ARES DEL MAESTRAT Y SUS MOLAS (CASTELLÓN)
Mucho tiempo llevábamos debiéndole a Dani una visita a Betxí
(Castellón) y en cuanto encontramos la fecha propicia, allí nos fuimos.
Sabíamos que nuestro deseo de pasar un buen finde de montaña, cerveza y amigos
se iba a cumplir fielmente y a rajatabla. La cosa no trataba solamente de montaña y
senderismo, sino que Dani nos llevó el sábado tarde noche a un bar a tomar unas
cervezas. Este pub, el Lapsus, es de esos sitios que, para mí, un antiguo frecuentador de bares, pubs y discotecas (reconvertido felizmente -y menos mal- en un montañero senderista), me parece un tesoro a cuidar, pues en
pueblos y ciudades pequeñas cada vez quedan menos. Un sitio donde puedas
charlar con los amigos a ritmo de rock and roll, donde puedas echarte un
futbolín o sencillamente verte unos videos de ACDC, por ejemplo, mientras degustas unas
ricas cervezas.
Para la ruta, Dani eligió con mucho acierto que conociéramos
el entorno de Ares del Maestrat y sus afamadas Molas. La sorpresa fue que a
esta ruta que íbamos a hacer, por supuesto, Maru, yo, Dani y Laia, se iban a
unir los amigos de Dani, Jaime y Mar. Todo eso se fraguó la noche de ante en el
Lapsus, con la compañía también de Miguel Ángel (por fin nos conocimos), entre
cervezas y risas, aunque él no pudo apuntarse a la excursión.
Lo bueno de lo bueno es que, si cuando ocurre, se repite es
doblemente bueno, y eso lo digo, pues de esta ruta, ha salido al cabo de unos
pocos meses otra quedada todos juntos por Cortes de Pallás, aunque eso es otra
historia que ya contaré. Lo que está claro que hicimos muy buenas migas con
Jaime y Mar, y a punto hemos estado de hacer una 3ª quedada, que ya haremos un
poco más adelante. Feeling en la montaña se llama esto.
Salimos pronto hacia la comarca del Maestrat castellonense. Dejamos los coches en la parte más baja, donde se ve arriba acostado en la ladera, y a la vez, casi en el Coll d'Ares, el collado que crean la Mola d’Ares y la Mola de Vilar, estas dos peculiares y bellas muelas de la misma altura (1322 metros), que son el santo y seña de este pueblo. Subiremos por una intrincada senda remontando el barranc de Cantallop, visitando su sorprendente y profunda cueva. Luego subiremos al la parte alta y llana, el páramo, donde nos reciben vientos ariscos, que nos recuerdan la dureza reinante en estas sierras.
El coche lo dejamos en la parte baja del Barranc y sí miramos arriba.....
Asoma el pueblo de Ares alrededor de esa gran roca.
Esta primera parte es suave transitando por estos tierras cultivadas
Con sus pequeñas obras de ingeniería ancestral.
Pero poco a poco nos vamos a ir metiendo en un barranco, mientras en la parte alta asoman masías.
Sin darnos cuenta Dani nos extravía y hay que recular un par de veces, aunque todos sabemos que pronto nos va a poner en la senda adecuada.
Todo en aras (ares) de salir del barranco por un lateral, donde nos desviaremos para ver ese agujero que se intuye arriba y que Jaime ya va para allá.
Recorreremos este bello e inclemente páramo, donde ya tendremos la vista del pueblo en todo momento. Pero ahora viene la parte espectacular, pues bajaremos un poco para coger la Faja de Cantallops, un ancha y brutal faja que ira bordeando las curvas de nivel que ha creado la erosión de estos barrancos que nacen de la mola. La empalmaremos con la faja del Barranc dels Molins, y yendo por estas fajas, observaremos los espectaculares saltos de desnivel, donde se ubicaron antiguos molinos para recoger las aguas que cayeran por aquí. Un rincón ciertamente distinto y muy peculiar.
Solo nos quedará entrar en el pueblo, donde, ante el viento reinante, nos dejaron entrar con Laia al bar, y nos dejaron sacar la comida en la mesa, con la condición, nada exigente, de pedir cervezas. Jajajaja, menuda condición, si nuestros gaznates venían salivando desde hace rato. La cosa fue en aumento con unos ricos carajillos que dio posteriormente el nombre al grupo de whattsap que tenemos. Para acabar, solo nos quedaran coger la traza de unos ancestrales azagadores con su pedra en sec tan bien formados y tras varias lazadas llegar a los coches, animados por este gran final de ruta.
Nos quedaba irnos a celebrar el fin de la jornada al pueblo de Onda, donde un rico restaurante vegetariano nos iba a sorprender con su sabrosa gastronomía, y por supuesto, de unas ricas cervezas artesanas. ¡Queda mas que claro que volveremos!
Estos páramos con su vegetación de piornos me recordaba a muchas partes de Tierra Muerta, en la Sierra de Cuenca.
Y Dani hace de referencia para calibrar los tamaños ciclópeos de estas rocas.
Hasta que llegamos a ver lo que es el Barranc dels Molins, y donde nos vamos a meter en otra faja.
Ares y su brutal aterrazamiento cada vez más cerca.
Así de tranquilos nos quedamos Dani y yo después de bebernos las cervezas a pares.
Después de las cervezas, los bocatas y los carajillos, salimos del pueblo por el otro lado, donde ya se ve el Barranc de la Canaleta, y al fondo la Mola de Vilar.
¡Hasta la próxima!
Hola Toni.
ResponderEliminarEl otro día, estuvimos dando una vuelta por las Bardenas Reales y a la vuelta, paramos en Tudela y vimos uno de esos Pubs de toda la vida, cuando lo vió mi mujer, dijo "yo pensaba que no existían ya estos pubs", mientras sonaba un grupo de rock de la zona.
Me ha gustado mucho esa composición fotográfica, reflejándote en el agua y con las hojas de marco, al igual que la ruta, con esa serie de fajas muy chulas y en la que se ve, el aterrazamiento sobre el que se sitúa Ares del Maestrat.
Los dueños del bar, se pondrían bien contentos cuando os marchasteis, no se esperarían hacer tanta caja, entre cervezas y carajillos 😆.
Salud y montaña.
Hola Eduardo.
EliminarTú también te has fijado que ese tipo de garitos van escaseando. Claro los que los frecuentábamos, nos vamos haciendo viejos, y las nuevas generaciones, pues entre reaguettones, trap y otras historias modernas pues no dan para llenar estos otrora sitios de quedadas.
El aterrazamiento de Ares es sencillamente espectacular.
Pues sí, a nadie le amarga un dulce, y el grupete que éramos seguro que le contribuimos a alegarle el día al del bar.
Hola Toni.
ResponderEliminarYa tenía ganas de leer esta crónica...
Creo que te lo había comentado en otras ocasiones, pero te lo vuelvo a decir ahora, tenía muchas ganas, de que en una de las ocasiones en que vinierais a visitarme, de enseñaros este espectacular sector del término de Ares, recorriendo esas fajas y subiendo a pie al pueblo, pues pueblos tan curiosos y bonitos como este es mucho más romántico que queden a mitad ruta y llegar a ellos andando que no subiendo con el coche y empezar a andar a allí. El poder entrar al interior del hotel y pasar ese agradable rato de la comida con los carajillos fue un extra con el que no contábamos que fue pero que muy bienvenido, pues en la terraza lo tendríamos que haber hecho más rápido debido al viento. También fue un excelente extra el contar con la compañía de Mar y Jaime, que como comprobasteis ese día, y unos meses más tarde en Requena y Cortes de Pallás, son gente que están en nuestra onda, la gente que nos solemos reunir en lugares como el Lapsus, vamos 😉. Y volviendo a la ruta ya sabía que yo que todo el entorno de Ares, tan representativo de lo que es el Maestrat, os iba a encantar, en cuanto descubrí esa variante por el barranquete que subía hasta la cueva, no dudé en incluirla en la ruta, sacrificando otras cositas (la faja más superior de la Mola y la propia cima de la Mola). Creo que nos quedó un recorrido espectacular.
Cuando volvamos a quedar físicamente, que espero que sea pronto, te contaré una historieta sobre el Lapsus que se me pasó contarte ese fin de semana.
Un abrazo.
Hola Dani.
EliminarSon tantas veces que había visto en tu blog (y en algún otro) el paisaje circundante de Ares que siempre te dijo de conocerlo y ¡zas! otro más que cayó. De haber subido a lo alto de la Mola y bajado al pueblo, habria estado también bien, pero no habríamos recorrido el tramo fajas como lo hicimos y fue realmente espectacular.
Con el extra de Jaime "liebre cucumber" y Mar, y lo de Cortes de Pallás. Habría sido un gran colofón a la trilogia con la ruta en Alicante. Lo de estar en la misma onda, acuérdate en la terraza en Cortes de Pallás, hablando todos de cuestiones políticas coincidentes entre incesantes tragos de cerveza.
Esa historieta del Lapsus queda pendiente ;-) jejeje
Un abrazo.
Hola Toni,
ResponderEliminarMenuda grupeta guapa os reunisteis par tan espectacular ruta.
Siempre me han parecido preciosas les Moles d'Ares y su precioso pueblo, pero es que el trazado que os preparó Dani para visitarlas me ha parecido sublime.
Menuda pasada la cueva de Cantallops y las fajas que recorristeis, unos paisajes brutales.
No pueden faltar las "liadas" por ir charlando con buenos amigos, la de risas que provocan luego al recordarlas en el bar son de lo mejor.
Anda que la "condición" para poder sacar la comida que os pusieron... seguro que los dejasteis sin existencias... jajaja
Los garitos y restaurantes que conoce el amigo Dani son una pasada, el Lapsus, que bien se está en ese bar, perfecto para tomarse las birras después de la ruta y que decir del restaurante vegetariano de Onda, es una pasada, está todo riquísimo, y tienen una buena colección de cervezas para degustar, menudos sitios guapos que conoce Dani.
Salud, molas y cerveza a raudales!!!
Hola David.
EliminarQue te voy a contar que no conozcas ya de las delicias de nuestro querido anfitrión.
Jajaja, Dani empezó con la liada esa de extraviarnos a los 10 minutos escasos, pero bueno eso a lo buenos senderistas, cuando nos juntamos, nos suele pasar.
En el restaurante de Onde probamos la Socarrada al romero, entre otras, y nos encantó. Ojala esté muchos años ese sitio porque nos dijo Dani que es el único estrictamente vegetariano que queda. Y del Lapsus, ya lo conoces.
Salud, estar en la Onda y más Lapsus pero no de cabeza!