POZOS, POCILLOS Y LAGUNILLAS DE TIERRA MUERTA (I)
Voy ahora con la primera de dos entradas especiales dedicadas a mi labor de rastreo e investigación de la comarca de Tierra Muerta. Aviso que estas entradas están pensadas para gente muy fan de la Serranía de Cuenca, y en especial, de esta comarca. Son de carácter muy local, aunque, al fin y al cabo, lo que muestro aquí es Naturaleza, que es leiv motiv de este blog de principio a fin.
Ya he contado alguna vez que en las 18.000 hectáreas
aproximadas del Monumento Natural de Tierra Muerta y Palancares no hay (ni ha
habido) ningún pueblo. En esta Entrada antigua comento un poco las
peculiaridades de esta curiosa y apartada comarca. Podemos dividirla en dos
comarcas físicas, la Muela de Palancares y la Paramera de Tierra Muerta. En
toda esa extensión no hay apenas arroyos ni manantiales. La falta de agua - pese a
tener un régimen de pluviosidad bastante alto - temperaturas gélidas en
invierno y mucho calor en los veranos hace que esta tierra siempre se haya
mantenido inhóspita y ha hecho que el hombre no lo viera como buen lugar para
asentar un pueblo; y eso que aquello es una mezcla de pinares y sabinares y una
geología de una belleza arrebatadora.
Se comprende ahora que mis amigos senderistas de Castellón y Valencia,
ante el topónimo tan llamativo y después de ver las fotos de esos bosques, le
extrañe que un lugar tan lleno de vida, con esos bosques y gran cantidad de
animales, pueda ostentar el topónimo de Tierra Muerta.
Pero si es cierto, que en toda su extensión hubo caseríos
dispersos en las que vivieron algunas familias a lo largo de los siglos, como
en el caso del padre de mis amigas Inma y Myriam Contreras. Todas estas gentes
tenían el problema de abastecerse de agua. En los inviernos de lluvia y nieve
no era problema, pero esta comarca como buena muela y paramera kárstica actúa
como un enorme colector de aguas, filtrándose toda a los acuíferos y saliendo
al exterior por otras zonas, ya fuera de la comarca de Tierra Muerta y
Palancares. Había que buscarse la vida ante la ausencia de manantiales y
arroyos, y esto se hizo principalmente de dos formas.
Antes de seguir, hacer un inciso para deciros que lo que
aquí voy a contar de los pozos es lo que yo he sacado de la observación
empírica y su consiguiente deducción lógica (o no tan lógica). Con esto quiero
remarcar que agradecería enormemente que en los comentarios si alguien supiera
la historia de estos pozos y lagunillas me las contara.
Una de las maneras fue aprovechar el fondo de las vaguadas y
barrancos pequeños donde haya hondonadas en la que el agua de lluvia se quedara
represada allí, levantando un terraplén para conseguirlo. La manera que se
hacía, aparte del terraplén, era fijarse en la naturaleza y copiar el método, es decir, untar el fondo de la hondonada con arcilla, material poco permeable
que hace el agua aguantara más en la superficie. Estas lagunillas eran lugares
excelentes para que toda la ingente fauna silvestre y domesticada de Tierra
Muerta tuviera sitios para beber, sobre todo los veranos, otoños y épocas de
sequía, en qué encontrar agua era tarea harto difícil. Otra manera que he observado, aunque menos, era poniendo un plástico en el fondo de la hondonada.
Decir que en los inviernos no solía haber problemas, ya que,
en zonas de poco drenaje natural, el agua de lluvia/nieve se quedaba embalsada
durante uno o dos meses (de ahí viene lo de copiar el método). Son lagunillas naturales, generalmente de muy pequeña
extensión, más bien charchas, y lo que en muchas partes de la Serranía de
Cuenca se suelen llamar como Navajos.
La otra manera era buscar el agua para consumo humano
realizando pozos. Pozos que se hacían buscando el acuífero. Solían tener agua
todo el año para que estas pocas gentes de la Casa de la Sabina, el Caserío de
Cabeza Gorda, la Casa del Pozo Coronado, el Robardillo y algunas más, tuvieran
sitios donde poder sacar agua para su subsistencia ante la falta del líquido
elemento en Tierra Muerta y Palancares.
Magia Serrana lleva ya unos meses embarcado en este nuevo
proyecto, muy de carácter local, que trata de mostraros todos los pozos y
lagunillas de Tierra Muerta. Aquí viene la primera parte de dicho proyecto. En dos
semanas vendrá la 2 parte, en que os contaré más peculiaridades tanto de esta
Comarca como de la figura jurídica del Monumento Natural más extenso de
Castilla La Mancha.
¡Espero que os guste!
(Antes de mostraros los pozos, comentaros el rasgo general
que he observado que hay varios pozos muy cerca de las lagunillas. Deduzco que
lo que primero existió fueron los pozos, y el hombre a la hora de crear estas
lagunillas, levantando terraplenes y echando arcilla al fondo para que el agua
de lluvia aguantara más tiempo represada, eligió un lugar cercano, sino el mismo, pues el pozo
indicaría con claridad la cercanía del acuífero subterráneo y el sitio idóneo
para estos navajos o charcas artificiales en el fondo de las vaguadas. Seguro que habrá casos de pozos hechos al mismo tiempo que la lagunillas. Comentaros que desconozco si las
lagunillas tienen nombre; yo en todo caso, las que querido nombrar poniéndole
el nombre del pozo más cercano si lo hubiera, y si no, del topónimo más
cercano.
La X que he
puesto significa que no encontré el pozo (o fuente) en cuestión. Los motivos pueden ser
varios; que el pozo no está en el punto exacto que indica el mapa (a este
efecto, deciros que me he ayudado para localizar algunos pozos con el gps del
móvil y su situación exacta en el mapa); otros motivos son que puede que no
buscara bien o que el pozo se haya colmatado con el paso de los años y esté
desaparecido, que es lo más normal.
2) LOS POZOS Y LAGUNILLAS DE LAS CRUCES (al noroeste del término de La Cierva, en el límite): Aunque en el mapa vienen dos, el pozo y el pocillo, realmente son tres los Pozos de las Cruces. La lagunilla que se crea allí es en realidad en principio de la Rambla de las Cruces que va a juntarse muchos km más al sur con la Rambla Verde para desembocar en el Río Guadazaón, ya en el término de La Cierva. Milagrosamente los tres existen y, además, tal y como se concibieron hace muchos años.
Y en los laterales de estas charcas, están los desagües naturales por las que agua corre, en caso de fuertes lluvias como ocurre en la foto.
Pero vamos con el primer de los pozos, el que identificamos por los palos puestos para taparlo. Más auténtico imposible.
Vamos con el 3º de los pozos, más cerca de la lagunilla.
Unos 200 metros rambla abajo me encuentro otra lagunilla más pequeña, donde se ve por donde canalizaron el excedente de la misma para que siga bajando por la rambla.
La estampa más típica de Tierra Muerta, que en los veranos trasmite una sensación de aridez y sequedad tremenda.De una osamenta que había tirada en el suelo, me entró la vena creativa, titulándolo el Árbol de los Huesos (la cuerda azul ya estaba enganchada al árbol)
3) POCILLO DEL POZUELO (X) (a la derecha del Yacimiento Paleontológico de Las Hoyas):
Pozo completamente desaparecido, a no ser que no esté donde indica el mapa y
por consiguiente no lo encontré. Descubro los exiguos restos de un caz que
puede indicarme que el pozo estuvo allí, pero se colmató hace ya muchos años.
4) POZO (X) Y LAGUNILLA DE LA CAÑADA HONDONERA: La lagunilla subsiste todavía, tras
dos meses sin llover, pero el pozo, que el mapa marca dentro de esta verde
vaguada, ha dejado de existir. En su lugar, como testigo de lo que fue, queda
un viejo gamellón de madera, indicándonos que se haría también fuente y que,
todo ello, pozo y fuente, han desaparecido.
En estos 2 meses y medio sin llover después del paso de Filomena, la laguna ha bajado bastante de nivel.No hay pozo ni fuente, y solo queda este gamellón en proceso de desintegración. Delante tenemos la Cañada Hondonera.
5) LAS LAGUNILLAS DE LOS TRAGADEROS Y EL SUMIDERO DE ACEBREIROS (al sur de la Casa Prado de los Esquiladores):
En un radio de 500 metros localizo 4 lagunillas. Dos muy cerca de la carretera
que va a Prado de Esquiladores, cerca del paraje de los Tragaderos, donde os
voy a enseñar la peligrosa Sima de Acebreiros, un sumidero de agua en época de
lluvias, y que es uno de los varios puntos que hay para entrar al laberinto
espeleológico de la Cueva del Boquerón (más de 5 km topografiados por ahora).
En dirección sureste están las otras dos lagunillas, una de ellas pequeña y más
reciente, y la otra, de las lagunillas más grandes y bellas de Tierra Muerta.
Al principio pensé en una barbacoa o una Fuente, pero exploré el fondo y allí no había nada más que lo que veis. Esta extraña construcción la he visto en al menos dos lagunas más. Fue mi cuñado quien me dijo la función de esto, siendo como unos cargaderos para que un camión pueda sacar agua cuando el agua llega hasta aquí.
Esta laguna grande tiene una pequeña adosada. Y esos canales hechos para evacuar agua de una a otra. Pero la inmensa lámina de agua tira de mi y vuelo a ella a fotografiarla.Esta laguna se ve si se hace el sendero interpretativo de la Casa de Prado de los Esquiladores del Monumento Natural. Ver Aquí
Una de las lagunillas pegada a la carretera, que marca el inicio de arroyo del Barranco del Boquerón.
Y esa sabina siempre rodeada de agua como si fuera un chopo o sauce, que es el ejemplo perfecto de la tremenda resiliencia y adaptación de este árbol.
Hay otras dos un poco más apartadas que, entre los pinos y el verdor, están chulas.
Este paraje viene en el mapa como los Tragaderos, y si uno es observador, verá en el suelo agujeros por los que el agua de lluvia se va.
Aunque para tragadero, hay que avanzar por este camino a donde ven ese panel de madera.
Una cosa nada usual es ver correr el agua por aquí, y eso debido al final de invierno tan bueno.
Aviso para espeleólogos profesionales. Decir que esta sima se sabe que conecta con el entramado espeleológico de la Cueva del Boquerón de la Toba. De hecho, todos estos tragaderos se saben que alimentan dicha cueva activa, aunque no han llegado a juntarse.
No paro de imaginarme el agua caer en cascada por la sima. Para saber de su costosa exploración, remito a la lectura del libro de la Cueva del Boquerón (ver final de la entrada)
Esa agua de lluvia de las fotos de antes, es la que luego me bebo cuando sale por la Cueva del Boquerón, tamizada por el mejor filtro que pueda haber, la propia tierra.
Os pongo muchas fotos de pinos y sabinas, pero, hay que saber que la mayor parte de TM es como este paisaje que ven delante.
6) POCILLO (X) Y LAGUNILLA DE PEDRO MARTÍN (dentro del término de Buenache, al norte):
Dos lagunillas son las que se encuentran en este enclave. Un recorrido
minucioso hace que no encuentre ni pozo ni fuente, ya que, en el mapa aparte de
este nombre, también viene con el de Fuente Pinillo. Al principio pensé en que
se había colmatado con el paso de los años, aunque también albergo la hipótesis
que dicho pozo se encuentre debajo de una de esas dos lagunillas; asunto que
podríamos comprobar si en lo más seco del año las lagunillas se desecaran.
7) FUENTE (X) Y LAGUNILLA VILLAREJO (dentro
del término de Buenache, al este): en la cabecera de la Rambla de los
Charcos (afluente del Arroyo Bonilla), la lagunilla subsiste, pero de la fuente
no hay rastro. Contemplo que sea un pozo y esté debajo de la lagunilla o que se
colmatará y esté desaparecida. Aquí cerca, también formando otro ramal de la
cabecera de dicha Rambla de los Charcos, los mapas marcan la Fuente del Tormo (X), fuente de la que
descubrí los prácticamente desaparecidos restos de un caz para regar las
distintas terrazas, pero la fuente ya se secó y colmató, y no existe.
Otra de esas lagunillas que bien merecen la excursión.
De la cercana Fuente del Tormo que indica el mapa, solo encuentro estos restos de viejo caz a punto de desaparecer.
Para finalizar, debo comentar que, cuando llevaba ya unas pocas excursiones para descubrir los pozos de TM, apareció la publicación (libro) del AE GET; para que nos entendamos un poco, la élite del espeleobuceo español, sobre los 50 años de exploraciones de la Cueva del Boquerón, desde los primeros intentos locales y su decisiva aportación hasta llegar a explorar los 5362 metros que se lleva hasta ahora. También está la exploración de la sima Acebreiros y demás simas, para ver si consiguen llegar hasta el final del sifón 3 a través de un conducto que conecte con esa galería.
El libro, sin saber de espeleobuceo, aunque si puesto un poco en términos de espeleología, me ha parecido una lectura apasionante, que recomiendo a cualquier amante de las cuevas y las simas. Si es duro ya imaginarse las peripecias que ha tenido allí dentro, piensen como ha sido la realidad.
Decir que su lectura me ha aportado nueva información desconocida para mí. Aunque los pozos y las lagunillas son una cosa, y las simas otra, sí es cierto que todo va un poco relacionado, sobre todo la parte norte de TM donde confluye el Boquerón, y, por ejemplo, todos esos tragaderos y la sima de Acebreiros, son en realidad aportes de agua que van a la Cueva del Boquerón, por lo que su lectura me ha servido para entender mejor esa parte de TM.
Hay multitud de simas, algunas tan tremendas como la sima de las Grajas y muchas otras que alimentan el sistema hidrológico de la Cueva del Boquerón y en esa tarea están los espeleólogos para ver si descubren como entrar en dicho sistema desde otros puntos más alejados de la boca de la cueva.
Debo darles las gracias agradecidamente, y recomendar la lectura del libro, a quien le guste este mundo.
Extraordinaria entrada amigo Toni en todos los aspectos.! Que cantidad de informacion tanto textusl como gráfica que denota muchas jornadas de trabajo! Mi mas cordial enhorabuena pir esta fabulosa entrada de yna comarca muy especial de la Serrania de Cuenca. Un abrazo. Maruano.
ResponderEliminarHola Mariano.
EliminarMuchas gracias por tu comentario. La verdad que es un entrada de esas que me marco muy didácticas y con mucha información. Por eso, aviso que es una entrada para gente que le guste mucho el monte, y verla tranquilamente en el ordenador.
Un abrazo.
Hola Toni.
ResponderEliminarBuen trabajo de investigación, no es fácil, localizar estos pozos mediante un mapa, aunque la ubicación de estas balsas artificiales o Navajos, facilita algo el trabajo.
Con lo dura que era la vida antes, el no contar con agua durante todo el año, hace complicado el asentamiento. Tampoco esas tierras, se ven que sean muy propicias para el cultivo. Me ha resultado muy curiosa, esa sabina, en medio de la lagunilla.
Salud y montaña.
Hola Eduardo.
EliminarNo te imaginas los círculos absurdos que he tenido que dar por estos montes intentando localizar el pozo en cuestión, incluso volver a andar lo mismo por si se me hubiera pasado, pero la verdad que he disfrutado mucho con esta busqueda.
Cultivos allí yo creo que solo hubo algo de subsistencia. La gente de estos rentos debían vivir del ganado, ya que allí (hoy todavía) se ve muchas vacas y ovejas, y muchos restos de construcciones pastoriles.
La lagunilla donde está esa sabina tiene agua todo el año, por lo que llama mucho que no haya terminado pudriéndose; de ahí mi comentario de la resistencia de este árbol.
Salud y montaña.
A ti lo que te gusta es ir al monte!!!!!
ResponderEliminarQue buenos ratos has pasado por esas tierras, aprovechando la abundancia de agua y musgos.
Un saludo Toni.
Qué dices Luis??? Salir al monte? No veas como remoloneo, y lo que me cuesta levantarme del sofa.....jajaja. Habrá gente que es ratón de bar o ratón de biblioteca, yo soy ratón de monte. Y así será hasta al final, no tengo remedio.
EliminarCómo sabes los buenos ratos que he pasado. Habré ido unos 13 o 14 veces, siempre aprovechando en invierno los sabados por la mañana que tenía que estar en Cuenca para comer o en primavera con el cambio de hora, saliendo después de trabajar .
Esperate a la 2ª que llega la traca de más sitios.
Un saludo.
Me he quedado conmocionado. Sólo una vez he estado por la zona y la interpretación que das refuerza el sentido y el recuerdo, encerrado en mi cabeza, de esos parajes. Un abrazo. Román.
ResponderEliminarHola Román.
EliminarEncantado de leer tus palabras y que te haya gustado esta entrada tan distinta, extensa y peculiar.
Un abrazo.
Hola Toni, magnífica esta entrada al más puro estilo I+D que tan bien manejas. Había visto algún reportaje tuyo sobre la Tierra Muerta y este da un paso más. Muchas gracias por divulgarlo Toni. Muy chulas esas fotos de las retorcidas y vetustas sabinas cubiertas de musgo.
ResponderEliminarY parecía muerta esas tierra eh !!!. Agua es vida !!! Un abrazo.
Hola Paco.
EliminarSabes que en el I+D me muevo como pez en el agua, jejeje, y bueno he podido hacer estas dos entradas, ya que tengo TM a 20 minutos de casa en coche, y eso es primordial, si no, no creo que hubiera hecho nunca esta entrada.
Gran parte de las fotos de esta entrada están hechas mes y medio después de las nieves de Filomena y por eso la veis tan a rebosar de agua, el resto del año, esa humedad ya no se ve tanto. y si vas en verano y principios del otoño, la aridez y sequedad del suelo se nota en cualquier paseo por allí.
Un abrazo.
Hola Toni.
ResponderEliminar...y por artículos como este es por lo que tu blog es todo un referente de las montañas y parajes de la Serranía de Cuenca.
Completísimo y concienzudo estudio del entramado acuático de esta fascinante Tierra Muerta el que te has currado, en el que queda plasmado el trabajo de campo empleado y sobre todo la pasión que pones en ello. Como artista conceptual, y viendo ese árbol que adornaste, no sé, jeje, pero currándote entradas como esta eres todo un maestro. Muchas gracias por compartirlo con todos nosotros.
Y que curioso, y que disonante con la mayor parte del entorno mostrado, el paisaje de las Tierras Colorás.
Un abrazo.
Hola Dani.
EliminarO sea que mis creaciones están aún un poco verdes, jejeje. Ya que me gustan tanto los huesos en el monte debo saber sacarles partido y hacer más figuras
En la 2ª entrada irán, aparte de los pozos, otros lugares también peculiares.
Un abrazo.
Hola Toni,
ResponderEliminarMenudo trabajo de investigación y divulgación.
Es un placer poder disfrutar de el trabajo de divulgación que realizas de la Serranía de Cuenca.
A ver si me puedo poner con la segunda parte, que estos días voy un poco a tope...
Salud y gracias por la divulgación!!!