EL PARRIZAL DEL RÍO MATARRAÑA EN BECEITE (TERUEL)


Seguimos con nuestro viaje senderista a Beceite (Teruel), donde la ruta del Parrizal del río Matarraña es la que más famosa se ha vuelto. Con lo poco que me gusta la masificación humana de un paraje natural y el pago pecuniario por ver el paraje (10 euros/por coche), no tenía mucho interés por ir a conocer este lugar. De hecho, en mi planificación de rutas, a la del Parrizal no le hice mucho caso. Pensábamos hacer otra distinta por esta parte turolense, pero al final, por diversos motivos no la hicimos. Como nos quedó el domingo (día de vuelta a Cuenca) por la mañana libre, Maru y yo cogimos plaza en uno de los parkings para ir a ver el Parrizal en una ruta de unas tres horas, ideal para esa mañana antes de la vuelta a Cuenca.

No mentiría si dijera que mis expectativas eran muy bajas, ya que, al ir en domingo, me esperaba lo primero una romería con un montón de gente, cosa de la que abomino, y además tener que pagar por ello, asunto que fastidia un poco. ¿Os imagináis que todo empieza así, y hay que pagar por ver el Nacimiento del río Cuervo, la ruta del rio Borosa o ir a ver la Cola de Caballo de Ordesa? En lugares como la Sierra de Madrid ya es usual. Por eso, cada vez estoy más a gusto en sierras apartadas, poco masificadas. En fin, que me desvío del tema.

Además, a lo largo de los años había vista fotos en internet, de una ruta con pasarelas por el río, pensando cómo sería; bonita sí, pero tampoco para echar cohetes, una más de las rutas con pasarelas sobre un curso fluvial que hay por España.

Y tengo que decir, a modo absolutorio, que el Parrizal del Matarraña está a la altura de la fama que tiene reconocida, pues a Maru y a mí nos sorprendió bastante, encontrándolo muy espectacular, tanto en longitud, cantidad y calidad.


Para empezar, hay que decir que la comarca de Els Ports (Tarragona), Puertos de Beceite (Teruel) y Tinença de Benifassá (Castellón) produce una orografía agreste, geológica y montañera de órdago, y eso se refleja en todos estos cañones barrancos que rasgan el macizo. Y después, tengo que remarcar que el paraje nos llegó mucho, y eso fue, sobre todo, porque al final no fuimos ese domingo soleado y seguramente masificado, sino tres días antes, entre semana, un jueves lluvioso y ventoso, en el que fuimos muy pocos la gente que reservamos plaza para ir a ver el Parrizal.

Ese día Maru y yo teníamos pensado hacer una ruta por los Puertos de Beceite, más en concreto subir a la Mola de Lino desde el río Uldemó, pero era meterse una empinada subida de 600 metros de desnivel por un inextricable y cerrado pinar sin apenas lugar para las vistas que nos echó para atrás, y cuando llevábamos unos 200 metros de desnivel, nos volvimos. El plan B era subir a la cercana Peñagalera, pero el persistente txirimiri caló las rocas y la bajada de dicha montaña se nos antojaba peligrosa, por lo que llamamos a la oficina de turismo que gestiona lo del Parrizal para cambiar el día. Y, sin duda alguna, fue un gran acierto ese plan C, ya que, casi en soledad, hicimos la ruta (además, como fue plan c, empezamos la ruta a las 12 de la mañana, cosa que hizo que aún fuéramos menos los visitantes del Matarraña ese día)

Ahí van las fotos de este excelso lugar, que por mucha foto que se haga es de esos parajes, para ser admirados en toda su extensión y grandeza, hay que hacer recorriéndolo in situ, y si es en casi soledad, mucho mejor.

                                                       Comenzamos a andar bien solitos.

               En esta primera parte es camino es ancho y va pasando por túneles horadados.

          Nos desviamos, pasando el río por una pasarela, porque allí donde está la hiedra....

                                       Quedan restos de pinturas rupestres de arte levantino.

                              Más adelante, un cartel nos indica esa cueva que ven ahí arriba.

                 Por supuesto que me subí a ella, y miren que perspectiva más curiosa saqué.


                            Se nota que para hacer el paseo tuvieron que abrir la roca.

                               Hasta que llegamos a una parte que parece que se encañona.

                                                               Y aparecen las pasarelas.

                         Y por supuesto, las pozas de hipnótico color verde en el río.

Las pasarelas son una constante a partir de ahora, pues iremos pegados al río principalmente.

           Al igual que Maru, a la que vemos protegida pues el txirimiri también es constante.

        Hay que tener cuidado en las pasarelas pues resbalan en algunos tramos cuesta arriba.

                         El río no crea muchas cascadas, pero las que hay son muy bonitas.


                        Los tramos de pasarelas son más largos de lo que nos pensábamos.

                                                                        1,2 y.......


                                  Las vistas a la parte alta del Parrizal son espectaculares.

    No obstante, la parte alta se ve grandiosa entre arcos y agujas, lo que aquí llaman Gúbies. Recordar que por esta zona turolense limítrofe, los topónimos recogen el habla Chapurreau, que sería un dialecto mezcla de aragonés y catalán.

                              Que maravilla tener todas estas pasarelas para nosotros solos.


                               Maru no para de hacerse selfies con este marco tan grandioso.


                    Queda claro que sin pasarelas no hay manera de poder ver este paraje.


                     Maru y yo íbamos tan embelesados que el txirimiri nos daba igual.

                                              Vamos saliendo de esta zona de estrechos.

                Para ir llegando a caos rocoso, donde la pasarela nos ayuda a avanzar mejor.

Aunque el protagonismo se lo lleva ahora lo que tenemos encima de nuestras cabezas.

                                                                 Les Gúbies del Parrisal.

                             Fantástico esa especie de pájaro halcón oteando el horizonte.


                Estamos llegando a otro nuevo estrecho que en este caso es el final de la ruta.

Pasamos por debajo de una chorrera de toba, que en época de lluvias debe caer una buena cortina de agua.

                       Ahora el Parrisal se aprieta y se vuelve más sobrecogedor todavía.


                                 El río avanza cristalino entre grandes bloques de roca.

                 Miren a Maru para calibrar un poco el tamaño de este espectáculo rocoso.


                La pasarela ahora nos cruza de lado para poder entrar más en el estrecho.

                         La pasarela parece que entra en ese angostura de desfiladero.

                                                     Pero realmente viene a acabar aquí.

Más allá se aprecia un caos rocoso y un buen tajo en la roca. Parece ser que el valle del Matarraña sigue hacia arriba pero desconozco si el agua mana ahí delante o más arriba.

Vean a la vuelta, sobre las 4 de la tarde, cómo está el parking, nosotros solitos. No creo que esto sea muy normal pero nos vamos con un enorme sabor de boca con la ruta.


Aunque para buen sabor de boca, los lomos de atún que nos hicimos en el apartamento regados con cervezas y sidras a cascoporro, después de una ducha calentita.


   Os dejo con unas fotos de Beceite, el bello pueblo donde estábamos alojados, y donde nos tomamos las cervezas post ruta.

                                El río Matarraña también cruza el pueblo, en busca del Ebro.

                   Señorial es su puente de un solo ojo que data de entre los siglos XV y XVI.


                                              Con una hermosura de poza justo debajo.


                                                                 Rincones bonitos del pueblo.

                         De los más espectacular son sus piscinas municipales y naturales.

                                                 Enclavadas justo en medio del pueblo.



                                       ¡Esto ha sido todo, hasta la próxima!


Comentarios

  1. Hola Toni.

    Por desgracia, parece que cobrar por ver estos parajes, va a ser lo "normal". Los ayuntamientos están caninos y necesitan recaudar como sea, aunque 10 € me parece una barbaridad, pero bueno, antes cobraban 4 € y se llenaba y ahora igual.

    Pues menudo plan C 👌, desde luego en días así, tan desapacibles la gente no va, pero también si madrugas, se pueden disfrutar de estos parajes casi en soledad.

    La verdad, es que yo he estado en tres ocasiones y luego viendo las fotografías, nunca me he quedado satisfecho. Es de estos lugares, que son tan grandiosos, que es difícil fotografiarlos., aunque viendo tus fotografías, me parece que guardaste la cámara y las sacaste con el móvil.

    Y el tema de las pasarelas, veo que cada vez hay más, ese último tramo que muestras, por ejemplo no estaba hace unos años. Yo creo que las colocan para aprovechar más todo el año y no solo la temporada de estiaje, ya que en verano, la mayoría del río se puede pasar por las piedras o por un lateral.

    Ya metidos en la ruta, la combinación que ofrece el río con esas aguas color turquesas y los paredones con infinidad de formas es brutal. Es interesante subir aunque sea un poco por el Pas del Romeret, porque al ganar altura, es espectáculo visual es impresionante.

    Tengo que volver por la zona, para subir por la Canal de l'Ase, porque me apetece visitar la Mina Maruja, que es la causante de este maravilloso recorrido, que como bien apuntas, a tramos tuvieron que picar en la roca para hacer el camino hasta el Pla de la Mina, que dicen que desde ahí se ve la mina, pero, o yo ando corto de vista o no se ve nada, salvo que sepas el punto exacto.

    Salud y montaña.

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    1. Hola Eduardo.

      Pues sí, es muy posible que el camino sea ese, cobrar por parte de los Ayuntamientos. Cada vez nos empujan más a ir a zonas perdidas y desconocidas, jejeje.

      Muchas de las fotos están hechas por el movil, ya que la lluvia desconsejaba sacar la cámara, y el movil cuando hay un color vivo, si te estás un rato lo hace más intenso, de ahí ese cambio.

      Tienes razón al decir que es un sitio para admirar in situ, las fotografías no recogen su grandiosidad por muy buen fotografo que seas.

      Lo del Pas del Romeret y el Canal de l´Ase hasta Pla de la Mina nos llamó mucho para subir y poder ver les Gubies desde arriba, pero ya no había mucho tiempo para eso.

      Salud y Montaña.

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  2. Hola Toni,

    Mereció la pena ese plan C, ya que pudisteis disfrutar en solitario de un paraje espectacular que normalmente está muy masificado.

    A parte de la belleza de todo el recorrido, me ha gustado que las pasarelas se ven bastante bien integradas en el entorno, tal vez al ser de madera.

    Menudo "lomito de atún" que os ventilasteis entre esto y el "caho carnaca" del otro día, me quedo tranquilo de que no os quedasteis con hambre... jajaja

    Salud y pescaito rico!!!

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    1. Hola David.

      A mitad de la mañana, yo me empecé a desesperar un poco al ver que pasaba el tiempo, la meteo era mala, las posibles rutas al no conocerlas eran todo una incognita. (Se nos fueron un para de horas empezando la de la Mola de Lino) y cuando nos dijeron que podiamos hacer la del Parrizal, me dije, bueno pues por lo menos salvamos el día y, fíjate, al final salimos super contentos.

      Un día carnaza, otro un buen pez y ¿la de la próxima semana? Por lógica secuencia tocaría una verdurita, ¿unas acelgas con aceite y vinagre o quizas una ensalada de canónigos? Jejejeje.

      Salud, sendas y atunes.

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  3. Hola Toni.

    Pues al final con el descarte de lo proyectado nos has hecho asomarnos a unos parajes y una comarca no siempre bien conocida.
    Lo de la accesibilidad mediante pasarelas siempre deja sentimientos encontrados, pero si no se abusa de ello y con una buena gestión del paraje, su impacto no debiera ser dañino.
    Ostras que lomazos de atún!! Qué envidia!! Buen remate para una jornada pasada por agua.

    Un abrazote.

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    1. Hola Andrés.

      En efecto, la buena gestión del paraje es primordial. También todo esto es muy subjetivo a la hora de contaroslo, pues si, en vez de ese día, llegamos a ir el domingo soleado con los parkings hasta arriba, en romería, que no puedes hacer ni una foto decente, lo que os contaría en esta entrada sería lo contrario, además, apuntalado, porque me conozco, con un pizca de mal genio, al haber tenido que poner 10 pavos para recorrer dicha romeria.

      Ese atún es imbatible. Tengo que decir que soy más de pescado que de carne, y el plato de este día fue el mejor de las vacaciones, sin duda alguna.

      Otro abrazote.

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  4. Hola Toni.

    Es curioso como, equipándose como se están equipando últimamente muchos parajes para atraer a más gente y reactivar la economía de muchos pueblos (cosa que entiendo y respeto, aunque cobrar 10 pavos me parece un abuso, con ese precio debería ir incluida luego una consumición en algún bar del pueblo jeje), en mi están produciendo el efecto contrario, pues cada vez me apetece menos visitar lugares, solo por poner unos pocos ejemplos, como el Congost de Mont-Rebei y sus pasarelas, el Caminito del Rey, la reciente pasarela inaugurada en Relleu (Alicante), o este mismo Parrizal de Beceite, lugares, todos ellos espectaculares, que si vas a visitarlos en fin de semana vas a encontrarlos masificados, cosa que hace que, a mi, y a muchos, los que somos amantes de la montaña solitaria, no disfrutemos como toca de dicho paraje.
    Centrándonos ya en la ruta, todo un win por vuestra parte haber optado por visitar el Parrizal en jueves, en día gris y encima a las 12 del mediodía, lo cual os garantizó disfrutar de este impresionante paraje fluvial y calizo en la más absoluta soledad, además, al estar el día así le otorgó un aura como más místico al lugar, y me encanta cuando las aguas de estos cursos fluviales tan encajonadas lucen tonalidades más oscuras. Y luego el festín calizo es sublime, con todas esas paredes, agujas, crestas, bóvedas etc. a izquierda y derecha. Un sitiazo este Parrizal de Beceite.
    Preciosas estampas finales de Beceite con el río, sus puentes y sus cascaditas... y ese atún, ¿lo pescasteis en el Matarraña? jajaja.

    Un abrazo.

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    1. Hola Dani.

      En efecto, ya lo hemos hablado muchas veces. Por un lado, hacer accesible un paraje que de otra manera no se podría visitar y, a la vez, reactivar la economía de esos pueblos con estas acciones es muy deseable. Por otro lado, querer aprovecharse de esto al máximo, cobrando diez pavos por coche y sobre todo, como tú dices, es de temer, que cunda el ejemplo como ya lo está haciendo y todo ayto. que tenga un congost, estret, desfiladero, o cualquier paraje vertical o bonito en su término empiecen a llenar de hierros al fin y al cabo dichos parajes.

      Como le digo a Andrés, la crónica de hoy no habria sido la misma si llegamos a ir ese domingo soleado. Bueno, mejor que no la hubiera colgado en el blog pues estaría echando pestes todo el rato.

      Y como ya digo al principio, no entraba mucho en mis planes, aunque al final si decicidmos hacerla por aprovechar su cercanía del apartamento esa mañana de domingo que nos volvíamos a Cuenca, pero seguro que otro plan como la Peñagalera habría sido top.

      Estos atunes remontan desde el Delta del Ebro hasta el Matarraña y de ahí hasta el Parrizal solo de lunes a viernes y días lluviosos para que los que vamos entre semana los pesquemos y nos los comamos, jajaja.

      Un abrazo.

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