EL PICÓN DEL BUITRE DE JAVALAMBRE DESDE ARCOS DE LAS SALINAS

 

Las veces que he caminado por el monte del pueblo más al este de la Serranía de Cuenca, Santa Cruz de Moya, siempre ha destacado, arriba, en dirección este el observatorio astronómico del Picón del Buitre (1956 metros), en el morro más meridional del macizo de Javalambre. Por esta comarca conquense sale la espectacular carretera que entra en paisaje de cañon fluvial creado por el río Turia en la valenciana parte de la sierra conocida como los Serranos. 

Es curiosa toda esta zona pues aqui, en pocos kilómetros, Teruel, Valencia y Cuenca se tocan, se comprimen y se funden, creando varias comarcas naturales, todas dignas de conocer; a saber: Parte sur de la Sierra de Albarracín, Serranía Baja de Cuenca, Rincón de Ademuz, Sierra de Javalambre y Comarca de los Serranos.

Cruzaremos el valenciano pueblo de Aras de los Olmos y entraremos otra vez en Teruel para al momento llegar a nuestro destino, el pueblo de Arcos de las Salinas, de donde empezara nuestra larga ruta de hoy. Como otras veces nos acompaña nuestro amigo betxinenc Dani y su fiel Laia, la quinta integrante de nuestro equipo Betxí/Cuenca, y como él esta ruta ya la había hecho años atrás, nos hizo de guía otra vez, enseñándonos cositas escondidas como puede ser un especie de lapiaz rocoso filtrado de callejones y pedreras muy chulo que hay antes de la cima.



Otro aliciente importante para mí era, por fin, ver el nacimiento y el curso alto del río de Arcos, un afluente del río Turia, y que conozco bien, pues su confluencia ocurre en el valle de Santa Cruz de Moya, aparte que he descendido en plan barranquista parte de su poco accesible y bello cañón. Lo de la nieve en la parte alta de Javalambre era un poco una incognita, esperando encontrarla en cierta cantidad. Al final sí la vimos y pisamos, aunque de forma residual. Quedaba muy poca; por otra parte, cosa que no nos extrañó viendo lo pé simo que están siendo los inviernos nivosos por estas latitudes ibéricas. Para terminar de sumar estimulos y atractivos a la ruta, sus 23/24 km y sus algo más de 900 metros de desnivel positivo completaban ese punto físico exigente que tanto nos gusta y nos eleva el ICC a niveles máximos de sed.

Como se imaginaran, esta ruta llena de pequeños alicientes era muy esperada por mí desde hace tiempo, y al final, con la compañía de Dani y Maru, y nuestras quedada en la furgo se completó otro fántastico finde, quedándo para el día siguiente otra ruta corta por las Agujas de las Alhambras, muy cerca de dónde transcurre esta. 

Debo acabar remarcando que no puede transcurrir una ruta MS/PDPB sin el típico suceso accidental jocoso. Y pensarán que, seguramente, fue debido a las cervezas post ruta, como muchas otras veces, pero no, esta vez el suceso fue senderista total, ocurriendo en mitad de la ruta. sin ningún toque etílico de por medio. Queda jurado por la Santa IPA y lo prometo por San Miguel Magna. En sus correspondientes fotos os lo cuento.

Empiezo con una foto de esa carretera tan chula que sortea la sierra en Santa Cruz de Moya. Lo que se ve al fondo ya es la comarca de los Serranos en Valencia.

Cuando te pones encima del pueblo de Santa Cruz de Moya, ya asoma, inconfundible, el observatorio astrónómico del Picón del Buitre. Al loro con ese piquito que asoma a su derecha, pues también subiremos.


                   Comenzamos a andar desde la peculiar y bonita ermita de San Roque.


       Las laderas más bajas del macizo de Javalambre nos esperan en un subida larga y continua.
Iremos buscando la traza del Bco. de los Villares que es lo que se ve al fondo.
Al echar la vista atrás, vemos el pueblo de Arcos de las Salinas, con la ermita de San Juán en primer plano.
 

               La parte alta de esa enorme ladera ya es Valencia, y esto de abajo, Teruel.

Tras un rato subiendo, ya conseguimos tener conexión directa con el objetivo de la jornada, arriba al fondo.

Abajo el estrecho del Bco. de los Villares que pasaremos en un momento, arriba a la derecha el Picón del Buitre, y a la izquierda el objetivo intermedio, el Morrón o Picón de la Cruz.


      Esa caseta delata la cima, estándo el observatorio y demás parafernalia más adentro.

Dani, al igual que yo, trabajando blogueramente, mientras los dos cazamos a las chicas acercarse al estrecho.

Al este estrecho del Bco. de los Villares.

Imponentes las vistas hacia arriba.


Traspasamos este estrecho y enmarco a Maru con esas rocas que flanquean el bco.


Al pasar nos encontramos con esta charca artificial y arriba asoma el Morrón, nuestro próximo objetivo.

       Seguimos subiendo y en dirección oeste se nos abren montañas y vistas nuevas.

Apuro el zoom en esa dirección pues aparecen conocidos míos como el Monte Cuerda a la izquierda y las dos Cabezas de Boniches.

                      El Barranco de los Villares y la zona más estrecha vista desde arriba.


      La cuesta no cede, pero este día de marzo es de temperatura estupenda para echarnos desnivel encima.

     Y para sacarnos unos a otros. Luego llegará el momento de las cervecillas viendo este tipo de fotos.



Al coger más altura, podemos ver otra vez Arcos de las Salinas. Por detras asoman la Muela del Buitre y el cerro del Castillo del Poyo, entre Losilla y la aldea del Collado.


La subida, como no, sin ninguna prisa y parándonos a disfrutar de, por ejemplo, este hermoso ejemplar de pino.

                       Estamos llegando al Morrón, el que bordearemos por este lado.

                                   Y Dani nos dirige hacia la parte por donde se sube arriba

                       Esta especie de canal que exige de las manos para ir trepando.


                                            Sin dificultad ninguna y muy espectacular.

            Primer contacto visual con las partes altas de Javalambre, con muy poca nieve.

¡Ojo! porque en dirección este asoma otro conocido, el  prominente Penyagolosa. Es curioso que en el Picon del Buitre y el Morrón es donde se ve, en vistas este/oeste, los 1815 m. de esta montaña en Castellón y los 1840 del Collado Bajo de Valdemeca en Cuenca. 120 km en línea recta entre las dos cimas.

                                                Ole ole, en los 1866 m. del Morrón.

        Bajamos del Morrón, que áun nos queda bastante tela que cortar en la ruta de hoy.

De la bota de Sandy Irvine encontrada en el Everest al incorrupto cuerpo de un servidor conservado en las umbrías del Morrón.

            Aparece este entramado rocoso con muy buena pinta al que nos lleva Dani.


                        Una especie de lapiaz fliltrado de callejones y pequeñas pedreras.

                                              Nos recreamos un buen rato por este lugar.







                                                      Vamos saliendo del lapiaz.

                    Donde en la parte alta nos sacamos con estos horizontes tan puros.


Qué mejor que una panorámica para corroborarlo. Atención a este punto, pues aquí me quitare mis Ray Ban de sol para hacer una foto y se me olvidará cogerlas, dándo comienzo al episodio cómico del día.

Tras un ratito, ya nos aparece al fondo el Observatorio astronómico. Este pinar que ven fue un poco culpable tambien de mi despiste.

¿Despiste? Sí, porque un poco más adelante, por aquí más o menos, me di cuenta que no llevaba las gafas de sol.


¡Hostia, las Ray Ban! ¡Maru las he perdido! ¡Ay, Ay copón copón, siempre igual! 

Despues del susto inicial y los típicos nervios mezclado con improperios, no recordaba exactamente dónde me las había quitado. Estuvimos viendo fotos allí mismo, hasta que vimos que a la salida del lapiaz las llevaba puestas, pero luego no. Total, tenían que estar por dónde había hecho la panorámica.
Como el lugar no estaba realmente lejos y no quería demorar más tiempo a mis compis, les dije que me echaba una carrera y que estaba de vuelta con las gafas en un instante.

¿Un instante? Si no llega a ser por Dani, un servidor se baja como pollo sin cabeza a Arcos de las Salinas
Me ofusqué tanto con la pérdida que volví corriendo sin pensar y al llegar a esos pinos de la foto de antes, cogí esa vaguada y me lance hacia abajo por esa Umbria, en vez de seguir por la loma rocosa hasta el lapiaz.

Dani y Maru me vieron irme hacia abajo como un potro desbocado y, a voces, intentaron vanamente avisarme. Dani volvio rapidamente a ver si conseguía que yo me diera cuenta y dejara de bajar por esa cañada a lo loco.

Y ahí estuvo el golpe de suerte, pues cuando ya había descendido un buen porrón de metros, al mirar de reojo hacia la izquierda vi a Dani, pequeñito, haciéndome aspavientos para que parara de bajar y me diera cuenta de mi error.
Todo un disparate por mi parte, pero bueno, luego volví a subir y encontramos las gafas Ray Ban que aún conservo. Lo digo ya que meses despues perdí otras Ray Ban más viejas que estas, pero se perdieron de una manera tonta.
Como comprenderan, el choteillo ya estaba encima de la mesa, quedándo como otra historieta más de nuestras rutas conjuntas.


      Ya estamos otra vez en ruta con el consiguiente cachondeo por el suceso anterior.

Para la Vuelta ciclista a España del 2019 se asfaltó la pista que sube al Picón del Buitre y en la del 2023 volvió a subir.


                                       Dani y Laia en los 1956 metros de su vértice.


                                Al lado, en el observatorio, el Nitrogeno líquido rebosa.

  El regreso lo haremos los primeros metros por la carretera que vemos de esta guisa tan chula.

Abajo se ve el barranco al que tenemos que llegar para bajar a Arcos y por dónde va esta carretera.

                                 Dejamos la carretera, pues la senda ataja por las laderas.


Pasando por tramos donde gustosamente pisamos nieve, tan escasa por estos lares este invierno pasado.

                       Enfrente asoman los rebordes rocosos del macizo de Javalambre.

La senda en su parte final coge el fondo de un barranco, por el que hay que bajar con cuidado.

                         Que va a dar a la carretera que se asfaltó para la Vuelta ciclista.


           Con lugares para asomarse y comprobar la magnificiencia del paisaje javalambrero.

No es dificil imaginarse a los ciclistas a golpes de riñon y haciendo eses, mientras negocian estas duras revueltas.

¡Ya lo creo! Este blog y el de Dani (https://pdipb.blogspot.com/ ) son la prueba fehaciente que Teruel no solo existe, sino que mola mucho.


   Llegamos a esta encrucijada de caminos, donde despuntan un conjunto de viejos corrales.

 Allí es donde están los Ojos del río de Arcos, su nacimiento, entre berros y plantas acuáticas.

                   Bajando por la carretera nos topamos con algún pintoresco molino.

Y algún sufrido ciclista zigzagueando en estas rampas. Atención a esas rocas que se ven mas abajo.

                  Una imponennte cresta rocosa salteado de pinos horizontales en su pared.

                                            Lo de cresta le viene al dedillo .


      Podemos ver la curiosa abertura que ha hecho el río de Arcos para pasar al otro lado.

            Volvemos a estar en contacto con la cresta que no pierde un ápice de belleza.


                                                         Fíjense la anchura de la misma.

Tras un rato pasando por zonas de huertas, por fin llegamos a Arcos, con la mente  puesta en....

                                              Bajar el ICC como sea en uno de sus bares.

Aunque el verdadero aplacamiento del consabido índice fue en un merendero cercano.

                                      Con un pequeño festín de esos que crean afición.



                                                                       ¡Hasta la próxima!

Comentarios

  1. Hola Toni.

    Teruel Existe... Y yo añadiría un Viva Teruel, gritado a voz muy alta. Y es que como bien sabes este fin de semana he estado por la zona de Pitarque, Montoro, Aliaga y el Guadalope y aquello es una barbaridad a nivel natural y geológico. Vamos, que es una comarca, que de estar en otra parte del Estado, se le daría publicidad a bombo y platillo, aunque bien pensado, mejor que siga así...

    Y qué arte tienes amigo mío, para saber reírte de ti mismo y contarnos de manera tan desternillante ese episodio de las gafas y tu carrera, cual pollo sin cabeza, barranco abajo, del que fui espectador y también protagonista. Fue muy gracioso que mientras Maru y yo nos dejábamos la voz llamándote, Laia también se puso a ladrar como una loca 😂. Y lo tuyo debe ser contagioso, pues ya viste lo de mi móvil el día de Peña Tobía. Por cierto, ese móvil ya ha pasado a mejor vida, cuando te cuente como ha sido te vas a estar descojonando de mi una temporada 😅.

    Creo que esta ruta de ascenso al Picón del Buitre desde Arcos es una de las rutas más completas que se pueden realizar en la Sierra de Javalambre. Esa primera parte más despejada te permite tener una buena perspectiva de la ganancia de metros, y como Arcos de las Salinas va quedando cada vez más abajo. Luego, ese estrecho y los callejones calizos son muy estéticos visualmente, y la subida al Morrón le pone un toque aventurero. Después, ese tramo de transición entre la cima y el nacimiento también tiene sus cositas, como esos umbríos pinares y esos agrestes laderones. Y para finalizar, el tramo acompañando al Río Arcos, desde sus manantiales, hasta el pueblo, tampoco tiene desperdicio, con esas agujas /crestas y el siempre cautivador paisaje fluvial.

    En definitiva, que entre tontás, una gran ruta, y las cervezas y pic-nic, posteriores, pasamos otra memorable jornada juntos.

    Un abrazo.

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    1. Hola Dani.

      Cuánta razón tienes. El Maestrazgo con todas esas comarcas que dices y su geologia y su riqueza fluvial son dignas de conocerse, pero así ocurre en la España vacía y despoblada de la Ibérica. Sin ir más lejos, con la propia ciudad de Cuenca pasa un poco lo mismo.Y eso que ahora con las redes sociales se dan un poco más a conocer. El lado bueno es que tipos como tú y yo disfrutamos de lugares como el Maestrazgo turolense muy poco masificados.

      Lo de reime de mí mismo lo llevo aplicando desde muy niño, y además me gusta mucho, cuando cojo confianza con alguien, sacar mucho la ironía y la mordacidad, y vacilarle y cachondearme, empezando con Maru, por ejemplo.
      Uy uy uy esa historia definitiva del movil superviviente de Tobía tiene visos de sacarme alguna carcajadas.

      Y todas estas rutas conjuntas a lugares fuera de nuestro sierras cercanas tienen mucho encanto, como es el caso de este empape del paisaje javalambrero, pero ademas en nuestro caso, el hecho de hacerlas en furgo y amaneciendo allí con su desayuno y quedándote a dormir allí, con su ducha caliente y su cena, eleva a la máxima potencia al disfrute y el regusto maravilloso de todas estas escapadas.

      Y, ya te digo, que estamos harticos ya de eventos sociales pre navideños, que nos están impidiendo salir con la Gina. A ver la semana de Reyes si nos podemos escapar.

      Un abrazo.

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  2. Hola Toni.

    Ya decía que me sonaba de algo este picón del Buitre, no vi, la etapa de la vuelta a España pero sí, la subida que hizo Perico Delgado con Fernando Escartín (Pericopuertos).

    En general, una buena circular, la subida visualmente chula con las vistas y esos callejones y con algunos pasos entretenidos, como esa canal por la que trepasteis (Maru cada día va más suelta).

    Y la bajada muy chula, sobre todo ese tramo inicial por el bosque, con el manto de nieve, que, con lo poco que nieva ahora, ya es difícil verla, salvo en zonas donde el sol entra poco.

    El tema de las gafas, ya te he comentado alguna vez, que, yo soy igual. El año pasado por estas fechas, salí a correr por el monte y perdí el móvil, otro, se me cayo de las manos y acabo en un sumidero y con las gafas, antes me las compraba de marca y cuando perdí varias, empecé a comprarlas baratas y ya no te cuento, con el tema de los guantes, gorros ... bueno, he perdido hasta zapatillas.

    Bueno, dejaros de comilonas y disfrutar del monte, yo, la verdad que paso de estas fechas, quitando la comida de Navidad y la de año Nuevo, el resto nada de nada.

    Salud y montaña.

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    1. Hola Eduardo.

      Pues sí, Maru va cada vez más suelta, gestionando mejor sus miedos y, en plan físico, mejor que nunca, ante el enfoque más deportivo que hacemos en el día a día, tanto yendo al gym como saliendo de senderismo con la furgo que estamos que no paramos.

      No sé si has andado alguna vez por Javalambre (fuera de lo de las pistas de esquí), pero es un paisaje y un ambiente muy peculiar y distinto. Mañana volvemos a hacernos otra escapada, al tenerlo a apenas dos horas de Qnk.

      Del tema gafas y pérdidas en el monte ya lo hemos hablado varias veces. A mi llega un punto que me llama la atencíon. Luego en mi vida urbanita, ahora, no pierdo nada, soy como más organizado, pero es salir al campo y que si el movil, la cámara, las gafas, los guantes, la botella de agua, el gorro, dos botas del mismo pie, jajajaja tenemos tantos asuntos los senderistas montañero que es un sin vivir.

      Salud y montaña

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