LA HOZ DEL BUEY (1ª PARTE)

 

Hace ya más de diez años puse una entrada en la que os enseñaba este paraje por arriba, pero nunca la he enseñado por dentro, y eso, que al igual que Valdecabras, su cercanía y belleza ha hecho que sea otros de mis sitios predilectos. Un paraje tan cercano a la capital que sorprende, y también por su mala accesibilidad, asunto que hace que sea muy desconocida.

La Sierra de la Pila, ese cordal montañoso entre Cuenca y Fuentes de unos 18 km aproximadamente tienen multitud de barrancos que lo rasgan, como los que hay detrás de mi casa o los del robledal de las Zomas, visto hace un tiempo. De todos ellos, hay tres que dejan la traza de barranco y se conforman como Hoces rocosas, mucho más profundas, de laterales generalmente inaccesibles, con un magnífico bosque en su interior. Son la hoz de San Miguel, Hoz Chiquilla y Hoz del Buey.

A la Hoz de San Miguel nos llevaban mis padres, siendo unos chavales, de tardes primaverales y veraniegas de merienda, y es la más accesible, dentro de la hosquedad de las tres hoces. El hecho de que esté allí la ermita rupestre de San Miguel ha hecho que haya una senda por la roca para poder llegar. La 2ª la Hoz Chiquilla, las más pequeña como bien indica el topónimo, es la menos accesible, y la 3ª la del Buey, es la más grande y también inaccesible en coche, y a la que hay que llegar andando. Fue mi padre el 1º que me habló de ella hará unos 20 años, cuando me empezaba a interesar por todo tipo de parajes serranos.


También se le conocía como Hoz del Portillo, por la entrada que tiene, siendo un estrecho desfiladero. Cuando empecé a ir hace muchos años, había un asentamiento ganadero de vacas justo en el estrecho de entrada, cosa que hacía que más valía que no coincidiera con ellas en el desfiladero porque yo por ejemplo no me atrevería a pasar. En los últimos años, aquel hombre que llevaba el asentamiento lo dejó, y aquello quedó abandonado.

La Hoz del Buey se puede decir que tiene tres alturas, la más baja por el fondo de la misma, donde iría la senda y el cauce del inexistente arroyo, luego, después de las laderas, tendríamos justo debajo de los paredones rocosos de unos 20/40 metros, por donde va lo que yo llamo la espectacular sendecilla de los Apriscos, en el lateral izquierdo, y por último, arriba de los paredones rocosos, por el borde izquierdo que también se podría transitar. En esta 1ª entrada solo veremos el transito por el fondo, y la vuelta por la sendecilla de los Apriscos (lateral izquierdo)

Si se quiere llegar con coche cerca de la entorno de la Hoz, hace falta por supuesto un todoterreno. Si no, pues hay que echarse un buen rato andando para llegar.  Para los andarines, tenemos aparte de la entrada por el portillo desfiladero,  un senda que sube por fuera de la hoz, por su vertiente izquierda en algunos tramos acercándose a los bordes, y que sería un viejo camino para que la gente de Palomera bajara a la Vega del río Moscas o camino a Cuenca. Nosotros dejaremos el camino e iremos por los mismos bordes de la Hoz, camino a una tiná de ganado, donde está el único paso para poder acceder a la Hoz, es el viejo escalerón de Santos. 

Todo esto, junto con el transito por el lateral derecho de la Hoz del Buey lo veremos en la 2ª entrada. Ah, y también os enseñaré una cosa extraña y misteriosa que hay en la Hoz, y que hizo que trajera a mi primo Guillermo de León a ver si me ayudaba a desentrañar que fue aquello.

Por último, decir que tanto en esta 1º entrada como en la 2ª, veréis mezcladas fotos de varias ocasiones, en todas las direcciones. Es lo que hay cuando tengo esto a 6 km de mi casa y vengo a andar continuamente por este paraje, en todas las estaciones, en cualquier tarde o mañana libre.

Y para terminar comentaros un tema muy importante que yo desconocía, y es que para acceso por el público a las tres hoces (excepto la zona de uso especial de la ermita de San Miguel) en el periodo comprendido entre el 1 de febrero al 30 de Junio, se necesita una autorización emitida por la Consejería de Desarrollo Sostenible. No tener esta autorización puede implicar una denuncia por parte del SEPRONA o los Agentes Medioambientales y una sanción importante. Esto viene en el Anejo 2 punto 2 del Decreto 2/2001, de 16 de enero, por el que se declara el Monumento Natural de Palancares y Tierra Muerta. (DOCM nº 8, de 19/01/01).

       La llegada a la hoz por dentro no tiene perdida ya que el viejo carril va por el fondo de la vaguada.

Desde esta distancia, con el zoom puedo sacar curiosas vistas del festival calizo que me espera.

                               La vaguada acaba en una explanada completamente cerrada..

                        Donde estuvo el asentamiento de vacas, hoy en día abandonado.

            Pero el único lugar para poder pasar este murallón de agujas está ahí delante.

      El Portillo para entrar a la Hoz, con los hierros aún tirados del ganadero. No estaría mal que se limpiase.

Menudo desfiladero guapo, y menos mal que ya no hay vacas, que si no, encontrártelas por aquí no debe ser apetecible.

Originariamente, este desfiladero era aún más estrecho, pero se hizo más grande adrede. Una posible razón de ello, es uno de los misterios que guarda esta Hoz, y que os contaré la semana que viene.


                                                        Ya estamos dentro de la hoz.

                              Donde resalta este arce con las rocas de la muralla de entrada.

                     La Hoz desde dentro. Ahora iremos por la senda que va por el fondo de la misma.

                                   Aprovechamos el otoño para enseñárosla en esta ocasión.


           La vista de los árboles coloridos y las paredes rocosas arriba me tiene encandilado.

              Eva, Carlos y su chico Mateo, unos amigos que nos acompañaron en esta ocasión.


                   La senda por el fondo de la hoz tiene tramos muy chulos de vegetación.

                                                                      Y en otoño más todavía.

                                         La senda al ir por el fondo no tiene pérdida alguna.

                                                             Un escandalo lo de los arces.

El microclima que se crea dentro de la hoz es la razón de la riqueza botánica imperante allí dentro.


Un poco antes de llegar al final de la Hoz, nos subiremos por la ladera izquierda aprovechando que es transitable, mientras echamos un vistazo hacia atrás a lo que llevamos recorrido.

       Las vistas que vemos son muy chulas, y más aún si ponemos un arce refulgente delante.

Una vez arriba, en el lateral izquierdo, solo toca volver siguiendo la pared. En esta ocasión, me acompaña Paco.


Ya estamos en lo que yo llamo la senda de los apriscos, que comunicarían las muchas construcciones que nos vamos a ir encontrando siguiendo la línea rocosa.

            Muy curioso todo este tipo de apriscos de ganado que van jalonando la pared, de los que he contabilizado 8 o 9 construcciones

Además con  curiosidades pétreas que ver como esta columna de toba hecha a cierta altura.

                                                      Vista de esta formación desde otro lado.

Cosa extraña: ahí arriba detrás de esa formación, me encontré esta pintada en verde con las iniciales AS. Me imagino que sería de algunos de los pastores de estos apriscos. 

       Lo que no es extraño es esta vista que se me revela al meterme tan dentro de las paredes.


A Paco estos apriscos le recordaban a los poblados de los indios en los rocosos desiertos mexicanos.

Cierto es que todos estos apriscos no necesitaban techo, pero ¿tantos allí? Debieran tener todas estas paredes más ventajas.


A pie de pared hay multitud de estanques y charcos naturales con agua, incluso en verano. De hecho, hasta se intuye que estos pastores canalizaron algunos tramos de estas balsitas hechas con la filtración del agua en la roca.

Aquí se puede apreciar por donde estás esas charcas permanentes de agua, en la parte izquierda, siguiendo la línea verde de la vegetación.

Pero lo que realmente llama la atención es el poderío de paredes que tenemos encima de nosotros.

Sería un lugar ideal para escalar, pero no está permitido, me imagino que será por las aves rapaces; de hecho, esta ocasión que fuimos con los amigos, vimos lo que parecía un águila.


                  Otras muchas veces me he encontrado los amigos buitres sobrevolando la hoz.


                                     Lo que hay un montón en esas paredes son grajos.

                      Prácticamente la inmensa pared de encima nuestro es horizontal.

  Se nota por donde sale el agua de las filtraciones en la roca, creando toda esa bella vegetación.


               Yo voy adelantado para ir sacando por detrás a todos con este paisaje.

                                                    Mismo aprisco en época más otoñal.

                                                 Detalles hay cientos en los que fijarse.

                                 Y que tenga esto a 6 km de distancia de mi propia casa :-)


                  Ya hemos perdido la cuenta de los apriscos de ganado que hemos visto.

            Menudo trasiego que debiera haber antaño por aquí cuando todos eran utilizados.

                 Pasamos por alguna que otra roca peculiar, como esta casi adosada a la pared.



                              Nos acercamos a lo que yo llamo el Aprisco de la Higuera.

                           Aquí en otra época. Fíjense en lo que se detrás de la higuera.

                             Os enseño esta maravilla tobácea desde otras perspectivas.

                                      Una de las veces intente subir, pero era peligroso.

Ese agujero tiraba de mi poderosamente. Entiendo que cuando llueve mucho, desde arriba el agua se filtra por la roca y termina saliendo por ahí, tanto que ha creado esta maravilla de toba.

Cuando estuvimos con los amigos, desde aquí ya bajamos hacia el portillo desfiladero, aprovechando que ya no hay cortados que nos impidan bajar.

                                                          Allí abajo tenemos el Portillo.


               Pero la senda de los Apriscos sigue hacia delante, antes de acabarse.

                                 Sobre todo sigue hasta esa cueva que se intuye al fondo.

                                   Este aprisco es distinto, ya que esa dentro de una cueva.

                    Con sus gamellones tirados para recoger el goteo de las filtraciones.

                        Aprisco Buey Resort **** Está claro que este último era vivienda.

Pero ¿ y quien viviera aquí debiera estar bajando al fondo para salir de la hoz en dirección Cuenca? ¿o volver casi hasta el principio de la hoz para salir por el escalerón en dirección Palomera?

Pues no, porque de la propia cueva sale una senda que se dirige a un pequeño y desconocido paso para pasar la muralla de agujas que conforman el principio de la Hoz.

Vean por donde pasa. Este camino va a juntarse con la senda ancestral Cuenca-Palomera que va un poco más arriba, y que veremos dentro de dos semanas. Mucho más cómodo para el/los habitantes de la Aprisco Buey Resort****.



Hasta aquí la primera parte de mi querida Hoz del Buey. Dentro de dos semanas, os pondré la segunda parte, donde os enseñaré esa senda que va por arriba, esos bordes, el Escalerón de entrada/salida y más cosas, incluso un misterio curioso con su pertinente investigación e hipótesis de mi primo y mía.

Hasta la próxima!

Comentarios

  1. Hola, quería comentar, dado que este blog es leído por mucha gente que, para acceso por el público a las tres hoces que citas (excepto la zona de uso especial de la ermita de San Miguel) en el periodo comprendido entre el 1 de febrero al 30 de Junio, se necesita una autorización emitida por la Consejería de Desarrollo Sostenible. No tener esta autorización puede implicar una denuncia por parte del SEPRONA o los Agentes Medioambientales y una sanción importante. Esto viene en el Anejo 2 punto 2 del Decreto 2/2001, de 16 de enero, por el que se declara el Monumento Natural de Palancares y Tierra Muerta. (DOCM nº 8, de 19/01/01). Un saludo

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    1. Buenos días Anónimo.

      Ya he modificado esta entrada y la próxima, añadiendo todo esto que comentas para que quede constancia. Desconocía ese dato del Decreto de Tierra Muerta.

      Gracias por tu comentario y por ese apunte, que no sé yo si es tan cierto, de que mi blog es leído por mucha gente, pero se agradece.

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  2. Hola Toni,

    Menuda maravilla esta Hoz del Buey.

    Por el sendero que recorre por la parte baja es hoz es impresionante, con una vegetación muy variada y unas vistas hacia los paredones que son brutales, que serte tener esto al lado de casa, pero es que a la que te subes a la faja la cosa aun mejora, con esos apriscos que demuestran que la zona tuvo muchísima actividad no hace tantos años, y con esas espectaculares bóvedas que hacen que uno se sienta muy pequeño bajo semejantes techos.

    Pero muy mal eso de dejarnos con la miel en los labios y tener que esperar a la próxima entrega para poder contemplar esta preciosa Hoz del Buey desde arriba... jejeje

    Salud y hoces espectaculares.

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    1. Hola David.

      Es un lugar que puedes hacer varias excursiones, con distintas variantes, como enseñaré en la próxima entrada, aparte que el paso de las estaciones la hacen muy vistosa y espectacular.

      En las fotos lo de la bóvedas rocosas se aprecian bien, pero in situ mucho mejor para calibrar el pedazo de techo que tenemos encima.

      Sabes que me gusta el.....Continuará....y dejar a los amigos y lectores pendientes de una segunda parte o segunda temporada ;-)

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  3. Hola Toni.

    La foto que encabeza este reportaje ya refleja la belleza y la grandiosidad de esta Hoz del Buey, pero luego se adentra uno en la lectura y en la galería fotográfica y va descubriendo que a parte de esa belleza y grandiosidad, este paraje es muy rico en matices, lo que lo convierte en un lugar extraordinario. Ahí están esas rocas inclinadas hacia el estrecho que da acceso a la Hoz; esos caducifolios que le dan color en otoño; la columna o la formación tobácea... Y sobre todo esos apriscos, que como bien apunta David, no parece que hace tanto que se abandonaron, lo cual denota una no muy pretérita actividad ganadera, lo cual resulta sorprendente estando la capital tan cerca.
    Lo dicho, un lugar bello de veras esta Hoz del Buey, eres, sois, muy afortunados de tenerla a tiro de piedra de casa.
    Quedamos a expensas de conocerla más a fondo en la segunda entrega, y a ver que pesquisas elucubrasteis Guillermo y tú ;-)
    Buff, encontrarse las vacas en ese estrecho y ponerse a correr delante de ellas, como estar en plena calle de la Estafeta en Sanfermines jajaja.

    Un abrazo.

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    1. Hola Dani.

      Pues sí, estos apriscos calculo yo que pudieron estar funcionando hasta la década de los 70, incluso 80, del siglo pasado. Esa ubicación tan buena, con el microclima dentro con buenos pastizales en los alrededores, más la cercanía de Cuenca y Palomera, hicieron su trasiego ganadero.
      Como ejemplo que solo lo he visto tan cerca de la ciudad detrás de mi casa. Muchas veces cuando salgo de casa o llego a ella por la ladera de la montaña hay un enorme rebaño de ovejas diseminadas, y eso es porque a mitad de camino entre mi casa y la hoz del Buey hay una nave ganadera y se desparraman por toda la ladera llegando casi a los primeros edificios de la ciudad. La verdad que a mí es una imagen que me encanta ver cuando llego a casa, y me repone las pilas.

      Jajaja, recuerdo pensar lo de san Fermín la vez que estuve con los vacos por ahí cerca. La Hoz de la Estafeta se podía llamar.

      Un abrazo.

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  4. Hola Toni.

    Esa parte de los Apriscos, la dejamos pendiente para la siguiente ruta por la hoz, seguramente no tardaremos en organizar otra visita por allí, por que seguro que visto in situ debe ser impresionante.
    Desde abajo ya se intuye, y visto que hay otra senda de salida sin bajar al Portillo, nos da mucho juego.

    A ver en que queda lo de los bloques de piedra, y demás pesquisas que hicisteis por allí.

    Un saludo Toni.

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    1. Hola Luis.

      Ya veréis como esa senda de los apriscos es droga dura, y, cierto, que con esa salida por el Aprisco Resort y el Escalerón se pueden hacer rutas distintas a la normal que por abajo.

      Hombre, lo de las pesquisas de mi primo y mía no es nada del otro mundo, pero llama mucho que hicieran cantera y sacaran esos enormes bloques de un lugar tan hosco, incómodo y poco accesible como es el interior de la Hoz.

      Un saludo Luis.

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  5. Hola Toni.

    Por la zona donde vivo, también existen algunas pequeñas hoces, donde se forma un microcllima y dentro de ellas, han crecido unos bonitos bosques, aunque desde luego, no tienen la grandiosidad de estas hoces serranas.

    Me ha sorprendido, esa manguera, imagino que se utilizaría para captar el agua, pero se ve que no corre el agua habitualmente y sino recuerdo mal, comentas que el arroyo es inexistente ....

    También es curioso, que ahora este restringido el paso y en cambio, hace unas décadas, la hoz tuviera tal cantidad de apriscos, eso parecería casi una pedanía de Cuenca. Yo creo que nunca he visto, tal cantidad de apriscos en tan poco espacio.

    Y de las formaciones, poco que decir, ya que nos tienes acostumbrado a enseñarnos esas maravillas que ha modelado la naturaleza, pero desde luego, esa cascada de Toba, es espectacular, no solo por su formación, sino también, por la ubicación en medio de la Hoz.

    Oye, tu primo, tiene un nombre de rey medieval macho, Guillermo de León, joder solo le falta vivir en un castillo.

    Salud y montaña.

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    1. Hola Eduardo.

      Si el gran encanto que suelen tener estas hoces es el microclima de dentro y cómo prospera la botánica.
      Lo de la manguera es que debiera haber un manantial que trajera el agua hasta el asentamiento ganadera, pero al día de hoy está seco y desaparecido, o yo no he sabido encontrarlo.

      Lo de los apriscos es muy curioso, el hecho de tener todos ese enorme y plano techo horizontal, el microclima de dentro y las continuas filtraciones de agua de las rocas, más la cercanía de Cuenca y el pueblo de Palomera, debiera ser muy valorado por los pastores. Y en la 2ª entrada enseño ese único paso por donde debiera haber un importante trasiego de rebaños para arriba y para abajo.

      Lo de las cascadas de toba en esas hoces es una pasada. En la Hoz de San Miguel, otra de estas hoces, hay otro edificio tobáceo más grande que este todavía que es todo un espectáculo verlo chorrear agua.

      Jajajaja, solo le falta a mi primo el Guillermo Corazón de León.

      Salud y Montaña.

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