EL CAÑÓN DEL RIO CABRIEL DESDE LA TEJERÍA HASTA LAS CASAS DEL RÍO Y LA PERALEJA, Y VUELTA POR EL RENTO ARTIGAS.
Hoy nos vamos a ir a la Serranía del Cabriel, área que coge tanto de lo que se conoce como Serranía de Cuenca alta como baja, aunque independiente de la denominación, a mi me gusta llamarle serranía desconocida, serranía virgen, serranía despoblada; cualquiera de estos adjetivos le viene al dedillo, y todo sea dicho, con muy mal cariz ante el futuro que se plantea.
Ha pasado ya tiempo desde que hice estas rutas, pero esto sigue igual de inmutable, igual de bonito. Nada ha cambiado, acaso más naturaleza, las sendas menos visibles, el rio igual de virginal, los caminos en peor estado, la probabilidad de encontrarte a alguien se está convirtiendo en algo tan remoto que, de ocurrir, te llevas un buen susto. Todo tiene su lado bueno y malo, el bello anverso tiene su pesimista reverso. En todo caso, aquí estoy para, primeramente, disfrutar de la ruta e impregnarme de estos paisajes, de estas soledades, y luego para contároslo.
La ruta principal la hice primeramente yo solo. Justo antes
de llegar al pueblo de Salvacañete, cogí la sinuosa carretera que sube a
Teruel, camino al Vallecillo y Jabaloyas. Con el joven río Cabriel a nuestra derecha, dejaremos el coche, justo
donde este río deja la carretera y se mete por una desconocida hoz. El objetivo
principal de la entrada es este cañón. Lo digo porque van a ver fotos de dos
rutas, la principal en invierno, yo solo, llegando al rento abandonado de las
Casas del Río y volviendo otra vez por el cañón. Y tiempo después, a finales de la primavera, con el amigo Ignacio.
Esta 2ª excursión la hicimos más larga, llegando a donde confluye el río Zafrilla en el río Cabriel, justo debajo de la aldea de la Nogueruela, pero nuestro siguiente paso no fue subir a la Nogueruela, sino explorar una vieja senda, en el otro lado, que va paralela a río Zafrilla y llega hasta el Rento de la Peraleja.
Una vez aquí volveremos al coche subiendo a lo alto de la
paramera para pasar por el Rento Artigas, y yendo paralelos al cañón del
Cabriel, pero por arriba, en sentido descendente, llegaremos al coche, donde en la pequeña
presa de la Tejería nos daremos un refrescante baño.
Dejo el coche pegado a la carretera y me empiezo a meter en el cañón.
Deleitándome en la orografia rocoso fluvial que crea el río.
La vez posterior que fuimos la niebla semi ocultaba la parte alta de todos estos espinazos rocosos.
Me acerco a ver el Cabriel cómo baja.
Con la hermosa poza del Estrecho de la Tejería, lugar mítico de cuando se bajaba, valerosamente, troncos por el río.
La ruta por ahora no tiene pérdida: remontar el río por este lado izquierdo.
Por ahora tengo un cómodo carril para avanzar.
Siempre con el rumor del río cerca y su ecosistema botánico.
Paso por unas viejas barbacoas en desuso.
Me acerco al río pues en su borde veo algo.
Una curiosa fuente que creo que se llama de la Peñuela.
Primer contratiempo: el camino pasa al otro lado.
Y al aquí caminante le toca descalzarse y meter los pies en estas aguas bastante gélidas.
Voy pasando por recodos del río bastante llamativos, como esta poza de aquí debajo. Las estampas invernales del río guardan otro tipo de belleza.
Vistazo atrás al camino que va dejando el río cada vez más abajo.
El cañon que se me presenta hacia delante tiene una pinta estupenda.
Se pone chulo el camino al pasar por tramos más angostos.
Y con una curiosa erosión en forma de agujeros donde en los más grandes quedan restos de haberse hecho lumbres.
El río sigue, por ahora, su inaccesible curso.
En esta foto se aprecia que parte del murete que sujetaba el camino se ha venido abajo.
Una vez en la ribera, arriba del todo, se hace notar la Peña Lisa, sobre los 1420 metros.
Sigo remontando, pasando por zonas que guardan buenas zonas de baño.
También dejo la ribera, y subo más arriba para tener perspectivas más amplias.
Enormes chopos jalonan el límpido curso del río Cabriel.
Mientras me esmero es sacarle partido fotográfico a este tesoro fluvial.
Un destartalado puente pasarela me indica.... Que hemos llegado a las Casas del Río, que es lo que se aprecia a la derecha.
Dos apuntes históricos para entender mejor aquello. En este rento de las Casas del río es donde se traia los troncos cortados para emcambrarlos y bajarlos por el río. De aqui en dirección río arriba, el cañón se ensancha y se hace más vega, y por ahí arrastraban y traían los pinos de zonas cercanas como la Peraleja o el Masegosillo, para echarlos al agua
Años antes exploré a fondo este corto barranco para ver caer un poco de agua por su cascada.
Vista del barranco desde arriba, en otra ocasión. Fíjense que se ven las Casas del Río al fondo.
Pero volvamos a la entrada actual, ya que Ignacio me está esperando para continuar río arriba, ahora ya por una ancha vega.
Pasamos al lado del bello Molino de la Herrería, antigua herreria, luego batan y terminó siendo un molino harinero.
Ese olvidado canal de agua, parte de la infraestructura para llevar el agua al Molino.
Otra manera de remontar el camino. La aldea de la Nogueruela está encima de esos cortados rocosos que veis arriba.
El avance por el canal no es fácil, pero está siendo muy chulo.
Hasta que llegamos al puente de la Peraleja, necesaría obra para comunicar a las gentes de la Peraleja con las de la Nogueruela.
Obviaremos la confluencia del río Zafrilla en el Cabriel y tambien el camino que tira hacia arriba, a la Nogueruela por lado y al Masegosillo tambien. Ahora lo que vamos a hacer es remontar el río Zafrilla, pero no solo llegaremos a un rincón acuatico, precioso, con una cascada y un pasado ganchero, sino que hace tiempo que tenemos echado un ojo a una senda que no existe en el mapa actual, ni en el antiguo, pero en la foto aérea se aprecia bien. Como ir pegado al río Zafrilla a partir de la cascada está muy difícil, esta senda es el viejo camino que unía el Rento de la Peraleja con el río Cabriel.
Primeramente llegamos a la cascada del río Zafrilla, donde esos habitáculos hechos en roca toba fueron refugios de gancheros para dormir en las frías y humedas noches, y tambien, seguramente para guardar los aperos.
Aquí con el río a rebosar y hecha la foto desde el otro lado, dónde los refugios gancheros.
Dejamos el río y cogemos ese camino inédito para Ignacio y para mi, que coge cada vez más altura.
Donde nos van asomando las partes altas de estos montes muy cercanos al término de Zafrilla.
La senda se encuentra en buen estado. Como me contó hace tiempo Mariano Lopez Marín, por aquí venían los niños del Rento de la Peraleja al colegio que había en la Aldea de la Nogueruela.
El camino baja otra vez al río Zafrilla, y por esa hilera de piedras llegaremos a...
El Rento de la Peraleja que ya lo vimos en esta ocasión.
Pasando por Rento Artigas.
Aunque el carril te lleva directo a la Tejería y al coche, nosotros nos subiremos a la loma para ir por allí.
Y lo primero que nos aparece es la parte alta del cañon del Cabriel y encima la aldea de la Nogueruela.
Cuando lo loma se pone muy cuesta abajo, volvemos al carril para en su parte final otear la cresta de la Peña de las Cabras.
Como habrán observado, doy muchos y precisos datos de toda la historia de estos parajes que estáis viendo, y eso es debido a un persona, Mariano Lopez Marín, donde en su Blog y en sus libros nos cuenta toda la historia de Salvacañete y sus muchos rentos.
Extraordinaria entrada amigo Toni. Muchas gracias por la referencias a mi trabajo. Nos une a ambos la pasión por lo que hacemos. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Mariano.
EliminarEn efecto, esa pasión también traslada a la tierra por la que andamos y guardamos recuerdos, mas antiguos, mas recientes, pero siempre muy vívidos.
Un fuerte abrazo.
Hola Toni.
ResponderEliminarCuando se combinan un buen calzado de montaña (esas Aku!!) con unas ganas inquebrantables de aventura y explorar el monte, el resultado es un reportaje como este, en el que nos muestras algunos rincones realmente agrestes, reservado para bestias salvajes de cuatro patas o nuestros carroñeros voladores favoritos, y también tramos fluviales bien chulos, en los que antaño solo se aventuraban los valerosos gancheros.
Le he echado un vistazo al blog de Mariano. Qué importantes son este tipo de publicaciones, para que toda esa historia ancestral, con sus topónimos, no caiga en el olvido.
Un abrazo.
Hola Dani.
EliminarEsta ruta en concreto cuando la hice por primera vez fue una aventura de exploración en toda regla, pues yo pensaba que no habría senda por ese cañón, y de haberla, entre el olvido/despoblación, much vegetación y los continuos vados del río, sería imposible de transitar, y cuando la descubrí y llegué hasta las Casas del Río fue una sensación de esas que te da la naturaleza en soledad que tú tambien conoces muy bien.
Y sí, casi todos los pueblos han tenido o tienen un cronista. Unos más duchos en redes sociales y por esos más conocidos y accesibles, pero, por ejemplo, en la Bibliotece pública de Cuenca en la sección Local, practicamente, todos los pueblos de la provincia tienes su libro hecho por algunos de estos recuperadores de la memoria del pueblo o comarca.
Un abrazo.