cortina de agua es muy difícil, pero ya con las distintas chorreras y toda esa vegetación es una pasada de bonito.

      Si, la asfaltaron hace cosa de un par de años, y viene muy bien para unir la zona La Toba- Huélamo- Tragacete con Valdemoro-Cañete-Cañada del Hoyo, ya que dar la vuelta por Valdemeca, Laguna, Huerta y Cañete son muchos más y curvosos km.

      Un abrazo.

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  5. Hola Toni,

    Que pasada de rincón que nos has mostrado, y la ruta de descubrimiento, todo un clásico made in Toni.

    Tal y como dices, es como un nacimiento del Cuervo pero en pequeñito, que gozada poder almorzar allí y relajarse con el rumor del agua.

    Impresionante como nuestros ancestros aprovechaban el agua, y sobretodo, como mimetizaban las canalizaciones y aprovechaban los recursos naturales para ello.

    Salud y rincones mágicos.

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    1. Hola David.

      Si, es un muy peculiar el lugar, pues al tener doble cascada merece mucho la pena. Solo me faltaría saber de cuando es la canalización, pues caz, canales y acequias se han hecho siempre pero eso de horadar la roca me suena de mucho más antiguo, de cuando no había tanto ingenio ni invento de ingenierias. Por eso, saber de que años es lo de Peñacortada me gustaría saberlo pero me da a mi que me voy a quedar con las ganas.

      Salud y aprovechamiento del agua (y de la cerveza)!!!

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  6. Soy Pedro de Valdemorillo. El canal sobre la roca de Peña Cortá, (así le llamamos) pudo haber sido realizado a partir de las sugerencias de Felipe II ( 1565-1575) para construir molinos. En dicho lugar se hacía una presa y sólo podía pasar el agua por donde estaba la roca para que fuera al molino. Luego, quizás antes de la época delas desamortizaciones, el molino desapareció como tal. Solamente dejó el topónimo de "El Molinar", y la casa, sin vestigio alguno de haber sido molino, cayó en desuso sobre el año 1968. La presa siguió construyéndose hasta principios del 70, pero el río había hundido su cauce con la erosión y ya no podía utilizarse el canal sobre la roca porque se había quedado muy alto. Espero que esto dé un poco de luz. Un saludo cordial

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    1. Hola Pedro.

      Pues hacia finales del siglo XVI es una fecha muy antigua. Muchas gracias por los datos. Ese apunte de que el río en estos siglos ha hundido su cauce por el propio acto erosivo del agua es la explicación más lógica.
      Reintero las gracias.

      Un saludo.

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